Tres arzobispos filipinos aseguran que vivir en su país «es como estar en el valle de la muerte»

Apelan a la enseñanza de Santo Tomás sobre el derecho a resistir

Tres arzobispos filipinos aseguran que vivir en su país «es como estar en el valle de la muerte»

Los tres arzobispos de la región de Luzón Norte en Filipinas, describen así la situación en el país: «Es como estar en el valle de la muerte: el asesinato de drogadictos y opositores; las víctimas de la pandemia; la muerte por penuria debido a un gobierno sin visión y por una corrupción descarada que parece batir todos los récords». Los prelados citan a Santo Tomás y la ley natural como base del derecho a la resistencia. Y piden organizar rosarios y oraciones de reparación.

(Fides/InfoCatólica) En una carta pastoral conjunta, monseñor Marlo M. Peralta, arzobispo de Nueva Segovia, monseñor Sócrates B. Villegas, arzobispo de Lingayen-Dagupan, y monseñor Ricardo L. Baccay, arzobispo de Tuguegarao, constatan con dolor y preocupación la pérdida masiva de vidas humanas en Filipinas, causada por diversos fenómenos como la «guerra contra las drogas», la pandemia, la corrupción.

«En los últimos cinco años - señala la carta -, más de 30.000 filipinos han muerto en la campaña contra las drogas ilegales». Además el rastro dejado por la muerte es amplio:

«Periodistas, opositores políticos, jueces, sacerdotes han sido asesinados y los críticos del gobierno han sido intimidados y amenazados. Los asesinos andan sueltos y los partidarios de estos asesinos les aplauden».

Los obispos añaden:

«La pandemia ha sido un desastre natural que no hemos pudimos controlar. Hemos visto la muerte en nuestros hogares y oficinas. Heroicos trabajadores sanitarios han arriesgado sus vidas y algunos han muerto. Mientras otras naciones se han recuperado de la pandemia, nuestro número de muertos sigue aumentando. Como resultado de la pandemia, los pobres están muriendo lentamente por el desempleo, las dificultades y la falta de medios de subsistencia».

«Los pobres están pagando la corrupción de los poderosos. La nación se está hundiendo en la deuda», señalan los prelados, que destacan la incompetencia, la ineptitud y la corrupción que «están matando a la nación y a la economía».

En una situación tan dramática, la esperanza viene de Dios: «Venceremos el mal con la fuerza del bien. Nuestra ayuda viene del Señor», afirman, añadiendo que la situación actual en Filipinas, exige penitencia y expiación de los pecados personales y comunitarios: «Podemos organizar rosarios penitenciales y oraciones de reparación a la Divina Misericordia para que el Señor perdone a los asesinos. Que nuestra penitencia nos conduzca, a nuestra pequeña manera, a obras de misericordia y de caridad generosas y valientes», subrayan los Prelados.

Resistir a un orden público asesino y corrupto

Los tres arzobispos instan a los ciudadanos a respetar la ley, pero sobre todo sus conciencias iluminadas por la fe:

«Debemos resistir a un orden público asesino y corrupto, dejándonos guiar por el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que en el número 400 admite como legítima la resistencia a la autoridad cuando ésta viola grave o reiteradamente los principios esenciales de la ley natural».

Citando a Santo Tomás de Aquino, los obispos afirman que «la ley natural es la base del derecho a la resistencia».

«La resistencia no violenta, con asambleas pacíficas de disidencia o debates sobrios sobre cuestiones sociales, guiados por el Evangelio, o manifestaciones por la honestidad y el heroísmo, es el camino que debemos elegir siempre. Esta es la única resistencia moralmente aceptable», dice la carta. «Tenemos el deber moral de resistir y corregir la cultura del asesinato y el saqueo tanto como la costumbre constante de ocultar o destruir la verdad», reiteran los prelados.

El texto de la misiva también pide «una investigación completa de los episodios de corrupción» y rechazar la actitud de «quienes obstruyen el proceso legal dirigido a la verdad y la justicia».

Dado que las elecciones generales y locales en Filipinas están programadas para el 9 de mayo de 2022, los obispos afirman:

«Las elecciones libres que permiten la elección y el cambio de representantes son la forma más eficaz de exigir responsabilidades a la autoridad política. Con este espíritu, pedimos a nuestros jóvenes y nuevos votantes que se registren. Apelamos al sentido patriótico de los candidatos para que vuelvan a introducir la ética en nuestra vida política y actúen según su conciencia, no según las encuestas».

La misiva concluye:

«No es el momento de la desesperación, sino del valor. No es el momento de callar, sino de defender a Dios. Contra la ola de asesinatos y saqueos, demos testimonio de la verdad y la vida».

10 comentarios

Pep
Mezclar la campaña contra las drogas, la corrupción y el coronavirus en el mismo saco me parece un poco fuera de lugar.
16/09/21 2:26 PM
Chico
Me recuerdan a España donde Gobierna ahora mismo LA IMPUNIDAD en los Gobernantes y en los Jueces: Más de mil asesinatos conocidos y sin ser ljuzgados y si denunciados.. miles de millones robados saqueados por personas con nombre y apellido y aquí a ningún ALTO JEFE se le mueve una pestaña. Y también denunciados.
16/09/21 3:29 PM
Fernando Cavanillas
No conozco el tema en filipinas, pero parece que Duterte usa unos métodos crueles más asiáticos que occidentales en su "lucha" contra las drogas. Es un personaje siniestro que ahí sigue.

Pero no es más siniestro que Maduro ó Fidel Castro... a lo mejor es menos!!!!!, y no se escuchan denuncias con la misma contundencia de estos regímenes, de nuevo la doble vara de medir. Tampoco se parece al millón de muertos de la guerra de Irak, a los crímenes del estado islámico ó a los 15.000 homicidios al año en Venezuela.

En 5 años 30.000 muertos... aquí en España en 5 años 500.000 muertos en el seno de sus madres (y no eran pobres drogadictos ni delincuentes de poca monta, sino niños absolutamente inocentes que esperabana a nacer en el seno materno).

La gravedad del medio millón de niños abortados en España es infinitamente MÁS GRAVE que los 30.000 muertos del mundo de las drogas de Filipinas... No por acostumbrarnos al horror y a la barbarie disminuye la gravedad de nuestros crímenes. Tampoco hay que irse a las antípodas para enfrentarse al homicidio de inocentes (en el caso del aborto una inocencia absoluta).
16/09/21 4:55 PM
maru
Es una tragedia! Y lo más trágico es la impunidad de muchos, que deberían estar en prisión
16/09/21 5:24 PM
Ramón montaud
La guerra contra la droga y unas instituciones corruptas determinan la tremenda inseguridad para vivir en Filipinas (se está por cambiar el nombre).
La legislación sobre la droga, es una legislación positiva e invocar a Santo Tomás de Aquino y al derecho natural que pocos países tienen en cuenta como base de resistencia, me suena raro.
La resistencia pacífica, dio resultado en la India ante los colonizadores ingleses , pero ahora funcionará?.
Las drogas es cuestión de tiempo de que se cambie el rumbo sobre las mismas.
16/09/21 5:55 PM
jandro
El tipo de la foto es como Jesus Gil pero a lo bestia. Decía que iba a hacer limpieza y es la excusa para despistar y montar una administración pública de la corrupción. Luego, lo de matar ya es pasarse mucho
16/09/21 6:19 PM
Franco
Tratándose del Rosario, Duterte podría ser el segundo tirano en Filipinas que cae a fuerza de oración.
16/09/21 11:01 PM
Sir Peter saint James
Son una unas declaraciones de tipo político, sólo eso. Aquí nada tiene que ver la religión, sino oposición política al régimen, democrático y votado por el pueblo, cogiendo a santo Tomás como se coge a santo Tomé. Credibilidad religiosa cero.
17/09/21 11:13 AM
Juan Mariner
Influencia española: jerarquía politizada hasta la médula. Vendrá después "uno de los suyos" haciendo más atrocidades y no van a soltar palabra. Y conste que considero a Duterte como a un genocida duro con los débiles cobarde con los fuertes..
17/09/21 1:01 PM
Fernando Cavanillas
El error es de base... confundir la separación Iglesia-Estado (cada uno con su ámbito de Autoridad pero con la Iglesia como Autoridad moral en lo político y social) con el LAICISMO y su mentira de que los países no tienen que ser católicos, sino laicos.

GRAN ERROR. Los países tienen que ser católicos (en sus leyes y en sus sistemas, es el Reinado Social de Cristo). Primero se anularon y deslegitimaron los regímenes y partidos políticos católicos desde el espíritu post-conciliar, y ahora esos mismos se frustan y acongojan porque las cosas salen mal y los políticos laicizados no hacen ni caso a la moral natural (y mucho menos a la moral católica, que es la única legítima). Entonces algunos se ponen a hacer pequeña política con sabor a utopía marxistoide y deísmo masónico, que es un "wishfull thinking" que no transforma nada ni mueve a nadie (y que a veces va en paralelo a oscuros proyectos anticristianos).

España es un gran ejemplo de lo anterior (con nuestra horripilante transición y posterior partitocracia anticristiana y una constitución atea contraria al reinado social de Cristo, en una época en que el 90% de la población era católica)... pero no hay mayor sordo que el que no quiere oir, ni mayor ciego que el que no quiere ver.
17/09/21 1:45 PM

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