(EP/InfoCatólica) "No importa de qué forma o qué identidad utilice el Dalai para entrar en Taiwán, nos oponemos decididamente a ello. Algunas de los miembros del Partido Democrático Progresista (opositor en Taiwán) usan el desastre como excusa para invitar al Dalai para sabotear los pasos positivos alcanzados en las relaciones", añadió en un comunicado.
La oficina de la Presidencia de Taiwán, atacada duramente por su lenta reacción al devastador paso del tifón, y fuentes de seguridad nacional, decidieron en un encuentro de más de cinco horas de duración dar luz verde a la visita del Dalai, que comenzará el 31 de agosto y se prolongará hasta el 3 de septiembre a propuesta del Partido Democrático Progresista.
"Después de mucho tiempo, el presidente Ma (Ying Jeou) ha hecho lo correcto", reza Jedroob Thondup, miembro del Parlamento tibetano en el exilio. "Si se opone a su santidad, es probable que se produzcan reacciones violentas", agregó.
Esta no es la primera vez que Taiwán autoriza la entrada del líder tibetano, ya que entre 1997 y 2001 tuvo permiso para visitar la isla sin restricción alguna. China, por su parte, le tilda de "separatista" y "traidor" y condena sus viajes en el extranjero.