El Papa explica su última encíclica en la audiencia del miércoles

«Son necesarios hombres rectos tanto en la política como en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común»

En la audiencia general de ayer miércoles, celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa habló sobre su tercera encíclica «Caritas in veritate», que se presentó el pasado día 7 oficialmente. según informa el VIS. El Santo Padre explicó que el documento pone de relieve que «la caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de la persona y de la humanidad. Solo con la caridad, iluminada por la razón y por la fe, es posible alcanzar objetivos de desarrollo dotados de valor humano». «Es necesario -añadió- un estilo de vida distinto por parte de toda la humanidad, en el que los deberes de cada uno con respecto al ambiente se entrelacen con los de la persona considerada en sí misma y en relación con los demás».

(SIC/InfoCatólica) La Encíclica, continuó, “profundiza la reflexión eclesial sobre cuestiones sociales de gran interés para la humanidad de nuestro siglo, teniendo en cuenta, de modo especial, lo que escribió Pablo VI en 1967 en la “Populorum progressio”.

Benedicto XVI subrayó que “Caritas in veritate” “no desea ofrecer soluciones técnicas a los grandes problemas sociales del mundo actual (…), pero recuerda los grandes principios indispensables para construir el desarrollo humano en los próximos años, entre los que destaca, en primer lugar, la atención a la vida del hombre, núcleo de todo progreso auténtico; el respeto del derecho a la libertad religiosa; (…) el rechazo de una visión prometeica del ser humano, que lo considere artífice absoluto del propio destino”.

“Son necesarios -continuó- hombres rectos tanto en la política como en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común”. Refiriéndose en concreto a “las emergencias mundiales”, el Papa dijo que “es urgente llamar la atención de la opinión pública sobre el drama del hambre y de la seguridad alimenticia”, que “hay que afrontar con decisión, eliminando las causas estructurales que lo provocan y promoviendo el desarrollo agrícola de los países más pobres”.

El Santo Padre señaló que “la economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; de recuperar la contribución importante del principio de gratuidad y de la “lógica del don” en la economía de mercado, donde la regla no puede ser solo el provecho. Pero esto es posible únicamente gracias al compromiso de todos, economistas y políticos, productores y consumidores y presupone una formación de las conciencias que refuerce los criterios morales en la elaboración de los proyectos políticos y económicos”.

“Es necesario -añadió- un estilo de vida distinto por parte de toda la humanidad, en el que los deberes de cada uno con respecto al ambiente se entrelacen con los de la persona considerada en sí misma y en relación con los demás”.

Frente a “los problemas enormes y profundos del mundo actual -dijo- es necesaria una autoridad política mundial regulada por el derecho, que respete los principios de subsidiariedad y solidaridad y se oriente firmemente a la realización del bien común, respetando las grandes tradiciones morales y religiosas de la humanidad”.

El Papa pidió a los fieles que rezaran para que “esta Encíclica ayude a la humanidad a sentirse una única familia comprometida en realizar un mundo de justicia y de paz”. Asimismo invitó a rezar “por los jefes de Estado y de Gobierno del G-8, que se encuentran en estos días en L’Aquila, para que en esta importante cumbre mundial se tomen decisiones y salgan orientaciones útiles al verdadero progreso de todos los pueblos, especialmente de los más pobres”.

5 comentarios

anarico
«Son necesarios hombres rectos tanto en la política como en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común»

Y yo añadiría que los hombres rectos fueran además valerosos; pero los hombres excelentes no brotan como los hongos en el campo. La Iglesia tiene alumbrar, traer a la luz de la sociedad éstos hombres que tanto necesitamos. ¿Pero hoy la Iglesia en expaña está en condiciones de ocupar su papel de madre y maestra de los hombres que necesitamos? En éste punto soy pesimista. Y mira que recursos en los cajones hay con sobrada abundancia. Pero soy pesimista en éste punto, no lo puedo evitar.
9/07/09 11:11 AM
Con respecto al antepenúltimo párrafo de la noticia: el respeto por los derechos fundamentales de las personas es básico para el auténtico bien común (como incluso refleja el artículo 10 de nuestra Constitución Española); el pretender sustituir, como se hace hoy en día, derechos fundamentales por supuestos bienes globales no es más que un engaño, ya que no hay bien global verdadero alguno sin auténtico bien y respeto de las personas, y de sus inherentes derechos fundamentales.
El auténtico bien común es el de todos y el de cada uno; otra cosa, el pensar que la persona tiene que someterse a un supuesto bien común ajeno a su propio bien como persona, sólo serviría para alimentar o pretender justificar intereses creados, sacrificando para ello a las personas.
9/07/09 11:42 AM
Javier
Según los liberales austriacos, el "bien común" es un concepto socialista e inaceptable.
9/07/09 4:09 PM
rastri
Dado el carácter antropológico de los moradores del planeta Tierra: Yo no creo en el bien común de estos porque hoy día aquí en la Tierra cada cual funciona en orden a sus propios itereses. Y estos a menudo son contrapuestos.
Vamos que yo no creo en el amor universal de todos, los unos a los otros, moradores de este planeta.
La encíclica Caritas in Veritate está muy bien para quien la fe en un Dios cristiano obliga. Para una persona sin otra ley que la suya, y son la mayoría, esta eciclica es un más.

Ya lo dice el Cristo: "Muchos serán los llamados pero pocos lo escogidos".

Y cabe preguntarse:¿Y habrá quienes ni siquiera son llamados?
Que no es tan rico quien más tiene, si no cuanto más grande es la diferencia de entre el que tiene y el que no tiene. Y el tener lo que otro quiere, que es poder, todo el mundo ansía
9/07/09 6:01 PM
rastri
Seguiré sin entender esa mención de:"Libertad Religiosa". Teológicamente me resulta ociosa. Yo tengo un único Dios, y antes o despúes de éste, todo es ociosidad. Un solo Dios un solo Señor: que es el que teológicamente se describe según el dogma Católico Apostólico Romano.

Todo lo demás concerniente a la religiosidad, por no ser ni estar en la única verdad no puede ser libertad sino sumisión. "Islam=Sumisión"

Yo Hombre -triste Prometeo del barro salido- a mis espaldas cargando con una herencia genética en causa, efecto y consecuencia de Pecado Original de la que no me puedo desquitar: Sí que soy el artifice de mi propio destino; triste destino que me condena a sufrir y morir; pero destino al fin. Destino absoluto como la propia muerte que me priva de la vida para toda una eternidad.

¿Qué sería de mi si no fuera porque lo que yo como hombre no pudiendo conseguir: Si para mi, Dios mi Dios no lo pudiera conseguir?
"Lo que es imposible para el hombre; Para Dios todo es posible."
9/07/09 6:48 PM

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