(ACI/InfoCatólica) "Siempre le hemos pedido a las FARC y a los otros grupos que tienen secuestrados que los liberen lo más pronto posible. Es una petición que les hacemos de corazón: liberarlos cuanto antes a todos y entrar en un verdadero proceso de diálogo para alcanzar la paz", precisó el Prelado en diálogo con los periodistas.
Asimismo el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo de Bogotá, reiteró que los miembros de la Conferencia Episcopal "siempre hemos estado dispuestos a colaborar en todo lo que sea por la paz". "El país espera que liberen a todas las personas secuestradas. Eso abriría un camino para la paz", precisó.
Del mismo modo el Obispo de Cúcuta, Mons. Jaime Prieto Amaya, afirmó que las mediaciones o facilitaciones "son importantísimas pero hoy en día el cara a cara se requiere más con las FARC, con el ELN, con todos los grupos en este conflicto armado que queremos solucionar. Ya no estamos simplemente, diría yo, en proposiciones, sino que queremos que haya propuestas de solución al conflicto armado".
"Ya no pueden ser solo ciertos diálogos iniciales para ver si entramos en un proyecto de acuerdo, sino que sencillamente cada uno debe poner sus puntos de vista y luego se entra en lo que pueden ser acuerdos específicos o concretos. Eso es fundamental en el momento presente porque me parece que ha madurado tanto el conflicto armado que no puede seguir en ese baño de sangre enorme que está acabando con los colombianos", agregó.
Por su parte, el Arzobispo de Tunja y ex Presidente de la CEC, Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, dijo que es un "mensaje de confianza a la Iglesia", el anuncio de las FARC de no oponerse a que el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Conferencia Episcopal también estén presentes en la anunciada liberación de dos miembros del Ejército en su poder.
Sobre el tema de esta asamblea plenaria del Episcopado, Mons. Castro dijo que la idea es "hablar de la vida y punto, sin adjetivos porque cualquier adjetivo restringe lo que es la vida"; ya que ésta debe ser "disfrutada y respetada por todos. Es un compromiso no de la Iglesia sino de toda la humanidad...todo lo que está implicado en la vida es eso: que se pueda tener un trabajo, una familia, que se pueda progresar, etc. El tema es muy amplio pero es fundamental porque se trata de aquello que en Colombia está muy débil. El valor de la vida ha caído mucho en el país".
De modo similar el Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Aldo Cavalli, reiteró que cada secuestro es una injusticia y dijo que le preocupa la situación de cada persona secuestrada en Colombia. Sobre un eventual encuentro cara entre miembros de la Iglesia y de las FARC, explicó: "nosotros estamos siempre disponibles a caminos que sean útiles".