(Archidiócesis de Valencia/InfoCatólica) .- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha clausurado este domingo el Año Jubilar del Santo Cáliz de la Misericordia en la diócesis de Valencia, en una misa solemne concelebrada por cinco obispos y cien sacerdotes en la Catedral, completamente llena de fieles, y en la que ha anunciado cuatro «signos permanentes» como «fruto» de este Año Santo.
A este respecto, aseguró que la diócesis dedicará una casa-hogar para ancianos con hijos discapacitados, «gracias a las limosnas y diferentes peregrinaciones en el Año Santo»; abrirá también dos albergues «para la sanación de chicos y chicas con problemas de drogadicciones, acompañados por los miembros de la Comunidad del Cenáculo de la madre Elvira»; igualmente, la diócesis destinará el diez por ciento de los presupuestos a «los más pobres», y además, todos los colegios diocesanos «abrirán sus puertas en los periodos vacacionales para, además de atender pedagógicamente, dar alimento a niños en edad escolar, y otras iniciativas que se llevarán a cabo para atender a refugiados, excluidos y perseguidos».
En su homilía, ha indicado que «el Año Santo Jubilar se acaba, pero los frutos permanecen, y el fruto que debe permanecer es el de la misericordia arraigada en nosotros, hecha carne de nuestra carne, y dar testimonio fiel de esa misericordia», porque «estamos grandísimamente necesitados del anuncio de Dios vivo y misericordioso».
Así, el Cardenal ha señalado que «la celebración que estamos culminando del Año de la Misericordia y del Año del Santo Cáliz de la Misericordia marcará un hito con diversas iniciativas de caridad tendente a que nuestra Iglesia diocesana se caracterice y distinga por la puesta en práctica del Evangelio de la caridad y de la misericordia».
En realidad, «una Iglesia eucarística como la nuestra que guarda esta reliquia única del Santo Cáliz de la Cena no puede ser más que una Iglesia de la caridad y de la misericordia», ha manifestado el Arzobispo de Valencia.
Con el Jubileo «hemos tratado de promover en la Iglesia y en nuestra diócesis concreta de Valencia una respuesta de conversión y de renovación» ha dicho el Cardenal, que ha invitado a los fieles a «multiplicar el testimonio de las buenas obras, las obras de misericordia», y a hacerlo «tanto como respuesta de amor y gratitud a Dios, como por la necesidad de reaccionar frente al crecimiento de la indiferencia religiosa del relativismo ético que afecta a muchos hombres de hoy y debilita incluso la vida religiosa y teologal de no pocos cristianos».
«Las amenazas a la familia y el terrorismo blasfemo»
A este respecto, ha resaltado que «la humanidad de hoy se ve acechada por nuevos peligros que acosan al hombre y su dignidad, a la convivencia fraterna y su futuro o que la amenazan por el debilitamiento de la familia o el poderoso narcotráfico, o el terrorismo infernal presentado por fuerzas que dicen blasfemamente actuar en nombre de Dios, o por el mercado de las armas, por la violencia machista, por la trata del hombre o de la mujer».
«A menudo el hombre vive como si Dios no existiese, e incluso se pone a sí mismo en el lugar de Dios, se arroga el derecho del Creador de interferir en el misterio de la vida humana», ha continuado el Arzobispo de Valencia, que ha proclamado que «sin Dios no es posible la dignidad humana ni la paz», y ha exhortado a los fieles a «dirigir la mirada a Dios, porque sólo en Él, en Dios misericordioso está la esperanza».
Participantes y reparto de las réplicas
Con el Cardenal han concelebrado sus tres auxiliares, monseñores Esteban Escudero, Javier Salinas y Arturo Ros, los obispos eméritos de Lleída y Ferrol, monseñores Joan Piris y José Gea Escolano, así como cien sacerdotes.
Por otra parte, al celebrarse también la fiesta anual del Santo Cáliz, que tradicionalmente tiene lugar el último jueves de octubre pero que este año ha sido trasladada para hacerla coincidir con la clausura de los jubileos, el Arzobispo ha entregado durante la misa seis réplicas de la reliquia a las parroquias Santos Juanes, de Xàtiva; San Pedro Apóstol, de Paterna; Asunción de Nuestra Señora, de Torrent; San Cristóbal Mártir, de Picassent; Asunción de Nuestra Señora, de Lliria: y a la parroquia La Resurrección del Señor de Valencia.
Asistencia masiva
Al concluir ha agradecido el cardenal arzobispo de Valencia la masiva asistencia. «Es impresionante ver cómo está esta tarde la Catedral, llenísima de fieles, es realmente para elevar a Dios nuestra acción de gracias y decir ¡qué diocesis con tanta vida que tenemos, porque está atenta a la misericordia de Dios y sabe acogerla a través del Santo Cáliz!».
De igual forma ha agradecido a «vosotros, mis queridos hermanos sacerdotes, por todo lo que habéis hecho en vuestras parroquias a lo largo del Año Jubilar» y , en especial al vicario de Evangelización, Javier Llopis y al presidente de la comisión diocesana de Liturgia y canónigo celador del Santo Cáliz, Jaime Sancho, así como a la Coral Catedralicia dirigida por el canónigo José Climent.
En la misa también han participado la Real Hermandad y Cofradía del Santo Cáliz, con sus estandartes, y la rectora de la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir», Asun Gandía, entre otros representantes de instituciones valencianas. (AVAN)
