(Fides/InfoCatólica) La Iglesia católica en Sudán recientemente se ha lamentado acerca de la discriminación que sufren los cristianos que viven en el país. «La situación jurídica de los cristianos en Sudán es realmente preocupante», dijo, durante una reciente visita a la sede central de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Su Exc. Mons. Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de la diócesis de Tambura-Yambio en Sudan del Sur.
Ciudadanos de segunda clase
Una nota enviada a la Agencia Fides recuerda que «si bien la Constitución garantiza la igualdad de derechos para todos los sudaneses, sin distinción de credo, los cristianos son considerados y tratados como ciudadanos de segunda clase». «Los miembros del clero no pueden obtener un pasaporte y cuando salen del país no saben si alguna vez podrán volver. Muchos sacerdotes fueron expulsados y los obispos están obligados a guardar silencio ya que no pueden expresar libremente sus opiniones», explico Mons. Kussala durante su visita.
Caso Meriam
Los más vulnerables son los fieles comunes, como es el caso de Meriam Yahia Ibrayim Ishaq, la chica condenada a muerte por apostasía. «La fe de Meriam era algo que todos conocían - recordó el Obispo - pero un día, de repente, fue amenazada y luego condenada. Y el gobierno no actuó de ninguna manera dejando que fuesen los líderes islámicos quienes decidiesen sobre el futuro de la mujer». Meriam fue liberada más tarde como resultado de una fuerte presión internacional, pero se vio obligada a abandonar Sudán