El cardenal Martínez Sistach cree que la religiosidad se ha acentuado más con la crisis

Pues si la religiosidad ha aumentado, pero los curas no saben acoger o encaminar esta religiosidad hacia el verdadero Dios y la Iglesia, pues algo falla.

Los curas se han de reciclar o los fieles caminarán sin pastores.

Hay mucho cura, hablo de España, que va de "progre", pero la realidad es que tratan a los fieles como niños, y no se percatan que los fieles no son tan tontos como ellos creen, pues se dan cuenta de ese trato. Es bastante típico de algunas cngregaciones religiosas, que en su tiempo tuvieron su influencia. Y es a ellos a los que hay que reciclar y sepan tratar a los feligreses con repeto y cortesía; lo cual no ocurre siempre.

Es cierto la religiosidad se acentua en las crisis, ahora no quiere decir que sean Iglesia para ellos necesitan orientación de los Sacerdotes como de los catequistas y agentes de pastoral en general.

Es cierto que veo más personas en la misa de los domingos. Pero más todavía con S. Judas Tadeo etc., la verdad es que nos acordamos de Santa Bárbara como en el dicho.

No es verdad que haya más religiosidad de lo que pensamos. Las personas realmente religiosas son, y siempre han sido, muy pocas. Si Horacio decía que 'lo bello es cosa de pocos hombres', podemos decir también que la fe solo la viven en profundidad, y con coherencia, unos pocos fieles. El resto es superstición, idolatría, superchería, tradiciones sin hondura, sin raíces, que se perpetúan por pura inercia. La frase de Sistach hay pues que invertirla: hay mucha más superstición y superficialidad de la que pensamos en el terreno religioso. Y los templos que se 'llenan' en Semana Santa, están vacíos el resto del año. Cuando llega la Pascua, todo el mundo se va a su casa. Nada cala si no se vive en profundidad, si no se participa de los Sacramentos, si no vivimos la fe con coherencia. - Es más, la religiosidad no depende de condicionamientos externos. ¿Qué pasaría entonces si no hubiese crisis? La fe proviene de Dios y la da a quien quiere y cuando quiere, mucho más allá de las veleidades del tiempo y de la historia.