Fundado por el sacerdote argentino, el padre Carlos Buela

El Instituto del Verbo Encarnado celebra sus 25 años de existencia

El Instituto del Verbo Encarnado (IVE) acaba de celebrar sus 25 años de vida con celebraciones en todo el mundo. La inicial congregación religiosa masculina, fundada en 1984 en Argentina, ha dado lugar a una familia eclesial que cuenta hoy con 1.700 religiosos y religiosas presentes en 37 países. La celebración principal se realizó en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, informa a ZENIT el secretario general de la congregación, padre Gonzalo Ruiz Freites.

(Zenit) La Santa Misa tuvo lugar en el altar de la Cátedra de San Pedro y fue presidida por el cardenal Angelo Sodano. Concelebraron con él el cardenal Justin Francis Rigali, arzobispo de Filadelfia, Estados Unidos, y varios obispos de diferentes países, así como ochenta sacerdotes.

A la celebración asistieron numerosos fieles llegados de diferentes parroquias de Italia, muchos laicos de la tercera orden y las religiosas “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina del Instituto.

En la homilía, el cardenal Sodano agradeció a Dios la gran difusión de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, que cuenta actualmente con 1.700 religiosos y religiosas que viven en 217 comunidades, distribuidas en 73 diócesis de 37 países de los cinco continentes.

El purpurado se refirió al amor del Instituto por la Eucaristía, la Santísima Virgen y el Papa. Indicó que son elementos del carisma y se detuvo en la dimensión petrina y en el amor que se debe profesar siempre al Papa.

Al final, el padre Carlos Buela, fundador del Instituto, dirigió unas palabras de agradecimiento. En referencia a San Pedro, allí sepultado, citó las palabras del poeta argentino Francisco Luis Bernárdez: “Que su sepulcro nos convoque mientras el mundo de los hombres tenga días. Y que hasta el fin haya un incendio bajo el silencio paternal de sus cenizas”.

En estos 25 años de vida el Instituto del Verbo Encarnado se ha extendido en los cinco continentes, y expresa su especial predilección “por las misiones ad gentes y por las fundaciones emblemáticas”. Los festejos se multiplicaron a lo largo y a lo ancho del mundo entre los días 25 y 29 de marzo.

En la Casa Madre de San Rafael Mendoza, con la presencia de monseñor Eduardo María Taussig, se reunieron para la santa Misa y la posterior fiesta más de 1.500 personas entre religiosos, religiosas, tercera orden y amigos. Monseñor Taussig bendijo una placa conmemorativa en honor de monseñor León Kruk, quien siendo obispo de San Rafael “autorizó la experiencia de vida religiosa en su diócesis y siguió con verdadera solicitud paternal los primeros años de la fundación”, afirma el padre Ruiz Freites.

En el resto de los 37 países se hicieron celebraciones similares acompañadas de festejos típicos del lugar.

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