La madre está gravemente enferma

Entierran a Eluana sin la presencia de sus padres

El cuerpo de Eluana Englaro, la mujer italiana de 38 años y en coma desde los últimos 17, ya descansa en la tumba de su familia. Su padre, que buscó con ahínco su muerte al luchar durante años para que la dejaran de alimentar e hidratar, no estuvo presente en el entierro. Con el funeral y entierro concluyó ayer el último capítulo de su drama, que ha provocado un debate sin precedentes en Italia sobre el derecho a morir de la persona.

(Darío Menor/La Razón/InfoCatólica*) «Hoy con mucha humildad, debemos agachar la cabeza. Debemos pedir a Dios que nos ilumine para intentar superar los obstáculos de la vida. Caminamos después de tanto clamor y ahora se hace el silencio. Que hablen las conciencias». Estas fueron algunas de las palabras del sacerdote que ofició el funeral de Eluana en el pequeño pueblo de Paluzza (provincia de Udine), en cuyo cementerio reposa ya el cuerpo de la paciente muerta el pasado lunes tras pasar tres días sin recibir agua ni alimento.

La comitiva fúnebre salió a primera hora de la tarde del hospital civil de Udine, donde se le practicó la autopsia a Eluana, y se dirigió a Paluzza. Antes de arribar a la iglesia de San Daniele, que acogió el funeral, se detuvo en la casa de la familia Englaro para que Beppino y Saturna, los padres de la fallecida, pudieran darle una última despedida. Ambos no quisieron acudir a las exequias para evitar el acoso de los medios de comunicación.

El caso de Eluana ha reabierto el debate en España sobre el derecho a morir. La eutanasia no está regulada en las leyes españolas, que sí han establecido la posibilidad de que los pacientes expresen su rechazo a determinadas terapias para prolongar su vida. Más de 60.000 españoles han registrado el modo en que desean morir mediante el denominado «testamento vital».

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