El profesor asegura que volvería a hacer lo mismo

Jesús Neira: "No se puede permitir que se golpee salvajemente a una mujer"

En una entrevista en exclusiva para el Mundo, el profesor Jesús Neira, que estuvo al borde de la muerte a consecuencia de la agresión brutal que sufrió el dos de agosto del año pasado, cuando intentó defender a una mujer que estaba siendo maltratada, asegura que volvería a hacer lo mismo ya que "no se puede permitir que se golpee salvajemente a una mujer". Neira afirma que "hay que quitarle la máscara al agresor, hay que dejarle desnudo ante los demás" y sostiene que "los que tienen que tener miedo son los maltratadores, no los que defendemos la paz". Su estado de salud continua siendo grave y todavía no puede moverse por sí mismo.

(Pedro Blasco/El Mundo) "Lo volvería a hacer. Sin duda. Una y mil veces lo volvería a hacer". Jesús Neira está sentado en un sillón en su habitación del nuevo hospital de Puerta de Hierro, en Majadahonda. Una enfermera y un auxiliar lo acaban de colocar, después de levantarlo de la cama. No es una maniobra fácil. Está delgado, muy delgado, pero es difícil moverlo. Son las 11.00 horas. Luisa, una peluquera, le está afeitando. Va despacio. Su barba es dura, como el propio Jesús. Y Luisa le rasura con mimo. Mientras tanto, Isabel Cepeda, su mujer, está a su lado.

Isabel permanece con su marido desde el 2 de agosto, cuando el profesor Jesús Neira fue agredido cuando salió a defender a una mujer que estaba siendo golpeada por su pareja. Sólo se ha apartado cuando Jesús ha estado ingresado en la Unidad de Cuidadados Intensivos (UCI) por el agravamiento de su estado de salud. La última vez fue hace pocos días. Entonces cumplía el reglamento y sólo le visitaba las horas autorizadas por el centro.

Su estado sigue siendo grave, pero ahora lo tiene a su lado. Las secuelas de la paliza se notan en su cabeza, especialmente en el lado derecho.

Hace poco que Jesús ha abandonado la UVI, donde el profesor no estaba cómodo. Ahora se encuentra en una habitación en la que se entretiene viendo la televisión. "Nunca había visto tanta tele", añade un amigo. Aún se le notan las señales de la traqueotomía en el cuello y de las vías que le han inyectado en los brazos y las piernas. Los esparadrapos cubren su cuerpo. Necesita ayuda constantemente y, aunque intenta moverse, no puede. La enfermera y su esposa le ayudan.

'No se puede ser neutral'

El profesor insiste en que "frente a las agresiones a las mujeres no se debe ni puede ser neutral". Le comentamos que este año han muerto en España más de 70 mujeres a manos de sus parejas y corta la conversación con un: "Es increíble. Esto no puede seguir así". "Hay que intervenir, sin pensar en otra cosa. Estamos en un momento de involución. Y hay personas que no quieren saber nada de los demás. No se puede dejar que se golpee salvajemente a una mujer".

Cuando se le pregunta si es un héroe, contesta que héroe fue Álvaro Iglesias, el joven que murió abrasado después de salvar a varias personas en un incendio en la calle de Fuencarral de Madrid en los años 80. "Yo soy y seguiré siendo el mismo, no he cambiado".

'Ánimo, no hay que tener miedo'

Jesús dice que las personas no deben temer el intervenir cuando vean una injusticia como la que él presenció. "Les pido ánimo. Que no tengan miedo. Que tengan humanidad y piensen en los demás. Hay que evitar las agresiones. Que no tengan miedo. Los que tienen que tener miedo son los maltratadores, no los que defendemos la paz", dice.

Tiene ganas, "muchas ganas", de volver al trabajo a la Universidad. Si volviera a entrar mañana a su clase "volvería a dar el programa de Teoría del Estado y Derecho Constitucional". "Estoy deseando volver al trabajo", dice convencido, "porque nadie me va a cambiar por un atropello". "Somos adultos, mayores, sabemos lo que hacemos". Sobre su agresión recuerda un primer golpe por la espalda. "No sé de dónde vino", pero fue a traición. "Lo volvería a hacer. Uno no puede ser de otra manera. Una y mil veces, lo volvería a hacer".

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