Pastoral del cardenal para el Día de la Iglesia Diocesana

Cardenal Rouco: "Quien vive de verdad unido a la Iglesia, no puede callar"

En una Carta Pastoral con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra el próximo domingo 16 de noviembre, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, hace alusión a una de las principales figuras del siglo III para el cristianismo -Tertuliano-, quien decía que "un cristiano solo no es un cristiano". En consonancia con esta afirmación, el Cardenal afirma que "la fe cristiana nace, se desarrolla y vive plenamente en la comunión de toda la Iglesia. Por eso, San Pablo afirma que los cristianos somos miembros del Cuerpo de Cristo. El Cuerpo es uno, los miembros muchos. Y nadie puede vivir fuera de ese cuerpo, cuya cabeza es Cristo".

(Cope/InfoCatólica*) Para el Cardenal, el Día de la Iglesia Diocesana "quiere fomentar en todos los cristianos de Madrid este sentido de comunión, de modo que participemos en la vida de la iglesia con alegría y generosidad porque de ella depende, en definitiva, nuestra vida". Con el lema de este año -"Tú eres testigo de la fe de tu Iglesia. ¡Participa!"-, se pretende unir dos elementos de la vida de la iglesia que están íntimamente hermanados: el testimonio y la participación. "Ser testigo exige vivir la verdad de lo que se testifica y, en el caso de la Iglesia, vivir la comunión en la que estamos inmersos: creer en las verdades de la fe, proclamarlas sin vergüenza y comunicar la vida que hemos recibido en el Bautismo", explica. Por ello, "un testigo que no participara en la vida de su iglesia, no sería tal; no podría dar auténtico y creíble testimonio. Por el contrario, quien vive de verdad unido a la Iglesia, no puede callar y habla de lo que vive diariamente (…) ¿Y qué vive?".

Responde declarando que, quien forma parte de la Iglesia, "vive la liturgia en templos donde se celebra la fe; vive la caridad en lugares donde se acoge a los pobres y necesitados o comunicando sus bienes a los demás; vive la catequesis y la enseñanza de la fe acogiendo a los que buscan conocer a Cristo y su Verdad; vive la misión de la Iglesia, que se realiza en tantos y diversos lugares del mundo y en nuestra propia ciudad; vive los problemas de los hombres, especialmente de aquellos que pasan necesidad -emigrantes y parados, enfermos y ancianos abandonados, familias con problemas, personas en paro y tantos otros cuyas necesidades no se atreven a manifestar por estar aislados en su propio dolor-.

"La Iglesia, afirma, nos invita a vivir la comunión en la fe, que es comunión en la vida. Y cuando solicitamos ayuda espiritual y económica para paliar tantas necesidades, lo hacemos por el interés de los demás, a quienes queremos servir dando testimonio del amor de Cristo". Concluye su Carta Pastoral invitando a "ser testigos de nuestra fe de manera que el testimonio, convertido en obras de caridad y justicia, atraiga a los hombres de nuestro tiempo y descubramos que la Iglesia es nuestra propia casa y donde todos podemos participar del bien de los demás".

Esta noticia no admite comentarios.