(Luis F. Pérez/InfoCatólica*) Tal y como anunció el Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal española, Monseñor Martínez Camino, la CEE ha procedido a publicar la Nota de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe sobre el libro "Jesús. Aproximación histórica" del teólogo José Antonio Pagola.
La Nota afirma que desde el punto de vista metodológico, tres son las deficiencias principales del libro: a) la ruptura que, de hecho, se establece entre la fe y la historia; b) la desconfianza respecto a la historicidad de los evangelios; y, c) la lectura de la historia de Jesús desde unos presupuestos que acaban tergiversándola. Dicha metodología conduce en este caso a los siguientes errores doctrinales: a) presentación reduccionista de Jesús como un mero profeta; b) negación de su conciencia filial divina; c) negación del sentido redentor dado por Jesús a su muerte; d) oscurecimiento de la realidad del pecado y del sentido del perdón; e) negación de la intención de Jesús de fundar la Iglesia como comunidad jerárquica; y, f) confusión sobre el carácter histórico, real y trascendente de la resurrección de Jesús.
El texto cuya publicación fue aprobado por la Permanente de la CEE recientemente reunida, asegura que en el libro de Pagola "se asume acríticamente una ruptura entre la investigación histórica sobre Jesús y la fe en Él, entre el llamado “Jesús histórico” y el “Cristo de la fe”, dando la impresión de que la fe carece de un fundamento histórico sólido".
Igualmente se condena que "para el autor, que Jesús sea Hijo de Dios es una afirmación «de carácter confesional» que no tiene su origen en el Jesús de la historia". Según la Nota, Pagola afirma que "Jesús no dió ni a su vida ni a su muerte un sentido sacrificial y redentor". De hecho, se juzga deficiente el concepto sobre el pecado que tiene el teólogo vasco quien enseña que "la conversión es irrelevante (porque `el perdón es gratuito´) y las `declaraciones´ de perdón de los pecados por parte de Jesús, no se consideran auténticas, porque en esas fórmulas «Dios aparece como un `juez´»".
El texto de la comisión episcopal certifica que para José Antonio Pagola "Jesús no tuvo intención de crear un grupo organizado y jerárquico" lo cual choca con el caracter dogmático de la constitución jerárquica de la Iglesia, reafirmada por el Concilio Vaticano II en su constitución dogmática "Lumen Gentium", capítulo III.
Por último, la Nota dictamina que "al presentar la resurrección de Jesús, el autor, aunque afirma que es un hecho histórico y real, interpreta esta historicidad en un sentido que no es conforme con la enseñanza de la Iglesia, pues la entiende como algo que acontece en el corazón de los discípulos" y añade que "tampoco es conforme con la fe de la Iglesia su modo de entender la resurrección del cuerpo de Jesús y su explicación de la continuidad entre el cuerpo crucificado y muerto, y el resucitado".
El texto de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe explica que, dada la enorme difusión del libro entre fieles católicos, tanto seglares como sacerdotes y religiosos, la razón de emitir la Nota "no es otro que despejar la confusión y las dudas, y reiterar con el autor de la Carta a los Hebreos: Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino (Hb 13, 8-9)".
La semana pasada, el obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte, anunció mediante una nota dirigida a sus fieles que había aprobado el "nihil obstat" y concedido el "imprimatur" a una versión corregida del "Jesús" de Pagola. Fuentes consultadas por Religión en Libertad aseguran que la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma podía retirar tanto el "nihil obstat" como el "imprimatur", en caso de que la nueva versión del libro siga conteniendo algunos de los errores doctrinales condenados por la Nota de la Conferencia Episcopal española. De hecho, para la redacción y publicación de la Nota se ha seguido el modo habitual de proceder de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien confió a la Conferencia Episcopal Española la solución del problema, dado que el mismo superó pronto los límites geográficos de una diócesis.
