Aunque aumentan, siguen siendo una ínfima minoría

Las solicitudes de apostasía no llegan al millar en tres años

Pese a todo el ruido que gira alrededor del «derecho a la apostasía», las cifras ponen de manifiesto cómo, en realidad, se trata de una cuestión que preocupa a una mínima parte de los bautizados en la Iglesia católica. De hecho, y pese a que el número de quienes han pedido la cancelación de sus datos de los libros de bautismo ha crecido porcentualmente de forma importante, los datos son concluyentes al respecto: sólo ha habido 863 peticiones registradas en ese sentido ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) desde 2006 hasta estos mismos momentos.

(La Razón) Pese a todo el ruido que gira alrededor del «derecho a la apostasía», las cifras ponen de manifiesto cómo, en realidad, se trata de una cuestión que preocupa a una mínima parte de los bautizados en la Iglesia católica. De hecho, y pese a que el número de quienes han pedido la cancelación de sus datos de los libros de bautismo ha crecido porcentualmente de forma importante, los datos son concluyentes al respecto: sólo ha habido 863 peticiones registradas en ese sentido ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) desde 2006 hasta estos mismos momentos. En concreto, según señaló ayer el director de la AEPD, Artemi Ralló, en 2006 se registraron 47 de esas peticiones, cifra que se incrementó hasta las 297, mientras que en 2008 las solicitudes se elevan a 529. Una cifra que contrasta con los 42 millones de bautizados en España.

De las solicitudes presentadas este año, Ralló señaló que la AEPD ha resuelto ya afirmativamente un total de 73 peticiones, de las que 43 han sido recurridas por los arzobispados ante la Audiencia Nacional. El pasado año fueron recurridas 183, siendo las diócesis de Valencia y Madrid las que presentaron un mayor número de ellas. Las diócesis alegan que estos datos tienen un carácter histórico por lo que quedan excluidos del ámbito de la Ley Orgánica de Protección de Datos.

El director de la AEPD manifestó también que la Audiencia ha dictado ya un total de 66 sentencias favorables al derecho de cancelación de los datos bautismales, aunque la última palabra al respecto la tendrá el Tribunal Supremo.

Sobre la cuestión, el profesor de Relaciones Iglesia-Estado de la Universidad de Navarra, Carlos Soler, destacó ayer a LA RAZÓN que «el libro de bautismo, como en el acta de nacimiento, deja constancia de un hecho que ocurrió, que me parece muy difícil de eliminar». Sin embargo, como «solución práctica» cabe la posibilidad «de una inscripción marginal en la partida de bautismo haciendo notar la apostasía», una opción que no reconoce explícitamente el Derecho Canónico, pero que «se puede justificar por razones de derecho natural y de libertad religiosa».

En todo caso, añadió Soler, «habrá que esperar a lo que diga la jurisprudencia, puesto que la cuestión no se reduce sólo a la protección de datos, sino que también entran en juego los acuerdos internacionales y otro tipo de derechos como la libertad religiosa».

En abril, monseñor Javier Salinas, responsable de Catequesis del Episcopado, recordaba que la «apostasía debe hacerse personalmente, como en su momento se realizó el bautismo» y no reducirse a un mero trámite burocrático. En ese sentido invitó a «hablar y razonar con sus obispados» a quienes tienen intención de apostatar.

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