(EP/InfoCatólica) En su homilía, Mons. Asurmendi ha afirmado que "toda realidad humana, no obstante de contar con la gracia de Dios, es portadora de luces y sombras". De esa forma, ha dado gracias a Dios "por las luces" y ha pedido perdón "por las debilidades y pecados de las personas de la institución".
El obispo de Vitoria ha pedido asimismo a Santa María, Nuestra Señora de la Virgen Blanca, y a la patrona de Álava, Nuestra Señora de Estíbaliz, "el amor, el gozo y la paz" para la sociedad vasca y alavesa. Respecto a los mártires, Mons. Asurmendi ha destacado que ellos "ponen de manifiesto haber sido seguidores de Cristo hasta dar la propia vida como el Buen Pastor".
El prelado también ha resaltado la importancia del Seminario de Vitoria como motor de la vida diocesana y su labor de impulso a las misiones en países como Ecuador, Venezuela, Chile, Brasil, Angola, Rwanda o Congo y a la "obra social" desarrollada en los nuevos barrios de Vitoria que surgieron el siglo pasado para acoger a los inmigrantes.