(324.cat/InfoCatólica) Las nuevas construcciones deberán estar aisladas acústicamente para no molestar a los vecinos. Los centros ya existentes tendrán 10 años, en vez de los cinco anteriores, para adaptarse a la nueva normativa.
El ejecutivo catalán considera que son los ayuntamientos los que deben decidir si guardan espacio para centros de culto, en función de la demanda, como ha recordado el director general de Asuntos Religiosos, Xavier Puigdollers, en La mañana de Catalunya Ràdio.
Algunas comunidades religiosas, sin embargo, ya han mostrado su desacuerdo en que el criterio quede a discreción exclusivamente del ayuntamiento, según ha confirmado el secretario ejecutivo del consejo evangélico de Cataluña, Guillem Correa, y el presidente de la Unión catalana de las comunidades islámicas, Mohamed Elgaiduni.
El gobierno catalán defiende los cambios asegurando que se evitarán así memorias innecesarias y costosas para muchos municipios -sobre todo los pequeños- que no tienen la necesidad de reservar espacio público para centros de culto.
Antes de aprobarse la ley, algunos ayuntamientos ya han dado pasos para detener la construcción de templos. El consistorio de Salt es un ejemplo de ello, y también Torroella de Montgrí, que ha revocado la licencia de obras para construir una mezquita alegando el impacto visual del proyecto, que contenía elementos islámicos.