(Verdad en Libertad) «Decidles a mis hijos que los quiero», fueron las últimas palabras de Simone Barreto Silva, una brasileña de 44 años y madre de 3 hijos, que falleció tras ser víctima de un ataque con cuchillo perpetrado al grito de «Alá es grande» en el atentado en la Basílica de Notre Dame de Niza, en Francia, durante la mañana del jueves 29 de octubre. Simone, nacida en Salvador de Bahía, fue una de las 3 las víctimas mortales de Brahim Aoussaoui, tunecino de 21 años, que entró en Europa hace apenas un mes por Lampedusa.
Según relata VenL, Simone murió una hora y media después del ataque y pese a estar malherida logró salir del templo católico y llegar hasta un restaurante que hay junto a la basílica. «Cruzó la calle, cubierta de sangre. Aún hablaba, decía que había alguien dentro –de la Iglesia–», precisó a ‘France Info’ Brahim Jelloule, dueño del establecimiento que la auxilió en primer lugar. El hermano del dueño y un empleado del restaurante intentaron entrar en la basílica pero vieron al terrorista armado con un cuchillo. La cadena BFMTV indicó que Simone Barreto cuidaba ancianos aunque soñaba con abrir un restaurante de comida brasileña en Niza, ciudad en la que vivía desde hacía varios años.
El gobierno de Brasil publicó una nota oficial, difundida por Cancillería, en la que repudió el ataque yihadista y ratificó su compromiso de «trabajar por la erradicación de ese flagelo, así como en favor de la libertad de expresión y de la libertad religiosa en el mundo». El presidente Jair Bolsonaro se refirió al ataque en el que fue masacrada Simone. «Ella estaba ahí rezando, entró ese tipo que detesta a los cristianos (…) y acuchilló a esa señora allá dentro», aseveró el mandatario ese mismo día en su conexión semanal por Facebook. Bolsonaro calificó de «cristofobia» el atentado en Niza. «No es un caso aislado», denunció, al aseverar que «100.000 personas son ejecutadas al año por su fe, incluso en países comunistas», según publicó ‘Diario de Pernambuco’. El diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, también condenó el ataque en el que fue asesinada la fiel católica.