InfoCatólica / María Lourdes Quinn / Categoría: .... 4) S. Juan

5.04.10

¿Cómo ha afectado a la Iglesia Católica en los EE.UU. la atención mediática a casos de abusos sexuales?

CARA de Georgetown University está preparando la publicación de un estudio del impacto de los casos de abuso sexual en la percepción pública de la Iglesia Católica en los EE.UU. El escándalo en los EE.UU. llegó a la atención de los medios de comunicación a principios del 2001. ¿Cómo ha afectado ese escándalo a la Iglesia Católica en los EE.UU.?

El estudio de CARA analiza las tres posibles reacciones a eventos negativos en un grupo: la salida o reducción en el involucramiento, la expresión de descontento y la lealtad de los que se quedan. En el caso de la Iglesia, desde que apareció el escándalo en los medios de comunicación (enero, 2001): ¿Cuántos se han apartado de la Iglesia o han dejado de ir a Misa? ¿Cuántos reducen sus donaciones o su voluntariado? ¿Cuántos expresan crítica de los líderes de la Iglesia? ¿Cuántos no han cambiado nada?

Los resultados podrían ayudar a comprender el nuevo ataque mediático que actualmente se desarrolla en ciertos medios de comunicación en los EE.UU.

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4.04.10

Hasta los santos necesitan las oraciones de otros

La celebración de la Semana Santa en Hellín (Albacete, Castilla-la-Mancha, España) es una Fiesta Declarada de Interés Turístico Internacional desde el 21 de marzo, 2007, tanto por sus bellas procesiones como sus impresionantes tamboradas a lo largo de la semana. Esta pequeña “Ciudad del Tambor” atrae “La tamborada más grande del mundo” y el Domingo de Pascua de Resurrección rompen el silencio para celebrar con gran estruendo el encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen Dolorosa, como se puede ver en este vídeo:

En el encuentro también se le quita a la Virgen Dolorosa un puñal clavado en su Inmaculado Corazón, símbolo de sus dolores.

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2.04.10

1.04.10

31.03.10

Lo que revelan sus lágrimas sobre su vida espiritual

Jesús les dice a las mujeres de Jerusalén en el Evangelio del Domingo de Ramos: “no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos” (Lc. 22, 24). Les pedía que elevaran sus lágrimas a nivel sobrenatural, haciéndoles ver que mayor provecho les hacía arrepentirse de sus pecados que apenarse por la muerte física del Salvador. En ese tipo de lágrimas encontrarían Su consuelo.

Hoy en día todavía estamos llamados a compadecernos unos por otros con mira espiritual, como nos muestra este ejemplo que dejó la lectora Miriam de Argentina hace poco:

“Mi hija mayor de 16 años quedó muy impresionada y a la vez reconocía en estos chicos (los del sueño [de S. Juan Bosco sobre el infierno]) a muchos de sus compañeros de escuela que van por la vida sin que nadie les avise del gravísimo peligro que corren. Y al ver su pena, y a la vez la imposibilidad material de ella de advertirlos (el ambiente es hostil: muchos no creen o no escuchan) le dije que rezara mucho por sus compañeros. Para ella es muy triste ver, además, algunos compañeros que tienen inquietudes espirituales, pero que la familia no ayuda, no hay adultos que se interesen o los acompañen… es muy doloroso.”

La hija mayor de Miriam comprende muy bien lo que el Señor les explicó las mujeres de Jerusalén cuando les pidió que lloraran por sí mismas y por sus hijos: “porque, si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?” (Lc. 22, 31) Sus lágrimas son muy diferentes de las lágrimas vertidas por causas naturales.

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Sta. Catalina de Siena pone en labios del Señor la siguiente explicación sobre los tipos de lágrimas que tenemos según el estado de nuestras almas y la alegría que podemos encontrar en ellas según avanzamos en la vida espiritual.

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