InfoCatólica / Palabra de Obispo / Categoría: General

17.01.09

Alocución de monseñor Asenjo en su toma de posesión como arzobispo coadjutor de Sevilla

Reproducimos el texto íntegro de la alocución de mons. Asenjo Pelegrina, al final de la Eucaristía de toma de posesión como arzobispo coadjutor de la Archidiócesis de Sevilla.

1. “Cantaré eternamente las misericordias del Señor; anunciaré su fidelidad por todas las edades” (Sal, 88,2). Estas palabras del salmo 88 resumen con mucha propiedad mis sentimientos de alegría, esperanza y gratitud en los inicios de mi ministerio apostólico en la Archidiócesis de Sevilla. Doy gracias a Dios, que me eligió para hacerme hijo suyo en el bautismo, me regaló el don siempre inmerecido del sacerdocio, me concedió la plenitud del sacramento del orden y que hoy me trae a vosotros para continuar en esta Iglesia su obra de salvación.

2. Saludo con especial afecto al Sr. Cardenal Arzobispo, Fray Carlos Amigo Vallejo, con el que vengo a colaborar en la edificación de esta Iglesia y cuya larga experiencia pastoral tanto me va a enriquecer. Saludo también con respeto y afecto al Excmo. Sr. Nuncio Apostólico, a quien ruego haga presente al Santo Padre mi gratitud y mi adhesión filial a su persona y magisterio. Vengo a servir a esta Iglesia en comunión de fe y de amor con la Sede Apostólica y unido siempre al Colegio Episcopal, representado aquí por Sr. Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Antonio María Rouco Varela, los Cardenales Antonio Cañizares y Luis Martínez Sistach, los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Sevilla y Granada y los Arzobispos y Obispos de las Iglesias hermanas de España. Para todos ellos, mi saludo fraterno y mi gratitud.

3. Renuevo y actualizo con toda la intensidad de que soy capaz las actitudes de amor a Jesucristo y a su santa Iglesia con que inicié hace casi doce años el ministerio episcopal en la Archidiócesis de Toledo, y que he procurado mantener, con la ayuda de Dios, en mi servicio a la Iglesia en Córdoba. De ambas Diócesis, de sus sacerdotes, consagrados y laicos, es mucho lo que he recibido y mucho y bueno lo que me han enseñado. Os lo agradezco de corazón, también por acompañarme en este día.

Leer más... »

8.01.09

Carta de Monseñor Sebastián a los fieles de Lumen Dei

En estos primeros días del año estáis preparando vuestra respuesta a la llamada del Santo Padre. Es una decisión importante. Este es el momento de renovar ante Dios vuestra primera respuesta, la ofrenda de vuestra vida. Por eso la decisión que tenéis que tomar ahora es tan importante como fue la decisión inicial de consagrar vuestra vida a Dios según el espíritu y las Constituciones de Lumen Dei. En estos momentos quiero estar junto a vosotros y ayudaros en lo que pueda a acertar en una decisión en la que está comprometida vuestra fidelidad a la vocación de Dios y de la que depende también la supervivencia de Lumen Dei.

Es indudable que esta decisión tiene que responder a la más íntima libertad de cada uno. Es la identidad y la orientación de vuestra vida personal lo que está en juego. Por eso se trata de una decisión que cada uno tiene que tomar muy personalmente, a solas con Dios, en la intimidad de la oración, sin dejarse influenciar por voces interesadas. Nadie debería tampoco tratar de influir en las decisiones de los demás, nadie tiene derecho ni autoridad para aconsejar actuaciones contrarias a la voluntad del Papa que pueden comprometer la rectitud de vuestras decisiones y la supervivencia de Lumen Dei y de vuestra consagración personal.

Os confieso mi preocupación cuando me llegan noticias de que algunos miembros de Lumen Dei, arrogándose una autoridad y una representatividad que no tienen, os aconsejan salir de Lumen Dei para luego constituir con ellos una nueva asociación en la que podáis vivir el genuino espíritu de vuestros Fundadores, el P. Molina y la Hna. Josefina. Hay pruebas claras de que en previsión de este proyecto se han apropiado de bienes de Lumen Dei y están ahora adueñándose de bienes y enseres que pertenecen a Lumen Dei. Si estos propósitos llegaran a consumarse sería un verdadero latrocinio del que tendrán que dar cuenta ante la justicia.

Leer más... »

30.12.08

"El primero de los derechos humanos", por monseñor Sistach

El primero de los derechos humanos
(Domingo, 28 de Diciembre de 2008)

El domingo dentro de la octava de Navidad es la fiesta de la Sagrada Familia, que coincide también con la Jornada por la Familia y la Vida. Este año la celebramos el 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes. En este día recordamos y celebramos a los niños que sufrieron la trágica muerte que nos narra el evangelio de Mateo a causa de la persecución de Herodes contra Jesús niño.

Al recordar la muerte de los Inocentes, recordamos también toda la crueldad inhumana presente en nuestro mundo, de gente que sólo busca su propio interés, sin importarle para nada el dolor y el mal que puede provocar con su forma concreta de actuar.

Todo dolor y todo sufrimiento es una realidad que nos interpela, pero lo hace con mayor motivo cuando se trata del sufrimiento de los inocentes. En este día me parece que no podemos olvidar un hecho trágico de nuestra sociedad, que por desgracia tiende a extenderse por muchos países, también en el nuestro. Me refiero al elevado número de abortos y a las leyes que sobre esta cuestión se preparan.

El Concilio Vaticano II - que siguiendo las orientaciones del buen Papa Juan XXIII no quiso ser un concilio de condenas y prohibiciones, sino que quiso aplicar la siempre necesaria medicina de la misericordia- no dudó en afirmar que el aborto libremente provocado es un “delito abominable” y constituye siempre un desorden moral particularmente grave. No es un derecho, es un triste fenómeno que contribuye gravemente a la difusión de una mentalidad contra la vida.

Leer más... »

28.12.08

Homilía del Cardenal Rouco Varela en la Misa por la Familia en Colón

Homilía del cardenal Rouco Varela, predicada durante la Misa en la Fiesta de la Sagrada Familia, celebrada en la madrileña plaza de Colón, el 28 de diciembre del 2008

Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:

1. De nuevo, este año, hemos venido a celebrar la Fiesta de la Sagrada Familia, la Familia de Jesús, María y José, a la madrileña Plaza de Colón, unidos a todas las familias cristianas de España en comunión de fe, esperanza y amor. Se ha iniciado nuestra celebración escuchando y acogiendo con afecto y gratitud filial las luminosas y estimulantes palabras que nuestro Santo Padre ha querido dirigirnos una vez más desde la Plaza de San Pedro en el marco del rezo dominical del Ángelus. El Papa, extraordinariamente sensible a las necesidades humanas y espirituales de la familia en estos momentos tan críticos por los que atraviesa la humanidad, ha querido alentarnos a todos los presentes, pero de un modo muy especial a las familias que formáis esta magna Asamblea eucarística, a ser testigos valientes e incansables del Evangelio de la Familia, con obras y palabras, en la Iglesia y en el mundo, porque del bien integral de la familia depende la suerte de toda la familia humana.

En el corazón de este Evangelio se encuentra una verdad fundamental: la familia es gracia de Dios. Y un modelo para vivirla: la Sagrada Familia de Nazareth. Gracia de Dios quiere decir: la familia es fruto del amor creador y redentor de Dios. Y, el modelo de Nazareth, la posibilidad de vivir la familia en la integridad y belleza de su ser como comunidad indisoluble de amor y de vida, fundada en la donación esponsal del varón a la mujer y de la mujer al varón y, por ello, esencialmente abierta al don de la vida: a los hijos.

Leer más... »

26.12.08

La familia, escuela de humanidad y transmisora de la fe

Nota obispos de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida, con motivo de la Jornada Mundial de la Familia

LA FAMILIA, ESCUELA DE HUMANIDAD Y TRANSMISORA DE LA FE

«La familia formadora de los valores humanos y cristianos». Este es el tema elegido para el sexto encuentro mundial de las familias que tendrá lugar en México del 14 al 18 de enero. El hilo conductor de este encuentro hace referencia a la familia como el camino que conduce al hombre a una vida en plenitud. Unidos a esta idea fundamental nos disponemos a celebrar la fiesta de la Sagrada Familia con el siguiente lema: «La familia, escuela de humanidad y transmisora de la fe».

I. Escuela de humanidad

a) Aprender a recibir el amor

«La familia es escuela del más rico humanismo»[1]. Estas palabras del Concilio Vaticano II presentan a la familia como la morada donde el hombre aprende a ser hombre. Se trata, por tanto, del lugar en el cual se desarrolla la primera y más fundamental ecología humana, el ámbito natural y adecuado para que pueda desarrollarse el aprendizaje de lo verdaderamente humano. Así lo descubrimos a la luz de la Revelación del Hijo de Dios que elige la Sagrada Familia para crecer en su humanidad.

En el hogar familiar la persona reconoce su propia dignidad. Lejos de cualquier criterio de utilidad, en su familia el hombre es amado por sí mismo y no por la rentabilidad de lo que hace. Más allá de lo que pueda aportar por sus posesiones o por sus capacidades físicas, técnicas, intelectuales o las propias de su personalidad, la persona no es un medio al servicio del interés de otros; es un fin absoluto, amada por sí misma, de un modo fiel que permanece en el tiempo incluso con sus propias debilidades.

Leer más... »