InfoCatólica / Tomás de la Torre / Categoría: General

7.11.08

La dictadura catalana

Una vez más la dictadura del nacionalismo ha dinamitado dos emisoras de Cope, en Lérida y Gerona. Es el gobierno nacional socialista tripartito que no tolera a su lado que crezca la libertad. Por eso entrega a sus amiguetes las frecuecias de estás emisoras, porque los recipientes exhalaran incienso servil al régimen totalitario instalado en Cataluña.

Conozco ambas emisoras. Y he tratado a varios profesionales que ahora ven su puesto de trabajo en el aire por culpa de una dictadura propia de tierras africanas o sudamericanas. Mientras lo mande el que manda, todos a callar y obedecer. La libertad se la pasa el gobierno de aquella región española por el arco del triunfo.

Pero le pregunto a la Iglesia en Cataluña: ¿No piensan hacer nada los obispos de Lérida y Gerona que están recién llegados al cargo de sus diócesis?. ¿No va a mover un dedo en favor de la libertad el Sr. Cardenal de Barcelona, que cuando llega a Sevilla habla de ella a las cofradías presentes?. ¿No se van a mover los laicos catalanes defensores de la libertad de expresión?. ¿No piensa decir nada el señor Bru, jefe de los servicios sociales y religiosos de la cadena Cope en Madrid?. ¿No van a decir nada mis amigos curas catalanes que cuando llegan por Andalucía me dicen en mi cara que hasta cuando vamos a aguantar al régimen de Chaves?. ¿Os vais a callar como muertos?. Tanto que tengo que tragar cuando estoy con los curas amigos catalanes por tierras andaluzas, ¿ahora os vais a callar?, ¿ahora el tripartito no es otro régimen dictatorial como el andaluz?.

Hoy es un día donde la libertad de expresión se ha ido a hacer puñetas por las cimas de los Pirineos leridanos y gerundenses. Menos mal que la Cadena Cope va a emprender acciones judiciales ante tamaño pisotón a los derechos humanos, entre ellos el de la libertad de expresión.

!Amigos curas y laicos catalanes si os callais quedaréis retratados como cobardes¡.

Y la historia os pasará factura. Seguro, ya os la está pasando. La libertad de expresión es sagrada.

Tomás de la Torre Lendínez
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6.11.08

El magnetismo de las imágenes

En los tiempos de Jesús la gente le seguía, se abrían paso para verlo y oírlo, y entre la multitud sintió un día que había sido tocado, se volvió y preguntó, la enferma de flujos de sangre salió atemorizada, pero Él le dijo que se marchara que ya estaba curada.

A Jesús le tocaron para curarse. Y un discipulo llamado Tomás también exigió poder tocar las heridas de la lanza y de los clavos de la cruz para creer en el Señor habia resucitado de entre los muertos. Cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, se derrumbó ante Jesús afirmando la divinidad del Maestro.

En la Iglesia primitiva el valor de las imágenes comienza a verse, por ejemplo, en las catacumbas donde signos como el pez o el pan, están en varios lugares. Pronto, la psicología humana necesitaba imágenes en pintura o de bulto redondo para que los fieles
aumentaran su fe y devoción en Cristo o María. El asunto de las imágenes trajo parte de la ruptura entre la Iglesia Oriental y Roma.

Conforme el culto a los mártires y sus reliquias, y el tráfico de recuerdos de Tierra Santa exportados por los cruzados iba creciendo, la Iglesia iba abriendo las manos a que los artistas fueran expresando los misterios de la vida de Jesus en los retablos, en las imágenes para procesionar, en los cuadros, en los frescos de las paredes, en las tablas de los trípticos….hasta llegar al tiempo del barroco, en que por reacción al movimiento luterano, la imaginería explotó de forma exuberante, sobre todo por todo el sur de España, donde los olivos crecen y están ya casi para coger su fruto.

En este clima he acompañado a un alumno de segundo de bachillerato a que me enseñara una nueva imagen que acaban de bendecir para su cofradía de Semana Santa. Se trata de un Cristo Resucitado, que tiene más de un metro y ochenta centímetros de altura. Es de una belleza masculina hebrea manifestando un gran realismo.

Este chico ha estado todo el tiempo alabando su imagen. Le he rogado que rezaramos ante ella, y al terminar me ha dicho que iba a cantarle una saeta. Antes de salir del templo me ha llamado la atención cómo se ha acercado a los pies de Jesús le ha pasado la mano y luego se ha besado sus dedos.

Después hemos mantenido una larga conversación sobre la juventud en las cofradías de Semana Santa, y cómo el grupo joven de la suya lleva un programa de formación cristiana y unos actos de hermandad con otra cofradía de la ciudad vecina.

Me he preguntado sobre el magnetismo que las imágenes ejercen en los fieles. Y he llegado a la conclusión de el cristiano para creer desea palpar y tocar, algo que ya hicieron en los tiempos del Señor en Palestina.

Tomás de la Torre Lendínez
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5.11.08

Las visitas de los obispos

Desde el Concilio de Trento los obispos tienen una sagrada obligación: realizar la visita pastoral a todo el territorio diocesano cuantas más veces mejor. Fruto de esta norma nacieron en los archivos parroquiales los autos de visita del obispo, que los dejaba estampados en los diversos libros sacramentales. Otro aspecto fundamental que observaba el obispo eran los utensilios litúrgicos y las propiedades arquitectónicas, como la iglesia y la casa parroquial y las propiedades rurales.

Este sistema más bien inspectorial de las visitas pastorales de los obispos llegó hasta las puertas del Concilio Vaticano II. Posteriormente, las visitas pastorales han tomado el contenido de su propia definición: resaltar el aspecto pastoral, sin olvidar el administrativo.

Ahora mismo las visitas pastorales no son como decían los párrocos antiguos: “Hemos soportado la visita pastoral de su excelencia el Sr. Obispo". Pues cuando acababa todo la comunidad parroquial se quedaba sin una presencia “molesta", que alguna vez se tradujo en un traslado del párroco de modo inesperado más hacia abajo, que hacia arriba.

Las actuales visitas pastorales constan de tres partes esenciales:

- La preparación de la visita, que consiste en informar y catequizar al pueblo cristiano sobre lo que es la visita del obispo diocesano. Se destaca el papel teológico y pastoral de la figura del obispo, como sucesor de los apóstoles.

- La visita en sí misma. Esta parte lleva consigo las entrevistas que el obispo hace a empresas, sindicatos, partidos políticos, colegios, institutos, hospitales, asociaciones de vecinos….Además de encontrarse con los diversos grupos parroquiales existentes en la comunidad y con el mismo sacerdote.

- La última parte consiste en profundizar sobre las orientaciones pastorales que el obispo haya ido dando a lo largo de las fechas que haya durado la visita pastoral.

El centro de la visita pastoral al pueblo consiste en la Eucaristía que el obispo preside impartiendo el sacramento de la Confirmación a tales o cuales personas catequizadas previamente.

El aspecto de inspección de archivos y de patrimonio artístico lo resuelve un sacerdote, que es el secretario de la visita pastoral del obispo, quien se encarga de preparar una carpeta con todos los aspectos de la visita a la localidad equis para que sea guardada en el archivo diocesano.

Quien haya conocido de cerca una visita pastoral del obispo a su parroquia sabrá el beneficio que supone para la feligresía y cómo las orientaciones pastorales pueden culminar en unas directrices pastorales asumidas por el resto de parroquias que componen el arciprestazgo.

Sabiamente elaborada, la visita pastoral es una herramienta buena para que los fieles conozca a su pastor diocesano y éste se baje de su pedestal hasta el pueblo más sencillo: como los niños, los enfermos y los más necesitados del consuelo del Señor.

Tomás de la Torre Lendínez
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Las enfermedades de Internet

Acabo de leer un libro. Se titula Con el Señor en la cibercultur@. Su autora es la religiosa Sor Maria Dolores de Miguel Poyard, miembro de la congregación de Jesús María. La editorial es Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2001.

Desde luego la cultura cibernética ha transformado de raíz nuestro sistema de valores y de relaciones. Como en todo lo que surge con fuerza se detectan luces y sombras. Si la fe cristiana quiere actuar en ella con eficacia, lo primero que tiene que hacer la Iglesia es conocer y amar la cibercultura.

La autora es profesora de Filosofía y Literatura y hace una invitación cálida y lúcida al diálogo verdadero de la fe con la cibercultura de nuestro tiempo. Como en todas las actividades humanas, el rostro del Señor está presente en esta nueva cultura. Se trata de saber encontrarlo más allá de las orejeras meramente formales de la tecnología.

No en vano la comunicación tiene que ser fuente de fraternidad, y la técnica tiene que estar al servicio de los más necesitados. En esta red, el pez grande no puede seguir comiendose al chico. El epílogo del libro es un Salmo desde la red del Señor.

El libro me ha interesado mucho. Me ha llevado a dialogar con el psiquiatra Manuel García López. Hemos sostenido diversas entrevistas sobre las enfermedades que está produciendo la red en los usuarios, en las familias y en la Iglesia. Hemos llegados a tres conclusiones:

1.- La red produce un anonimato peligroso, que utilizado para el bien puede ser un modelo de hacer el bien a muchas personas. Pero usado para el mal el anonimato puede producir graves tragedias, que la policía suele encontrar y llevar ante un tribunal.

2.- La red recrea unas dobles personalidades dignas de pasar a un libro grande. En algunos casos son parecidos al doctor y su segundo personaje, famosos por la literatura y el cine.
El usuario de Internet se ha encontrado con un medio muy potente que ha extraido de su personalidad lo peor de ella. En algunos casos, durante equis horas son personas normales, padres de familia, hijos, jubilados….que son bien mirados en su vecindad, pero cuando se meten en su casa ante la pantalla del ordenador se transmutan en rufianes y corsarios del mar cibernético capaces de abordar los barcos más seguros, saquearlos, robar el botín, y matar “de modo informático” a quien ose hacerle frente.

3.- En la Iglesia se ha llegado a crear unos frentes tan “enfrentados” en la red, que los teólogos nos hablan ya de una teología del enfrentamiento, la mayoría de las veces, sin base intelectual ninguna, sino solamente son producto de personas aficionadas, jubiladas, o en el trastero de la intelectualidad, que si no hubieran encontrado la red, no pasarían de ser elemantales sacristanes de aldea. Ahora, en la red, todos saben teología, moral, Sagrada Escritura…..y lo hacen sentando cátedra, dejando a las personas con las que se enfrentan a la altura de un pepino, porque no saben argumentar, no tienen recursos para el diálogo, y carecen de la más elemental educación.

A todos estos ingredientes debemos añadir la malísima manera de redactar de estos sabiondos de temas eclesiales que producen unos bodrios incapaces de ser tragados, pero que como llevan una buena dosis de “chismografía eclesiástica” resulta que el número de visitas, lecturas y comentarios son millonarios.

Una vez más, determinadas empresas digitales, tienen fletados enormes portaaviones, desde donde despegan aviones anónimos que atacan a cualquier hora, desde su anonimato, a la jerarquia eclesial, a los movimientos cristianos y hasta a los monaguillos más sencillos del pueblo más ignoto.

Está claro que Internet hace muchos bienes dentro de la Iglesia y la sociedad. Y existen muchas personas que dan lo mejor de sus dotes poniendolas al servicio de la comunicación, del diálogo y de la formación. Por lo tanto, Internet debe seguir viviendo y mejorando sus capacidades técnicas. Solamente somos los que navegamos por este inmenso océano los que debemos ponernos libre y personalmente los límites necesarios, que siempre son que donde termina mi libertad, empieza la de mi compañero de navegación. Así de facil y de dificil.

Tomás de la Torre Lendínez
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4.11.08

Los niños sin bautizar

He leído el informe del Instituto de Política Familiar sobre las rupturas matrimoniales durante el último trimestre. Han aumentado conforme la crisis económica ha sido más brutalmente implantada en la sociedad.

Existe otro motivo para que las familias tengan más preocupaciones. El aumento de niños sin bautizar es alarmante. Los que han llegado a la catequesis parroquial pidiendo prepararse para la primera comunión han presentado su papeleta de estar bautizados una gran mayoría, pero otra amplia cantidad no han recibido el sacramento del bautismo.

Algunos padres han comentado que no consideran necesaria la recepción del bautismo como condición indispensable para entrar en la catequesis de primera comunión. Otros han saltado por los cerros de Úbeda y están tachando a la Iglesia de intransigente y demás lindezas propias de la ignorancia y de la malicia que aprenden en determinados programas de la telebasura.

Solamente unos pocos están dispuestos a solucionar el asunto de sus hijos, que tendrán que acudir a un catecumenado especial preparatorio a recibir el sacramento del bautismo, ya que en fechas a poco de nacer no lo hicieron por los motivos equis.

Esta situación está generalizada por toda España. En varias diócesis han comenzado estos catecumenados que están dando un buen resultado. En otras, aún se está en mantillas, y nunca mejor dicho.

La realidad es que este asunto se irá presentando progresivamente en la sociedad de hoy. Y sería necesario sembrar en las jóvenes parejas que se casan que traten de ser consecuentes al contraer matrimonio por la Iglesia: deben bautizar a sus hijos cuando nazcan. De lo contrario, que ni se casen por la Iglesia, ni pidan luego que sus hijos hagan la primera comunión.

Es cuestión de coherencia. Es cuestión de conciencia. Es cuestión de responsabilidad. Y aquí que cada palo que aguante su vela.

Tomás de la Torre Lendínez