La “pagolitis” para meter alumnos en las clases del País Vasco
He estado la mayor parte de mi vida pastoral impartiendo clases de Religión y Moral Católica en centros públicos de enseñanza secundaria obligatoria. Comencé cuando la dependencia jurídica era del gobierno central y pasé, junto con las transferencias autonómicas, a ser un “trabajador laboral”, esto ponía el contrato firmado con la Junta de Andalucía.
Nunca me sentí un trabajador laboral, sino un cura ejerciendo un ministerio y una misión canónica entregada por el obispo diocesano de cara a los alumnos que libre y voluntariamente optaban por las clases de Religión, cuyo centro esencial era Cristo y su doctrina dentro de la Iglesia Católica.
Ahora, me encuentro que los delegados diocesanos de educación de las tres diócesis vascas han emitido un decálogo para invitar a los posibles alumnos a elegir Religión. Esos diez puntos los pueden firmar un trabajador laboral de cualquier otra religión, menos la Católica, Apostólica y Romana.
Vean las diez razones para escoger Religión, (qué religión?), en el País Vasco.