Rafaela: mejor crónica de la presentación de tu libro que de lo del papa
- ¿Pero, Rafaela, no prefieres que escriba algo sobre la presentación de la exhortación del santo padre sobre la familia?
- Mira, mejor de la presentación de tu libro, que a tú eres de esos de al pan, pan y al vino, vino y se te entiende todo a la primera, y una no tiene ganas de devanarse los sesos con cosas que hay que leer veinte veces para entender lo que dicen, lo que quieren decir, lo que quieren que se entienda, y encima con miedo de entender lo que no quiero ni pensar. Mejor para otro día.
- Sea pues.

Hace seis días que avisamos en la parroquia para que un sacerdote acudiera a dar los sacramentos a mi madre, muy enferma y a punto de cumplir los cien años, y todavía no ha aparecido nadie por casa. En nuestra parroquia el sacerdote nada más terminar la última misa de la mañana del domingo se va y regresa para la misa vespertina del miércoles. Me han dicho en la parroquia que no sirve de nada bautizar al niño, que mejor de mayorcito. Llevo intentando confesarme y no hay manera de encontrar un sacerdote, ayer lo conseguí y me ha dicho que no me inquiete y que a ver si me pienso que a Dios le preocupan demasiado mis fallos.
Desde luego yo no resistiría tanta luz. No quiero ni imaginármelo: dos mil años de historia, telogía, tradición católica y miren por dónde un día descubres un error fundamental que te lleva a una enmienda a la totalidad. Es ese día en el que, parte por tu dotadísima inteligencia, parte por revelación especial del Espíritu Santo, parte por oración, ascesis y mortificación, llegas al convencimiento de que toda la historia de la Iglesia, la teología de veinte siglos, la espiritualidad aparentemente más contrastada, los concilios desde Nicea hasta el Vaticano II, no son más que un engañabobos en el peor de los casos y un fraude vaya usted a saber si inconsciente.
Dos religiosas de Valladolid: “Di que aquí está la vida religiosa de Francisco y que, en Madrid, respiramos desde que llegó Don Carlos". No sé si fue real la cosa o apenas un vulgar recurso literario, pero, en cualquier caso, una memez de tomo y lomo.