20.09.24

El profesor Fernando Romero analiza en profundidad los errores del llamado liberalismo conservador

Fernando Romero Moreno es abogado por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y Profesor Superior Universitario por la Universidad Católica Argentina (UCA). Está dedicado desde hace 30 años a la Educación, tanto en cargos docentes como directivos. Actualmente trabaja en el Colegio Los Caminos (APDES-Pilar). Es autor del libro “La Nueva Derecha-Reflexiones sobre la Revolución Conservadora en la Argentina” (Grupo Unión, Buenos Aires, 2021). Está casado y tiene 4 hijos.

¿Por qué decidió impartir una charla sobre el liberalismo conservador desde la Doctrina Social de la Iglesia y el tradicionalismo político?

Porque en los últimos años se ha vuelto a poner de moda la expresión “liberalismo conservador”, corriente ajena según sus defensores a los grados de liberalismo condenados por los Papas, en especial León XIII, tesis que no comparto. Y también porque otros, aún aceptando que el liberalismo conservador tiene errores, señalan empero la licitud de una articulación del mismo con otras corrientes políticas (por caso, el tradicionalismo) para hacer frente a la izquierda, al progresismo “woke” y al globalismo, dentro de lo que en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se conoce como la “hipótesis” (ley natural), pero sin renunciar a la “tesis” (ley natural y ley divino-positiva, en el marco de la Unidad Católica). Yo coincido con esta última opción práctica, en el marco de la llamada “Nueva Derecha Conservadora” (como articulación de diversas corrientes en torno a un mínimo de valores compartidos, no como una doctrina), pero sólo cuando tiene como objetivo un fin honesto, que sin ser el bien ideal, sea sí el bien posible.

Por lo tanto, no desde la falsa idea de que dentro del sistema democrático moderno se puedan restaurar la Cristiandad o la Hispanidad (imposible dados los condicionamientos teológicos, filosóficos, culturales, mediáticos, económicos y financieros de la “perversión democrática”) ni pensando que sea posible cambiar dicho sistema desde adentro. Ese fin, si bien modesto, debe orientarse a frenar ciertos males parciales o alcanzar algunos bienes también parciales, de suyo importantes para el bien común político, como por ejemplo lograr que desde el Estado se deje de promover la ideología de género, el multiculturalismo o la inmigración ilegal; o que se defienda la vida humana inocente, la libertad de enseñanza o las raíces cristianas de nuestra Civilización. Para que esto pueda hacerse de un modo acorde con la moral católica tradicional, hay que conocer y aplicar bien principios fundamentales y clásicos como los elementos de todo acto bueno (objeto, fin y circunstancias), el llamado “voluntario indirecto”, la distinción entre cooperación formal y material con el mal, etc., evitando los errores tanto del maquiavelismo como del puritanismo político.

Y dado que esta articulación de corrientes se fundamenta principalmente en el Orden Natural (sin excluir pero sin asumir necesariamente el Orden Sobrenatural) los católicos que vean pertinente prestar su colaboración deben conocer los posibles o reales errores que haya en algunas de esas corrientes políticas (por caso el llamado “liberalismo conservador”), para no cooperar con sus errores, limitando esa alianza a los fines honestos mencionados y, de ser posible, bien fundamentados, de mínima en la ley natural y, de máxima, en las enseñanzas que sobre esos bienes a conseguir y males a evitar, haya en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Los tradicionalistas deberán además seguir poniendo los medios para la restauración de la Ciudad Católica, siguiendo por ejemplo las ideas y la metodología que Jean Ousset expuso en sus clásicos libros “Para que Él reine” y “La acción”.

¿Por qué el llamado liberalismo conservador no entraría propiamente en los tres tipos de liberalismo condenados explícitamente por León XIII en su encíclica Libertas praestantissimum?

El Papa León XIII distinguió en su Encíclica Libertas praestantissimunn tres grados de liberalismo incompatibles con el Orden Natural y Cristiano, debido a su erróneo concepto de libertad y su mayor o menos desconexión con el bien común político.. Sintetizo lo esencial de esta enseñanza:

a) El liberalismo de primer grado no reconoce la necesidad del Orden Natural y Sobrenatural ni en la vida privada ni en la vida pública, lo que implica una concepción relativista de la libertad. Es el liberalismo típico de Rousseau, los Enciclopedistas y la Revolución Francesa, según los cuales las normas que deben regir a la comunidad política son fruto exclusivo de las mayorías (populares o parlamentarias) sin más límite que el respeto a los procedimientos establecidos para la sanción de las leyes o para la vigencia jurídica de usos y costumbres. También podemos ubicar aquí al liberalismo utilitarista y al positivista. Este liberalismo es el mismo que ha defendido históricamente la Masonería Francesa, profundamente atea y anticlerical. Nos parece que debe incluirse dentro de este grado al liberalismo económico individualista que erige la ley de la oferta y la demanda en la única necesaria para el funcionamiento de la economía, y a la libertad (de empresa, de contratación, de precios, salarial, de tasas de interés, de condiciones de labor, de comercio internacional, etc) como a la propiedad privada, en “derechos absolutos” (sin más límites que los derechos de terceros y el orden público, con prescindencia de la reciprocidad en los cambios, el salario justo, las dignas condiciones de trabajo, el descanso dominical, la justicia y la caridad sociales, etc). La DSI no identifica, empero, al liberalismo con una economía de mercado compleja o capitalismo lato sensu, tema de suyo opinable entre católicos.

b) El liberalismo de segundo grado admite la existencia de un Orden Natural que debe regir la vida privada y pública, pero niega la existencia de un Orden Sobrenatural (esto es, de una religión verdadera revelada por Dios y de la ley divino-positiva) al cual haya que subordinar la vida privada y pública de los hombres. Podríamos decir que el liberalismo de segundo grado parte de cierto “iusnaturalismo racionalista”, que incluye el indiferentismo religioso, aunque limite en cierto grado el poder de las mayorías y considere necesario tanto para la persona como para la sociedad el cultivo de las virtudes naturales (en ciertos casos, con una ética puritana secular o una moral de obligaciones e “imperativos categóricos”). Este liberalismo de segundo grado es el propio de Kant y pensadores afines, quienes extienden estos razonamientos a la fundamentación de una futura República federativa y global de estados libres, precursora (en cierto modo) de lo que hoy denominamos Nuevo Orden Mundial.

Es el liberalismo más afín a la Masonería anglosajona, sobre todo la del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, naturalista y deísta, cuya máxima autoridad visible es el Duque de Kent. Es cierto que la defensa de una ley natural y de las virtudes (por más errores que tenga este iusnaturalismo) contrasta con el mayor relativismo ético, jurídico y político del liberalismo de primer grado, pero no hay que olvidar aquello que tan sabiamente decía G.K.Chesterton: “Quitad lo sobrenatural y sólo quedará lo que no es natural”. La historia ha corroborado que el iusnaturalismo racionalista e individualista no pudo frenar la irrupción de la contra-natura a partir de la revolución sexual de los años 60, de la Nueva Izquierda y del post-modernismo.

c) El liberalismo de tercer grado, por fin, admite la necesidad del Orden Natural y del Sobrenatural en la vida privada, pero excluye ambos de la vida pública. Es claro que León XIII se está refiriendo aquí al liberalismo católico de Lamennais, condenado por Gregorio XVI y Pío IX. Es decir, condenó el laicismo así como una libertad religiosa y de las conciencias concebidas desde una fundamentación indiferentista, sin más límites que los derechos de terceros y el orden público. Este liberalismo católico extremo se expresó también bajo una modalidad más “de izquierdas” en el modernismo social de Le Sillon, condenado por San Pío X en Notre Chargue Apostolique.

d) El llamado liberalismo conservador (influido por Maritain pero también por Burke) a diferencia de los tres anteriores, admite la necesidad del Orden Natural en la vida privada y pública, así como del Orden Sobrenatural en la vida privada y en la pública no estatal. El problema de este liberalismo, que incluso admite la posibilidad de una confesionalidad católica de hecho, es que considera como principios universales en las relaciones Iglesia- Estado a la autonomía mutua (no como separación hostil sino amistosa) y a la cooperación (no desde un bien común inmanente que debe ordenarse al bien común trascendente, sino como una colaboración exclusiva en defensa de la dignidad humana y los derechos naturales de la persona), abandonando el principio de la subordinación indirecta del poder político respecto de la ley divino-positiva o revelada y por lo mismo el ideal de la Unidad Católica en la comunidad política.

Reduce, pues, el orden jurídico supra-positivo al derecho natural y éste a la defensa de los derechos humanos, no admitiendo más límites -incluso para la libertad civil en materia religiosa – que los derechos de terceros, el orden público y un bien común entendido como mero “conjunto de condiciones” (perdiendo así su naturaleza de fin perfectivo de la persona humana en el orden de su politicidad natural, para convertirse en simple medio al servicio de la familia y los cuerpos intermedios).

Según los liberal-conservadores, esta corriente sería propia de la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra (aunque viciada por la persecución al catolicismo, la consagración definitiva de la “Iglesia nacional anglicana” y la entronización de la dinastía protestante) pero más claramente la de la Revolución Norteamericana de 1776 (apoyada en el derecho natural vigente en el “common law”, la libertad de cultos y una laicidad aconfesional abierta a la presencia de lo sobrenatural en el Orden público no estatal). En algunos el Orden Natural y Sobrenatural se fundamenta en el subjetivismo religioso y/o en el individualismo político típicos de lo que John Rao denomina “Ilustración moderada” (protestantismo, agnosticismo, deísmo, racionalismo crítico) mientras que en otros el fundamento es la Razón y la Revelación de la Tradición católica, aunque aceptando como ideal o “tesis” una “laicidad aconfesional, respetuosa de la ley natural y de la libertad religiosa”.

Esta “laicidad aconfesional” presentada como “tesis” fue oportunamente reprobada por el Papa León XIII (en relación al caso norteamericano) y el Concilio Vaticano II no cambió nada esencial al respecto, pues sostuvo que la doctrina tradicional sobre las relaciones Iglesia-Estado seguía vigente, idea que debe ser la clave hermenéutica para interpretar correctamente “Dignitatis Humanae” así como la doctrina post-conciliar sobre una “sana laicidad” a la luz de la Tradición. Las mejoras que, en relación a este asunto, ha realizado el Catecismo de la Iglesia Católica son muy importantes. Resumiendo: los errores más comunes del liberalismo conservador tienen que ver con su laicismo moderado, su errónea concepción acerca del bien común y los derechos naturales de la persona humana, su liberalismo económico y como veremos, su ignorancia o poca atención respecto de enemigos de la Civilización Cristiana como son el Judaísmo talmúdico-cabalístico, la Masonería y el americanismo teológico-político.

En la práctica sería condenable el defender un estado laico aconfesional, dejando de lado el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. Pero, ¿hasta que punto es grave esta postura?

La gravedad depende de las circunstancias concretas de tiempo y de lugar, tal como lo explicó el mismo León XIII al analizar la situación de los EE.UU, cuando los Obispos de ese país consultaron si era posible adoptar como ideal el modelo norteamericano de relaciones Iglesia- Estado. El Papa León XIII contestó del siguiente modo: “Nadie podrá menos de ver que vuestra nación progresa y que parece volar hacia una situación cada vez mejor; incluso en lo que atañe a la religión (…) Ahora bien, si, por un lado, el aumento y abundancia de bienes (…) se atribuyen al talento y laboriosidad del pueblo americano, por el otro, la situación floreciente del catolicismo ha de atribuirse, sin duda alguna, en primer lugar, a la virtud, habilidad y prudencia de los obispos y del clero, y luego a la fe y a la generosidad de los católicos (…) Pero han contribuido, además, eficazmente, hay que confesarlo como es, la equidad de las leyes en que América vive y las costumbres de una sociedad bien constituida. Pues, sin oposición por parte de la Constitución del Estado, sin impedimento alguno por parte de la ley, defendida contra la violencia por el derecho común y por la justicia de los tribunales, le ha sido dada a vuestra Iglesia una facultad de vivir segura y desenvolverse sin obstáculos. Pero, aun siendo todo esto verdad, se evitará creer erróneamente, como alguno podría hacerlo partiendo de ello, que el modelo ideal de la situación de la Iglesia hubiera de buscarse en Norteamérica o que universalmente es lícito o conveniente que lo político y lo religioso estén disociados y separados, al estilo norteamericano” (Encíclica Longinqua Oceani, 1895).

En consecuencia, si las condiciones permiten conservar la Unidad Católica, habrá que hacerlo; si sólo se puede mantener la Confesionalidad católica del Estado con una interpretación restrictiva de libertad religiosa, ese será el bien posible a defender; y sólo si las circunstancias concretas de tal o cual nación no admiten más que una laicidad aconfesional respetuosa de la ley natural y de la libertad religiosa, se deberá tolerar ese modelo, hasta tanto pueda conseguirse uno mejor. La gravedad de no reconocer el ideal de la Unidad Católica y los diversos modos de concreción de la Cristiandad según las circunstancias de tiempo y de lugar, es que atenta contra la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo, la necesidad de la ley divino-positiva respecto del bien común y la instauración cristiana del orden temporal. Olvidadas o minimizadas estas verdades, es lógico que se desconozcan o se rechacen otras verdades católicas importantes como la doctrina tradicional respecto del Judaísmo talmúdico-cabalístico (conocida como “Sicut Iudaeis”), la Masonería o el “americanismo teológico-político”.

¿Qué sería propiamente el americanismo y en dónde radica su malicia?

Hay que distinguir entre el americanismo teológico (explícitamente condenado), el americanismo político (implícitamente condenado) y el americanismo institucional (no condenado). Al respecto afirmaba León XIII: “No podemos aprobar aquellas opiniones que en conjunto se designan con el nombre de “Americanismo” [americanismo “teológico”]. Pero si por este nombre debe entenderse el conjunto de talentos espirituales que pertenecen al pueblo de América (…) o si, además, por este nombre se designa vuestra condición política y las leyes y costumbres por las cuales sois gobernados [americanismo institucional] no hay ninguna razón para rechazar este nombre” (Testem benevolentiae, 1899).Es decir, el Papa rechazaba como heterodoxo el “americanismo teológico” (falso ecumenismo, sobre-valoración de las virtudes “activas” respecto de las “pasivas”, indiferentismo religioso, etc.), defendía como lícita en hipótesis (no como ideal o “tesis”, sino como el bien posible en ese momento para los EE.UU) el régimen de laicidad aconfesional con libertad religiosa (pero exigiendo el no renunciar a la catolicidad del estado como objetivo final) y respetaba como opinables las leyes, usos y costumbres propios de los EE.UU (república presidencialista y federal, descentralización político-administrativa, división de poderes, sistema electoral, partidos políticos, control de constitucionalidad, common law, etc).

Está claro que, en tanto esas instituciones estuvieran influidas por los errores del puritanismo calvinista, de la Ilustración moderada, del liberalismo ideológico, de la Masonería o por el individualismo económico señalados en la Encíclica Rerum Novarum de 1888, ese “americanismo como religión civil” (en expresión de John Rao) o “americanismo político” sí merece el mismo reproche que el “americanismo teológico”. Esa “religión civil” es la que explica fenómenos como la doctrina del “Destino Manifiesto” y de la “excepcionalidad norteamericana”, el “mito secularista de la Ciudad en la colina”, el “imperialismo”, la colusión de origen calvinista con el “sionismo cristiano”, etc.

Es importante mencionar estos asuntos, ya que la raíz está en los mismos “Padres Fundadores” de los EE.UU (pese a la interpretación que de su pensamiento suelen hacer los liberal- conservadores), ya que eran en su mayoría protestantes, iluministas moderados y masones. Pero eso no impide reconocer que el “americanismo institucional” stricto sensu no mereció ninguna condena de parte de León XIII ni de ningún Papa posterior. No sin algunas reservas, vale la pena leer al respecto el libro “Puritan’s Empire: A Catholic Perspective on American History” de Charles A. Coulombe, matizándolo con “Los Estados Unidos de América: en un Estado democrático florecen con sorprendente vigor tradiciones y anhelos aristocráticos” del Dr. Plinio Correa de Oliveira y “El sentido reverencial del dinero” de Ramiro de Maeztu.

¿Por qué usted les achaca a los católicos conservadores que se denominen liberales?

Los Papas Pío IX, León XIII y San Pío X debieron afrontar otras modalidades de liberalismo, a las que si bien no condenaron, sí aconsejaron no usar el término liberal. Nos referimos al “conservadurismo liberal” de Joaquín Sánchez Toca, Alejandro Pidal y Antonio Maura en España. Analicemos brevemente este caso. De las acusaciones de heterodoxia hechas contra esta corriente, debieron expedirse tanto León XIII como San Pío X. Las intervenciones de ambos Pontífices a través de la Secretaría de Estado Vaticana fueron varias entre 1888 y 1911. Pero la mejor síntesis de este asunto fue la publicada por el Cardenal Merry del Val en 1911.

Expresan, en lo que a nosotros nos interesa, lo siguiente: Debe mantenerse como principio cierto que en España se puede siempre sostener, como de hecho sostienen muchos nobilísimamente, la tesis católica y con ella el restablecimiento de la unidad religiosa. Es deber además de todo católico el combatir todos los errores reprobados por la Santa Sede, especialmente los comprendidos en el Syllabus y las libertades de perdición proclamadas por el derecho nuevo o liberalismo, cuya aplicación al gobierno de España es ocasión de tantos males. Esta acción de reconquista religiosa debe efectuarse dentro de los límites de la legalidad, utilizando todas las armas lícitas que aquélla ponga en manos de los ciudadanos españoles (…)

Para cualquier idea inexacta en el uso y aplicación de la palabra «liberalismo», téngase siempre presente la doctrina de León XIII en la Encíclica Libertas, del 20 de Junio de 1888, como también las importantes Instrucciones comunicadas por orden del mismo Sumo Pontífice (…) al Arzobispo de Bogotá y a los otros Obispos de Colombia en la Carta Plures e Colombiae del 6 de Abril de 1900, donde entre las demás cosas se lee (…): ‘la Iglesia al condenar el liberalismo no ha intentado condenar todos y cada uno de los partidos políticos que por ventura se llaman liberales.

Esto mismo se declaró también en carta que por orden del Pontífice dirigí yo al Obispo de Salamanca el 17 de Febrero de 1891; pero añadiendo estas condiciones, a saber: que los católicos que se llaman liberales, en primer lugar acepten sinceramente todos los capítulos doctrinales enseñados por la Iglesia y estén prontos a recibir los que en adelante ella misma enseñare; además, ninguna cosa se propongan que explícita o implícitamente haya sido condenada por la Iglesia; finalmente, siempre que las circunstancias lo exigieren, no rehúsen, como es razón, expresar abiertamente su modo de sentir conforme en todo con las doctrinas de la Iglesia. Decíase además en la misma carta que era de desear el que los católicos escogiesen y tomasen otra denominación con que apellidar sus propios partidos, no fuera que, adoptando la de liberales, diesen a los fieles ocasión de equívoco o de extrañeza: por lo demás, que no era lícito notar con censura teológica y mucho menos tachar de herético al liberalismo, cuando se le atribuye sentido diferente del fijado por la Iglesia al condenarlo, mientras que la misma Iglesia no manifieste otra cosa”.

Yo suelo decir lo mismo a mis amigos liberales: si son católicos, adopten la doctrina tradicional completa respecto de las relaciones Iglesia-Estado, el bien común político, los derechos naturales de la persona humana etc. Y si fruto de una sana libertad, defienden a nivel institucional cuestiones opinables como la forma de gobierno republicana, la división de poderes, el control de constitucionalidad, los partidos políticos, la economía de mercado, etc.., en un todo de acuerdo con las enseñanzas de la DSI, sería bueno que no se denominen liberales, toda vez que esta expresión, en la mayoría de los casos, implica una concepción política errónea, contraria al Orden Natural y Cristiano. Pueden usar otras denominaciones no prohibidas por los Papas, como conservadores o demócratas-cristianos. Pero, para “no ser más papista que el Papa”, se lo digo a título de consejo y no de mandato.

En la práctica muchos partidos que se llaman liberal-conservadores, han conservado las malas políticas de las izquierdas. ¿Es así?

Así es. Basta con pensar en el Partido Popular en España, la Democracia Cristiana en Italia y Alemania o en los “neoconservadores” del Partido Republicano en EE.UU. El haber cedido al progresismo cultural de las izquierdas es, en parte, lo que produjo la aparición de la Nueva Derecha Conservadora en Europa, EE.UU e Iberoamérica. No se puede esperar de esta articulación, como dijimos, una restauración plena del Orden Natural y Cristiano, pero al menos sí la defensa de ciertos valores tradicionales que estos liberales de la “derechita cobarde” (al decir de Agustín Laje) no supieron o no quisieron defender.

De allí la importancia de que haya tradicionalistas católicos en la Nueva Derecha Conservadora, siempre y cuando no cedan a los errores del liberalismo. Por supuesto que se trata de un asunto prudencial y opinable, lo que explica que haya tradicionalistas dispuestos a realizar esta tarea y otros que lo consideren ilícita o, de mínima, imprudente. Aquí, como ya expresé otras veces, hay que aplicar la expresión atribuida a San Agustín: “En lo verdadero, unidad; en lo opinable, libertad; y en todo, caridad”.

Por Javier Navascués

32 comentarios

  
Hermenegildo
“Dignitatis Humanae” contradice la doctrina anterior sobre las relaciones Iglesia-Estado y no se puede interpretar en continuidad con el magisterio preconciliar. No hagamos malabarismos voluntaristas.

Por otra parte, creo que en la práctica es imposible conciliar la doctrina tradicional respecto a las relaciones Iglesia-Estado y a la vez defender la existencia de una pluralidad de partidos políticos. Forzosamente, algunos de estos partidos se opondrá a dicha doctrina y la combatirá.
20/09/24 6:26 PM
  
Fernando Romero Moreno
León XIII y los Papas posteriores se referian en tesis a partidos distintos pero no contrarios a la Fe y en hipótesis a partidos distintos que de mínima no contradijeran la ley natural. La democracia moderna no cumple con ninguno de estos requisitos.
20/09/24 7:41 PM
  
Jorge Alberto Castelo
No sé puede ser marxista y cristiano, tampoco se puede ser liberal y cristiano.
Firmado: UN PERONISTA
20/09/24 8:26 PM
  
Pacomio
Pregunta al señor Castelo:
¿Se puede ser peronista y católico, cuando el fundador del movimiento fue un hombre AMORAL, SIN PRINCIPIOS, LIGADO A LA MADONERÍA...?
20/09/24 10:02 PM
  
Pedro de Torrejón
Es radicalmente imposible una restauración del Orden Natural en el contexto de un sistema democrático. Entre otras cosas , porque el nuevo orden que surgió después de la ' Gran Guerra " ,es radicalmente contrario al Orden Natural y teocrático que Jesús anunció en los Evangelios. Y porque éste orden " democrático " es manifiestamente frentista , guerra civilista ; muy maleable y manipulable.

Venezuela es la cuna del nuevo
" renacimiento " ,junto con el actúa gobierno de España. El primero en el continente americano ,y el segundo en Europa .

21/09/24 9:44 AM
  
Leoncio
Cuando llegue la Parusía, que hay indicios de que podría estar próxima, NS Jesucristo barrerá la democracia actual para siempre para instaurar su Reinado. La voluntad humana, corrompida e inútil, debe ser sustituida por la Voluntad Divina, como bien se explica en los extensos escritos de Luisa Piccarreta.
21/09/24 11:37 AM
  
SS
Cuánta hipocresía, todos, viven de espaldas a los mandamientos de Dios, todos.
21/09/24 11:39 AM
  
Guillermo PF
Por fin una voz autorizada que enseña que ya es tan utópico un estado confesional como un estado ateo. Ir a favor de unos y contra otros al final es ir contra todos.
21/09/24 12:49 PM
  
Álvaro Pelayo
León XIII aunque de buena fe, se equivocó gravemente al empezar a admitir como buena o aceptable en parte la democracia liberal. Pensó que así los católicos franceses podrían reconquistar su país, aceptando el sistema y ganando las elecciones, lo cual se demostró utópico. Pío IX primero y Pío X después fueron mucho más firmes. En su época había sacerdotes en España que rezaban por la conversión de León XIII. Se dejó engañar por su hombre de confianza, el cardenal Rampolla, muy probablemente masón.
21/09/24 12:59 PM
  
Tamayo
¿Y cómo se restaura entonces el orden natural y cristiano, con una dictadura nacional-católica o con una monarquía absolutista?
Es bien sencillo: si en una democracia la mayoría de la gente es verdaderamente católica entonces hay gobiernos y leyes católicas.
El problema no es el sistema democrático.
21/09/24 1:47 PM
  
hornero (Argentina)
Los mejores pensamientos del " hombre viejo del pecado" son esencialmente insuficientes para impedir la catástrofe final de la Iglesia y de la humanidad.
Porque sólo el Reino de Cristo es la razón de ser de cuánto existe en el cielo y en la tierra.
La Virgen ha recibido de Su Hijo la misión de evitar la catástrofe mediante el triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo. Pero de esto no se habla, hay un rechazo oculto, que quiere prescindir de Su intervención.
La gran tribulación purificadora humillara el orgullo de los mundanos.
21/09/24 2:23 PM
  
Marcos
Me asombro de que haya "pensadores" que pretendan volver a un estado social de la edad media. El concilio de Trento fue uno de los concilios más importantes de nuestra historia y teniendo presente este devenir, sentó las bases para el futuro de la iglesia, precisamente no volviendo a la edad media sino yendo hacia delante... saludos y bendiciones
21/09/24 2:26 PM
  
Diego
Dice Pío XII en el RADIOMENSAJE «BENIGNITAS ET HUMANITAS» (24/12/1944):

Una sana democracia fundada sobre los principios inmutables de la ley natural y de la verdad revelada, será resueltamente contraria a aquella corrupción que atribuye a la legislación del Estado un poder sin frenos y sin límites, y que hace también del régimen democrático, a pesar de las apariencias contrarias, pero vanas, puro y simple sistema de absolutismo.

El absolutismo de Estado... consiste de hecho en el principio erróneo que la autoridad del Estado es ilimitada, y que frente a ella —aun cuando da rienda suelta a sus miras despóticas, traspasando los limites del bien y del mal— no cabe apelación alguna a una ley superior que obliga moralmente.

A un hombre posesionado de ideas rectas sobre el Estado y la autoridad y el poder de que está revestido, en cuanto que es custodio del orden social, jamás se le ocurrirá ofender la majestad de la ley positiva dentro de los límites de sus naturales atribuciones. Pero esta majestad del derecho positivo humano es inapelable únicamente cuando se conforma —o al menos no se opone— al orden absoluto, establecido por el Criador, y presentado con nueva luz por la revelación del Evangelio. Y esa majestad no puede subsistir sino en cuanto respeta el fundamento sobre el cual se apoya la persona humana, no menos que el Estado y el poder público. Este es el criterio fundamental de toda forma de gobierno sana y aun de la democracia, criterio con el cual se debe juzgar el valor moral de todas las leyes particulares.
21/09/24 2:47 PM
  
Tom
En mi opinión este señor está muy equivocado. El liberalismo conservador es el que ha reducido la pobreza extrema en el mundo del 40% al 7% de la población mundial en tan solo cuatro décadas. Y no solo eso; la inmensa mayoría del liberalismo conservador es pro-vida; dicho sin eufemismos: anti aborto.
21/09/24 3:49 PM
  
Josep
Ni liberalismos, ni conservadurismos, ni capitalismo, ni marxismo, ni las dictaduras, ni el comunismo ateo.
Sólo salva y libera Jesucristo.
21/09/24 3:54 PM
  
Urbel
El entrevistado pretende que el Concilio Vaticano II no cambió nada esencial en la tradicional doctrina católica sobre las relaciones entre el Estado y la religión, "pues sostuvo que la doctrina tradicional sobre las relaciones Iglesia-Estado seguía vigente, idea que debe ser la clave hermenéutica para interpretar correctamente “Dignitatis Humanae” así como la doctrina post-conciliar sobre una “sana laicidad” a la luz de la Tradición."

La verdad evidente, que no se puede ocultar por mucho que se retuerzan los textos, es que desde el Vaticano II las autoridades de la Iglesia se han apartado de esta tradicional doctrina católica y, contra lo enseñado por León XIII y, más en general, siglo y medio de magisterio antiliberal, han caído en el error de creer que “el modelo ideal de la situación de la Iglesia” ha “de buscarse en Norteamérica”, y “que universalmente es lícito o conveniente que lo político y lo religioso estén disociados y separados al estilo norteamericano” (encíclica Longinqua oceani, 1895).

Como explicó el entonces cardenal Ratzinger en su última conferencia antes de ser elegido Papa con el nombre de Benedicto XVI:

“Esta cultura ilustrada queda sustancialmente definida por los derechos de la libertad. Se basa en la libertad como un valor fundamental que lo mide todo: la libertad de elección religiosa, que incluye la neutralidad religiosa del Estado; la libertad para expresar la propia opinión, a condición de que no ponga en duda precisamente este principio; el ordenamiento democrático del Estado, es decir, el control parlamentario sobre los organismos estatales; la formación libre de partidos; la independencia de la Justicia; y, finalmente, la tutela de los derechos del hombre y la prohibición de las discriminaciones.

[…] Ha sido y es mérito de la Ilustración el haber replanteado estos valores originales del cristianismo y el haber devuelto a la razón su propia voz. El Concilio Vaticano II, en la constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, ha subrayado nuevamente esta profunda correspondencia entre cristianismo e Ilustración, buscando llegar a una verdadera conciliación entre la Iglesia y la modernidad, que es el gran patrimonio que ambas partes deben tutelar.”

Adviértase en particular la expresa mención favorable de “la neutralidad religiosa del Estado” que, contra todo lo hecho y enseñado por la Iglesia desde al menos el siglo IV hasta el Concilio Vaticano II, se reputa ahora valor original del cristianismo.

21/09/24 4:39 PM
  
Fernando Romero Moreno
Tamayo:
Le recomiendo que estudie la DSI y al tradicionalismo católico. Ni uno ni otro proponen como forma ordinaria de gobierno ni la monarquía absoluta ni la dictadura. Su caso es el de la mayoría de los católicos hoy, seguro que no por su culpa, sino por la pésima formación que se recibe desde hace 60 años en casi todas las familias, parroquias y centros educativos católicos del mundo. Yo soy argentino y para mí, país, defiendo un régimen político republicano, presidencialista, federal, descentralizado, con representación por cuerpos intermedios ante el poder político, procuradores dotados de mandato imperativo, un sistema electoral indirecto partiendo de municipios autónomos, un poder local fuerte, una justicia independiente, un orden jurídico que respete las libertades concretas y las garantías del debido proceso, y todo eso respetando de mínima la ley natural y de máxima también la ley divino-positiva. Pero como sé que para esto hace falta un cambio de mentalidad, remover muchos prejuicios instalados en la sociedad y saber respetar a las personas que piensan de manera distinto, no voy diciendo por ahí que haya que imponer mi opinión "a palos". La propongo, no la impongo. Mientras tanto, además de la re-cristianización a nivel familiar, profesional y social, participo del sistema democrático tal como está, para frenar ciertos males parciales y conseguir también algunos bienes parciales. Nada hay en la verdadera DSI ni en el tradicionalismo católico, que suponga una especie de "jacobinismo" ultramontano. Le recomiendo leer a fondo las Encíclicas Papales y si le interesa el tradicionalismo católico occidental, profundice en pensadores como Juan Vázquez de Mella, Ramiro de Maeztu, Francisco Canals Vidal, Javier Barraycoa, G.K. Chesterton, Hilaire Belloc, Jean Ousset, Marce de Corte, Michel de Penfentenyo, Carlos A. Sacheri, Rubén Calderón Bouchet, entre otros.
Cordiales saludos.
21/09/24 4:41 PM
  
Urbel
Sobre el pasaje introductorio de DH afirmando que deja intacta la tradicional doctrina católica sobre las obligaciones de la sociedad para con la religión verdadera y la única Iglesia de Cristo, esto que sigue es lo que explica Ratzinger en su libro "Mi Concilio Vaticano II":

"El preámbulo se esfuerza por poner de relieve la continuidad de las posiciones del magisterio eclesiástico sobre esta cuestión y dice a este propósito que "deja intacta la tradicional doctrina católica sobre los deberes morales del individuo y de la sociedad respecto de la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo".

El término de "deberes" de las sociedades respecto de la Iglesia permanece discutible: la declaración conciliar ofrece en realidad algo nuevo, y de una manera distinta a la que se puede encontrar en las declaraciones de Pío IX o de Pío XII.

Esta expresión corrige por sí misma una flor de retórica inicial que quizá hubiera sido mejor dejar claramente de lado, o al menos formular de otro modo, a la vista de lo que debía seguir.

No cambia nada al tenor del texto y, tomando todo en cuenta, no hay que ver en ella nada distinto de una simple falta de gusto."
21/09/24 4:52 PM
  
Alberto Ramón Althaus
No entiendo el objetivo del artículo.
¿Por qué se dedica al liberalismo tanto espacio si hoy el problema principal es la izquierda global?
¿No se le hace un juego a la izquierda con este tipo de artículos?
Por otra parte, se aleja demasiado de la realidad actual, usa autores que escribieron en 1950 o antes.
¿Por qué tanto encono con el liberalismo y no con la izquierda global?
¿Por qué no comenta la situación de la Iglesia ni nombra a Bergoglio?
Porque trabaja en una universidad católica. Entonces, la verdad a cuentagotas.
21/09/24 5:23 PM
  
Urbel
¿Volver a la Edad Media?

Fue una época llena de luces y frutos para la Iglesia y la Cristiandad, con su cumbre en el siglo XIII de Santo Tomás de Aquino y las catedrales góticas.

Pero las comunidades políticas católicas, sometidas a Cristo Rey y su Iglesia, no fueron sólo cosa de la Edad Media.

Se remontan a la Antigüedad tardía, con el reino cristiano de Armenia (el primero de la Cristiandad) y el Imperio romano desde el emperador Teodosio y el edicto de Tesalónica.

Atraviesan los tiempos medievales y modernos y llegan hasta el siglo XX y la España de Franco, el último Estado católico y víctima del Vaticano II.
21/09/24 5:24 PM
  
Miguel
Este señor asume como únicos escenarios para dirigir a una sociedad la dictadura o la democracia representativa (DR).

Estamos viviendo como la DR se encamina a la dictadura socialista o fascista irremediablemente, mediante golpes de estados desde el estado, sin violencia física pero donde el político en el poder se convierte en dictador.

En el sistema de sufragio actual, con varios partidos politicos, cuando uno hace de bisagra convierte el regimen en dixtadura, pues tiene coaccionado al partido mayoritario por otro con apenas votos.

El autor trata de convivir con ideologías humanas que tratan de someter de una u otra manera a los ciudadanos. Porque se apega al gobierno de unos pocos que dicen saber lo que necesitan los ciudadanos.


Nuestro reino no es de este mundo. Ningún sistema para tomar el Poder encaja con Cristo. Cristo no quiso e
Poder. Y nosotros tampoco debemos ansiarlo. Vemos lo que sucede en los paises teocráticos, musulmanes, y no es bueno. Tampoco lo serían siendo confesionales. Paco dejó cometer muchas atrocidades, porque antes de católico era general, y fusilar y marginar eran opciones válidas por encima de su fe. Era nacionalista, hijo por lo tanto del movimiento ilustrado.

La única opción válida para una libertad social plena es la Democracia Directa. Sin politicos no hay ideología que se sustente. Sin cacique no hay forma de corromper al que dirige.
Estando el Poder distribuido entre todos los ciudadanos, y sus decisiones sometidas a una constitución basada en la Ley Natural, en el respeto a los derechos del individuo, y vigilado por un sistema judicial independiente pero sujeto a la aprobación de los ciudadanos para que no se conviertan en dictadores e la sombra, el demonio ya no sabría q quien tentar con el Poder. Nadie tendría Poder.

Una app tipo Linkedin bastaría para que todo ciudadano participe en las decisiones de su ciudad, region y nación. Sí, trabajo y responsabilidad para todos. ¿O no somos hermanos todos, luego iguales ante Dios?
21/09/24 5:37 PM
  
Miguel
El nacionalismo, el estatismo, por no añadir otras herramientas del demonio como el fascismo, falangismo, liberalismo, socialdemocracia, socialismo, comunismo, anarquismo, y bananerismo, todas estas ideologías deben desaparecer. ¿O tu las aplicas en tu domicilio?

Aquí hay muchos que necesitan seguir a un cacique para sentirse del “club de los elegidos”. Y se piensan que por ser católicos (de pastel), el Demonio no actuará a traves suyo.

Ayer pasé por Ferraz y abuelas enarbolando banderas nacionalistas, pedían a coro la muerte del Pichón. A las puertas de una iglesia. Usando la iglesia como salvaguarda a sus soflamas demoniacas.

La única opción de gobierno justo es que no haya estado. Que no mande nadie sino todos.
21/09/24 5:55 PM
  
Cipriano. Venezuela
Siendo así, como señala el entrevistado, entonces el listón es verdaderamente alto para los que tenían alguna esperanza de una recomposición de la sociedad con una opción que, en consonancia con la doctrina católica, pero con un énfasis más práctico que teórico (a fin de cuentas es donde se muestran los frutos de una buena gerencia política) afrontara desde el activismo laical católico, la deriva progresista actual, visto el diagnostico aterrador de cómo marcha la humanidad, y en específico la civilización occidental.
Con todo, la guerra no está perdida, se seguiría en la denuncia, y en aquello que se pueda hacer (lo subsidiario) dejando a otros las cosas del estado y del gobierno (ironía off)
Creía hasta ahora que el asunto se podía simplificar distinguiendo las vertientes del liberalismo. En cuya distinción el liberalismo filosófico (el relativismo, sobre todo moral) era el verdadero enemigo; los otros: el económico y el político, imperfectos, pero perfectible, habida cuenta que deambulamos en un orden temporal imperfecto. Recuerdo, en ese sentido, un seminario que cursaba en mis tiempos de estudiante universitario denominado “La Perfectibilidad de la Democracia”, esto en el plano político; y en el económico, el término “Capitalismo Salvaje” referido alguna vez por san Juan Pablo II, en oposición (se supone) a un capitalismo más humano, que el papa polaco también refirió.
Pudiera creerse que la distinción anterior, donde se “salva” al liberalismo político y al económico, sería un abandono o renuncia a un catolicismo vivo y autentico. Pero lo primero no necesariamente conduce a lo segundo.
21/09/24 8:01 PM
  
Cipriano. Venezuela
Queda todavía la inquietud de si deben tomarse las formulaciones de los papas que se mencionan en la entrevista como si fuesen obligatorios para el católico. En esto de los criterios técnicos (humanos) aunque sabios y meritorios en su momento, pasado el tiempo pueden estar desfasados, y sus invocaciones, vistas desde el presente, anacrónicas. No se puede ignorar, en ese sentido, que desde el último de los papas referidos por el entrevistado, ha transcurrido mucha agua bajo el puente (igual desde la publicación del libro “El Liberalismo es Pecado” del padre Félix Sardá y Salvany) lo que incluye el desmoronamiento de la URSS y el triunfo del capitalismo sobre su adversario el colectivismo, con todas las objeciones que se puedan interponer, a posteriori sobre este hecho, siempre sujetas a interpretaciones.
Debo decir que sobre liberalismo-conservador, en su aspecto político y filosófico, he leído sobre todo a Francisco José Contreras, y sobre el liberalismo económico (capitalismo) a Tomas Alfaro Drake, este último con muy buenos post en su blog Tadurraca, incluyendo los dedicados al Papa Francisco, de quien deplora (respetuosamente) su ignorancia sobre estos tópicos, y otros al escritor Juan Manuel de Prada.
Alfaro Drake se presenta como un católico practicante, incluso tiene un hijo que es sacerdote, bueno eso creo.
21/09/24 8:14 PM
  
Ricardo de Argentina
Profesor Romero, es un gusto conocerlo.
Su artículo es tan lúcido como oportuno.
Aterrorizados por las consecuencias de la implementación de políticas de izquierda, muchos católicos han caído en el lamentable error de añorar el conservadurismo liberal porque era "menos malo".
Craso error.
Tanto el conservadurismo liberal como la izquierda desquiciada y radical, son partes sucesivas de un único proceso descristianizador, fruto de la Gran Apostasía.
¿Cómo podemos ser tan necios de olvidar que EL LIBERALISMO ES PECADO?
Me resulta patético observar a tanto sedicente católico "tradicional" criticar a la jerarquía, incluso con sobradas razones, mientras ellos mismos defienden el pensamiento liberal condenado por los papas de los que se dicen devotos.
Un cordial saludo en Cristo, estimado compatriota.
21/09/24 9:11 PM
  
Cos
Miguel
"Estamos viviendo como la DR se encamina a la dictadura socialista o fascista irremediablemente, mediante golpes de estados desde el estado, sin violencia física pero donde el político en el poder se convierte en dictador"

¿Fascista?¿En qué televisión ha salido eso?

"En el sistema de sufragio actual, con varios partidos politicos, cuando uno hace de bisagra convierte el regimen en dixtadura, pues tiene coaccionado al partido mayoritario por otro con apenas votos"

¿Dónde pasa eso? En España lo que ocurre es que se hace lo que dice la UE. Y no sería necesario acudir a ningún partido minoritario. ¿No hay partidos mayoritarios? Sería sencillísimo que se pusiesen de acuerdo. Lo que usted describe es la perversión de la partidocracia, pero no se da cuenta porque dice lo que repiten los medios de propaganda

"El autor trata de convivir con ideologías humanas que tratan de someter de una u otra manera a los ciudadanos. Porque se apega al gobierno de unos pocos que dicen saber lo que necesitan los ciudadanos"

Vivimos en el gobierno de unos pocos. Siempre es así.

"Nuestro reino no es de este mundo. Ningún sistema para tomar el Poder encaja con Cristo. Cristo no quiso el poder. Y nosotros tampoco debemos ansiarlo. Vemos lo que sucede en los paises teocráticos, musulmanes, y no es bueno. Tampoco lo serían siendo confesionales"

Absurdo. Nuestro Señor Jesucristo claro que no se dedicó a la política, pero nosotros obviamente tenemos que hacerlo. Usted no quiere el poder y al mismo tiempo defiende la democracia liberal. Menuda incoherencia

"Paco dejó cometer muchas atrocidades, porque antes de católico era general, y fusilar y marginar eran opciones válidas por encima de su fe. Era nacionalista, hijo por lo tanto del movimiento ilustrado"

Vaya caricatura, ¡a estas alturas!

"La única opción válida para una libertad social plena es la Democracia Directa ... Una app tipo Linkedin bastaría para que todo ciudadano participe en las decisiones de su ciudad, region y nación. Sí, trabajo y responsabilidad para todos. ¿O no somos hermanos todos, luego iguales ante Dios?"

Democracia directa solo puede haber en una comunidad de vecinos, no en sociedades políticas de miles de individuos. Y, desde luego, es absurdo pensar que el "ciudadano" que ni si quiera se preocupa en formarse pueda preocuparse y ocuparse de asuntos políticos. Todo eso solo habla de una ausencia total de articulación social. Es mero nihilismo pero no se da cuenta. Además, no tiene mayor relevancia que la gente se ocupe de la política mas allá de lo razonable. La política no lo es todo, no todo en la sociedad se decide políticamente, la mayoría se hace sin la intervención política, a través de las meras relaciones normales entre individuos o asociaciones de individuos. La idea de un sistema donde "todo el mundo" decide sobre todo es ya totalitaria.
21/09/24 10:02 PM
  
Cos
Cipriano. Venezuela, creo que no ha leído atentamente la entrevista. Precisamente no vuelve la cara a la adversidad y da argumentos y fórmulas para implicarse en la vida social y política desde posturas cristianas. Pero sin por ello asumir los errores liberales.
Por otro lado, cuando San Juan Pablo II hablaba de capitalismo salvaje, estaba hablando de una realidad existente, no de una entelequia o algo meramente teórico.
21/09/24 10:14 PM
  
hornero (Argentina)
Ricardo de Argentina:; coincido con usted. en la valoración del Profesor Romero.
Me permito ser rotundo en el juicio sobre la Iglesia y el mundo actual: el tiempo del "hombre viejo del pecado" se termina, para dar paso a la Misión de la Virgen que prepara el Camino a la Venida de Cristo.
Esto no implica cruzarse de brazos, sino, como lo decide el Profesor Romero, elegir el camino que ayude entre tanto a cruzar la ciénaga que amenaza.
21/09/24 10:39 PM
  
José Díaz
Tamayo, un servidor suscribe el comentario que le dirige don Fernando Romero Moreno. En mi caso, como español, tampoco defiendo la monarquía absoluta o absolutista, sino la monarquía tradicional española de la Monarquía Hispánica o Católica, que es radicalmente contraria a la monarquía absoluta o absolutista. Este modelo de monarquía no es otro que el reivindicado desde hace casi dos siglos por el carlismo. El problema es que vd., como tantos otros en Occidente, recibieron una formación sesgada y, por lo que respecta a mis compatriotas españoles, el sesgo se ha traducido en una rabiosa y constante propaganda liberal que ha hecho creer que la monarquía tradicional española, la defendida por el carlismo, es una monarquía absoluta o absolutista. Nada más lejos de la realidad. Lo contrario del liberalismo no es el absolutismo monárquico, sino la concepción tradicional de la monarquía, que en los años previos a la usurpación dinástica de 1833 era defendida por aquel movimiento político que en las fuentes históricas se conocía como "realismo". Quienes apoyaron la usurpación dinástica, además de los liberales, fueron los absolutistas, mientras que fueron los realistas quienes defendieron los derechos de don Carlos María, el rey legítimo Carlos V.
22/09/24 12:28 PM
  
Juan Mariner
José Díaz, la última Guerra Carlista la libraron los requetés junto al bando nacional, en el que había otros grupos derechistas (cedistas, liberales rebotados del "no era eso", monárquicos borbónicos, falangistas...). Sin embargo, los militares franquistas siempre creyeron que los carlistas eran de otra época, del siglo XIX anterior; cuando pudieron, los mandaron para su casa, como a los falangistas de la "revolución pendiente", que ya no eran útiles. La guerra civil se llbró para devolver la monarquía liberal a España lejos del peligro marxista que había que contener y para devolver la monarquía borbónica lejos del peligro nacionalista periférico que había que contener también. Nacionales y rojos acordaron la Constitución del 78, excepto unos pocos díscolos a un bando y otro, y ese engendro corrupto y patrañero ha durado 50 años, y lo que te rondaré morena...
22/09/24 1:47 PM
  
Masivo
Yo no creo que la monarquía tradicional española acabara en 1833. Creo que acabó en 1517.
22/09/24 1:54 PM
  
José Díaz
Juan Mariner, estoy de acuerdo con vd en que el bando nacional en la Guerra Civil fue un conglomerado muy heterogéneo, pero no comparto que el objetivo fuera la restauración de la monarquía liberal. Cada grupo de los que se adhirieron a dicho bando lo hicieron movidos por motivaciones distintas. No creo, por tanto, siguiendo la propia lógica de su exposición, que la Guerra Civil de 1936 pueda considerarse una cuarta guerra carlista, porque los carlistas sólo eran una parte, y no la más numerosa, aunque sí muy significativa, del bando nacional. Es cierto, como vd señala, que el franquismo terminó desprendiéndose de falangistas y carlistas, especialmente de estos últimos. La incomodidad que experimentó el carlismo en el seno del régimen fue notable desde los inicios y creció con el paso de los años. Personalmente me han llegado muchos testimonios en este mismo sentido. La guerra civil y el franquismo debieron ser soluciones de emergencia frente a una situación de excepción. Al final sirvieron para que franquistas, en el sentido estricto del término, junto a no pocos falangistas, pactaran con rojos y socialistas la vuelta a la casilla de salida, es decir, la reinstauración de la monarquía liberal, revisada y aumentada en forma de una partitocracia parlamentaria. Los carlistas sentimos que esa operación fue una felonía. Un saludo, amigo.

Masivo, puestos a retroceder, puede vd fijar esa fecha en 1474, ó en 1479. Puede vd alegar que el movimiento comunero estaba impregnado de un fuerte componente de rechazo del modelo de monarquía autoritaria, aunque mixta y templada por los cuerpos intermedios, de los Reyes Católicos y que ellos, los comuneros, estimaban contrario al modelo tradicional de la monarquía castellana. Amigo, no se embolique. La monarquía tradicional española, con transformaciones, evoluciones e, incluso, involuciones, subsiste mal que bien hasta 1833. El proyecto renovador de don Carlos V, que había sido esbozado desde el Manifiesto de los Persas, termina fracasando porque lo impiden Fernando VII y la usurpación de 1833. Saludos, amigo.
22/09/24 3:53 PM

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19.09.24

Sofía Juste, directora de la Fundación Golfín: "Facilitando un embarazo feliz, se salvan bebés"

Sofia Juste, casada con Ángel Pedrós tienen 6 hijos de entre 12 y 25 años. Estudió Magisterio y Psicología y ha trabajado durante 13 años como orientadora de colegios, un trabajo precioso que le llenaba mucho. Pero lo que realmente siempre ha querido era trabajar en una Fundación, ya que desde los 18 años, cuando se fue de misiones, nunca ha dejado el mundo del voluntariado (unas etapas de su vida con mas dedicación que otras, en función del tiempo disponible). En el momento actual, trabaja en la Fundación Golfín y dedica su tiempo libre a Proyecto Amor Conyugal. Está muy ocupada, felizmente ocupada “salvando” bebés en el trabajo y ayudando a matrimonios en su tiempo libre y, por supuesto, con su marido y sus hijos.

Háblenos de cómo nace la Fundación Golfin y con qué objetivos…

Responde Mónica López Barahona, fundadora y vicepresidenta de la fundación:

La Fundación Golfín nace para cubrir la necesidad de acoger y acompañar, durante la gestación y un año después de nacer su hijo, a mujeres con un embarazo no deseado con riesgo de aborto provocado y en una situación de desamparo, exclusión social, etc.

En España se producen más de 100.000 abortos provocados al año. El aborto ha pasado de ser un delito contra las personas, reconocido en el código penal, a ser un derecho de la mujer. Esta realidad lleva a abrir la puerta a un auténtico genocidio de vidas inocentes y a las secuelas físicas, espirituales y psicológicas que la práctica del aborto deja en la madre.

La Fundación toma el nombre del apellido del primer Obispo de la diócesis de Getafe: Mons. D. Francisco Golfín, pues nace adscrita a esta diócesis a través de una de sus parroquias (la parroquia del Santo Cristo de la Misericordia). Su órgano de gobierno es un patronato (formado por Javier Siegrist, Mónica López Barahona, Gloria Juste, Camilo Travesedo y Luis Zayas), con una dirección general y con el apoyo de una congregación religiosa: las siervas de la Pasión que aceptaron apoyar el proyecto desde el momento en el que se les presentó.

Los objetivos con los que se constituye son:

-Ofrecer una alternativa al aborto a mujeres con un embarazo no deseado.

-Acoger en un Hogar de vida a estas mujeres dándoles alojamiento, manutención, acompañamiento psicológico, médico y espiritual durante su embarazo y a lo largo de toda su estancia.

-Ofrecer como posibilidad continuar en este régimen de acogida hasta que el hijo cumple un año.

-Ayudar en la búsqueda de empleo a la mujer embarazada y una vez ha tenido el hijo.

-Acompañar a la mujer y su hijo en la búsqueda de alojamiento y empleo cuando se cumple el tiempo para salir del Hogar de vida.

-Acompañar y favorecer la adopción del recién nacido cuando las circunstancias así lo requieren.

¿Qué supone para usted ser la directora de la residencia y cuál es la labor diaria en el trato con las residentes?

Responde la directora, Sofia Juste Picón:

Cuando me llamó el presidente de la Fundación, el padre Javier Siegrist, para plantearme trabajar en el Hogar de Vida (recurso que yo ya conocía porque en esa época trabajaba de voluntaria como Psicóloga en Red Madre y acababa de derivar a una madre al Hogar), prácticamente no le dejé terminar cuando me quería contar las condiciones del puesto; estaba tan entusiasmada con el trabajo que dije que sí antes de que terminase de hablar. Y no me equivoqué, llevaba tiempo rezando por un trabajo así y puedo afirmar, años después, que es efectivamente el trabajo más bonito del mundo.

Ya llevo casi 8 años y sigo con el mismo entusiasmo, porque, además de lo enriquecedor, gratificante, maravilloso y todos los calificativos que puedan surgir de lo que supone trabajar con madres embarazadas en situación de exclusión social, cada una con su historia y todas ellas con su valentía, surgen retos cada día.

Empezamos con un piso en Boadilla donde teníamos capacidad para tres madres, pero a los pocos años estábamos buscando una residencia para poder crecer porque teníamos ya lista la espera y era muy doloroso tener que decir a tantas madres que no teníamos plaza. Ahora que acabamos de hacer en septiembre dos años de estar en la residencia, tenemos otro nuevo reto: los pisos de autonomía.

Al cumplir el primer año de vida del bebé, deben abandonar la residencia para dar paso a otra madre en situación de vulnerabilidad. Para facilitar esta transición, estamos trabajando en la construcción de pisos de autonomía en la parcela contigua. En estos pisos, las mujeres podrán mantener sus empleos, ya que les facilitamos el poder dejarnos a sus bebés durante su jornada laboral. Además, recibirán nuestro respaldo para aprender a vivir solas, creando un puente entre su estancia en el Hogar y su independencia.

¿Cuántas madres tienen actualmente acogidas en la residencia y cómo fue su proceso de selección?

Responden Inmaculada Casado (psicóloga) y Aurora Vallejo (trabajadora social):

Actualmente tenemos acogidas a 15 madres. De estas 15 madres, han nacido ya 11 bebés y 4 de ellas están embarazadas (una de ellas embarazo gemelar); en estos momentos además, hay 3 menores de 4-5 años acompañando a sus madres (una de nuestras diferencias con respecto a otros recursos, es que si la mujer embarazada tiene además otro/os hijos nacidos de hasta 6 años, los acogemos también).

La solicitud puede ser derivada por los servicios sociales, entidades de la red maternal, Red Madre, Adevida, Cáritas, parroquias, o por la propia interesada a través de la web de la fundación.

Una vez recogidas esas solicitudes priorizamos los casos, no tanto por el orden de llegada sino por las necesidades, situaciones personales y familiares y principalmente los casos de posible riesgo de aborto. La psicóloga y la trabajadora social realizamos una entrevista con la interesada para profundizar sobre la situación sociofamiliar; además, mantenemos una coordinación directa con la persona que la deriva.

El punto común a todas ellas es la falta de apoyo por parte de las parejas e incluso de las propias familias ante la noticia del embarazo, mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar y por parte de la pareja, son mujeres además con trabajos precarios, y situación socioeconómica de extrema vulnerabilidad, así como con dificultades para la crianza de sus hijos y escasa (e incluso en algunos casos nulo) red de apoyo.

¿Por qué es importante que estas madres en riesgo de abortar puedan residir en comunidad durante un tiempo?

Responden la directora y Gloria Juste, miembro del patronato:

Muchas de nuestras madres en el hogar de vida vienen de tener unas circunstancias dolorosas. Algunas de ellas no han tenido nunca un hogar en su vida. Por eso, además del alojamiento totalmente gratuito y de apoyarles en sus necesidades más básicas, nuestra misión es que se sientan acompañadas, queridas, importantes, tanto ellas como sus hijos , muy necesarias en nuestra sociedad y con mucho que aportar. Su vida y la de sus hijos IMPORTA y haremos lo posible porque así lo sientan. Queremos que se sientan como en un hogar (de ahí el nombre, Hogar de Vida) porque se lo merecen, porque han sufrido mucho y son unas valientes por seguir adelante con su embarazo a pesar de sus dificultades, que las tienen, y muchas.

Además, les enseñamos a convivir y aprender a llevar una casa, compartiendo las tareas diarias, ya que entre todas se encargan de limpiar la residencia y de cocinar; hay turnos asignados y cada una los tiene que llevar a cabo. Se organizan entre ellas, y en caso de que una no pueda por algún motivo, le cambia el turno a otra. Fomentamos así su responsabilidad y compañerismo, aunque a veces hay alguna que otra situación más tensa, como podría pasar en cualquier familia…

¿Cuál es la labor de las religiosas que allí residen?

Contestan las religiosas Cristina, Domitila y Jacinta:

Las Religiosas Siervas de la Pasión somos mujeres que, motivadas por la llamada de Jesucristo, ponemos nuestra vida e ilusión en defender el derecho a la vida integral del no nacido. Este fue el origen de nuestra familia religiosa que inició Teresa Gallifa Palmarola a finales del siglo XIX, dócil a la voluntad de Dios.

Nuestros objetivos son fundamentalmente tres:

-Procurar, de forma audaz y creativa, la defensa de la vida natural del niño y su incorporación a la Iglesia a través del Bautismo.

-Atender de forma integral a las futuras madres y a las que ya lo son, sometidas a situaciones personales o sociales especialmente difíciles.

-Cuidar a los enfermos, tal y como hizo Teresa Gallifa arriesgando su propia vida.

En el Hogar de Vida, nos ocupamos del acompañamiento a las madres en el día a día, ya que vivimos con ellas en la residencia. Estar con ellas las 24 horas al día hace que tengamos un trato familiar con las madres que acogemos. Somos conscientes de la dificultad que tienen en conciliar trabajo y familia , y por ello las ayudamos con sus hijos, cuidándolos durante su jornada laboral en los momentos en los que no contamos con voluntarias, las acompañamos al hospital cuando lo necesiten (de día o de noche) y nos encargamos de supervisar que cumplen sus encargos de cocina y limpieza con sus turnos asignados.

También nos ocupamos de su vida espiritual: les damos catequesis a las madres que quieren bautizar a sus hijos, les animamos a asistir a Misa y les facilitamos participar en un grupo de Oración de Madres (Mothers Prayers) acompañadas por un grupo de madres que viene a la residencia cada primer lunes de mes.

¿Cómo es el proceso de reinserción y reincorporación a la vida laboral?

Contestan Inma y Aurora:

Desde el momento en que la madre entra en la Residencia la Trabajadora Social y Psicóloga elaboran una intervención individual con cada una de ellas. La gran mayoría de las mujeres que acogemos son mujeres migrantes, en situación irregular. Uno de los objetivos que trabajamos con ellas es regularizar su situación y para ello se las orienta en todos los procesos necesarios para lograr que obtengan su documentación y permiso de trabajo. Es un proceso que lleva su tiempo pero un gran número de mujeres que inician este proceso, salen de la residencia con su documentación.

Otro de nuestros objetivos es que durante el tiempo que estén con nosotras en la Residencia puedan ampliar y mejorar su formación, formación que les ayude a su incorporación laboral. Algunas de las mujeres que acogemos, tiene estudios superiores realizados en su país de origen; en estos momentos, más de la mitad de las mujeres que tenemos acogidas han finalizado estudios superiores, los han iniciado (aunque no han llegado a terminarlos) o tiene bachillerato finalizado. Para nosotras es muy importante poner en valor estas capacidades y por ello las orientamos y apoyamos en la homologación de sus estudios .

Todas las mujeres acogidas obtienen el carnet de manipulación de alimentos. Gracias a la colaboración con Fundación Altius han realizado cursos de ayudante de cocina que les ha ayudado en su inserción laboral.

Gracias a la Casa de ejercicios de Cristo Rey y a la Heladería Bibí e Bibó principalmente, nuestras madres encuentran su oportunidad laboral.

Concluye Sofía Juste:

No quiero terminar esta entrevista sin invitaros a conocer nuestra pagina web: www.fundaciongolfin.org y sin dejar de hacer un especial agradecimiento a nuestras voluntarias; sin ellas, este trabajo tan bonito no sería posible. Gracias, gracias, gracias… millones de gracias queridas voluntarias.

Ya por ultimo, un llamamiento: si deseas colaborar con nosotros para hacer realidad este sueño y poder crear los pisos de autonomía, puedes hacer una transferencia a esta cuenta de La Caixa ES3021001448840200906648 a nombre de la Fundación Golfín.

Cualquier aportación es valiosa y contribuirá a mejorar la vida de estas mujeres y sus hijos, no podríamos llevar a cabo esta bonita labor sin ayuda económica…os necesitamos. ¡Gracias por tu interés y apoyo!

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Generalife.
Lo que hay que hacer ,buscar soluciones y no matar. Una iniciativa muy buena que salva vidas inocentes e indefensas
19/09/24 8:58 AM
  
M.M.T.
Bueno, me da lo mismo que matar a un niño gestante sea un derecho, es pecado y no se puede hacer, no se puede matar a nadie y menos a un niño en desarrollo gestacional.
La ley divina está por encima de la ley humana.
No se puede matar a un niño gestante y la vida hay que defenderla desde la concepción hasta la muerte natural.
Felicidades a quienes colaboren en dar una formación integral a la madre, tanto física como espiritual porque solo con Dios es posible esta inmensa tarea.
19/09/24 3:16 PM
  
Morella
Bendiciones por esa maravillosa y necesaria labor en favor de la vida, de la acogida y del perdón misericordioso en el amor.
Oro por esa labor en favor del Amor y de solidaridad humana.
Morella.
03/10/24 12:37 PM

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18.09.24

Carles Ros: "Mantener vivo el amor conyugal y la fidelidad es clave para superar crisis matrimonial"

Carles Ros Arpa. Casado y padre de dos hijos y dos hijas. Licenciado en Derecho (UB) y licenciado en Ciencias Religiosas (ISCREB). Secretario de Administración Local. Miembro del Secretariado General de la Corriente Social Cristiana. Autor de artículos de opinión en prensa y digitales. Participa en X Twitter: @ros_arpa sobre temas de actualidad, en particular acerca de la cultura actual sobre el amor y la sexualidad.

La conferencia tendrá lugar mañana jueves a las 19, 30 en el salón de actos de la iglesia Santa María de Montealegre en Barcelona.

¿Cuáles han sido las principales ideologías que han atacado a la familia y el amor conyugal?

Primero fue el marxismo. Marx identifica el matrimonio como “una forma de propiedad privada exclusiva”, y Engels considera la monogamia “una forma de esclavitud de un sexo por el otro". Su incoherencia de partida se ha transmitido al conjunto de la izquierda: proponen una sociedad basada en el comunitarismo, pero atacan la comunidad básica, que es la familia natural.

Freud cae en otro reduccionismo nefasto: reduce el amor a una sublimación del instinto sexual. Freud ejerce gran influencia en los ideólogos de la revolución sexual de medianos del siglo XX.

Y luego Simone de Beauvoir, que afirma que “La mujer no nace, se hace”. Para ella todo lo femenino es un producto cultural construido socialmente. Incluso el instinto maternal de la mujer es el resultado de la educación y la cultura. Beauvoir sienta las bases de la ideología de género, que hoy domina en nuestra cultura.

¿Qué aspectos del orden natural se han cuestionado?

Hoy se cuestiona todo, incluso que nuestro cuerpo condiciona la esencia de nuestra persona. Se habla del “amor libre”, cuando el amor precisamente consiste en tejer vínculos personales y crece con estos vínculos.

Se identifica la libertad con la falta de compromiso, y la felicidad con pequeñas islas de placer en medio de un mar de malestar y vacío existencial.

¿Hasta que punto es grave que se ataque la fidelidad o la indisolubilidad del matrimonio?

Atacar la fidelidad es atacar el núcleo del amor conjugal. Juan Pablo II dijo a los jóvenes que “el amor que no es para siempre no es amor de verdad". Un amor con condiciones, un amor no dispuesto a luchar contra las dificultades propias de la vida, contra el desgaste que inexorablemente ejerce el paso del tiempo, no es un amor pleno porque es un amor con reservas.

Mantener vivo y fuerte el vínculo es una consecuencia natural de la promesa de amor de quienes se quieren de verdad.

¿Cuáles son los principales problemas que suelen tener los matrimonios en la actualidad?

Muchos: viviendas pequeñas, sueldos bajos, decidirse a tener hijos y luego la dificultad de educarlos en un entorno desfavorable… Aun así, no creo que tengan más problemas que hace 50 o 60 años, pero hoy somos más individualistas y menos fuertes para afrontar las dificultades. Romper el vínculo parece la salida más fácil, pero en la mayoría de los casos no es la única salida ni la mejor para la pareja y para los hijos.

¿Cuál es el principal antídoto para superar estas dificultades?

Mantener vivo el amor conjugal, y ser fiel al compromiso matrimonial. El día de la boda no se dicen: “te querré mientras no me canse de ti, mientras seas así de guapa/o, mientras no encuentre a otro que me guste más que tú, mientras la relación sea una balsa de aceite y no topemos con un problema grave…”

¿Cómo ayuda la oración y la visión sobrenatural?

Creo que es cierto que la familia que reza unida permanece unida. Hoy en la Iglesia Católica surgen movimientos y corrientes que ayudan a vivir la gran potencia espiritual y salvífica del sacramento del matrimonio, de la cual los propios cónyuges cristianos somos poco conscientes. Un gran ejemplo es el “Proyecto de amor conyugal”.

https://proyectoamorconyugal.es/

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
maru
Opino igual, el amor tiene que ser para siempre, a no ser que surja en medio un fuerte condicionante, ,pero entonces, por parte de alguno de los dos, ya no existiria amor.
18/09/24 12:40 PM
  
Luisfer
La visión habitual del comunismo respecto al matrimonio como herramienta de posesión choca con los celos de alguna que otra amiga comunista en lo que respecta a su marido!! Una cosa es la teoría del alcohólico Marx y otra su novio o marido!!!
Ello, no obstante, lo de que un amor es para siemre no es amor, rechina bastante porque todos sabemos que lo que cambia la vida y los sentimientos.
El amor es lo que cada uno siente y construye, no lo que un Papa intenta definir desde la inexperiencia.
18/09/24 5:09 PM

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17.09.24

P. Martín Rubio: “La autoridad que no actúa según el orden moral se hace ilegítima y hay que resistirla”

P. Ángel David Martín Rubio. Nacido en Castuera (Badajoz): 29-septiembre-1969. Ordenado sacerdote en Cáceres: 29-junio-1997. Cursó los estudios eclesiásticos (1992-1997) en el Seminario Diocesano de Coria-Cáceres. Es licenciado en Geografía e Historia (Universidad de Extremadura, 1987-1992), en Historia de la Iglesia (Gregoriana de Roma, 1997-1999) y en Derecho Canónico (Pontificia de Salamanca, 2009-2012) y Doctor por la Universidad San Pablo-CEU (2010), donde ha sido profesor (2002-2008). Vicedecano y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia de Salamanca entre 2015 y 2018.

Actualmente es Deán-Presidente del Cabildo Catedral de la Diócesis de Coria-Cáceres y Canónigo Penitenciario, Vicario Judicial, Capellán del Santuario de Nuestra Señora de la Montaña (Cáceres) y Profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Virgen de Guadalupe, del Instituto Teológico San Pedro de Alcántara del Seminario Diocesano de Cáceres y de la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia de Salamanca. Es autor de varios libros y numerosos artículos, muchos de ellos dedicados a la pérdida de vidas humanas como consecuencia de la Guerra Civil española y de la persecución religiosa. Interviene en jornadas, conferencias y medios de comunicación. Coordina las actividades del “Foro Historia en Libertad” y el Blog “Desde mi campanario” con reflexiones acerca de la historia, la teología y la actualidad inspiradas en el realismo y el sentido común del pensamiento filosófico perennemente válido, concorde con la concepción cristiana del mundo.

Le entrevistamos con ocasión de su participación en el curso que organiza Luz de Trento sobre la Política cristiana.

¿Qué supone para usted participar en este curso de política católica que organiza Luz de Trento al lado de otros destacados ponentes?

Como es lógico, resulta una satisfacción personal que los organizadores del curso hayan pensado en mí para desarrollar dos de los temas propuestos en un curso de tanto interés por su contenido como por la calidad de los demás ponentes. Al mismo tiempo una gran responsabilidad pues espero no defraudar la confianza depositada y poder aportar a las cuestiones sobre el trabajo, el orden económico y la educación la perspectiva histórica y canónica propia de mis estudios en el ámbito universitario.

¿Se puede hablar propiamente de política católica?

Los pronunciamientos del Magisterio pontificio acerca de la concordia que caracterizó a las relaciones entre la Iglesia y el orden político en la Cristiandad medieval y en sus pervivencias posteriores, han dado paso a un discurso eclesiástico que, por el contrario, lamenta la ruptura entre la Iglesia y la Modernidad. En ese contexto, es lógico que se plantee la pregunta que me hace y la respuesta es que la teología puede hacer las aportaciones que son necesarias en el ámbito de la comunidad política desde la fidelidad a la Revelación y al Magisterio perenne de la Iglesia. Esto sin olvidar que ninguna realidad temporal realiza en plenitud una beatitud que la Iglesia solamente espera de una intervención personal de su divino fundador al final de los tiempos.

¿Cómo sería la política según el orden querido por Dios?

Podemos enumerar dos principios al respecto. El primero, que la autoridad exigida por el orden moral emana de Dios y el deber de obediencia impone a todos la obligación de dar a la autoridad los honores que le son debidos, y de rodear de respeto y, según su mérito, de gratitud y de benevolencia a las personas que la ejercen (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1899-1900). Y en segundo lugar, que la autoridad no saca de sí misma su legitimidad moral y sólo se ejerce legítimamente si busca el bien común y si, para alcanzarlo, emplea medios moralmente lícitos. Cuando los dirigentes proclaman leyes injustas o toman medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no pueden obligar en conciencia. (cfr. ibíd., 1902-1903). La autoridad que no actúa según el orden moral y en orden al bien común, desatiende su fin propio y por ello mismo se hace ilegítima y los ciudadanos tenemos derecho a la resistencia (cfr. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 396-401).

¿Cuáles son los principales errores del pensamiento moderno y cómo han dinamitado el orden social cristiano?

Más que hacer un elenco de errores, habría que buscar el principio fundante de todos ellos, como hizo Donoso Cortés en su carta al cardenal Fornari (19-junio-1852) «sobre el principio generador de los más graves errores de nuestros días» y algo diremos de esto más adelante al hablar de la relación entre filosofía y teología. Por ahora podemos sintetizar tres cuestiones que se refieren más directamente a la relación entre la Iglesia y la comunidad política.

En primer lugar, la reivindicación del naturalismo político a partir de una consideración de las realidades temporales que lleva a otorgar a la comunidad política una condición de por sí autónoma.

En segundo lugar, y sin entrar aquí en la cuestión acerca de las dificultades que el proclamado derecho a la libertad religiosa supone a la luz del Magisterio anterior, basta constatar que el lenguaje eclesiástico al respecto se diferencia netamente del precedente al Vaticano II. Una vez producido el cambio de discurso, nos encontramos con la incapacidad para una fundamentación objetiva del bien común y de los valores trascendentes sobre los que se construye una comunidad política.

Por último, la consagración del pluralismo en el ámbito de la teología hace imposible la formulación de un discurso teológico-político, limitándose las expresiones en este campo a una vaga formulación de buenos deseos a retaguardia de la evolución progresiva del mundo contemporáneo. El entonces Obispo de Cuenca, D. José Guerra Campos, demandaba en un escrito publicado en el Boletín Oficial de su Diócesis en 1988 una nueva formulación de la doctrina social de la Iglesia porque después de haber dado por bueno el pluralismo permisivista se conformaba con reaccionar contra algunas de sus consecuencias: «Las incoherencias de la predicación actual descubren la necesidad de reedificar la doctrina de la Iglesia».

¿Por qué las reacciones totalitarias no han hecho sino agravar el problema?

El profesor Orella se ocupará en el desarrollo del curso de esta cuestión que plantea de entrada la necesaria conceptualización de lo “totalitario” y que abarcará las diversas formas del socialismo, comunismo, fascismo y nacionalsocialismo.

Creo que la clave de la insuficiencia de estas posiciones radica en la última fundamentación hegeliana de estas formas de reacción contra el régimen liberal-democrático que estaba basado en el racionalismo empirista, especialmente de Locke, y en el que la voluntad y el poder del Estado proceden de la voluntad de los ciudadanos expresada en el sufragio. Esta visión individualista y empírica, es reemplazada a partir de Hegel por la consideración del espíritu universal como realidad primaria y creadora y esto lleva a reconocer en el Estado esa realidad primaria, representación del espíritu, de la nación o del poder, que existe y se justifica por sí mismo. De aquí arrancan las teorías estatistas o socialistas en las que el Estado se considera un poder absoluto que se atribuye la misión de organizar por entero la vida de la sociedad y de los hombres. También fascistas y nacionalsocialistas entroncan su concepción del Estado en las tesis hegelianas con influencias de la filosofía vitalista y existencialista propia de los inicios del siglo XX.

En cuanto a su incidencia en la cuestión que estamos tratando sin duda es muy distinto el proceso de derrota militar sufrido por los fascismos en la II Guerra Mundial que el desarrollo posterior del comunismo hasta desembocar en lo que se ha llamado “la extraña muerte del marxismo” (Paul Edward Gottfried). A partir de Gramsci y de la Escuela de Frankfurt la estrategia de acción política directa dio paso a una estrategia de acción cultural indirecta, fundada en un proceso de transformación de las mentalidades. De esta manera, si el socialismo fue la antítesis del liberalismo, la síntesis sería el magma en que nos movemos, una ideología común que va más allá de la superficial división entre derechas e izquierdas. Además hoy asistimos a la eclosión del wokismo que está imponiendo un nuevo paradigma sociocultural sobre el que se sostiene una civilización distinta a la precedente.

¿Cómo ha dañado a la Iglesia el hecho de que se hayan infiltrado los errores modernos en su seno?

Aquella concordia entre el sacerdocio y el imperio de la que habló León XIII (Inmortale Dei) otorgó una estructura diárquica a la Cristiandad hasta su crisis interna que dio paso a un proceso disolutorio de carácter revolucionario que no ha significado un simple cambio social para adaptarse a nuevas condiciones sino la destrucción de sus estructuras de civilización y su reemplazo por otras nuevas fundamentadas en el pensamiento propio de la Modernidad. El enfrentamiento entre las ideas revolucionarias, plasmadas en el orden sociopolítico impuesto por el régimen liberal, y la Iglesia dio paso al Concilio Vaticano II (presentado por algunos como un peculiar Antisyllabus) que sellaría el intento de reconciliación de la Iglesia con el mundo configurado a partir de la Ilustración y de la Revolución Francesa. En esta desconcertante pirueta late la opinión que atribuye a la Iglesia a una inadaptación a los avances del mundo, consistiendo su superación en un aggiornamento, una puesta al día o actualización que permitiría a la Iglesia encontrar su nuevo espacio. El resultado ha sido expresar la teología política en unos términos que son en buena parte equivalente a las categorías hoy hegemónicas y que se encuentran en las antípodas de aquella “concordia mutua” a la que aludimos al principio, que llenó de contenido a la Cristiandad y de la que hablaron en términos encomiásticos los papas hasta Pío XII.

Pero no basta referirse solamente a cuestiones doctrinales sino que hay que añadir un hecho práctico de enormes consecuencias para la vida social de los cristianos. Durante el siglo XIX y los primeros decenios del XX, la Iglesia había promovido una amplia expansión de la actividad pública, bien mediante la promoción de organizaciones políticas que se denominaban católicas e informaban su acción sobre la doctrina social de la Iglesia o bien mediante otras asociaciones sindicales, culturales, asistenciales… Pero las opciones tomadas después del Vaticano II han supuesto el desvanecimiento del asociacionismo católico no solamente en sus vertientes más estrictamente apostólicas (como la Acción Católica) sino en todo el ámbito de las organizaciones de carácter político y social. Así, previa su desnaturalización en posiciones tendentes al liberalismo o al socialismo, desaparecieron todos los partidos católicos. Es más, la Iglesia ha abdicado casi totalmente de la obligación de hacer frente, de manera efectiva, a la legislación contraria al derecho natural y de favorecer aquellas iniciativas que lo secundan, regulando para ello la acción civil del laicado y esta mentalidad se ha hecho dominante entre los propios fieles.

¿Cómo la vuelta a la sana filosofía y sana teología puede contrarrestar estos errores?

La explicación de las consecuencias que tiene para la teología el abandono de una sana filosofía la podemos encontrar enunciada en la encíclica Humani generis (12-agosto-1950) de Pío XII: «Descuidar, rechazar o privar de su valor a tantas y tan importantes nociones y expresiones que hombres de talento y santidad no comunes, con esfuerzo multisecular, bajo la vigilancia del sagrado Magisterio y no sin la luz y guía del Espíritu Santo, han concebido, expresado y perfeccionado para expresar cada día con mayor exactitud las verdades de la fe, a fin de sustituirlas por nociones hipotéticas y expresiones fluctuantes y vagas de una nueva filosofía, las cuales, como la flor del campo, hoy son y mañana caerán, no sólo es imprudencia suma, sino que convierte al dogma mismo en caña agitada por el viento» (Dz 2314).

A partir de las precisiones formuladas por el Pontífice en esta Encíclica no es posible sostener que la dogmática católica tenga los mismos nexos con todas las corrientes filosóficas. Tampoco basta con una afirmación genérica de la importancia de la filosofía si no se precisa qué sistema en concreto puede prestar un servicio apropiado para la exposición teológica. Es más, en el abandono del tomismo cabe reconocer una puesta en cuestión de los principios que llevaron a León XIII a darle preferencia (Aeterni Patris), especialmente el reconocimiento de la capacidad de la razón humana para conocer la verdad y de la teología para iluminar las verdades de fe en cuanto son inteligibles por analogía.

Como para la filosofía moderna (a partir del nominalismo) no hay acceso a la realidad externa esto desembocará en la reclusión de lo religioso en el ámbito de la inmanencia siendo el sentimiento la fuente de toda la religión. Quienes han aceptado estos planteamientos aplicados a la reflexión teológica, se han instalado en un fundamento subjetivo abandonando los dos quicios del realismo filosófico-teológico: la trascendencia de Dios y el carácter sobrenatural de la fe. El pluralismo teológico indiscriminado (que no hay que confundir con la tradicional distinción de escuelas o corrientes) estima que las fórmulas no expresan el contenido ontológico de la verdad y acaba desembocando en un relativismo dogmático.

Por todo ello se hace necesaria la elaboración de un discurso teológico que, partiendo de la consideración de la Revelación como un depósito de contenidos objetivos, cognoscibles y susceptibles de expresión perenne, recurra a los criterios de conocimiento definidos por el realismo aristotélico-tomista para así superar la incapacidad que se atribuye al hombre para conocer la verdad y expresarla (agnosticismo gnoseológico y egologismo).

¿Cuáles son los fundamentos políticos del orden social cristiano?

Podríamos resumirla en pocas palabras diciendo que, no solamente los actos y comportamientos individuales de los ciudadanos sino la misma estructura política de la comunidad ha de estar subordinada eficazmente al orden moral que se deriva de la Revelación y por lo tanto, se contiene en la Sagrada Escritura y en la Tradición, y es propuesto por el Magisterio de la Iglesia. Este fundamento sobrenatural es radicalmente opuesto a los sistemas constitucionales modernos según el cual el poder procede del hombre y nada tiene que ver con Dios ni con una moral objetiva. Si, además, tales presupuestos son adoptados por personas que se dicen creyentes se incurre en lo que puede llamarse con toda propiedad heterodoxia política pues al negar la dimensión teológica en el plano político se renuncia a reconocer las exigencias éticas del obrar político, considerando a la religión como asunto válido para los actos privados e irrelevante para los de dimensión social.

¿Qué enseña la Iglesia acerca de las diversas formas de gobierno?

La Teología moral enseña que los principales deberes de los ciudadanos corresponden a cuatro aspectos: la patria; la forma de gobierno; los gobernantes y la sociedad política en general. Las formas de gobierno se pueden clasificar según la clásica división tripartita (monarquía, aristocracia y democracia), con sus correspondientes degeneraciones o según la esencia misma de los fenómenos políticos (como el principio de la soberanía y su ejercicio).

Aunque puede existir una vinculación histórica entre una determinada forma de gobierno y una nación concreta que la convierta en especialmente adecuada para ella, filosóficamente y en abstracto, las formas de gobierno son accidentales, ya que todas ellas pueden ser buenas o malas, según el encauce y orientación que reciban. Así, la Iglesia ha declarado con frecuencia por boca de los Sumos Pontífices, que es indiferente a las distintas formas de gobierno mientras sean justas y tiendan al bien común.

Santo Tomás recogió la clasificación aristotélica según la cual la monarquía es la mejor forma de gobierno pero considera que la supera una forma compleja en que se armonicen la democracia en los grupos corporativos de la sociedad, la aristocracia en las altas funciones de gobierno y de defensa y la monarquía en el supremo ejercicio del poder. Esta fue la tendencia en el régimen político que se fue formando en la Cristiandad.

Además de estas consideraciones, en las circunstancias históricas concretas en que nos encontramos, hay que mencionar a los numerosos representantes del pensamiento sociopolítico católico que han demostrado las deficiencias de la democracia no solo desde el punto de vista de los principios, sino también como mecanismo de participación y control del poder. La ausencia en el Estado constitucional de una autoridad que se sustente en una sustancia prejurídica, lejos de ser una garantía de respeto a las libertades y a los derechos humanos, deja a éstos inermes ante los vaivenes de la opinión pública sometida a grupos de presión. Por eso se ha hablado de «la ruina espiritual de un pueblo por efecto de una política», en expresión de Francisco Canals, referida a una forma de gobernar que constituye la aplicación práctica de un sistema erróneo de conceptos sobre la vida y sobre la sociedad. Cerrar los ojos a la conexión entre los procesos políticos y la descristianización que se ha producido en los últimos siglos y se ha acelerado en los últimos decenios sería negar la realidad.

¿Y en cuanto a la separación de la Iglesia y Estado?

Dada la naturaleza y la misión sobrenatural de la Iglesia, ésta es independiente respecto del poder civil, una independencia a la que se oponen las pretensiones totalitarias del Estado moderno que se erige como única fuente de poder y otorga a la Iglesia la consideración de una mera sociedad de derecho privado. Precisamente es en este contexto donde surge el problema de las relaciones entre ambas potestades que se ha tratado de solventar a través de acuerdos entre la Iglesia y el Estado en los cuales se regulan los respectivos derechos y deberes.

Ahora bien, esta cuestión tiene unas implicaciones más profundas: ¿el Estado debe profesar la religión católica e inspirar en ella sus leyes y fines de acción o, por el contrario, tiene que adoptar una posición que oscila entre la neutralidad o la positiva hostilidad? La respuesta a esta pregunta dada desde la teología católica y promovida desde la práctica por la Iglesia hasta fechas bien recientes sostiene que el Derecho y el Estado son sujeto capaz de una inspiración religiosa adecuada a su propia naturaleza. Por tanto, el Derecho positivo debe concretar un Derecho natural que se asienta en la suprema ley divina y el bien común que la autoridad civil reconoce como fin no es ajeno al destino sobrenatural del hombre sino que se debe ordenar a él. Influir con su moral propia en las leyes forma parte de la misión que Jesucristo confió a su Iglesia. Y, cuando deja de hacerlo, no solamente está renunciando a su esencia (el obrar sigue al ser) sino que está privando de su más auténtica definición al orden político como medio al servicio del bien común.

¿Qué condiciones tendrían que darse para el Reinado Social de Cristo?

La teología política que se elabora en un tiempo concreto tiene que confrontarse con un horizonte escatológico y metahistórico. ¿Qué nos dicen, por tanto, al respecto del reinado de Cristo la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia? En resumen: que la situación seguirá deteriorándose hasta llegar a su paroxismo, que la falsificación afecta no solamente a lo sociopolítico sino a lo religioso y que la restauración final tendrá lugar por Jesucristo. Es la misma enseñanza que se contiene en la respuesta de Jesús a Pilato: el Reino no viene de este mundo, ni es el fruto de las realizaciones de este mundo sino que es Cristo el que viene a este mundo a reinar (Jn 18, 36-37). Para argumentar estas tres afirmaciones recurrimos a los números 675 a 677 del Catecismo de la Iglesia Católica, unos textos que se distancian sorprendentemente del progresismo característico del entorno conciliar.

El enfriamiento de la caridad y la creciente apostasía son las señales que nos avisan de que tenemos que levantar la cabeza y avivar nuestra esperanza en la pronta intervención de Cristo (Lc 21, 28) mientras que los falsos mesianismos -progresistas o conservadores- no son sino una sucesiva reedición del mesianismo temporal o secularizado tantas veces reaparecido a lo largo de la historia bajo diversas formas. Por tanto, también los cristianos de comienzos del siglo XXI tienen que reconocer los signos de los tiempos (Mt 16, 3), sin esperar, al modo de Lammenais, una Iglesia reconciliada con los principios de la libertad moderna ni imaginar una democracia con valores. Pero sin esterilizar tampoco la propia acción religiosa y social al ver permanentemente frustrada una restauración que nunca acaba de llegar.

¿Por qué merece la pena apuntarse al curso?

Basta ver el enunciado de los temas que se van a desarrollar para que se suscite el interés hacia el Curso organizado por Luz de Trento pero la principal motivación debería ser la necesidad de formación religiosa que tenemos los cristianos en los diversos ámbitos y entre ellos no puede faltar el de la doctrina de la Iglesia en relación con las cuestiones políticas, sociales y económicas. No olvidemos que la oración, la lectura y la formación cristiana son cauces habituales por los que Dios nos da la sabiduría de reconocer su voluntad y de ponerla en práctica. Y Dios nos pide aquello que nos conviene al tiempo que nos da la gracia que necesitamos para poner en práctica lo que nos manda hacer.

Por Javier Navascués

16 comentarios

  
Urbel
El señor deán de Coria-Cáceres sería un excelente obispo. Basta con leer esta magnífica entrevista para entender lo poco probable de semejante nombramiento.

"... y la Iglesia dio paso al Concilio Vaticano II (presentado por algunos como un peculiar Antisyllabus) ..."

Don Ángel David es aquí muy discreto, como corresponde a su alta dignidad.

"El texto de Gaudium et spes desempeña el papel de un contra-Syllabus en la medida en que representa una tentativa de reconciliación oficial de la Iglesia con el mundo tal y como se presentaba desde 1789."

(Joseph Ratzinger, "Teoría de los principios teológicos", ed. Herder, Barcelona, 1985)
17/09/24 11:27 AM
  
Pedro de Torrejón
Efectivamente ; el padre Ángel David Martín Rubio sería un excelente obispo , requisito indispensable ,hoy día , para ser nombrado cardenal. Y una vez entrado en el Colegio cardenalicio; sería un excelente candidato a la sucesión de San Pedro.

No será así ,de ninguna manera , porque todos los sacerdotes , obispos ,y cardenales de la Iglesia ,con semejante lucidez mental y espiritual ; están siendo relegados por la Iglesia actual ,a un segundo , tercer plano. No interesa a las expectativas de nuevo orden de cosas pagano y anticristiano.

La Iglesia actual está blindada con el nuevo colegio de cardenales nombrado por el Papa Francisco. El ejemplo más significativo lo tenemos en la rápida ascensión del cardenal arzobispo de Madrid.
17/09/24 11:51 AM
  
teista
El naturalismo político nos lleva necesariamente a ser esclavos de Satanás y constructores de la pocilga del Diablo en vez de siervos y edificadores del Reino de Cristo.
17/09/24 12:11 PM
  
maru
Qué diferencia, pero diferencia abismal, entre este sacerdote y el defensor de los homos, James, y no digamos del Prefecto dicasterio doctrina de la fe. Vamos como del día a la noche , pero está visto quiénes suben hoy y quienes bajan .
17/09/24 12:34 PM
  
maru
Claro que sería buen obispo, cardenal y Papa. Pero estay visto que hoy, en la Iglesia, suben los mediocres y bajan los sabios y, además, fieles al Magisterio.
17/09/24 12:37 PM
  
José J. Escandell
Mi más cordial enhorabuena al P. Ángel David Martín Rubio. Me alegro de todos tus éxitos, rodeado de buenos amigos.
17/09/24 1:09 PM
  
Siro Sánchez Cebrián
Doy infinitas gracias al P. Ángel David Martín Rubio, un gran caballero, un valiente hombre y un inmaculado referente para todos los hombres y mujeres que deseamos vivir en paz con DIOS y al servicio de su Creación, a pesar de los numerosos defectos y pecados que nos acompañan diariamente.

Este héroe, en lucha feroz contra el pensamiento único dominante, siempre contará con la ayuda de Dios para poder seguir con su noble objetivo y no ser "llamado al orden" por los modernistas y buenistas.

DIOS, FAMILIA Y FE.
17/09/24 2:43 PM
  
Diácono Juan
He tenido la suerte de tener al P. Ángel David de profesor y actualmente de acompañarle en la Catedral de Coria como diácono. Me ha sorprendido y encantado su sabiduría en este campo de la teología política. Doy gracias a Dios por tenerle tan cerca. Espero poder comentarle que quieren hacerlo Papa y reirnos bien a gusto.
17/09/24 4:42 PM
  
franciscus
Increible, un trqdicional de tomo y lomo. Soy de os que va a miosa en la FSSPX y me he criado en el "tradicionalismo" más estricto, y lo que este cura dice coincide plenamente con lo que he creido y me han predicado toda la vida. Creo que todo esto no es más que fruto de la separación de aguas a que ha obligado el Papa Francisco (lo cual creo que es bueno) y a que la generación conciliar, prácticamente, haya desaparecido.
17/09/24 4:45 PM
  
Duke of the Keys
Siempre me llamó la atención la absoluta indiferencia de Jesús respecto a la política; y eso que habría temas muy llamativos a comentar respecto a la política del pueblo y el tiempo que le tocó vivir. Por ejemplo: su país estaba ocupado por una potencia extranjera, pero nunca dijo una palabra contra la ocupación romana; no sólo eso, cuando le obligan a pronunciarse sobre el pago de impuestos a Roma, básicamente dice: "paga y calla". Jamás dice: "el estado tendría que hacer esto o lo otro". Nunca dice una sola palabra contra la esclavitud, tan habitual en el Imperio Romano. Es más, cuando la multitud agradecida por la multiplicación de los panes y los peces, decide proclamarle rey, Él se escabulle y desaparece del lugar. Sólo le interesan tres cosas: Adorar a Dios, que las personas amen al que tienen al lado y la salvación de las almas. Así debería ser la política católica: Que los estados reconozcan la supremacía de Dios y le adoren, que sus habitantes vivan en paz y mutua ayuda y que no emitan leyes contrarias a los Diez Mandamientos.
17/09/24 6:27 PM
  
Cos
Gran entrevista. Ayudan mucho estos soplos de aire fresco en medio de la atmósfera viciada de vez en cuando.
17/09/24 10:21 PM
  
Jorge
Se ve que pose un juicio y una inteligencia sobresalientes, de una fe verdadera e inquebrantable.

Cabe precisar sin embargo, en el sistema constitucional de los EEUU, cuya forma de gobierno es el de una república, el poder no procede del hombre como un absoluto, sino que lo hace a través de la delegación dada por Dios a su criatura, al dotarla de derechos inalienables como el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad que el gobierno de los hombres tiene el deber de proteger; "siendo que el gobierno que instituyan los hombres, garanticen esos derechos a los gobernados. De lo contrario, si la forma de gobierno destruyera esos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, organizando sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad."

17/09/24 10:38 PM
  
Luis I. Amorós
La diferencia abismal de conocimiento teológico entre el deán del Cabildo de Coria-Cáceres y el prefecto del dicasterio para la doctrina de la Fe, en detrimento de este último, da ganas de echarse a llorar, pero muy en serio.
17/09/24 10:41 PM
  
María Sánchez
El Señor siempre nos envía siervos útiles, como el P. Ángel David y Javier Navascués.
Con las premisas establecidas en esta sustanciosa entrevista, destaco en ella estas palabras:

"El enfriamiento de la caridad y la creciente apostasía son las señales que nos avisan de que tenemos que levantar la cabeza y avivar nuestra esperanza en la pronta intervención de Cristo (Lc 21, 28) mientras que los falsos mesianismos -progresistas o conservadores- no son sino una sucesiva reedición del mesianismo temporal o secularizado tantas veces reaparecido a lo largo de la historia bajo diversas formas. Por tanto, también los cristianos de comienzos del siglo XXI tienen que reconocer los signos de los tiempos (Mt 16, 3)"

Que son claves para comprender en qué momento nos encontramos. Con una falsa iglesia campando a sus anchas.
Gloria a ti Señor Jesús.
El Señor viene.
18/09/24 7:05 AM
  
hornero (Argentina)
Excelente la entrevista y las respuestas.
No obstante observo que se ubican fuera del contexto mariano, según el cual los tiempos actuales avanzan de conformidad al triunfo del Corazón Inmaculado de María en el mundo. Esto plantea una perspectiva diferente.
19/09/24 9:46 PM
  
Pablo Martin Casaubon
La claridad, mesura y buena doctrina del P. Martín Rubio deberían convencernos de la imposibilidad de pactar con la democracia partidocratica que está destruyendo nuestros pueblos, más allá de eventuales avances y recuperaciones económicas. Este artículo debería ser de lectura obligatoria en los seminarios argentinos, por lo menos para que vean que el pobrismo no es la misión fundamental de la Iglesia.
20/09/24 1:44 PM

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16.09.24

Nayeli Rodríguez habla del III Congreso nacional de 40 días por la Vida con el lema “Reinaré en España”

Nayeli Rodríguez es coordinadora nacional de 40 Días por la Vida España. Nacida en México, se mudó con 11 años a España con su familia. Licenciada en Literatura por la UCM y Máster en Edición por la UAM, trabajó durante cinco años en la edición educativa. Actualmente se dedica a la tecnología tras cursar el Máster en Marketing en ICADE.

Además estudió el Máster de Bioética de la UFV con la Fundación Jerome Lejeune, actualmente cursa el Máster de Antropología Personalista de la Asociación Española de Personalismo a modo de formación con su compromiso provida.

¿Por qué han organizado el III Congreso nacional de 40 días por la Vida en Valladolid?

Este es el tercer congreso, los dos anteriores se celebraron en Madrid. El objetivo es reunir a los líderes de las distintas ciudades de España, va a ser un congreso itinerante, cada año será en una ciudad distinta. En este caso concreto es en Valladolid -ciudad que se presentó voluntaria para acoger el congreso- en la que existía la posibilidad de hacerlo en el Santuario Basílica de la Gran Promesa, tan significativo del sentido identitario de España. Ahora mismo es necesario crear unidad y recordar las raíces.

¿Por qué el lema Reinaré en España?

En este lugar tan emblemático fue donde Bernardo de Hoyos, con 20 años de edad, sacerdote en 1733, cuando estaba recibiendo la comunión tuvo una visión. Él pedía especialmente a Jesús que siempre estuviera muy presente en España y tuvo esta visión de Cristo respondiéndole: reinaré en España y con mayor veneración que en todas partes. Esto no es solamente una promesa sino también un llamado no solo a promover en España la devoción al Sagrado Corazón de Jesús sino especialmente a promover la fe.

¿Cuál es el hilo conductor de la temática a tratar en el congreso?

Precisamente es el sentido identitario o las raíces católicas de España, entender que somos todos uno, independientemente de la región en la que estemos. Somos esta hispanidad que nos une con todos los países de Hispanoamérica. Cuando se hizo esa gran promesa, España era mucho más de lo que tenemos hoy en consideración, se extendía por los países de Hispanoamérica y hasta Filipinas, por lo tanto consideramos que esa promesa es extensiva a todo ese territorio en el que nos une una misma fe, esa misma cristiandad. Debemos recordar nuestras raíces católicas y esa promesa que es a la vez un compromiso.

Por eso las charlas que hemos elegido, como la de la Virgen de Guadalupe, que se aparece en un contexto en el que la hispanidad está unida y envía un mensaje a la propia hispanidad. Además de ser patrona de los no nacidos se dice que es reina de México y emperatriz de América. Nosotros queremos llevarlo más allá, porque era todo uno y queremos recordar esa unidad que no es solamente España e Hispanoamérica sino de toda la Iglesia. Queremos enviar ese mensaje de unidad y sentir que en la diversidad podemos estar unidos.

Hay otra charla de la Madre Olga que es la inspiración de esta veneración del Sagrado Corazón relacionado con la vida, para aterrizar el mensaje a nuestra defensa de la vida habitual. Contaremos con la presencia de Lourdes Varela, que es coordinadora de todos los países de habla hispana. Entonces, es verdad que hay partes formativas más prácticas, pero ese es el hilo conductor, no solo dar herramientas si no que la defensa de la vida ancle con nuestra raíz identitaria y esa raíz está estrechamente unida a nuestra fe.

¿Con qué ponentes y testimonios van a contar este año?

Juan Manuel de Burgos, filosofo personalista porque la ciencia está del lado de los provida, se demuestra muy fácilmente cuando empieza la vida y es en la concepción. Pero parece que no termina de calar porque nos dicen que ese argumento no es suficiente y empiezan a separar el ser persona del ser humano y esto es muy arriesgado: se habla de que si el ser no tiene autonomía o conciencia…no es una persona aún.

Uno de los grandes exponentes del personalismo fue Juan Pablo II, que centra toda su reflexión filosófica en la persona y describe qué es la persona, porqué su valor infinito, porqué esa unicidad e irrepetibilidad, que va mucho más allá de la ciencia y aun así la ciencia está perfectamente alineada con esta concepción. Es un planteamiento holístico que tiene que ver con ese mismo tono del congreso que busca la unidad, diversidad de dimensiones en una unidad, además de dar la parte formativa filosófico-antropológica que necesitan nuestros voluntarios.

Otro ponente interesante es Alberto Bárcena, que es historiador y que nos va a dar ese análisis de cómo las distintas ideologías explican lo que estamos viviendo hoy y cómo tener y formar un sentido crítico para desmarcarse de ellas. Tenemos testimonios muy valiosos tanto de campaña como de vidas que se han salvado en una situación en riesgo de aborto.

¿Qué supone la presencia de Monseñor Argüello en la Misa inaugural en la Basílica?

Monseñor Argüello siempre nos ha apoyado mucho, es un regalo. Ya cuando era portavoz de la Conferencia Episcopal Española, en una rueda de prensa habló con verdad y nos defendió cuando había mucha persecución por nuestra labor. Es un obispo muy bueno y es un honor poder tenerlo en la misma inaugural del congreso, es motivo de gran alegría.

¿Cuándo se celebra el Congreso y quién puede participar?

Se celebra del 20 al 22 de septiembre y puede participar todo el que lo desee rellenando este formulario de inscripción.

¿Cómo se puede colaborar en el mismo?

Si no se puede asistir por el motivo que sea, quien quiera puede colaborar a través de la Asociación Chiara Corbella haciendo directamente una donación o adquiriendo productos de 40 Días por la Vida, pero, sobretodo, rezando por todos los asistentes para que el congreso dé muchos frutos.

Enlace a la asociación https://asociacioncorbella.es/

Tienda https://asociacioncorbella.es/categoria-producto/merchandising/

¿Cuál es el balance de este último curso en 40 días por la Vida España?

Durante la campaña de otoño del año pasado se salvaron cinco vidas, mientras que en la de cuaresma de este año han sido cuatro además de un trabajador de un centro de aborto que ha renunciado a su puesto. Sin duda el balance es positivo. Estos son los frutos que Dios nos permite ver pero no sabemos cuántos corazones ha tocado, solo los conoceremos cuando lleguemos al cielo.

¿Qué objetivos se proponen para el nuevo periplo?

Seguir creciendo y procurar que se cubran todos los turnos durante las campañas. A veces es muy costoso y hay quien tiene que doblar turnos para cubrirlos pero tenemos esperanza. En esta campaña se rezará también en Tarragona y Las Palmas de Gran Canaria, lo que nos hace ver que Dios va por delante suscitando la llamada a esta misión en más ciudades.

¿Por qué merece la pena participar en las campañas de 40 días para seguir creciendo y salvando vidas?

Por eso mismo, para salvar vidas. Tenemos que concienciar, primero a los cristianos, de que defender la vida es nuestro deber. La vida es un don de Dios, no tenemos derecho a terminar con ella cuando nos convenga, por no hablar del sufrimiento tan terrible de los bebés que son abortados, o de las madres que quedan destrozadas, aunque muchas veces se quiera negar esta situación. Es necesario que nos vean rezar para que la sociedad sea consciente de la gran masacre que está ocurriendo de manera silenciosa. Y es necesario para que aquella mujer que se acerca sepa que hay otra salida, hay otra opción que no implica matar a un ser humano.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Antonio Martín olmedo
El aborto es un gran pecado q pesa sobre toda la humanidad .q el señor.nos perdone porque no sabemos lo aquezemos .la campaña de 40 días salva la vida de los bebés . ayuda a las mamás . también muchos trabajadores de las clínicas se convierten .y abortorios cierran sus puertas . La oración y el ayuno . tienen un gran poder.son nuestras herramientas . Gloria a Dios .un saludo a todos los voluntarios.desde Tarragona .
16/09/24 2:12 PM
  
Urbel
Reinaré en España fueron las palabras de Nuestro Señor al Padre Hoyos en la Gran Promesa.

Reino en España fueron las palabras inscritas en el monumento nacional del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles.

Reiné en España son las palabras que ahora habría que escribir, desde la apostasía constitucional de 1978.
17/09/24 11:29 AM

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