20.11.23

La posmodernidad en jaque, debate entre C. S. Lewis y Vattimo, un libro de Julio Borges y Javier Ormazabal

Julio Borges Junyent es Doctor en filosofía por la Universidad Santo Tomás, tiene una maestría en el pensamiento de Joseph Ratzinger en la UNIR, Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Oxford y Maestría en Filosofía política en el Boston College. Adicionalmente, fundó el movimiento Primero Justicia y fue presidente del parlamento de Venezuela.

Javier Ormazabal Echeverría es graduado en Filosofía y Literatura por la Universidad de Navarra. También es maestrando en Filología Antigua por el Instituto Polis de Jerusalén y en Educación Secundaria por la Universidad Internacional de La Rioja. Actualmente, sus estudios se centran en la estética neoplatónica y en la recuperación contemporánea de los trascendentales.

En esta entrevista analizan conjuntamente el libro que han escrito entre los dos: La posmodernidad en jaque de la editorial Letras Libres.

¿Cómo podríamos definir la posmodernidad y por qué consideran que está en jaque?

Bueno, la palabra posmoderno, posmodernidad se usa todos los dias de miles de maneras diferentes. Eso ya de suyo es bastante posmoderno jajaja, esa ambigüedad. Sin embargo, nosotros pensamos que hay unos rasgos que pueden dar una idea más clara de por qué nuestro mundo contemporáneo es ya posmoderno, es decir, posterior a las banderas de lo que se consideró como modernidad: en primer lugar y de manera central vivimos en una época donde la razón, lo razonable, lo necesario, perdió toda centralidad. De ser el sol del mundo, la razón es hoy una pequeña vela parpadeante en la oscuridad. Ambos extremos son exagerados y hay que buscar un equilibrio: ni sol ni vela. Lo segundo, se refiere al sentido del sujeto, del individuo, que también deja de ser el protagonista de la película de la historia y pasa a ser un extra donde su identidad, su voluntad y su razón son débiles.

Por eso la noción de persona se debilita también: ya no se trata del individuo racional, soberano y denso frente a la vida, sino de una brizna de paja en el viento, una cúmulo de historias y narrativas, un amasijo de vivencias. En tercer lugar, está el tema de la historia. La posmodernidad dinamita la noción de una historia humana lineal hacia un fin y más bien defiende una babel de miles de miles de historias plurales y todas en el mismo campo horizontal. De allí que la noción de progreso, que caracterizó a la modernidad, se desinfle en la posmodernidad. Por último, está la prevalencia de lo local y lo diferencial sobre lo universal, lo natural, lo igual. En cuanto a por qué está en jaque, es lo que queremos mostrar en el libro a través del sentido común y los argumentos que nacen del contraste.

¿Por qué decidieron abordar el tema confrontando el pensamiento de C.S. Lewis con el de Gianni Vattimo?

Ambos pensadores son críticos ante los excesos de la modernidad, esos excesos se ven claramente en el siglo XX tras dos guerras mundiales, el holocausto y los gulags. En este sentido ambos son posmodernos porque hacen un juicio interesante de las pretensiones excesivas de la modernidad. Pero al mismo tiempo son dos pensadores muy diferentes. Lewis es escritor, crítico literario y filósofo. Su paso del ateísmo al cristianismo es un proceso intelectual y vivencial muy interesante para cualquier ser humano contemporáneo. El mérito de Lewis es que es como una actualización, en términos apps, de la filosofía clásica. Es filosofía clásica 3.0 sin pretensiones académicas y por eso es uno de los autores más leídos del mundo. Por su parte, Vattimo sí es un autor académico, difícil de leer, pero de una enorme resonancia en la vida actual. Su pensamiento débil es un absoluto referente en el mundo actual: el nihilismo, la nada, la ausencia de certezas, vivir soñando sabiendo que se sueña y que todo es ilusión…

Ambos pensadores son críticos a la modernidad desde diferentes puntos de vista… ¿Cuáles son sus puntos de desacuerdo?

A pesar de que comparten una parte importante del diagnóstico de la enfermedad del hombre moderno, la medicina que prescriben es muy diferente. Hay varios temas muy apasionantes para debatir: por ejemplo, la visión que cada quien tiene de la religión y de la figura de Cristo. Pero siendo más concretos, hay un aspecto en el cual los caminos de ambos pensadores se bifurcan de modo importante, y es el relacionado a cómo se entiende la razón. Para Lewis, la razón existe más allá del cerebro humano, hay una razón que nos trasciende, el logos, origen y sostén del cosmos. En cambio, para Vattimo, la razón es totalmente inmanente. La verdad es un producto de la historia, del aquí y del ahora, una verdad construida y amasada por la pluralidad cultural, el consenso, la persuasión, la retórica y los intereses utilitarios. En cambio, para Lewis, la verdad no se construye como un artefacto, sino que se lee, se descubre, se logra comprender a partir del aquí y del ahora, pero con una vocación de ser universal.

¿Por qué es más coherente atacar la modernidad desde la cosmovisión cristiana de C.S. Lewis, aunque no sea católico, que desde el pensamiento inmanentista de Vattimo, aunque se diga cristiano?

Gianni Vattimo se define a sí mismo como catocomunista, es decir católico, comunista y activista de los derechos de la comunidad gay. Es difícil pensar en alguien tan representativo del momento que vivimos donde todo es posmodernamente mezclable, deconstruible y rearmable. En este sentido, Vattimo está más en sintonía con los tiempos, y por tanto nos pareció interesante exponer su visión y ver cómo Lewis podría argumentar de un modo distinto qué significa ser cristiano. De hecho, el libro de Lewis, Mero Cristianismo, es un intento de exprimir el núcleo de lo que significa ser cristiano más allá de las diferentes iglesias. De esta manera, lo interesante es lograr una conversación entre lo que no cambia, desde el ángulo de Lewis, contra lo que simplemente fluye, se construye, se fabula, desde el ángulo de Vattimo. Pues para Vattimo, ser católico no significa ni siquiera creer en Dios, sino se trata simplemente de una narrativa que se prefiere, que gusta, que emociona entre otras narrativas. Es como un traje que me pongo porque me gusta, me luce, no porque crea en Dios o en Cristo.

Para algunos puede sonar estrafalario, pero si lo pensamos bien, ¿no hay un número enorme de cristianos culturales que viven dentro de esa película, no por creer en Dios o practicar una fe, sino por ser una narrativa inercial, cómoda, prêt-à-porter? Volviendo a la pregunta, el mundo actual siente (y subrayamos la palabra siente porque todo se trata de cómo lo sientes) que Vattimo expresa mejor ese confort, esa zona gris y ambigua donde todos podemos ser todo lo que queramos. Por su parte, Lewis expresa una visión distinta: ser humano es llenar, desarrollar, perfeccionar libremente una naturaleza dada como regalo por Dios. En definitiva, se trata de entender la libertad como algo que me lleva a mi plenitud (en términos de Lewis, como respuesta a la posmodernidad) o como la capacidad de hacer lo que quiera (como respuesta a la posmodernidad en términos de Vattimo).

¿Qué es el pensamiento débil y cuáles han sido sus influencias filosóficas?

El pensamiento débil es la bandera que Vattimo y un grupo de pensadores enarbolan desde hace 50 años. Nace como una respuesta a un mundo moderno pero violento a causa de las guerras, el capitalismo, la metafísica y la religión. Toda esta violencia tiene su origen en un ser humano que tiene la pretensión de la verdad a través de la razón. Para el pensamiento débil, lo que se ha llamado “verdad” a lo largo de la historia no es otra cosa que imposición por parte del poderoso a través de la violencia. Por lo tanto, el pensamiento débil busca quitarle las armas violentas al ser humano: la razón, la verdad, la metafísica, la religión, para que, una vez desarmado, entienda que es un animal menos racional de lo que cree porque no existe la verdad, ni la trascendencia, ni lo universal. No somos gigantes en la película de la historia, sino enanos en un circo.

Filosóficamente, Vattimo tiene una enorme influencia proveniente de Nietzsche y de Heidegger; particularmente, la idea de la muerte de Dios y, por tanto, la realidad de un mundo sin sentido ni verdad. Lo interesante es que, mientras para la mayoría de los pensadores este vacío, esta nada, el nihilismo, es motivo de angustia y desesperación, para Vattimo es la gran oportunidad para lograr la libertad humana. Es una visión positiva del nihilismo que abre las puertas a la libertad de interpretar la realidad sin ataduras, sin violencia, sin religiones, sin presupuestos metafísicos ya que la verdad no existe.

¿Por qué el pensamiento de Vattimo, al ser relativista, es incompatible con el amor a la verdad y a la filosofía realista?

Esta pregunta es central. Nuestra época es relativista por excelencia. Todo puede y debe ser interpretado desde la perspectiva de cada quien, nadie puede pretender estar más en lo cierto que otro; está tu verdad, pero está la mía. Yo tengo mi “hermenéutica” y tú tienes la tuya. Todo esto suena bien, es música para la mayoría de los hombres y mujeres de hoy. Pero pensemos un segundo: ¿qué sucede, por ejemplo, cuando llevamos este paradigma a la política? En ese mismo segundo nos damos cuenta que no es tan bonito como parece por una razón sencilla: se impondrá inexorablemente el más fuerte sobre todos los demás. De este modo, los Hitler, los Stalin, los Maduro, estarían en lo correcto: ellos simplemente defienden su verdad, su interpretación o, si lo queremos poner más bonito, su “hermenéutica”.

Lo mismo sucede en la vida cotidiana, la mayoría de la gente defiende que todo es relativo hasta que alguien no cumple o no se comporta como se espera. En ese mismo momento quien defendía el relativismo empieza a decir: eso no es justo, eso no es verdad.

De esta manera, el debate de Lewis y Vattimo quiere mostrar que, a pesar de la multiplicidad de ocasiones, encrucijadas, decisiones que son relativas en la vida, hay un pequeño núcleo de verdad que da forma, sentido y orientación a nuestra vida y a nuestras decisiones. ¿Qué tiene este pequeño núcleo? Pues tiene nociones que muy pocos objetan en la discusión pública, aunque no lo lleven coherentemente: la noción de dignidad humana, el valor de la vida, la justicia, la libertad… Por ello, tal y como preguntas, la variable “amor” es indispensable. Roger Scruton dice que la posmodernidad es una época sin amor y tiene razón. Es una época de desapego a la verdad, a lo bueno, a lo bello, y esa es la razón por la que vivimos con el amor atrofiado. Todo tiene el mismo sabor, como una feria de comida donde hay mil restaurantes de comida rápida supuestamente diferentes.

¿Por qué la visión cristiana trascendente de Lewis es la única que da esperanza y sentido a la condición humana?

La principal virtud de la visión de Lewis es que no encierra al ser humano en sí mismo, que la felicidad nos viene desde arriba. Es curioso cómo Vattimo habla tanto de las atrocidades de la modernidad y, al mismo tiempo, no ofrece más que el mismo endiosamiento del hombre como solución. Pensemos en los desastres del siglo XX: los mayores horrores han sido fruto de sociedades que han abandonado a Dios endiosándose a sí mismas y justificando así todo tipo de monstruosidades. Si estas locuras fueron construidas por hombres sin Dios, la solución no puede venir de hombres sin Dios.

Aquí la posmodernidad es, a la vez, demasiado ingenua y demasiado culpable, porque no es consciente de lo pervertido que puede llegar a ser el hombre sin trascendencia y porque directamente rechaza esa trascendencia por miedo a no ser libre (y libre en un sentido luciferino). En ese sentido Lewis es una figura totalmente realista: si los hombres se rigen por hombres, esto es la ley del más fuerte y el totalitarismo está asegurado. Por eso la esperanza sólo viene de Dios, porque es el único que puede redimir la naturaleza herida del hombre e incluso hacer, en sus propias palabras, que “la humanidad redimida esté llamada a ser algo más glorioso de lo que la humanidad no caída hubiera sido”.

¿Por qué en el fondo ese cristianismo horizontal de Vattimo desemboca en un nihilismo?

Es muy sencillo: sin Dios la vida carece de sentido y no hay valores que seguir. Esto es algo que vio Nietzsche desde el principio, así que para él y otros filósofos la cuestión no es si el abandono de Dios nos llevará al nihilismo, porque eso es algo inevitable, es como que 2+2=4. Para ellos la cuestión es si el nihilismo es superable de algún modo. Nietzsche propone que el hombre suficientemente fuerte puede construir sus propios valores. Sartre dice algo parecido: “la existencia precede a la esencia”, es decir, no hay una naturaleza humana fruto de un Dios amoroso que nos hace a su imagen y semejanza, sino que cada uno se construye a sí mismo como quiere. Vattimo cree que este nihilismo es de hecho algo positivo, una oportunidad para ser libres, porque podemos dar sentido a nuestras propias vidas eligiendo qué queremos ser y sin imponer a otros qué deben ser.

Lewis ve en este nihilismo algo que los posmodernos ignoran: el hombre sin Dios no es más libre, sino más esclavo y vulnerable, porque se ha convertido en un hombre-masa, y eso lo hace profundamente manipulable por cualquiera que sea lo bastante poderoso. ¿Y qué sentido tiene la vida así? Pues el que decida el más fuerte. El sentido de la vida de los más fuertes será dominar y el de los más débiles ser dominados. Hay que insistir en que hacer lo que queramos no nos hace más libres y felices, sino más animales, más caprichosos, más susceptibles de querer imponernos por encima de otros y de que otros se impongan sobre nosotros. Lewis entiende que el sentido y la felicidad sólo nos vienen de Dios porque un ser creado por Él sólo podrá descansar en Él, o porque, en otras palabras, un ser con sed de infinito sólo puede ser saciado bebiendo de una fuente infinita.

¿Por qué lamentablemente hoy en día se ha impuesto más el pensamiento débil de Vattimo que el de Lewis?

Esto es algo muy llamativo del pensamiento débil: lo que Vattimo piensa y propone conscientemente es lo que la inmensa mayoría de Occidente piensa inconscientemente. ¿Por qué Vattimo gusta más que Lewis? Bueno, en primer lugar hay un claro entramado de instituciones que tratan de imponer esta cosmovisión en nuestras sociedades. Hablamos de empresas, de multinacionales, pero también de estados, de entidades supranacionales, de foros, universidades… Este sería el elemento externo que hace que el ciudadano medio piense así. Mediante propaganda, educación adoctrinadora e imposición política, los poderosos escogen qué nuevos pseudovalores serán seguidos por los débiles, y lo hacen según sus intereses, para que el criterio y la actitud de la gente les beneficie, les llene de más dinero y poder y les permita modelar el mundo como creen que debería ser. Luego está el elemento interno: el ser humano está herido por el pecado original y la libertad luciferina que le propone el pensamiento débil le parece más tentadora que la libertad que propone Lewis, porque la del pensamiento débil le promete que va a poder ser quien quiera ser sin esfuerzo, siguiendo sus caprichos y deseos más bajos, y la de Lewis le exige una fortaleza más exigente.

Lo que nosotros queremos es defender que la libertad de Lewis es más valiosa, que es la verdadera libertad, porque nos hace más perfectos y no más animales, nos hace mejores, más virtuosos. Una imagen sencilla: si te dan un piano, es mucho más fácil aporrearlo, e incluso puede ser más divertido al principio, pero en unos minutos viene el aburrimiento y la búsqueda de otra forma de aporrearlo, y al final viene la impotencia y el vacío, porque no te ves capaz de hacer nada valioso con el piano, nada bello. Esa es la libertad que nos propone el pensamiento débil, una vida vacía llena de impotencia por no poder hacer nada valioso ni bello con ella. La verdadera libertad es saber tocar el piano, que es lo que nos dice Lewis. El precio es el esfuerzo y el entrenamiento, pero el resultado es belleza y sentido, música. En la vida, tenemos nuestros medios (nuestro entrenamiento) y la gracia de Dios para construir algo bello.

¿Por qué merece la pena leer este libro para comprender las razones profundas de la crisis de pensamiento que hay hoy en día?

Una respuesta completa implicaría en realidad decirte todo lo que hemos escrito en el libro. La verdad es que la actualidad es terriblemente compleja, y en un momento como este es importante detenerse y no dejarse llevar por la vorágine para poner cada cosa en su sitio. Es curioso porque todo este caos ideológico está realmente sustentado por un mismo pensamiento hegemónico, ese pensamiento débil que quiere matar las grandes narrativas y los valores para que haya una multiplicación babilónica de nuevas narrativas y valores. Sostenemos que esa diversidad es falsa: nos parece que miles de minorías han despertado y se han emancipado, y que por ello nuestras sociedades son ahora más ricas y plurales, pero en el fondo todos piensan de una misma forma, porque todos se basan en que “mi libertad empieza donde acaba la tuya”, que en el fondo no es más que un “yo haré lo que quiera cuando quiera y tú harás lo que quieras cuando quieras siempre que tú no me molestes y yo no te moleste”. Nos parece que somos muy plurales porque cada uno hace lo que quiere y lo que queremos puede tomar formas muy distintas. Pero a fin de cuentas acabamos siendo una cultura simple y uniforme, porque no hay riqueza real ni diversidad cultural donde todo se rige por algo tan infertil como el deseo personal, que a la vez puede ser teledirigido desde fuera.

¿Cómo no vamos a estar en una crisis intelectual si se renuncia a la búsqueda de la verdad, que es el motor de la actividad intelectual? Como la verdad nos parece repelente e impositiva, nos encerramos en nosotros mismos, no salimos afuera porque no hay nada fuera ni por encima de nosotros, y así nuestra subjetividad es la medida de todo. El libro hace, en ese sentido, una cosa muy sencilla y a la vez bien difícil: un diagnóstico del pensamiento actual y una síntesis de cómo enfrentarlo. En esto el libro tiene tres virtudes: uno, que Vattimo presenta un sistema que sintetiza perfectamente el pensamiento hegemónico posmoderno; dos, que Lewis da con la clave de la cuestión para enfrentar a Vattimo sobre todo en su ensayo La abolición del hombre; y tres, que en cada capítulo mostramos casos y noticias reales en las que el pensamiento débil posmoderno se impone de manera totalitaria por todos los rincones de la vida social y personal. Lo que observamos es que ese posmodernismo que se dice plural y diverso acaba siendo unilateral y cancelador de las diferencias. Analizando esos casos es cómo mostramos lo que significa en la práctica sostener una postura posmoderna y cómo podría subsanarse, dando claves para entender y enfrentar esta crisis en la que estamos inmersos.

Adquiera el libro La posmodernidad en jaque.

Por Javier Navascués

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17.11.23

Beatriz Fra: “La Eucaristía es el alimento que nos permite vivir nuestra fe con alegría y fidelidad”

Beatriz Fra tiene 24 años, está casada y es enfermera. Se siente una afortunada por ser hija de Dios y miembro de la Iglesia y por ello le apasiona trabajar para que otros conozcan a Cristo, especialmente los jóvenes, esta fue la razón que le movió para apuntarse como voluntaria en la JEMJ, Jornada Eucarística Mariana Juvenil, que tendrá lugar en Covadonga el próximo verano.

¿Qué supone para usted formar parte de la organización de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil?

Un auténtico regalo. En mi vida, la presencia real de Cristo en la Eucaristía y la presencia de Nuestra Madre son dos pilares fundamentales. Creo que estamos en deuda con el Señor por el regalo que nos ha hecho con la Eucaristía y con la Virgen María. Participar en una Jornada así, ayudando a dar a conocer esta verdad de nuestra fe a los jóvenes, entregar parte de mi juventud a ello, es un verdadero privilegio.

¿Quiénes están invitados a participar?

La JEMJ es una iniciativa pensada para jóvenes entre los 14 y los 30 años que quieran encontrarse con el Señor vivo en la Eucaristía, que quieran profundizar en ello o tener razones de su fe. Y también para aquellos que se encuentran en búsqueda de la Verdad. Es una Jornada basada en la oración y en la formación. Nos impresionó mucho conocer el resultado de unas encuestas que hicieron los obispos de los EEUU que revelaban que el 70% de los jóvenes de EEUU no creían en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Los resultados no serían muy distintos si la encuesta la hiciéramos en España. De esas encuestas nació el Renacimiento Eucarístico Nacional. La JEMJ es un eco de ese movimiento eucarístico nacido en EEUU, pero igualmente necesario aquí y en todo el mundo.

Pero, aquellas personas que no cumplan con el rango de edad, están invitadas a participar de otro modo, rezando, dando a conocer la JEMJ y animando a los jóvenes que estén a su alrededor a participar.

¿Por qué es importante que los jóvenes se enamoren de Jesús Eucaristía y tengan un trato frecuente con Él?

En el mundo en el que hoy vivimos, tan bombardeado por ideologías contrarias a la Verdad, necesitamos de una fuerza para mantener nuestra fe. La Eucaristía es el alimento que nos permite vivir nuestra fe con alegría y fidelidad.

Si un joven desea vivir auténticamente su fe no puede prescindir de la Eucaristía. Es un regalo inmenso que Dios nos da: Él se humilla para unirse a mí, Él me da la fuerza que necesito, se hace uno conmigo para que ya no sea yo, sino que sea Él quien viva en mí, quién hable a través de mí, quien ame a través de mí.

En muchas ocasiones, el joven experimenta su debilidad: en la universidad, en casa, con los amigos…Es difícil, a veces, dar testimonio con valentía de la fe; amar a todos los que nos rodean, incluso a nosotros mismos; no dejarnos llevar por la pereza, la impureza, el egoísmo…

La Eucaristía es la mejor arma para ganar todas esas batallas porque es el mismo Dios que viene en nuestro auxilio. Solo nos pide que le reconozcamos realmente presente, que le acojamos y que le dejemos realizar Su obra en nosotros.

¿Qué ha supuesto en su vida la adoración eucarística?

Ha sido fundamental. El trato diario con Jesús en la Eucaristía me ha enseñado a amar, me ha llenado de alegría, me ha dado fuerza para luchar. Quizá en el momento no te das cuenta, pero miro hacia atrás y veo la Misericordia que el Señor ha tenido conmigo, como me ha ido protegiendo y como Su presencia ha sido una constante en mi vida. Sé que eso ha sido gracias a comulgar cada día y a tener un ratito de oración con Jesús en la Eucaristía donde, con mucha paciencia, el Señor me ha ido enseñando como un maestro y purificando mi mirada y mi corazón. Si te acostumbras a tratar con la presencia del Señor es más fácil llevarlo después y encontrarte con Él en otros ambientes.

No somos conscientes realmente de lo que significa que Dios está vivo allí, que cuando nuestra vida termine aquí nos encontraremos cara a cara con el mismo Dios, pero que ya aquí podemos tener esa cercanía con Él.

Reconozco que aún debo profundizar más en ello y pedirle al Señor la gracia de enamorarme de la Eucaristía, pero me siento en deuda con todo lo que me ha dado a través de cada comunión y cada adoración.

¿Por qué Covadonga es un lugar muy significativo para reactivar la fe?

Por el significado espiritual que tiene para la fe en España. Allí fue la primera gran victoria cristiana de la Reconquista, fruto del aliento que Nuestra Madre dio a las tropas españolas. Fue una experiencia tan fuerte de fe que los animó a seguir luchando durante cinco siglos, hasta conseguir el triunfo del reinado total de Cristo en España.

Del mismo modo, queremos que los jóvenes españoles, de la mano de María, tengan una experiencia grande de la presencia de Cristo en la Eucaristía, que reconozcan con la fe e incluso con la razón que Dios está vivo en la Eucaristía. Y que esa experiencia los lleve a reconquistar almas para que Cristo reine en los corazones de otros jóvenes.

¿Por qué merece la pena participar en estas jornadas?

Porque todos necesitamos del Señor. Nuestra sociedad, especialmente los jóvenes, necesitamos a Dios. Necesitamos de la Eucaristía para que nuestro corazón pueda descansar en la Verdad. Hoy en día, con tantas guerras, tanta desorientación en la Verdad, tantos conflictos intrafamiliares… todos anhelamos paz, un amor verdadero, necesitamos respuestas a las preguntas más profundas de nuestro corazón. Y todo ello lo encontramos en la Eucaristía.

Necesitamos a jóvenes enamorados de la Eucaristía que reflejen con su vida la alegría y la vida que da el Evangelio. Necesitamos jóvenes formados que den respuesta a este mundo desorientado. Necesitamos jóvenes portadores de paz y de Amor que ayuden a sanar las heridas de nuestro tiempo.

¿Con qué actitud hay que acudir?

Con un corazón abierto y generoso. Debemos pedir al Señor que abra los corazones de nuestros jóvenes más grande que nunca, para que acojan todo lo que Él quiera darles. El Señor no se deja ganar en generosidad, tiene mucho para darnos ¡la vida eterna!

Solo necesita que los jóvenes vayan con el corazón abierto, dispuestos a encontrarse con Él, reconociendo que todos estamos sedientos de Su amor.

¿Qué espera Jesús de los jóvenes que vayan?

El Señor quiere derramarse en la Jornada Eucarística Mariana Juvenil. Ahí y siempre. Él está enamorado de cada uno de nosotros. Le basta un pequeño y simple sí, un pequeñísimo deseo de conocerle para derramar los tesoros más grandes de Su amor. Es impresionante ver como Dios obra en las almas que se abren a Él.

Dios quiere encontrase con cada uno de los jóvenes que acudirán, no tengo ninguna duda. Quiere regalarles un Amor y una presencia que, de sentido a sus vidas, una Alegría que no tiene fin y que podrán contagiar a los demás. Quiere unirse a ellos, les espera con los brazos abiertos.

Personalmente, los animo a no esperar para inscribirse. Las plazas son limitadas porque el espacio en Covadonga no es mucho, en la explanada solo caben 2.000 personas. Estamos trabajando para conseguir alojamientos económicos en los alrededores, en polideportivos, colegios… que serán asignados por orden de inscripción. Y estamos trabajando, especialmente, para ofrecerles una experiencia de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. La renovación de la Iglesia y de la sociedad que tanto anhelamos «pasa por la Eucaristía» (EE 60).

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Federico
Impresionante testimonio: sinceridad, claridad y hasta profundidad teológica. Que Dios bendiga a esta chica y a todos los que participan en esta iniciativa
18/11/23 11:55 AM
  
Rmontaud
La vida da muchas vueltas. Estas manifestaciones le deseo que las haga con mayor experiencia y profundización en la fe, en un futuro muy lejano, pero en el contexto de otras agrupaciones, porque la juventud biológica siempre tiene los días contados.
18/11/23 3:16 PM

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16.11.23

Gómez Moyano habla de ¿Adónde te escondiste?, reflexiones sobre la fe para adolescentes y adultos

Sergio Gómez Moyano es escritor, profesor y filósofo nacido en Barcelona. Al igual que los humanistas del Renacimiento, cuenta con intereses en una amplia variedad de temas y disciplinas. Desde la informática a la metafísica pasando por la literatura y el cine. Su pasión por la enseñanza le lleva a ejercer como profesor a nivel de ESO, Bachillerato y Universidad. Compagina esta labor educativa en el Colegio Abat Oliba – Spínola y en la Universidad Abat Oliba de Barcelona. Su interés por el escritor Robert Hugh Benson le llevó a investigar y escribir una tesis doctoral sobre la interpretación filosófica de los escritos literarios de este peculiar converso inglés. Ha contribuido con traducciones al castellano y prólogos de libros sobre obras de este autor, como por ejemplo “Historias sobrenaturales” (B.A.C.). Como autor de ficción cuenta con algunas novelas publicadas, de las que destaca Querencio (Sekotia) en la que combina elementos filosóficos y narrativos de forma ágil y seductora, explorando la intersección entre la filosofía y la literatura.

¿Por qué decidió escribir un libro basado en su experiencia como profesor de religión?

Una respuesta corta a esa pregunta sería “porque el tema mola”. Una respuesta más larga comenzaría en el reto que se me planteó de dar clase de religión a alumnos de 3º de la ESO. El director del colegio me dio una sola instrucción: “los católicos tenemos una característica revolucionaria: no hemos renunciado a utilizar la razón. Quiero que los alumnos piensen". Entonces se me ocurrió la idea de enseñar Filosofía de Dios ¡a adolescentes de 14 años! Si te paras a pensarlo fríamente, parece una temeridad, pero el planteamiento de la asignatura funcionó. Los alumnos se sintieron interpelados inmediatamente por las cuestiones que yo les proponía. Y eso les incitaba a hablar. Hablábamos y debatíamos mucho. Y escucharles hablar sobre la existencia de Dios, sobre el sentido del universo, sobre su propia inquietud interior fue como encontrar un tesoro. Ellos fueron los que me iban indicando en todo momento por dónde debía ir. Después de varios años impartiendo la asignatura, me decidí a escribir un resumen sencillo, fácil de leer, lleno de anécdotas, referencias a películas, canciones, incluso chistes, de las cosas de las que hablábamos en clase.

Un título que evoca el comienzo del cántico espiritual, ¿Por qué se esconde Dios y dónde lo hace?

¿Adónde te escondiste?” es, en efecto, el inicio del cántico espiritual. San Juan de la Cruz explica en su poema que ¡ha perdido a Dios! Y se va a buscarlo. Pensé que en la asignatura antes comentada nos estábamos dedicando a trazar caminos que llevaran a Dios, empezando por las criaturas a las que “vestidas las dejó con su hermosura”. En realidad, Dios no se esconde. Esa es la sensación que podemos tener al vivir bajo el peso de este mundo materialista e irreflexivo, que ha dejado de lado la capacidad de sorprenderse. Dios se manifiesta en el mundo físico, en nuestra propia inquietud interior y, además, se ha revelado a sí mismo en la Biblia y en Cristo. ¿No nos sorprende el universo con esas dimensiones que más que entenderlas nos sobrecogen, que cada vez se expande a mayor velocidad? ¿No nos sorprende que en nuestro planeta haya surgido una singularidad llamada vida, que no es el resultado de las partes que forman un organismo vivo? ¿No nos sorprende que los seres humanos hayamos adquirido consciencia y nos hayamos convertido en observadores y guardianes de nuestro mundo? ¿No nos sorprende la capacidad de cuestionar lo dado o la capacidad infinita de desear que llevamos dentro? Dios está detrás de estas preguntas (y de muchas más), pero si damos estas cosas por supuestas, no nos haremos las preguntas que exigen la presencia del Creador.

¿Por qué es muy positivo que el joven de hoy se cuestione la existencia de Dios y el sentido de la vida?

El joven de hoy en día y el de todas las épocas tiene las mismas inquietudes profundas. Considero que es importantísimo que los jóvenes reflexionen sobre el sentido de la vida, sobre aquello que realmente les mueve a levantarse y seguir adelante día a día con sus deberes y obligaciones. Necesitan cuestionarse sobre lo que es de verdad valioso, bueno, verdadero, bello. En fin, es una forma de ponerles de frente a la realidad, sin intermediarios tecnológicos. Para ello, a veces hay que desbrozar el camino para que puedan llegar a esas cuestiones. Este libro es una buena herramienta para ello.

Pero en otros tiempos en donde la fe era algo ambiental, ¿tendría menos sentido cuestionarse algo tan básico como la existencia de Dios?

Decía Robert Hugh Benson, el autor que estudié para mi tesis, que la grandeza del catolicismo se encuentra en que es una religión para el hombre “normal”, es decir, para cualquiera. No hace falta ser un sabio para salvarse. Así que en un ambiente donde se respira fe, no sería necesario profundizar más para alcanzar la salvación. Sin embargo, de la misma manera que la fe ayuda a entender el mundo, la razón ayuda a comprender la fe y dar razones de nuestra esperanza. En un mundo descreído, las razones de la fe son el punto de encuentro entre creyentes y no creyentes.

Es un libro sencillo, pensado para adolescentes, ¿pero que puede servir para los adultos, que igualmente se hagan esas mismas preguntas?

¿Adónde te escondiste?” tiene su origen en unas clases para adolescentes, pero es totalmente válido para adultos, quienes podrán profundizar más por la experiencia de vida más abultada que llevan a cuestas. Es para todos los públicos, pero de lectura más bien ligera y divulgativa. En él se apuntan muchos temas que luego el lector puede profundizar por su cuenta, si lo considerara necesario.

¿En qué medida se ha basado en los argumentos tradicionales para demostrar la existencia de Dios?

En el libro aparecen argumentaciones de san Agustín, de san Anselmo y Tomás de Aquino y también alguna más moderna. Pero estas argumentaciones aparecen en el libro después de habernos asombrado por el universo y encontrar plausibles explicaciones no materialistas de los hechos.

¿Qué otras pistas da a los jóvenes para que encuentren a Dios?

La primera y segunda parte del libro exploran la revelación natural de Dios. En primer momento, a partir del universo, y luego mirando hacia dentro de sí mismo. Dios ha dejado una huella de su infinitud en nuestra alma que no puede saciarse en este mundo. Es como si nuestra alma fuera un cañón de un calibre de dos metros de diámetro y pretendiéramos que disparara una bala de 9 mm. Los bienes de este mundo nunca la acaban de colmar.

San Agustín decía que para el que quiere creer una razón es suficiente, pero para el que no quiere creer mil razones no lo son. ¿Hasta qué punto se requiere una disposición interior a querer creer?

San Agustín tiene razón: hace falta una cierta actitud para creer. Los argumentos sobre la existencia de Dios solo apuntan caminos en cuyo horizonte neblinoso se puede percibir la presencia del Creador, pero al final creer es una decisión vital (o un don). Yo he visto alumnos que se han preguntado por primera vez la posibilidad de la existencia de Dios a partir de las clases en las que se basa este libro. Y si no dan el paso de la fe, no importa. Estas preguntas confrontan directamente al que las hace con la verdad. Y el que busca la verdad, decía Edith Stein, está buscando a Dios.

¿Espera que, con la ayuda de la gracia, la lectura del libro vaya más allá de un simple entretenimiento y que produzca un cambio de vida para que muchas personas encuentren a ese Dios escondido?

No me atrevería a ser tan pretencioso, aunque me encantaría que fuera así. Robert Hugh Benson, el autor que antes he citado y que se convirtió del anglicanismo al catolicismo, decía que con la investigación racional había logrado retirar todos los obstáculos intelectuales que le separaban de su conversión, pero eso no era suficiente para dar el paso. Se le presentó la Iglesia como la nueva Jerusalén llena de tesoros espirituales, en la que entraba mucha gente de toda condición con gran gozo en su corazón. La percibió como una opción de vida bella apasionante. Entonces se le hizo irresistible entrar. Pero no lo habría hecho si le hubiera quedado la más mínima duda a nivel intelectual. Espero que este libro sirva, al menos para desbrozar prejuicios sobre la supuesta irracionalidad de la religión, para que el camino hacia la fe en Dios quede libre de obstáculos en los lectores.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Jaume
Tendría que leer al P. Gratry, 1803-1867), francés, muy famoso en su tiempo y más allá. Sus libros son extraordinarios.
17/11/23 12:55 AM

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15.11.23

Entrevista al P. Pablo Blanco, prestigioso premio Ratzinger 2023, considerado el Nobel de la Teología

El P. Pablo Blanco Sarto es filólogo, filósofo y teólogo, siendo doctor en estas dos últimas disciplinas. Se ha dedicado a la estética y hermenéutica del arte, a las relaciones entre fe y razón, y al diálogo católico-luterano sobre eucaristía, ministerio y eclesiología. Es profesor titular de teología sistemática en la Universidad de Navarra.

¿Qué ha supuesto para usted recibir el premio Ratzinger 2023?

Por un lado la lógica alegría de recibir un reconocimiento con el nombre de quien he dedicado parte de mi investigación. Pero también un cierto alivio, pues esto quiere decir que no he ido muy descaminado en la interpretación que he dado de Joseph Ratzinger / Benedicto XVI. Sí, una alegría y una confirmación de mi trabajo.

Y más este año en el que está todavía reciente su fallecimiento a finales del año 2022…

Sí, es una fecha bonita: será la primera entrega del premio sin su presencia física. Pero esto quiere decir que es un premio llamado a perdurar, que continúa la teología crítica y creyente que desarrolló en su día el teólogo bávaro. Quizá se inaugura ahora una segunda generación, a la que seguirán otras tantas.

¿En qué medida es un incentivo para seguir estudiando y profundizando en su obra?

Creo que siempre se podría profundizar más en su pensamiento y casi cada día descubro matices nuevos. Pero también pienso que hay que mirar hacia delante y afrontar nuevos retos y problemas con el espíritu de su teología. En concreto, a mí me ocupa de modo especial el ecumenismo, y creo que ahora toca a otros continuar yendo por el camino que él mismo ha iniciado.

¿Por qué decidió involucrarse de lleno a estudiar su vida y su obra?

Pienso que es una buena síntesis de Escritura y liturgia, teología de los Padres y de los maestros medievales; pero también de las enseñanzas del Vaticano II y de lo mejor de la teología del siglo XX. Pienso que es un buen guía en este proceloso mar. El modo con que él afronta los problemas (con empatía y capacidad crítica) pienso que es un modelo para todos nosotros. Su mérito fue saber establecer un diálogo en torno a la verdad, que nunca agotaremos del todo.

¿Cómo le ha enriquecido a nivel personal consagrarse a esta tarea?

Me ha enriquecido teológicamente, al encontrar un buen maestro; pero también pienso que espiritualmente. Ratzinger es un hombre sencillo, humilde, con una gran capacidad intelectual, pero capaz de expresarlo con una claridad y facilidad notables. Algo parecido me gustaría también hacer a mi. Por otra parte me ha enseñado mucho su disponibilidad y su espíritu de servicio para afrontar tareas que a lo mejor no le apetecían en un primer momento. Pero se entregó a fondo a ellas. También en esto supone una inspiración para mí.

¿Cuál ha sido a su juicio el mayor legado de Benedicto XVI en el campo de la Teología?

Los temas que conozco mejor son la relación entre fe y razón, sus aportaciones al concilio Vaticano II y sus estudios sobre eclesiología y ecumenismo. Pero pienso que, con sus lúcidos diagnósticos y sus certeros análisis, se podría decir esto de tantos otros temas que he estudiado en menor medida. Tengo un amigo que dice que Ratzinger es como el rey Midas: que todo lo que toca se convierte en oro… Tal vez sea una exageración, pero pienso que algo de eso hay.

¿Qué obras destacaría principalmente?

Siempre se menciona la “Introducción al cristianismo” surgida en un cambio epocal, en el paso del paradigma existencialista al marxista de mayo del 68, que en Alemania tal vez sea un poco anterior. Supone una síntesis de lo visto por Ratzinger hasta ese momento.

Pero a mí me gusta decir que el libro de su vida es el “Jesús de Nazaret” que no solo recoge un concentrado de sus ideas sino sobre todo la contemplación de la figura de Jesús. En parte lo escribió durante su pontificado, lo cual significa que para el sucesor de Pedro, hablar sobre Jesucristo es la parte más importante de su ministerio.

¿Qué otras aportaciones de su pontificado destacaría?

En primer lugar, el mencionado diálogo entre fe y razón. Después las tres o cuatro encíclicas (una con el papa Francisco) sobre la fe, la esperanza y la caridad (dos de ellas sobre esta virtud teologal). Unas bonitas reflexiones sobre la Eucaristía y la Escritura en las exhortaciones postsinodales, y unas catequesis sobre la historia de la Iglesia: los apóstoles, san Pablo, los padres y doctores de la Iglesia, maestros medievales, etc. Un magisterio luminoso.

Pero además fue quien inició lo que algunos han llamado la Operación Limpieza en la Iglesia, sobre todo en lo que se refiere a los abusos y a la transparencia financiera, que después ha continuado con decisión el papa Francisco. Han sido momentos dolorosos, que incluso supusieron un cierto detrimento para su popularidad, pero la decisión y la valentía de Ratzinger no siempre son apreciadas.

En fin, para corroborar lo anterior, el gesto de la renuncia nos deja un ejemplo sobre el modo de ejercer el ministerio petrino, que a mí me hace todavía pensar.

¿Cree que será declarado doctor de la Iglesia y qué supondría ese hecho?

Primero tendría que ser canonizado, pero espero que todo pueda llegar. Supondría un reconocimiento a su figura eclesial e intelectual, que puede servir de guía para las futuras generaciones. Un pensamiento vivo para fecundar la vida de la Iglesia y de la teología en los próximos siglos.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Rmontaud
"Primero tendría que ser canonizado, pero espero que todo pueda llegar". Y puede llegar, ya que últimamente los papás fallecidos en el siglo XX y uno en el siglo XIX, son o estarán siendo santos.
-Juan Pablo II, es Santo.
-Juan Pablo I, es Beato.
-Pablo VI, es Santo.
-Juan XXIII, es Santo.
-Pio XII, es, Venerable
-Pio IX, es Beato.
15/11/23 1:00 PM
  
Nèstor
La realidad también es muy interesante.

Saludos cordiales.
16/11/23 3:12 AM

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14.11.23

Tina Walls acerca la oraciones básicas a los niños, ambientadas en la calidez de un hogar católico

Victoria Paredes nació en Madrid en 1985 donde reside actualmente. Estudió Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid especializándose en arquitectura efímera, escenografía y diseño. Su pasión por el dibujo la llevó ya durante su etapa universitaria a compatibilizar sus estudios con trabajos de ilustración para diferentes editoriales.

Ha trabajado en distintas áreas creativas, desde estudios de arquitectura a productoras cinematográficas como grafista y diseñadora en varias películas, hasta que descubre su otra vocación: la docencia. En 2010 funda su marca personal como ilustradora bajo el nombre de Tina Walls, actividad que actualmente desempeña a la vez que imparte clases de dibujo técnico en un centro de bachillerato.

¿Se esperaba la excelente acogida que tuvo el libro ilustrado de la Navidad del año pasado?

Para nada. Era mi primer libro y, aunque tenía plena confianza en el equipazo de la editorial Palabra, no me podía esperar la gran acogida que tuvo. No me refiero solo en cuanto a número de ventas -que también- si no a las firmas de libros, en el colegio de mis hijas y demás sitios…Que gente que no conoces se te acerque a felicitarte y a comentarte del libro, además siempre con cariño, era algo que no me podía ni imaginar y que no tengo palabras para agradecer. Siendo totalmente sincera, aún me sigo sorprendiendo y emocionando cuando lo veo en alguna librería.

¿Por qué en esta ocasión ha elegido un libro de oraciones para niños?

A mi modo de ver, las oraciones están en el ADN de cualquier hogar cristiano. Es la forma en la que los niños empiezan a tener trato con Dios, la Virgen, los ángeles, etc. Pero, a menudo, simplemente las memorizan sin detenerse lo suficiente en el significado de lo que rezan. De hecho, todos los que somos padres hemos visto de vez en cuando a los más pequeños decir alguna palabra errónea que no tiene sentido en la oración, pero que les “suena” bien.

De ahí nace este libro: acompañar a cada oración de una ilustración que permita detenerse en ella. De este modo, junto con los padres si son pequeños, les sirve de contexto para ir explicando lo que rezan más allá de la literalidad de la oración.

Hay un principio filosófico que dice que no se puede dar lo que no se tiene. ¿Por qué este libro es producto de una tradición que ha vivido con sus padres e intenta transmitir a sus hijos?

Yo no diría que la oración es simplemente una tradición, es algo mucho más trascendental. A mi, como bien dices, la costumbre de rezar me la inculcaron mis padres, pero eso sólo no habría sido motivo suficiente para que yo se la quisiera transmitir a mis hijas. Es el valor de esa oración y lo que supone rezar, ese trato con Dios… Entendiéndolo así, la respuesta se vuelve trivial ¿quién no querría transmitir a sus hijos lo mejor que tiene?

¿Cómo ha sido el proceso de selección de estas oraciones?

Aquí no sería justa si no le diese el crédito que tiene al equipo de Palabra, que tiene una grandísima parte de culpa en la selección. Se buscó un grupo de oraciones que permitieran rezar ante cualquier situación cotidiana, que englobase distintos conceptos y que fuese útil para un rango amplio de edades -sin perder el foco infantil y la tradición-.

De esta forma, en una familia con más de un hijo pequeño, cada uno podrá sacar jugo según su situación y edad. Los más pequeñitos igual empiezan con el “Jesusito de mi vida” o el “Ángel de la Guarda” y los que son un poco más mayores, sin olvidar aquellas, ven que pueden ofrecer el estudio, por ejemplo.

Destaca que son oraciones muy prácticas para realizar antes de cualquier actividad cotidiana. ¿Por qué es bueno que el niño aprenda a integrar la oración en cualquier momento del día?

La oración no es más que trato con Dios, que es nuestro Padre. Igual que el niño no limita el trato con sus padres a darles un beso cuando se despierta y otro cuando se acuesta, no debería encorsetar la oración a una costumbre mecánica que toca hacer en determinados momentos. En mi opinión, es bueno para su crecimiento espiritual -y como persona- que, igual que cuando tiene miedo, una dificultad o una alegría, lo comparta con sus padres, se acostumbre también a compartirlo con su Padre del cielo.

¿Cómo ha elegido la ilustración adecuada a cada oración?

Es una pregunta que me parece especialmente complicada de responder, porque cada una nace de forma diferente. En unas procuro simplemente reflejar la oración de forma gráfica, en otras trato de ponerme en los zapatos de un niño para que su visión alcance a contemplar el contenido. En otras, como la del Ángel de la Guarda, me centro en situaciones de la vida para que entiendan su efecto y sentido. Otras, como la Señal de la Cruz, procuro que sean más didácticas y les ayude a recordar cómo se hace… Lo único que diría que tienen todas en común es mucho trabajo, mucho cariño y muchos rezos jajajaja.

En cualquier caso se percibe la calidez de un hogar católico. ¿Por qué es importante cuidar los ámbientes para que puedan transformarse en ámbitos creativos y de encuentro?

Es que la vida de un católico no está formada por compartimentos estancos. Es una realidad que envuelve toda tu vida y por tanto también los ambientes que te rodean. En mi opinión, si quieres formar un hogar cristiano, todos tenemos claro que hay determinadas cosas que no pueden formar parte de él… pero también hay cosas -y más con niños pequeños en casa- que deben estar. Por ejemplo, es mucho más fácil inculcar la devoción a la Virgen si los niños, además de rezar, tienen una imagen cerca a la que dirigirse, que les inspire y les guste, que la puedan tocar o dar un beso…

Además, quiero creer que les ayuda ver una coherencia entre lo que les dices y lo que les envuelve y viven. Creo que esa coherencia les ayuda en su crecimiento humano y de ahí vienen los frutos que comentas.

¿En qué medida espera que este libro de oraciones deje huella en los niños para toda su vida?

Es verdad que creo que las costumbres que se adquieren de pequeño te acompañan, en mayor o menor medida, de por vida. Al menos eso me dice la experiencia.

El libro solo es un medio, lo que les debe dejar huella es la oración y con que contribuya un poquito a esto ya me daría por muy muy satisfecha.

¿Por qué este libro puede y debe ser más beneficioso para el niño que cualquier juguete?

Como decía antes, el libro es un medio para transmitir algo más profundo a los más pequeños de un manera atractiva. En el fondo les estás enseñando algo que les será muy útil durante toda su vida y sin la que difícilmente podrán ser buenos cristianos. No sé trata de un cuento o de un producto exclusivamente de entretenimiento y en ese aspecto, si puede ser más beneficioso que otro juguete. De todas formas, es como hablar del parque y el colegio, no creo que sean excluyentes y si complementarios.

¿Cuáles son sus futuros proyectos?

Pues ahora estoy volcada con la presentación del libro de oraciones y con ilustraciones sueltas de la Navidad, que como sabes es mi época preferida del año y disfruto dibujando escenas navideñas… pero mentiría si dijera que no tengo otro proyecto editorial en mente. Lo único que te puedo contar es que va en línea de los otros dos libros, intentando transmitir un sentido cristiano a los más pequeños a través de la ilustración.

Para comprar el libro desde España, haga click aquí

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Un agradecido
Estupendo libro. Muchas gracias por la información.
14/11/23 12:41 PM
  
Jaime
Sería bueno adaptarlo a otros idiomas: portugués, francés, etc. aprovechando los dibujos.
14/11/23 6:25 PM
  
martin
El Cristianismo se expande Cristianizando, Evangelizando, que es decidir como predicamos, y orando a Cristo para que multiplique en los demás lo poco bueno que podamos albergar en nosotros

14/11/23 11:11 PM

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