28.09.20

Benedicto XIII (Don Pedro de Luna), un gran papa injustamente postergado

A los 626 años de su elección papal (28 de septiembre de 1394)

Rodolfo Vargas de Morandé y Rubio (Lima, 1958). Estudió Derecho en Lima, Teología en Roma e Historia en la UNED. Es autor del libro “El último papa. Benedicto XVI y su tiempo” (Áltera, 2005). Caballero de la Sacra Militar Orden Constantiniana de San Jorge, caballero de la Orden de San Miguel del Ala, presidente de la Asociación Cultural Roma Æterna, presidente de la Sodalitas Pastor Angelicus y presidente del Comité pro-Benedicto XIII. En esta entrevista nos habla en profundidad de la figura del Papa Luna, Benedicto XIII y los argumentos en favor sobre su legitimidad como Papa.

¿Quién fue don Pedro de Luna, más conocido como el Papa Luna? Háganos un brevísimo resumen de lo más reseñable de su vida.

Don Pedro Martínez de Luna nació en 1328 en el reino de Aragón, en el castillo de su familia en Illueca (en lo que es hoy la comarca del Aranda, en la provincia de Zaragoza), segundogénito de Don Juan Martínez de Luna, señor de Luna y de Mediana, y de Doña María Pérez de Gotor, heredera de los señores de Illueca y Gotor. Fue destinado al clero, según la usanza de la época. Obtuvo el doctorado in utroque iure por la Universidad de Montpellier, donde ejerció la docencia explicando las Decretales. En 1352 recibió la orden del subdiaconado. Fue nombrado canónigo de Cuenca, arcediano del capítulo catedral de Zaragoza y preboste del de Valencia, entre otras dignidades.

En 1367 intervino por primera vez en la vida política de su tiempo, salvando a Enrique de Trastámara, después de su derrota en Nájera, de las manos de su medio hermano Pedro el Cruel, rey de Castilla, y conduciéndolo desde Illueca hasta tierras del conde de Foix, lo que permitiría a aquél rehacer sus fuerzas y vencer a éste, arrebatándole el trono y la vida al año siguiente. Con ello llegó al poder la dinastía con la que tantas relaciones iba a tener el futuro papa.

Su fama de canonista le valió el aprecio de la corte papal de Aviñón y en 1375 Gregorio XI lo creó cardenal diácono de Santa María in Cosmedin. En 1377 acompañó, junto al colegio cardenalicio, a este pontífice (que había hecho de él su hombre de confianza) en su retorno a Roma desde la ciudad del Ródano. Gregorio murió el 27 de marzo de 1378. Se reunió el cónclave en medio de las turbulencias del pueblo, que exigía bajo graves amenazas la elección de un papa italiano. Los cardenales hicieron recaer sus votos en Urbano VI, que se reveló un pontífice desequilibrado. Al haberlo elegido acuciados por el temor, decidieron reunirse en un segundo cónclave esta vez en Fondi en el Lazio, donde resultó papa Clemente VII: se había producido el Cisma de Oriente o Gran Cisma, que dividió inicialmente a la Cristiandad en dos obediencias.

El cardenal de Aragón –como era conocido Don Pedro de Luna– fue enviado como legado por Clemente VII (a quien había votado en Fondi) para recabar el acatamiento de los reinos hispánicos a su obediencia. Al final obtuvo los de Castilla, la Corona de Aragón y Navarra (Portugal se mostró fluctuante). También fue a Francia y logró la adhesión de los Capetos (Valois y Anjou, estos últimos reyes de Nápoles). En contrapartida, Inglaterra (en guerra con Francia) dio su apoyo a Urbano VI y lo mismo hizo el Sacro Imperio, la Saboya y los reinos de Polonia y Hungría. Escocia, enemiga de Inglaterra y aliada de Francia, se plegó a Clemente.

A Urbano VI le sucedieron tres papas (Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII). En 1394 moría en Aviñón Clemente VII y el 28 de septiembre de ese año era elegido para sucederle el cardenal de Aragón, que asumió el nombre de Benedicto XIII. Éste se mostró dispuesto a negociar con Gregorio XII, pero el papa de la obediencia romana no quiso encontrarse con él. En 1409 se reunió el conciliábulo de Pisa con cardenales tránsfugas de las dos obediencias, que declararon depuestos a Gregorio y Benedicto y eligieron como nuevo papa a Alejandro V, con lo que la Iglesia se volvió tricéfala. A Alejandro le sucedió Juan XXIII. Hubo excomuniones recíprocas y la situación se complicó aún más.

Comenzaron las substracciones de obediencia y Benedicto XIII –que tuvo que huir de Aviñón ante la defección del reino de Francia– se quedó con la de los reinos de la Península (menos Portugal). Su corte debió hacerse itinerante de acuerdo con las circunstancias. Cuando fue convocado el Concilio de Constanza en 1415 ya sólo le quedaba la obediencia de Aragón (los dos últimos reyes de la Casa de Barcelona, pero sobre todo Martín el Humano, le prestaron un valioso apoyo al papa). Sin embargo, Fernando I de Antequera, el rey Trastámara elegido en 1412 en Caspe, que prácticamente le debía la Corona de Aragón a Benedicto XIII, le acabó dando la espalda. Su hijo y sucesor Alfonso V el Magnánimo le prestó, no obstante su apoyo y lo defendió contra sus enemigos. No quedándole otra salida, Benedicto XIII se refugió en el castillo de Peñíscola, fortaleza perteneciente a la Orden de Montesa, que le ofreció su gran maestre y cuyo avituallamiento le fue asegurado por el monarca aragonés.

En Peñíscola pasó Benedicto los últimos siete años de su vida, resistiendo contra viento y marea. Ni aun así se vio libre de las intrigas de sus adversarios. Un cardenal enviado por Martín V (elegido papa en Constanza en 1417 después de haber renunciado Gregorio XII, sido depuesto Juan XXIII y declarado hereje y antipapa Benedicto XIII) sobornó a unos servidores del ilustre castellano de Peñíscola para envenenarle con unos dulces. El papa fue presa de agudos dolores y terribles vómitos, pero sobrevivió a sus 90 años (estamos ya en 1418) y aún vivió cinco más, siempre lúcido, ávido de conocimiento y tenaz en la defensa de su legitimidad y de los derechos de la Iglesia. El 23 de mayo de 1423 murió abandonado de los grandes de este mundo y rodeado de los pocos amigos y servidores fieles que le quedaron.

¿Por qué no está inscrito oficialmente como Papa en las listas de la Iglesia, si fue reconocido como tal por buena parte de la Europa de su época?

Porque, como siempre, la Historia la escriben los vencedores y en este caso acabó venciendo la obediencia romana con intervención del poder temporal. La mayoría de cronógrafos e historiadores, sobre todo los italianos, hablan de Clemente VII y Benedicto XIII como de “antipapas” y de los cardenales creados por ellos como de “anticardenales” (por ejemplo Alfonso Chacón en su obra clásica sobre los Romanos Pontífices). Pero la Iglesia oficialmente no se ha pronunciado taxativamente.

De hecho, a la hora de asumir un elegido al sacro solio un nombre como papa, no se ha observado una práctica uniforme. Así, Giulio de’ Medici tomó en 1523 el nombre de Clemente VII, con lo que parecía negar la legitimidad del Roberto de Ginebra (el Clemente VII de Aviñón), pero Pietro Francesco Orsini en 1724 quiso llamarse Benedicto XIV respetando así el ordinal del Papa Luna y dándolo por legítimo, pero le disuadieron los cardenales más intolerantes y acabó siendo él también Benedicto XIII. En cuanto a los papas de la obediencia pisana (los que hicieron el cisma tricéfalo), Alejandro V (Pietro Filargio) fue considerado válido al asumir Rodrigo de Borja en 1492 el nombre de Alejandro VI, mientras a Juan XXIII (Baldassare Cossa), el segundo papa de Pisa, no lo tuvo en cuenta Angelo Giuseppe Roncalli, que quiso ser llamado con ese mismo nombre y ordinal en 1958. Por otra parte, Martín V, elegido por el concilio de Constanza en 1417, no se quedó tranquilo hasta que Clemente VIII (Gil Sánchez Muñoz) –el sucesor de Benedicto XIII (Pedro de Luna) en Peñíscola– no hubo renunciado solemnemente a la tiara y hecho designarlo por sus cardenales en cónclave al pontificado, por lo cual conservó al ex papa la condición de cardenal y lo nombró arzobispo de Mallorca. En recuerdo de Clemente VIII, los canónigos del cabildo catedral mayoricense gozan del privilegio de usar hábitos cardenalicios.

Hoy una tendencia más moderada postula considerar papas legítimos en su obediencia respectiva tanto a los de la línea romana (Urbano VI, Bonifacio IX Inocencio VII y Gregorio XII) como a los de aviñonesa-peñiscolana (Clemente VII, Benedicto XIII y Clemente VIII), en tanto los papas de Pisa (Alejandro V y Juan XXIII), elegidos irregular y anticanónicamente, han de ser tenidos por antipapas. Martín V obró en consecuencia, teniendo por válidos o convalidando los actos de los papas de la obediencia aviñonesa-peñiscolana. En estricta canonicidad, sin embargo, estos últimos deberían ser considerados los papas legítimos para toda la Cristiandad.

¿Cómo fue el Cisma de Occidente y cuál fue el papel del Papa Luna en él?

La sede apostólica había estado fuera de Roma desde la elección de Clemente V (Bertrand de Got) en Lyon en 1305. A la sazón, la Ciudad Eterna y los Estados papales se hallaban en una gran decadencia material y moral, presas de las facciones y la ambición de los poderosos, lo que hacía muy insegura la presencia del Romano Pontífice y de la Curia allí. Después de recorrer el Mediodía francés, Clemente se instaló con su corte en 1309 en Aviñón, feudo de la Casa de Anjou, reinante por entonces en Nápoles. No estaba claro si tenía intención de volver a Roma. Su sucesor Juan XXII fijó permanentemente la sede apostólica en Aviñón, que fue comprado a la reina Juana I de Nápoles por su sucesor Clemente VI en 1348. Con el cercano Condado Venesino, Aviñón conformó un patrimonio papal extra-peninsular que duró hasta que Francia se lo anexionó violentamente durante la Revolución (1791). Lo que se ha dado en llamar la “cautividad babilónica de la Iglesia” no fue tal. Los papas se sentían seguros en su sede a orillas del Ródano y pudieron organizar la Curia tan eficientemente que podemos hablar de ella como la primera gran administración de tipo estatal moderna y centralizada. La idea, sin embargo, no era eternizarse allí, pues desde Aviñón enviaban expediciones –como la del cardenal Don Gil Carrillo de Albornoz– para pacificar Italia y hacer de Roma un sitio seguro.

Un primer intento de vuelta definitiva a Roma se produjo en 1367 con Urbano V, pero fue tan caótica la situación que encontró en la Urbe que regresó a Aviñón en 1370. Su sucesor Gregorio XI tomó también la decisión de devolver la sede a Roma y emprendió viaje en 1376, llegando a allí al año siguiente. Disgustado el papa al comprobar que las condiciones no habían mejorado, pensó, a su vez, retornar a Aviñón, pero se lo estorbó la muerte, que le sobrevino el 27 de marzo de 1378.

Los cardenales presentes en la Ciudad Eterna (dieciséis de veintidós que componían el sacro colegio) se reunieron el 8 de abril en cónclave, pero éste fue seriamente perturbado por los romanos, que, viendo que la gran mayoría de votantes eran franceses y temiendo que el nuevo papa regresara a Aviñón, exigieron bajo graves amenazas (incluso de muerte) la elección de un pontífice romano o, al menos, italiano. Como los cardenales no se ponían de acuerdo y las turbas por momentos parecía que iban a invadir el recinto del cónclave, decidieron ganar tiempo y presentaron al anciano cardenal Tebaldeschi con las vestiduras papales para calmar los ánimos mientras procedían a la verdadera elección. Descubierta la estratagema, fue tal la violencia de la reacción de los romanos que se decidió dar la tiara a Bartolomeo Prignani, arzobispo de Bari, que no era cardenal y, por lo tanto, se hallaba fuera del cónclave. Sólo así se pudo apaciguar a los revoltosos.

Prignano tomó el nombre de Urbano VI e inmediatamente dio muestras de una personalidad paranoica y perturbada. Tenía terribles accesos de ira y se mostró intratable con los cardenales, a algunos de los cuales hizo apresar e incluso torturar. Uno a uno fueron saliendo de Roma para reunirse en Fondi (feudo de los Caetani, familia a la que había pertenecido el célebre papa Bonifacio VIII). Allí se plantearon la validez de la elección. El cardenal de Aragón –como era conocido Don Pedro de Luna– interrogó a todos para saber si habían votado libremente a Urbano, lo cual negaron aduciendo haber realizado la elección bajo grave coacción y por miedo, lo que la hacía inválida. Don Pedro declaró que él mismo había votado libremente, pero que aceptaba el testimonio de sus colegas. Fue entonces decidido que se reuniría un nuevo cónclave, en el cual resultó elegido el cardenal Roberto de Ginebra, quien tomó el nombre de Clemente VII. Habiendo intentado infructuosamente entrar en Roma, decidió volver a Aviñón. La Cristiandad había, pues, quedado dividida en dos obediencias: la romana o urbanista y la aviñonesa o clementista, cada una de las cuales obtuvo el apoyo de unos u otros reinos.

La situación pudo haberse arreglado fácilmente a la muerte de Urbano VI en 1389. Bastaba que sus cardenales reconocieran o eligieran a Clemente VII, el papa de Aviñón. En lugar de ello, eligieron a Pietro Tomacelli, que se llamó Bonifacio IX. Al fallecer Clemente VII, los cardenales aviñoneses rechazaron reconocer a Bonifacio, pues ello habría equivalido a admitir que el cónclave de Fondi no era válido, y le dieron por sucesor al cardenal de Aragón, que asumió el nombre de Benedicto XIII y proclamó su legitimidad basándose en sólidos argumentos canónicos (en los que era irrebatible). En 1404 murió en Roma Bonifacio IX y una vez más quedó frustrada la reconciliación de las dos obediencias mediante la elección de Inocencio VII (Cosimo de’ Migliorati). Pero también bajó al sepulcro en 1406 y pasó lo mismo: en lugar de reconocer a Benedicto XIII, los cardenales de Roma eligieron a Angelo Correr, que se hizo llamar Gregorio XII.

Por si fuera poco, las cosas se complicaron aún más y algunos cardenales de la obediencia romana y otros de la aviñonesa se reunieron en 1409 en Pisa, en un pretendido concilio general que, al no haber sido convocado por aquel a quien canónicamente correspondía, esto es el Papa, es considerado un conciliábulo. Éste depuso tanto a Gregorio XII como a Benedicto XIII y eligió el 26 de junio de ese año al cretense Pietro Filargio, que se llamó Alejandro V. El cisma que hasta ahora había sido bicéfalo se convirtió en tricéfalo para escándalo mayúsculo de la Cristiandad. Y la situación no mejoró con la muerte de Alejandro menos de un año después, ya que para sucederle designaron los cardenales pisanos a Baldassare Cossa, que tomó el nombre de Juan XXIII.

¿Por qué fue declarado antipapa y qué validez tiene esa declaración?

Benedicto XIII fue primeramente depuesto por el conciliábulo de Pisa en 1409, como pasó también con Gregorio XII. Dicha iniciativa era claramente nula por provenir de una asamblea ilegítima y sin autoridad alguna. En el concilio de Constanza, convocado por el antipapa pisano Juan XXIII a instancias del emperador Segismundo, Gregorio XII renunció a su pontificado, el propio Juan XXIII fue depuesto y lo mismo Benedicto XIII, que fue declarado hereje (cosa irónica si se considera que Constanza de hecho se apoyaba en la doctrina que sostenía la superioridad del concilio sobre el papa, es decir la herejía conciliarista) y antipapa por rehusarse a acatar a la asamblea. El argumento de Benedicto era lógico: si Gregorio XII y Juan XXIII no eran papas, quedaba él, que era el único sobreviviente de los cardenales anteriores al cisma y, por lo mismo, indiscutible. Ahora bien, si la elección papal era canónicamente competencia exclusiva de los cardenales, el único elector válido era él y, en ese tiempo, no había ninguna disposición explícita que prohibiera votarse a sí mismo. En cualquier caso, un concilio acéfalo no era el más indicado para juzgar de la ortodoxia o la comunión eclesial de un papa y la validez de su declaración sobre Benedicto XIII puede perfectamente ser puesta en tela de juicio. De hecho, como ya dije precedentemente, Martín V, elegido por el concilio constantiense tuvo tales dudas que no cejó en sus negociaciones con el propio Benedicto XIII y su sucesor Clemente VIII para acordar un final del cisma satisfactorio para todas las partes. El aragonés resistió hasta el final; Clemente pactó.

¿Qué santos lo apoyaron?

El principal apoyo con el que contó Benedicto XIII fue el del gran predicador y taumaturgo de la época, el valenciano san Vicente Ferrer, que defendió su causa hasta casi el final. Con gran dolor de su corazón abandonó al Papa después de su deposición por el concilio de Constanza, no porque le negara razón y legitimidad, sino por el bien de la paz de la Iglesia. Ferrer abandonó entonces su ingente actividad en la vida de la Cristiandad y se marchó entristecido a la Bretaña, donde moriría dos años más tarde.

¿Fue un hombre conocido por su piedad y su devoción o dedicación a los pobres, o su perfil fue más político?

Es indudable que Benedicto XIII desempeñó un importante papel en la política de su tiempo, sobre todo por lo que respecta a la Corona de Aragón. Aconsejó en varias materias al rey Don Martín el Humano y, al morir éste sin sucesor legítimo, impulsó la vía del compromiso para elegir nuevo soberano, que resultó ser Don Fernando de Antequera, infante y regente de Castilla durante la minoridad de su sobrino Juan II y nieto de aquel Enrique de Trastamara a quien Don Pedro de Luna había ayudado a escapar de las manos del rey Don Pedro el Cruel en 1367.

Recordemos a este propósito que los papas de la Edad Media estaban imbuidos de augustinismo y pensaban que su misión consistía no sólo en promover la gloria de Dios, el bien de las almas y los derechos de la Iglesia, sino en afirmar la superioridad del poder espiritual sobre el temporal, fiscalizar a éste en interés de lo espiritual e impedir que los príncipes seculares se arrogasen competencias eclesiásticas. San Gregorio VII, Alejandro III, Inocencio III, los dos concilios Lugdunenses y Bonifacio VIII son los hitos que marcan la larga contienda entre el sacerdocio y el señorío laico. Desde los Dictatus papæ de Hildebrando hasta la bula Unam sanctam, hay todo un recorrido doctrinal a favor de la intervención del pontificado en la política de su tiempo, entre otras cosas, porque esa política implicaba también a la Iglesia.

Pero, así como sus predecesores no descuidaron sus deberes espirituales (que eran prioritarios), del mismo modo Benedicto XIII fue un papa celoso de la gloria de Dios y de la salvación de las almas, defensor de los derechos de la Santa Sede y de la Iglesia, promotor de la caridad y de la justicia, favorecedor de la piedad y protector de la cultura y del saber, como lo demuestra hasta la saciedad su inmenso bulario. Entre otros actos importantes de su pontificado está la fundación en 1413 de la Universidad de St. Andrews en Escocia. Quizás se le pueda reprochar su celo excesivo por la conversión de los judíos, pero hay que comprender su actitud en el contexto de una época en la que estaban siendo acosados por las potencias seculares (habían sido expulsados de Inglaterra en 1290 y en Francia en 1306 y 1394). El entorno inmediato del Papa Luna estaba constituido por judíos conversos, que, como él, creían que el bautizo podía evitar a los hijos de Israel los sufrimientos que ya habían padecido y que se habían recrudecido con motivo de la Peste Negra y sus sucesivas oleadas a todo lo largo de la segunda mitad del siglo XIV, flagelo del que la ignorancia e intolerancia de la época les echaban la culpa.

Fue muy respetado por los monarcas de los reinos la España medieval de la época…

Así es. Ya como cardenal legado de Clemente VII recabó el aprecio y respeto de los reyes de Castilla, Aragón, Navarra y Portugal. Aunque éste último reino abrazó la causa urbanista y Don Pedro IV el Ceremonioso no quiso pronunciarse por lo que tocaba a Aragón, el prestigio de Don Pedro de Luna fue reconocido por todos. Gozó del predicamento de Juan I y Enrique III de Castilla, Juan I y Martín I de Aragón y Carlos II y Carlos III de Navarra.

¿En qué circunstancias fue elegido Papa? ¿Hubo Cónclave?

El papa Clemente VII murió inopinadamente en Aviñón el 6 de septiembre de 1394. Se reunió canónicamente el cónclave para elegirle sucesor, en el cual participaron veintiún cardenales de los veinticuatro que formaban el sacro colegio: uno creado por Inocencio VI, dos por Urbano V, cuatro por Gregorio XI, uno por Urbano VI y trece por Clemente VII. Los ausentes habían sido creados por Clemente VII. La elección recayó sobre el cardenal de Aragón, Don Pedro de Luna, por la unanimidad menos un voto (el del propio elegido). Tomó el nombre de Benedicto XIII.

¿Cuál fue su trayectoria como Papa, cuáles fueron los ejes de su Pontificado?

Tratándose de un pontificado tan dilatado como el de Benedicto XIII (reinó veintiocho años, siete meses y veinticinco días), tan ajetreado (substracciones de obediencia, deposiciones, declaración como hereje) y tan itinerante (residió principalmente en Aviñón, Perpiñán, Barcelona, Zaragoza, Morella, Tortosa y Peñíscola), es difícil trazar una trayectoria lineal. Hubo de acomodarse a las circunstancias y adversidades y no siempre pudo llevar a cabo sus proyectos.

Sin embargo, se pueden trazar estos ejes principales que presidieron su pensamiento y acción:

1. La defensa de su legitimidad canónica y la cesación del cisma.

2. Le recuperación de Roma como su sede natural

3. La reforma de la Iglesia in capite et in membris

4. La reivindicación de los derechos de la Iglesia contra la injerencia de los príncipes seculares

5. La lucha contra el conciliarismo

6. La conversión de los judíos

7. La protección de las Letras y de las Artes

8. La concordia entre los pueblos y príncipes cristianos.

¿Es cierto que su cuerpo, siglos más tarde, estaba incorrupto?

Muerto el 23 de mayo de 1423 en el castillo papal de Peñíscola, fue sepultado en su capilla, donde su cadáver permaneció algunos meses hasta que se lo trasladó para que reposara –como había dejado escrito en su testamento– en su castillo-palacio solariego de Illueca. Al exhumarlo se encontró que estaba intacto (aunque probablemente por haber sido modificado). En Illueca se lo colocó en una urna de cristal expuesto a la veneración de sus numerosos devotos, que empezaron a acudir en gran concurso a la capilla sepulcral, que exhalaba, según muchos testigos, un perfume penetrante. Un siglo más tarde, un prelado italiano llamado Porro, de visita por esos lugares, airado al ver el culto del que era objeto, rompió el cristal de la urna con un bastón. Hubo de huir ante la justificada reacción indignada de los fieles por semejante profanación. El arzobispo de Zaragoza, para evitar nuevas agresiones, mandó tapiar el recinto y el cuerpo del pontífice permaneció en paz durante más de dos siglos y medio.

Pero se produjo la Guerra de Sucesión y, como Aragón había optado por el pretendiente austracista, las huestes francesas que apoyaban a Felipe V, de paso por la comarca, se dedicaron a saquearla y entraron en el castillo-palacio de Illueca en busca de supuestos tesoros escondidos. Al no encontrar gran cosa la emprendieron con los restos de Benedicto XIII, que habían salido a la luz durante el expolio: echaron su cuerpo momificado al río Aranda, salvándose sólo la cabeza, que fue rescatada y escondida por un campesino. Al marcharse los franceses el cráneo, que se encontraba en buen estado (aún se veían los glóbulos oculares, el cuero cabelludo con algunos mechones y porciones de piel), fue llevado al palacio de los condes de Argillo en Sabiñán.

Allí permaneció casi trescientos años (salvo el intervalo en el que fue ocultado de las profanaciones de la persecución religiosa durante la Guerra Civil) hasta el año 2000, cuando fue robado por dos muchachos que curioseaban en el palacio prácticamente abandonado. Con él se dice que jugaron al fútbol los desaprensivos (de hecho, cuando se recuperó estaba partido). Se les ocurrió entonces cobrar un rescate por él y escribieron a este propósito una carta al alcalde de Illueca, exigiendo un rescate de de un millón de pesetas (equivalente a 6.000 euros). La guardia civil logró detener a los delincuentes y recuperó el cráneo, entregándolo al juez de instrucción de la causa abierta tras su robo. Se practicaron algunas diligencias, entre las cuales análisis científicos para cerciorarse de que la calavera era efectivamente la de Benedicto XIII, lo cual quedó probado.

El gobierno de la Junta de Aragón lo declaró bien de interés cultural, con lo que no puede ser sacado de España ni vendido por su legítimo propietario. En todo caso puede ser objeto de cesión o donación. No fue restituido a los propietarios del palacio de Sabiñán, sino que se lo depositó en los almacenes del Museo Provincial de Zaragoza, a la espera que se le asigne un destino mientras se resuelve la petición del Excmo. Ayuntamiento de Illueca de que se devuelva el cráneo al castillo-palacio donde fue voluntad testamentaria del propio papa ser enterrado y que, a mi modesto entender, constituye el lugar naturalmente más adecuado para ello por haber sido el de su nacimiento.

¿Se podría hablar de una posible beatificación, al hilo de ello?

Si se incoare el proceso canónico (que, de considerarsele papa legítimo, debería ser iniciativa de Roma, o en todo caso sería competencia del arzobispado de Zaragoza), se le asignare un postulador y un relator, la Congregación para la Causa de los Santos estudiare la causa y aprobare la positio y el Romano Pontífice declarare la heroicidad de virtudes y la ortodoxia de los actos y escritos de Benedicto XIII (lo que le valdría el título de venerable), tendría expedito el camino a la beatificación, la cual podría proclamarse tras la aprobación de un milagro probado por intercesión suya. Así que hay que ponerse a trabajar para que se den todos estos pasos. Creo personalmente que el Papa Luna estuvo adornado de grandes virtudes, que su legitimidad es perfectamente defendible, que su idea del deber (que lo llevó hasta el sacrificio de la propia fama cuando podría haber transigido con grandes honores) protegió a la Iglesia del grave peligro del conciliarismo y que su magisterio fue impecable.

¿Es posible que la Iglesia actualmente lo acabe reconociendo oficialmente como Papa? ¿Ustedes promueven esta iniciativa?

R. Afortunadamente, como ya he manifestado antes, hoy en la Iglesia hay una actitud más flexible en cuanto a las dos obediencias principales durante el Gran Cisma (la obediencia pisana fue claramente ilegítima). Seguir llamando a Clemente VII y a Benedicto XIII antipapas es, por lo menos, imprudente, por no decir claramente injusto. Ni los que defendemos su legitimidad llamamos antipapas a Urbano VI, Bonifacio IX, Inocencio VII o Gregorio XII (y éste último dio pruebas de su mala fe cuando Benedicto XIII intentó llegar a acuerdos con él). Entre nosotros no solemos referirnos al gran hijo de Illueca como el Papa Luna, sino sólo a título coloquial o cultural. En términos de Historia, de Historia de la Iglesia y de Historia de los Papas, preferimos y proponemos llamarlo por su nombre de elección: Benedicto XIII seguido de su apellido familiar entre paréntesis (Luna) para distinguirlo del papa homónimo del siglo XVIII Benedicto XIII (Orsini).

El reconocimiento de Benedicto XIII (Luna) como papa legítimo, así como la difusión de su figura histórica, su obra y su pontificado, la restitución de su cráneo a su castillo-palacio natal de Illueca y la incoación de su proceso de beatificación y canonización son los objetivos que nos marcamos quienes en 1993 fundamos en Barcelona un modesto Comité pro-Benedicto XIII para conmemorar el “VIè Centenari de Benet XIII (1394-1994)” (como reza en el sello original que conservamos). Ahora que se acerca otro sexto centenario –el de su muerte (1423-2023)– esperamos reavivar nuestra labor desde la Ciudad Condal (en cuyo palacio de Bellesguard, no se olvide, residió el papa aragonés), en plena disponibilidad de colaboración con todas las entidades, asociaciones y fundaciones con las que compartimos la defensa de la memoria de Don Pedro de Luna, el papa Benedicto XIII.

22 comentarios

  
Luis López
Más allá de quién hubiera tenido la razón legal, tras el Concilio de Constanza, debía haber hecho un profundo acto de humildad y haberse ido con la cabeza alta. Si lo hubiera hecho, hoy probablemente lo veneraríamos como santo, y no con el desagradable nombre de "antipapa".

No haber seguido con tozudez aragonesa dividiendo a la Iglesia.
28/09/20 9:30 AM
  
Luis Fernando
Si canónicamente era Papa, al no renunciar lo habría seguido siendo hasta su muerte ya que nadie tiene autoridad para deponer a un Papa.
Entonces, el que eligieron como Papa en Constanza, Martín V, en realidad no era Papa sino anti-papa, ya que no puede haber dos papas reinantes al mismo tiempo (bastante lío tenemos ahora con uno de ellos emérito). Y sin embargo, aparece como Papa en el orden sucesorio.

Pues señores, parece que hay un problema serio.
28/09/20 11:52 AM
  
Caesar Augustinus
De tozudez aragonesa nada de nada: legitimidad, valentía y decencia. Solo eso. Ya es hora, en efecto, de que se le restituya su dignidad, de la que, por desgracia carecieron muchos de los papas de aquellos tiempos y de los posteriores.
28/09/20 12:07 PM
  
Anastasia

Intrigas y enredos, papas que intervenían más en los asuntos mundanos y temporales que preocupados por la salvación de las almas, papas que apresaban y torturaban a disidentes y díscolos, turbas emponzoñadas por los señores y camarillas locales, conciábulos, complots, conspiraciones ...

¿ Esta es la Cristiandad que algunos quieren que retorne?
28/09/20 2:36 PM
  
Eck
Martin V si es Papa legítimo desde el momento en que el sucesor de Benedicto XIII (Clemente VIII) renunció en él sus derechos y le reconoció como pontifice. Claro que todo esto es desde la perspectiva aviñonensa. En mi opinión y mira que he leido estudios tras estudios del tema, sólo lo resolvera Dios en el Juicio Final cual de las dos lineas era la legítima pues ni los santos se pusieron de acuerdo (S. Catalina de Siena era urbanista frente a S. Vicente que era clementista)
Desde nuestro punto de vista se puede afirmar que los actuales lo son porque Martín recogió todas las legitimidades, tanto la correcta como la que no lo era aunque no sepamos cual especificamente.
28/09/20 3:24 PM
  
Tulkas
Es un caso muy interesante que lleva al extremo una dificultad inherente al Oficio Petrino al no ser éste sacramental.
Nadie puede deponer al Papa pero lo que pasó en Constanza es que los obispos abandonaron a otro obispo y el Oficio Petrino carece de sentido sin el Colegio Episcopal.

En el Sacramento del Orden tenemos una analogía: un presbítero no tiene un sacramento “pleno”, aunque sea vàlido. Por eso un presbítero no puede, por ejemplo, Confesar o administrar la Confirmación de forma válida salvo que esto le sea delegado de un Obispo, o celebrar Matrimonios válidos. Y el caso es más grave, porque el presbítero está marcado pir un sacramento válido que nadie le puede quitar, igual que el Papa puede tener un oficio válido que nadie puede deponer.

El problema es que tendemos a ver las cosas autónomas: gracia SIN Sacramentos y validez de órdenes y oficios sin comunión eclesial. Y hay cosas que SÓLO FUNCIONAN dentro de la comunión eclesial. Esta tesis, llevada al extremo, es agustiniana: el Bautismo sólo funciona en la comunión eclesial, y la Eucaristía etc. Sin llevar la tesis al extremo se puede decir que el Colegio Episcopal abandonó al Papa, lo excluyó de su comunión, y el Oficio de Pedro es nada fuera de la comunión eclesial.
28/09/20 4:01 PM
  
Luis Fernando
Eck:
Martin V si es Papa legítimo desde el momento en que el sucesor de Benedicto XIII (Clemente VIII) renunció en él sus derechos

LF:
¿Desde cuándo un Papa renuncia sus derechos para dárselos a otro que no es Papa? Eso lo puede hacer un Rey en la persona de su hijo o heredero, no un Papa.

Si un Papa renuncia, hay que convocar un cónclave.

O el Papa Luna no fue Papa o "tenemos un problema".
28/09/20 8:39 PM
  
Luis Fernando
Anastasia, ¿usted sabe de alguien que haya dicho que durante la Cristiandad todo era perfecto y maravilloso y que las consecuencias del pecado original no seguían operando?

Yo no.

28/09/20 8:43 PM
  
Tulkas
Por supuesto que tenemos un problema, que es no entender bien la naturaleza del Papado, cuya sucesión no es como la sucesión de la monarquía pero tampoco es como la Sucesión Apostólica propiamente hablando, es decir, la que se da en el Sacramento del Orden Episcopal.

LF se da perfectamente cuenta del problema, pero no puede salir de él porque está encarcelado en la mentalidad legalista de Occidente.

No sabemos cómo se elegían los primeros Papas, pero dos cosas están claras: no era mediante una representación universal de la Iglesia (cónclave o Concilio). ¿Eran designados por su antecesor? No lo sé, pero Nicea (creo) establece que los Obispos sean evaluados y ordenados por tres obispos de diócesis cercanas, con lo que tenemos aquí ya un modelo arcaico de Cónclave “local” (en el que para nada intervenía Roma, dicho sea de paso). ¿Qué pasa con el Papa? Muy complejo: su elección no es un acto jurídico solamente, sino una expresión de la Comunión Eclesial, por eso reyes y emperadores tenían derecho de veto hasta hace un siglo, por eso presbíteros no obispos pueden ser electores, por eso un simple laico puede ser elegido Papa, y por eso, ¡vaya!, anomalías tan grandes como las mafias eclesiales no invalidan una elección. La tesis conciliarista, que creo se defendió en Constanza, sirvió para salir del paso, aunque luego fuese condenada. Se puede condenar la tesis conciliarista, pero no se puede condenar que, en tanto que obispo, el Papa es “unus inter pares”: lo que él tiene Sacramentalmente lo tienen los demás.
28/09/20 10:43 PM
  
Eck
No tiene porqué. Es lo habitual desde hace 1000 años pero un papa puede cambiar los canones de elección como hizo Pascual II al crear el colegio de cardenales (antes era el clero y pueblo romano) o designar sucesor o renunciar el pontificado en favor de alguien (siempre que sea católico y hombre pues esto es de derecho divino)
Algunos ejemplos:
-Martin V fue elegido en conclave al uso: 23 cardenales de todas las obediencias y 30 prelados designados por las 5 "nationes" conciliares.
- Benedicto IX renunció al papado por dinero a favor de Gregorio VI en el año 1045. A pesar de la simonía, se le considera legítimo.
29/09/20 12:46 AM
  
Juan Argento
Si la linea romana era la legítima no hay problema alguno con Martin V, porque Gregorio XII, antes de renunciar, convocó al concilio de Constanza para darle legitimidad. Por lo que ese concilio fue legitimo a partir de esa convocacion, y así fue legitima su subsecuente eleccion de Martin V.




29/09/20 5:04 AM
  
Juan Argento
Respecto a este parrafo de la entrevista:

Hoy una tendencia más moderada postula considerar papas legítimos en su obediencia respectiva tanto a los de la línea romana (Urbano VI, Bonifacio IX Inocencio VII y Gregorio XII) como a los de aviñonesa-peñiscolana (Clemente VII, Benedicto XIII y Clemente VIII),

la tendencia mencionada podrá ser moderada pero es insanablemente erronea, porque el papa es simplemente el obispo titular de Roma, y el obispo titular de una sede determinada es siempre uno solo. Por lo que en todo momento hubo UN SOLO papa objetivamente legítimo, siendo el y solamente él el sucesor de Pedro, vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia Catolica, en la cual estaban objetivamente solamente aquellos cristianos que estaban en comunion con ese papa objetivamente legitimo, mientras que todos los cristianos que estaban en comunion con un papa ilegitimo estaban objetivamente en situacion de cisma respecto de la Iglesia Catolica.

Otra cuestion totalmente distinta es que muchos cristianos estuviesen en estado de ignorancia invencible acerca de cual era el papa legitimo, y que por lo tanto, aunque estaban objetivamente en situacion de cisma, no lo estaban subjetivamente. Pero no hay que confundir la dificultad o directamente imposibilidad subjetiva que alguien puede tener para discernir la legitimidad de un potencial papa con la legitimidad o ilegitimidad objetiva de ese potencial papa.

Por otro lado, el cisma de Occidente es un tema interesante porque sirve como caso de test de la doctrina establecida en Dignitatis Humanae sobre la libertad de coaccion por parte del Estado en el ejercicio publico de la religion, o mas bien como caso de refutacion de la doctrina opuesta: dado que los opuestos a DH sostienen que el Estado debe prohibir cualquier culto no catolico, tal que el estado de cosas objetivamente optimo de un pais es cuando ningun culto no catolico es celebrado en él, independientemente de si quienes podrian celebrarlo estan en estado de ignorancia invencible acerca de su situacion de herejia o cisma, entonces, si quieren ser coherentes, deben sostener que durante el Gran Cisma de Occidente habria sido mejor que ninguna misa, bautismo, matrimonio, ordenacion sacerdotal, etc. hubiese sido celebrada en la parte de la cristiandad en comunion con el papa objetivamente ilegitimo por toda la duracion del cisma.
29/09/20 5:49 AM
  
Luis Fernando
Tulkas:
LF se da perfectamente cuenta del problema, pero no puede salir de él porque está encarcelado en la mentalidad legalista de Occidente.

LF:
Yo hace muchos años que salí de este problema. Esto escribí en 2002 en un foro protestante:

Urbano VI fue el Papa elegido el 9 de abril de 1378. El que los cardenales decidieran elegir después a otro Papa fue la causa de todo el jaleo que ocurrió después pero claro, lo cierto es que una vez nombrado Urbano VI esos cardenales no tenían autoridad alguna para nombrar otro papa. Muerto Urbano VI, le sucedió Bonifacio IX, y a este Inocente VII, que duró dos añitos tras los cuales le sucedió Gregorio XII, el cual era el Papa legítimo durante la celebración del concilio de Constanza. Antes de su elección Gregorio XII, el igual que todos los cardenales que le eligieron, había jurado abdicar de su cargo si era necesario para acabar con el cisma (los ilegítimos habían de hacer lo mismo). Tras nuevas vicisitudes finalmente Gregorio XII presentó voluntariamente (no por imposición conciliar) su renuncia a través de una carta que fue leída en la sesión número 14 del concilio de Constanza. De dicho concilio salió el nuevo Papa, Martín V, el cual, dicho sea de paso, se opuso con gran éxito a la idea de la superioridad conciliar sobre el papado.


Escribí mucho más, pero entonces me sale un comentario kilométrico y no es plan.
29/09/20 1:26 PM
  
Tulkas
LF:

Los cardenales carecerían de autoridad para convocar otro cónclave si y sólo si la elección de Urbano VI hubiera sido completamente legítima y ése es precisamente el punto en disputa.
Por eso digo lo del legalismo, porque es mentalidad legalista suponer que el ministerio de los Obidpos queda absolutamente supeditado a un proceso canónico, es decir, que la labor de gobierno que el Colegio Episcopal tiene sobre toda la Iglesia quede supeditada a una elección de un Papa en condiciones dudosas.
Los electores alegaron presiones y amenazas. Y en caso de duda, prima el Sacramento sobre el oficio
29/09/20 4:59 PM
  
Argia
Después de ver un poco de cerca esto de dos y tres Papas, y que el Señor no lo ha querido evitar, a pesar de que dijo que su Iglesia estaria edificada sobre Pedro, saco la conclusión de que Papa, no es = a Iglesia, sino que es más o menos un administrador de la misma, como también que ya hubo cisma en su momento, de la misma forma que ha habido herejias, consentidas temporalmente por Papas.
El pensamiento positivo es que ya ha pasado de todo, y aqui seguimos, la Iglesia es de Jesucristo, y la barca de Pedro también.
29/09/20 7:57 PM
  
Tulkas
Argia:

El Papado es un oficio eclesiástico con un par de aspectos o tres de derecho divino (su origen, que tenga que ser hombre y la infalibilidad en ciertas condiciones) y casi todo lo demás de derecho canónico.

Yo, además de los 3 puntos mencionados con respecto al Papa tengo clara una cuarta cosa, que forma parte de la tradición española más genuina: “si el Papa se comporta como un príncipe secular, se le ha de tratar como a príncipe secular”.
29/09/20 9:28 PM
  
Tulkas
Juan Argento:

Es un argumento interesante pero estira hasta el extremo la "ignorancia invencible". O santa Catalina o san Vicente, uno de los dos, era materialmente cismático,y se salvó exclusivamente por ingnorancia invencible.

Ufff... no cierra.

Menos cierra aún si se aplica a naciones enteras, a miles o millones de personas en estado de cisma objetivo y salvándose únicamente por ignorancia invencible.

La ignorancia invencible viene definida en el plano moral, no en el plano objetivo (por ejemplo, un hereje calvinista puede estar en situación de ignorancia invencible, pero no por defecto en la verdad de la Fe Católica, sino por defecto en su persona). El problema de la duda en el Cisma de Occidente no es índole moral, sino objetiva (la duda se reduce a un proceso canónico, al que no cabe atribuirle en ningún caso el grado de verdad y de luminosidad de la Fe, porque los procesos canónicos pueden ser de suyo dudoso sin problema, la Fe no puede ser de suyo dudosa). La ignorancia invencible no aplica en este caso.
30/09/20 5:00 PM
  
Juan Argento
Tulkas, la ignorancia invencible se refiere siempre a una persona, y se debe a las limitaciones epistemicas de esa persona en un momento dado. Es claro que un numero de personas pueden compartir unas limitaciones. Es claro tambien que la identidad del Papa objetivamente legitimo puede haber sido materia de ignorancia invencible para millones de personas en ese tiempo.

Pero lo que no podemos permitirnos es abandonar la logica y la claridad de los conceptos. Si no quieres admitir que millones de personas estuvieron en estado de ignorancia invencible respecto a ese tema, entonces debes sostener una de dos cosas: o que en un momento dado puede haber dos Papas objetivamente legitimos, o que quien no esta en comunion con el Papa legitimo sino con uno ilegitimo no esta objetivamente en estado de cisma respecto a la Iglesia Catolica. En resumen, o redefines el Papado, o redefines cisma, o presupones la ignorancia invencible de millones, o presupones la condenacion de millones.
01/10/20 6:49 AM
  
Tulkas
Juan Argento:

No. Estableces un falso dilema. Papas legítimos no puede haber dos, pero puede, por supuesto, haber uno, ninguno o una situación canónica indeterminada e indeterminable, porque los procesos canónicos no tienen certeza de Fe.

En el Cisma de Occidente está claro que dos Papas no hubo, pero lo que no está claro es que hubiese un Papa legítimo.

Tú planteas que sí lo hubo, digamos “ontológicamente”, pero que “epistemológicamente” no podemos saber con claridad quién fue.

Esto que planteas es por lo menos dudoso, porque cabe la posibilidad de que no hubiera Papa legítimo hasta Martín V.

El problema es que la ignorancia invencible implica un objeto que puede ser conocido, pero que el sujeto no puede conocer. En este caso se puede asumir una situación de objeto no cognoscible, porque la cuestión no versa sobre un aspecto de Fe, sino sobre un embrollo canónico que puede carecer de solución perfectamente.

La elección de Martín V implica además, que elmConcilio de Constanza entendió que la sede estaba vacante o que no había manera de saberlo, implica que o no había Papa o no había objeto cognoscible, lo cual excluye la ignorancia invencible.

De lo contrario tienes que admitir que un Concilio puede deponer a un Papa o forzarlo a renunciar, lo cual es la tesis conciliarista.
01/10/20 11:53 PM
  
Juan Argento
Tulkas, es la primera vez que oigo sobre la posibilidad de que ni el Papa de Roma ni el de Avignon hayan sido legitimamente elegidos. A mi juicio esa posibilidad es extremadamente improbable. Que la eleccion de Urbano VI haya sido invalida por la presion del pueblo romano es una cuestion que puede discutirse (*), pero que si esa eleccion fue de hecho invalida entonces TAMBIEN la subsiguiente eleccion de Clemente VII fue invalida no parece tener sentido.

Que yo sepa, nadie en aquel tiempo se planteaba que AMBAS elecciones pudiesen ser invalidas, y todo el mundo daba por sentado que uno de los potenciales Papas era el legitimo. Recuerdo haber leido que un obispo dispuso que en las misas de su diocesis no se mencionara a ninguno de los dos Papas sino a "quienquiera es el Papa legitimo" (obviamente en latin), lo cual me parece lo mas sensato, y es de hecho un reconocimiento humilde y realista del propio estado de ignorancia invencible sobre la cuestion. ("Realista" luego de "humilde" es redundante porque "humildad es andar con verdad", pero lo dejo.)

Como dije en mi primer comentario de este hilo, la accion del Conciio de Constanza sobre este tema fue legitima - y consistente con la nocion de que un Concilio no puede deponer a un Papa - si la linea romana era la legítima, porque Gregorio XII, el Papa de Roma, convocó al Concilio (que de hecho ya estaba sesionando) y acto seguido renunció.

Si la linea de Avignon hubiese sido la legitima habria un problema porque, como dice el articulo, Benedicto XIII se aferro a su puesto.

(*) Y en la que NO juega papel alguno el trato que Urbano VI haya dado a los cardenales. Recordemos que el primer acto de Pio IV fue arrestar a tres familiares del Papa anterior, Pablo IV, entre los cuales habia dos cardenales, Carlo y Alfonso Carafa, el primero de los cuales fue enjuiciado y ejecutado a los pocos meses, sentencia que fue declarada injusta por el siguiente Papa, S. Pio V, pero por la que nadie disputa la legitimidad de Pio IV como Papa.
02/10/20 6:18 AM
  
Tulkas
El problema, Juan Argento, es que un acto jurídico tiene que ser claro. La elección de un Papa es un acto puramente jurídico canónico.
Si caben dudas sobre la elección de Urbano VI, caben dudas sobre cualquier cónclave posterior y previo al concilio de Constanza.

Además, ¿como va a haber un Cisma si no sabemos qué parte está en cisma?

El problema es que, siguiendo tu razonamiento, estamos en ignorancia invencible no sobre quién estaba en el cisma, sino sobre el hecho mismo de que hubiera cisma.
02/10/20 4:48 PM
  
Juan Argento
Tulkas, siguiendo mi razonamiento no puede haber duda alguna acerca de que hubo cisma. Partiendo de los siguientes presupuestos:

a) en cualquier momento puede haber un solo Papa legitimo, y

b) durante el Gran Cisma uno de los dos Papas, ya sea el de Roma o el de Avignon-Peñiscola, era legítimo, y por lo tanto el otro era ilegítimo,

se infiere inmediatamente que los cristianos que reconocian y obedecian al Papa ilegítimo estaban objetivamente en cisma respecto a la Iglesia Catolica.

La existencia de un cisma objetivo es compatible con la ignorancia de algunas personas sobre cual parte es la Iglesia Catolica y cual es la cismatica. De hecho, nadie en aquel tiempo ponia en duda la existencia objetiva del cisma.
02/10/20 10:55 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

27.09.20

Necesitamos con urgencia una pequeña ayuda para seguir realizando una labor muy grande

Estimados lectores, amigos y simpatizantes de InfoCatólica:

Lamentablemente esta vida tiene más de prosaica que de poética y hemos perdido la capacidad de asombro y el sentimiento de gratitud. Nos acostumbramos con demasiada facilidad a que las cosas más valiosas sean gratis, aunque sean maravillosas y de valor incalculable porque hemos dejado de valorar las cosas que de verdad merecen la pena.

Julio Iglesias, un hombre que llegó a lo más alto en su profesión y lo tuvo todo en lo material, afirmó una vez que las cosas que más valen en esta vida son las que no se pueden comprar con dinero.

Hay museos impresionantes como el Museo del Prado que, en determinados días y horarios, son gratuitos. No es que Goya y Velázquez hayan perdido caché, sino que se facilita a las personas con pocos recursos el acceso a la cultura.

Gratis es por ejemplo algo tan valioso como el sentido de la vista, un don de Dios, que solo lo valoramos en su justa medida cuando vamos perdiendo visión y ponemos todos los medios a nuestro alcance para conservarla. ¿Qué no darían muchas personas ciegas por poder ver? O dicho de otra manera, ¿alguien estaría dispuesto a perder sus ojos a cambio de un millón de euros?

Gratis es asistir a la Santa Misa, de valor infinito, y poder recibir en nuestro interior al mismo Cristo, su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad. Después de este ejemplo ya no se puede poner otro más elevado.

Pues recapitulando, y dentro de nuestra pobreza, en InfoCatólica les ayudamos a conocer la Belleza de Dios, infinitamente mayor que las obras del Prado, a ver la realidad con los ojos del alma y a participar de la vida de sacramentos. Y todo ello se hace únicamente con un afán evangelizador, es de las pocas páginas que no cuenta con publicidad.

A raíz de la crisis del covid, por multitud de circunstancias, se han desplomado los ingresos por donativos que nos hacían posible pagar los gastos de mantenimiento de la página. Ahora nos cuesta Dios y ayuda (su ayuda) cubrirlos. Confío en que si ustedes valoran la página, como lectura edificante y alimento del alma, siempre que puedan y quieran, nos ayuden a costear los gastos de mantenimiento, con total libertad y en la medida que Dios se lo inspire.

Para mí es un gran honor poder escribir, de forma providencial, en esta página y formar parte de esta gran familia. Una familia de la que forman parte todos ustedes, de España e Hispanoamérica y del mundo entero.

En sus más de diez años de historia InfoCatólica ha realizado una magnífica labor y estoy convencido de que, Dios mediante, la seguirá realizando durante muchos años más. Confiamos en la Providencia de Dios y estamos seguros de que Él tocará los corazones si es su voluntad que esta obra de evangelización siga adelante.

5 comentarios

  
Teologo
Estoy completamente de acuerdo con usted D. Javier, pero como ya han comentado más lectores, ¿por qué no se pone al comienzo de la página una barra con la indicación de la cantidad de dinero que hace falta para una determinada temporada y se va indicando cuánto son los donativos recibidos? Aunque es simpática la cuestión de las fotografías que se ha puesto con lo del Armagedon, no hay manera de saber realmente cuánto dinero hace falta y para cuánto tiempo. Con esos datos los lectores nos daríamos cuenta mejor del problema y cada uno se podría organizar para dar esa cantidad. En páginas de Estados Unidos ese sistema es bastante habitual o en páginas de crowdfunding para un determinado proyecto.
27/09/20 9:24 AM
  
Luis Fernando
Gracias, Javier. Lo has explicado muy bien.
27/09/20 12:58 PM
  
Juanjo Romero
Muchas gracias, Javier.

@Teologo. Es buena idea. Le damos una pensada. Gracias.
27/09/20 1:05 PM
  
Jordi
Lo de la barra indicativa del grado de ingresos y el ingreso total que se espera, es necesario. O si no se opta por la barra, al menos un indicativo en cifras, que es más rápido y fácil de hacer.

Lo que hay ahora es una doble ignorancia y un doble ciego: qué se necesita y hasta dónde se ha llegado. Muchos articulistas piden, pero no sé ni cuánto se lleva ni hasta cuánto se espera.
27/09/20 8:45 PM
  
Lizcano
Es que no sacan ni un euro, y les da vergüenza que se sepa. Los lectores no se rascan el bolsillo. Admitamoslo.
27/09/20 9:59 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

23.09.20

Luis Alberto de Cuenca: “Santo Tomás de Aquino fue uno de los cerebros más poderosos de nuestra Historia”

Luis Alberto de Cuenca Prado es un helenista, filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, crítico y editor literario español. Licenciado y doctor en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid. Es académico de número de la Real Academia de la Historia, académico de la Academia de Buenas Letras de Granada y vocal del Real Patronato del Museo del Prado. Fue Director General de la Biblioteca Nacional y Secretario de Estado de Cultura.

En esta entrevista hablamos brevemente de la Edad Media como un gran renacimiento de la cultura grecolatina y de la importancia del cristianismo en la configuración de la cultura occidental junto con la filosofía griega y el derecho romano.

La Edad Media fue un período que a veces nos lo presentan como oscuro y bárbaro, cuando ha sido ciertamente lumínico. ¿Por qué ese afán de fomentar una leyenda negra sobre el mundo medieval?

Los dos adjetivos que a mi entender acompañan mejor a la Edad Media los escogió Verlaine: énorme y délicat (téngase en cuenta que Moyen Âge es masculino en francés). La “corrección política” actual detesta la Edad Media por los valores tradicionales que esta representa y por el código caballeresco que imperaba en ese período de nuestra historia, un código que ahora es denostado por el “pensamiento” dominante.

En la Edad Media florecen las Universidades, el Arte, la Literatura, etc. algo impensable si fuese una etapa tan bárbara y oscura…

El siglo XII, por ejemplo, es la centuria de un primer Renacimiento europeo en ciencias, letras y artes. Y no solo ese siglo. La Edad Media es un continuo Renacimiento que da comienzo con Carlomagno y su corte de Aquisgrán en el siglo VIII. No hay que llegar al Quattrocento y al Cinquecento, pues, para hablar de Renacimiento en la sociedad occidental. En el Medievo se recupera lo mejor de la cultura grecolatina en esas atalayas de la cultura que fueron los scriptoria monacales. Primero en Irlanda y después en el resto de Europa, los monjes transmiten a la posteridad el legado clásico, que sin ellos se hubiese perdido de forma irremisible.

En esa época resplandece la colosal figura de Santo Tomás de Aquino, probablemente uno de los cerebros más potentes de la Historia de la Humanidad.

Coincido con Vd. en considera A su lado situaría a otros nombres propios apabullantes como Platón, Aristóteles y Séneca, por citar solo tres “cráneos privilegiados” (la expresión que acostumbraba a usar Don Latino de Hispalis para referirse a su amigo Max Estrella) de Grecia y Roma.

Como ya anticipó tuvo una gran importancia la escolástica y fue decisiva la labor de los monasterios para conservar la cultura clásica, algo que no se resalta como debiera.

En nuestro tiempo se da un rechazo absurdo a la religión que opera en el ámbito de lo visceral, sin acceder al plano analítico. Cela escribió que “la Inquisición y la quema de conventos son el haz y el envés de una misma piromanía”. Resalté ya en mi respuesta a su segunda pregunta la labor decisiva de los monasterios a la hora de conservar la herencia grecorromana.

Ciertamente fue el apogeo de la cristiandad, cuando el cristianismo impregnaba todo el orden temporal, quizá por eso no interese hoy tanto resaltar esa época.

Sea uno creyente o no lo sea, la importancia del cristianismo en la configuración de la cultura occidental es obvia. Junto con la filosofía griega y el derecho romano constituye el triángulo fundacional de Occidente.

En cuarto a la arquitectura, el hombre moderno, con todos los medios técnicos a su alcance, ya es incapaz de crear esas grandes catedrales góticas. ¿Quizá es que ya no tenga ese espíritu?

Construimos otro tipo de catedrales, sin el glamour y la belleza de las que construyeron nuestros antepasados medievales. El mundo ha dejado de ser un gran festival de la fe desde el enciclopedismo dieciochesco. Y no parece que vaya a variar la cosa de forma sustancial en el futuro.

Por Javier Navascués

12 comentarios

  
Markus
Alcuino de York, Pablo, el Diácono, Pedro de Pisa, San Agustín, Santo Tomás, Jonh Duns Escoto... Las escuelas monásticas que precedieron a las universidades preservaron y difundieron el pensamiento griego. Boecio, Grosseteste, etc. La edad media con todas sus guerras y barbaries supo dar a luz de manera clara y articulada el método experimental con Roger Bacón, por no hablar de que los movimientos ascéticos (San Antonio Abad, San Pacomio y San Basilio) y monásticos surgen en esta época.
24/09/20 12:43 AM
  
maru
Aleja a Dios de tu vida y será el desastre. Vivimos, desde hace años, y cada vez más palpable , en el.desastre.
24/09/20 10:40 AM
  
rastri
A qué recordar tiempos pasados como ilustres y bien llegados, si el del primero y principal, el del Cristo, ya no queda nada que predicar.
El tiempo que pasa y pasa, lo arrasa todo; hasta Espacio vital mata.

El Tiempo es inversamente proporcional a lo que es el Espacio; A mayor Tiempo que pasa y mata se corresponde menor Espacio vital que da vida y no pasa. Y viceversa, dice el sabio.

24/09/20 10:47 AM
  
Tulkas
Basta con escuchar música medieval y música contemporánea.
Ahora, que si por música fuera curiosamente la mejor de la historia es precisamente coetánea con la Ilustración de 1750 en adelante hasta 1825 aprox... cosas veredes.
24/09/20 12:22 PM
  
Ad Ensem
La edad media ha sido, incluso considerando este periodo desde una perspectiva terrena, un ejemplo esplendido de belleza.
Se puede ver perfectamente la "obscuridad" de este periodo, paseandose por Siena, o Perugia, o Gubbio, o Asís, o cualquier pueblo del centro de Italia, incluso el mas remoto y pequeño. Puede compararse perfectamente la belleza y el alma de estas ciudades, con nuestras ciudades modernas y decidir en donde humanamente se puede vivir mejor. Se puede comparar la belleza de una pintura de Duccio da Buoninsegna con la fealdad de un cuadro de Picasso (¿reflejo de almas?) o el esplendor de la torre de Giotto de la Catedral de Florencia, comparada con la fealdad de las iglesias actuales.

Lo bello es luminoso, lo feo es obscuro. En el medio evo, en Europa, Dios estaba presente y brillaba mas, y todavía se ve. En el era moderna, sin Dios, la realidad va mas allá de la obscuridad, es tenebrosa, a pesar de lo que piense Lutero y los luteranos y quien piense como ellos.

Y en cuando a brutalidad medieval y guerras, hay mucho que opinar si incluso no hayan sido "tiempos mejores" que otros mas recientes o presentes.
24/09/20 12:28 PM
  
Albert Peez
Santo Tomás, sí, un cerebro; lastima que la institución eclesiástica desde aquel momento hasta hoy mismo se dedicó a anular cerebros que podían haber iluminado al resto de la Iglesia sobre las distintas situaciones que se iban presentando a lo largo de la historia, por obligarnos a todos a estancarnos en el placido mundo intelectual medieval (“qué bien se está aquí...”).

Que se enteren todos de una vez, que salgan de su ingenuidad intelectual, que la maravillosa Edad Media jamás volverá aunque queramos! Que ya tenemos todos (incluido los promotores medievalistas) inscrito en nuestras neuronas todo lo que hemos vivido desde entonces, por mucho que queramos negarlo o inhibirlo!

Que no nos espera el pasado, que nos espera el futuro!

Parece mentira que estemos tratando con intelectuales que no quieran enterarse de esto...
24/09/20 1:14 PM
  
Ad Ensem
Albert Peez: creo que para un católico, el cerebro medieval de San Pedro Damian, por ejemplo hablando sobre la homosexualidad del clero, es mas certero para el mundo actual, que las luminosas consideraciones de James Martin o de la conferencia episcopal alemana.
Quizás un luterano o calvinista, o quien sabe uno que pertenezca a la hermandad, tendrá sin embargo, mejores ejemplos de iluminación que aportar para discernimiento de la iglesia.
En cuanto al futuro que nos espera, parece mentira de que alguno no se haya todavía enterado que lo que nos espera es la vida eterna. En el medioevo lo tenían mas claro que nosotros. Hasta se lo recordaban en las fachadas de las Iglesias. Eche un vistazo a la fachada de la catedral de Orvieto, por ejemplo. Gran ejemplo de oscurantismo medieval, en donde se creía que existía el infierno y el demonio era un ser personal, no como ahora piensa algún iluminado (quizás no en buena fe).
24/09/20 2:25 PM
  
hornero (Argentina)
¿Quién dice que esté todo CONCLUIDO, que la Historia haya alcanzado un término FINAL?. Mientras el hombre sea hombre, esto es, ser racional, IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, el camino de la humanidad continuará hasta entrar en la ETERNIDAD, que es el TÉRMINO DEL TIEMPO, no la extinción del pensamiento del hombre. Que estemos inmersos en una CRISIS, no implica que debamos permanecer en ella por tiempo indefinido. Porque la Historia no es obra del hombre sino de la Providencia del Creador; “He trazado un plan y lo voy a cumplir”. Que sean un MISTERIO los designios de Dios, no impide que Él nos los revele en la medida que lo decida. Por esto, la perspectiva sobre el desarrollo de los acontecimientos varía de modo sustancial según sean observados bajo la luz de la Fe, o bien, sin esta luz. Tras la obscuridad creada por el pensamiento moderno, escéptico y nihilista, brilla el aliento de una INTELIGENCIA CREADORA que nos es participado por el VERBO HECHO HOMBRE, CRISTO. Él es el Señor de la Historia y de la Eternidad, el Rey Soberano de la Creación, que nos participa por MEDIACIÓN DE SU MADRE las gracias que nos permiten colaborar en llevar adelante el Plan de su REINO ETERNO. La voz del cristiano no se detiene en nostalgias de un pasado, por inmenso y noble que sea su valor, sino que es como un río impetuoso, como una caballería en orden de conquista ante el horizonte que le cierra el paso, lo atropella, abre una brecha de luz y enarbola las banderas de la gloria. Ante el declinar actual del mundo, el cristiano pone sobre la mesa el tesoro de su patrimonio inextinguible, hecho de Fe, Esperanza y Amor, que lo hacen PROFÉTICO. Por esto, puede AFIRMAR con certeza mayor que las expresadas por las dudas y tinieblas modernas, que EL MUNDO NOS PERTENECE Y VAMOS A RESTAURAR EL ORDEN DE SU ARMONÍA PRIMITIVA HASTA ERIGIR EL NUEVO PARAÍSO TERRRENAL, NOS LO TRAE EL TRIUNFO DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA EN EL MUNDO.



24/09/20 2:43 PM
  
Palas Atenea
El que no tiene pasado tampoco tiene futuro, ambas cosas van unidas. Lo que tenemos es un eterno presente.
24/09/20 4:05 PM
  
Haddock.
Luis Alberto de Cuenca me parece un personaje irreal.
Le conocí por su traducción de Esquilo en 1970; luego por traducir los "Lais" de María de Francia; experto medievalista y bibliófilo; cedió su libro del "Tratado sobre los vampiros" de Dom Agustín Calmet para reeditarla; sabe de comics como el que más y aTintín le conoce tanto como Hergé; su erudición en literatura fantástica es impresionante como en todo tipo de literaturas; letrista de canciones de la Orquesta Mondragón, y hasta Ibáñez el creador de Mortadelo y Filemón le dedicó uno de sus álbumes que él prologó. Católico y dirigió la Biblioteca Nacional.

No sé cómo ha podido hacerlo.


24/09/20 10:53 PM
  
Luis López
Ojalá hubiera vivido los siglos de Santo Tomás, San Alberto, San Buenaventura o San Antonio de Padua; los tiempos de San Francisco de Asís, de Santa Hildegarda, de Santa Clara de Asís, de santo Domingo o de San Pedro Nolasco.

Los siglos de la Suma Teológica (cima del pensamiento), de la Divina Comedia (cumbre de la poesía), del nacimiento de las Universidades, de las catedrales románicas. Siglos de reyes santos como San Fernando III o San Luis IX de Francia (mi patrón) o de reyes, que aunque no fueron santos, sí eran inmensamente sabios como nuestro Alfonso X, que hizo una primera traducción de la Biblia al castellano.

Algunos me dirán que era una época donde no existía seguridad social, teles de plasma, sanitarios con jacuzzi, vehículos de alta gama, internet , botox o seguros dentales... Lo admito, pero qué quieren que les diga.

Analizo mi época, y espiritualmente siento asco. Miro esos siglos, y sin intención de edulcorar nada (pues sin duda eran siglos muy duros para vivir), siento una inmensa nostalgia espiritual.
25/09/20 9:38 AM
  
Pablo Andrés Paredes
Hay varios problemas epistémicos e historico-geopolíticos en esta visión de la medievalidad europea. Por empezar, se sigue aceptando el concepto de medievalidad como un período histórico, cuando el mismo concepto podría estar refiriendo a varias procesos (todos ellos con una especificidad y casuística tan particular como local). La problemática del concepto se remite cuando debemos hablar del espacio geográfico en cuestión, también: de qué Europa hablamos? La del este o la del oeste? Europa, la Europa ocupada por el Islam no conoció nunca la Edad Media, sino un creciente florecimiento en todos los ordenesd e la vida que se vio interrumpido en el siglo XV. Por otro lado, la Europa del sur? Los puertos italianos y griegos del Mediterráneo, florecieron por su permanente contacto con los pueblos árabes y no dejemos de hablar del Imperio Bizantino. Ah Bizancio! Envidia de los Califas del Oriente Próximo; entocnes, si hemos de resolver hablar de medievalidad, me parece que hay que empezar por desconstruir el concepto de Edad Media Europeo, descolocando su centralidad en el mundo de entocnes, dado que geopoliticamente hablando, Europa era la periferia y una región sumamente exterior al mundo que sí continúo floreciendo (lo que se denomina comúnmente, Oriente Próximo, Medio y el lejano también...).
26/09/20 8:16 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

21.09.20

San Rafael Arnaiz, una infancia espiritual a la española

Cristo, siendo Dios, quiso ser igual en todo a nosotros, excepto en el pecado. Su humanidad sintió debilidad, impotencia, desamparo. Así nos sentimos muchas veces nosotros con el agravante de que tenemos la naturaleza herida por el pecado original y nuestro amor propio no soporta verse tan imperfecto.

Con frecuencia nos desmoralizamos porque se nos hace muy áspera la vida espiritual. Vemos que pasan los años y seguimos con los mismos defectos. Parece que no avanzamos nada en el camino de la perfección, incluso que retrocedemos y nos dan ganas de tirar la toalla. Es una sutil tentación del maligno que nos quiere apartar del camino del bien y hacernos pecar bajo el pretexto de que la santidad es imposible para nosotros. Nos insinúa que bajemos de la áspera cruz y nos demos algún gustillo en las praderas del mundo, que no por eso nos vamos a condenar. Diabólica tentación, que pone en juego nuestra salvación.

Los santos han tenido las mismas miserias y tentaciones, pero han sido humildes y han pensado siempre en clave de eternidad evitando el pecado a toda costa. Se han dejado transformar por la gracia, se han olvidado de sí mismos y con vencimiento han alcanzado la santidad.

En la oración Quince minutos ante Jesús Sacramentado Dios dice al alma necesitada de todo: “Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven, léela en mi presencia. Dime francamente que sientes -soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente…; y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para quitar de ti tales miserias. No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad…; y poco a poco se vieron libres de ellos”.

En el libro Sabiduría de un pobre se aprecia como el mismísimo San Francisco de Asís se ve en un momento de su vida totalmente derrotado. Tiene la fuerte sensación de haber fracasado, de dejarlo todo, de volver al mundo. Felizmente hizo un acto heroico de confianza en Dios y siguió porfiando por las sendas de la santidad. Llegó a ser uno de los más grandes santos de la Iglesia.

Les dejo con un escrito, precioso y conmovedor, de San Rafael Arnaiz poco antes de morir. Comprobamos como el santo comprendía profundamente su debilidad y su miseria. Se veía enfermo, débil, inútil para todo y muy imperfecto. Pero en vez de hundirse ante la tentación de verse pecador, se abandonó por completo en Dios, en su infinito Amor y en hacer su voluntad. Murió desamparado y desprovisto de todo, como Cristo en la Cruz, santamente con una pobreza de espíritu admirable.

Espero que esta carta les aliente si alguna vez se ven tristes, miserables e impotentes. A todos nos ha pasado. Incluso los mismos santos han pasado por lo mismo, pero se han abandonado en la voluntad de Dios y el mismo Dios, tras purificarlos con el conocimiento de su debilidad, ha transformado su miseria en santidad. Hagamos el propósito de abrazar siempre la cruz de Cristo al lado de María, en cada minuto de nuestra vida, aunque nos cueste, pues ellos son nuestro único consuelo, aquí y en la eternidad.

Meditemos con San Rafael Arnáiz sobre nuestra miseria y debilidad:

Queridísimo Jesús, Dios mío. Veo, Señor, que no hago nada en tu servicio. Temo perder el tiempo… Se me pasan las horas, los días y los meses, y todo son buenas palabras y buenos deseos, pero las obras no aparecen.

Hoy, Señor, durante la santa Misa, veía mi gran inutilidad y consideraba como siempre en tus grandes beneficios… Veía tu inmensa piedad para conmigo que me permitía asistir al santo sacrificio, un día y otro y yo como un bobo. ¿Cuándo empezaré, Jesús mío, a servirte de veras?…

Siempre estoy empezando, y nunca veo que haga nada. Sigo una vida regalada, cómoda e inmortificada… En parte (nada más que en parte), porque no me dejan los superiores, y en parte (la mayor parte), porque yo no me decido, y la austeridad me asusta, resulta que ni soy seglar porque vivo en religión, ni soy religioso, porque vivo como un seglar… ¿Qué soy, pues, Dios mío?… No lo sé, y a veces cuando en esto pienso, me parece que no me importa ser lo que sea…, pero lo que sí me importa y me preocupa, es el que de una manera o de otra, no me ocupo lo que debo en mortificarme, en renunciarme a mí mismo, en vivir más para Ti que para los demás o para mí.

Busco muchas comodidades… Estoy aún muy pegado a mis gustos y opiniones… Aún muchas veces me veo aquel Rafael del siglo, presumido, vanidoso, criticón, cuya única vida era la mesa, el vestido y el vicio… ¡Ah! Señor, cuando me acuerdo…, dejemos eso por hoy. Señor mío veo que ahora no hago, quizás, nada malo, pero seguramente tampoco nada bueno… Mi vida es la de un bobo en un monasterio. Ni sirvo a Dios corporalmente ni espiritualmente. Todo se reduce a decir: qué bueno es Dios, cuánto le quiero, cómo me quiere Él a mí…, y a caérseme la baba, como vulgarmente se dice.

Cuando pienso en mi inutilidad verdaderamente me apuro. ¡Es tanto lo que le debo a Dios! Ni hago bien la oración, ni la meditación, ni la lectura; en el trabajo…, apenas trabajo. Cuando como y duermo, no hago más que eso… comer y dormir como un animalito. Y así no puedo seguir…, no debo seguir. Mas ¿qué he de hacer? Inútil y enfermo… Pobre hermano Rafael, bástete purificar la intención en todo momento, y en todo momento amar a Dios; hacerlo todo por amor y con amor… El hecho en si no es nada, y nada vale. Lo que vale es la manera de hacerlo… ¿Cuándo comprenderás esto? Qué torpe eres.

¿Cuándo comprenderás que la virtud no está en comer cebolla, sino en comer cebolla por amor a Dios? ¿Cuándo comprenderás que la santidad no está en hacer actos externos, sino en la intención interna de un acto cualquiera?… Si lo sabes, ¿por qué no lo practicas? Ya lo hago, Señor, pero lo hago mal. No tengo humildad y quisiera hacer lo que es mi capricho…, buscar lo que es mi voluntad aun en la penitencia…

Dios mío, Dios mío, ayúdame a cumplir humildemente tu voluntad. Ayúdame a servirte, amando mi propia flaqueza e inutilidad… Señor, Señor, mira mi intención y purifícala Tú. ¿Qué podré hacer yo sin Ti? Aunque me degüelle vivo a fuerza de penitencia, ¿qué vale si Tú no lo quieres y yo pongo vanidad y gusto propio en ello?

Sea, Señor, lo que Tú quieras de mí, pero mira Jesús mío, no permitas que el demonio me engañe. Muéstrame lo que quieres, para que yo lo haga, y dame espíritu humilde para verlo y cumplirlo. No permitas, Jesús mío, que rechace tus divinas insinuaciones.

Yo comprendo que algo más de lo que hago puedo hacer y que Tú lo aceptarás.

¡Dame fuerzas, Virgen María!

Javier Navascués

4 comentarios

  
Argia
S. Rafael Arnaiz me encanta, fue un monje con personalidad, todos los santos que conozco la tienen. Fue un soñador, pero aceptó el plan de Dios, que no tenia nada que ver con sus sueños.
Acepto la sensación de aparente pérdida de sentido de la vida, cuando en un frio dia de invierno tuvo que pelar nabos, con las manos congeladas, y lo transformó en "pelo nabos por amor a Jesucristo".
También aceptó no poder ser un auténtico monje, al tener que salir y entrar del monasterio a su casa, por problemas de salud.
Amó a Dios, acepto su plan y le dió su voluntad, muchas veces sin entender nada.
21/09/20 6:39 PM
  
Argia
¿ Podria decirme como se llama el documental del cura de Ars en el que trabajó ?
Me gustaría ver una buena película o documental sobre él.
Gracias


https://youtu.be/BqM4qE9Euio
21/09/20 6:44 PM
  
Miguel Hinojosa
Los escritos del hermano Rafael son de una gran riqueza y profundidad. Gracias por compatirlo.
21/09/20 9:13 PM
  
Vicente
un santo completamente.
21/09/20 9:44 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

15.09.20

Este viernes se inaugura en Barcelona el Centro Internacional de Estudios Venerable Pío XII

El próximo viernes 18 de septiembre tendrá lugar a las 20:00 horas la bendición e inauguración del nuevo local de la Sodalitas Pastor Angelicus en la sede de la Asociación Internacional Juan Pablo II, calle Septimania 31 (cerca de Plaza Lesseps) de Barcelona. Funcionará como Centro Internacional de Estudios Venerable Pío XII, de acuerdo con el convenio firmado entre ambas instituciones.

La Sodalitas Pastor Angelicus es una asociación pública diocesana de fieles erigida canónicamente en Ferrara (Italia) el 11 de abril de 2015 con los objetivos de difundir la vida, obra y pontificado del venerable Pío XII y colaborar desde el ámbito de los laicos a la causa de su beatificación y canonización.

La asociación, sin embargo, ya venía operando previamente como asociación civil con esos mismos objetivos, habiendo sido establecida en 1998, con ocasión de cuadragésimo aniversario de la muerte de Pío XII. Entonces recibió el aliento de tres ilustres cardenales de la Iglesia romana: Silvio Oddi, Pietro Palazzini y Alfons Maria Stickler, S.D.B. También contó desde el primer momento con el apoyo del R.P. Peter Gumpel, S.I., relator de la causa de beatificación y del R.P. Pierre Blet, S.I., uno de los cuatro jesuitas encargados de recopilar todas las actas y documentos del pontificado del Papa Pacelli relativos a la Segunda Guerra Mundial. En fin, la gran divulgadora, a través de sus libros, de la obra de Pío XII, sor Margherita Marchione, de las Pías Maestras Filippini, conoce la labor de la Sodalitas y le ha expresado su simpatía.

Con motivo del quincuagésimo aniversario de la muerte de Pío XII (2008), la Sodalitas escribió a la casi cuarentena de obispos preconizados por el venerable papa que aún vivían por entonces para que se unieran a la conmemoración y apoyaran su causa, obteniendo la respuesta positiva de la mayoría de ellos, cuyas cartas se conservan en el archivo de la asociación.

Las actividades de la Sodalitas Pastor Angelicus abarcan: estudio, publicaciones, conferencias, pases de películas y documentales, notas de prensa, conmemoración de efemérides, divulgación de la causa de beatificación y canonización, organización de actos litúrgicos, participación en distintos eventos y manifestaciones a nivel internacional y relaciones con asociaciones afines, como el Comitato Papa Pacelli de Roma.

La Asociación Internacional Juan Pablo II, en cuya sede se inaugura la Biblioteca Pío XII, es una organización civil de laicos comprometidos con la unidad entre los católicos para dar a conocer los carismas fundacionales de las congregaciones y movimientos de la Iglesia y ayudarles en sus necesidades materiales y espirituales.

5 comentarios

  
jk
Pio XII: Cuando un Papa Catolico lucia como tal y sin complejos por serlo.
15/09/20 7:31 PM
  
Alex
"Pastor Angelicus" es el nombre con el que San Malaquías se refirió a su pontificado en su famosa Profecía sobre los Papas hasta el Fin de los Tiempos.

Curiosamente en 1942 (mientras era pontífice) se rodó una película documental que trataba sobre el propio Pío XII, y se titulaba también "Pastor Angelicus". Ahora en Barcelona se acaba de inaugurar una nueva asociación que también utiliza ese nombre en relación dicho papa.

Está claro que la profecía se cumplió.
15/09/20 9:40 PM
  
Luis Piqué Muñoz
Pío XII fue un Gran Santo y un Gran Sabio, que merece la canonización tanto o más que otros Papas modernos, Perseguido por los comunistas y Progresistas, porque decía la Verdad y denunciaba la Perversidad del Hombre moderno ¡Tuvo que llevar la Cruz en su admirable y Santo Pontificado, y nunca se desdijo de una sola de sus sabias y verdaderas ¡Revolucionarias, la Revolución del Bien! Palabras, como Cristo y su Evangelio fue Perseguido en Vida y Muerte por defender ¡decir! la Palabra de Dios! ¡Viva Pío XII! ¡Viva la Santidad! ¡Viva Dios!
16/09/20 3:28 PM
  
Amigo
Y digo yo si no sería más correcto “Sodalitas Pastoris Angelici”...
16/09/20 3:56 PM
  
gustavo perez
Felicitaciones por la sodalitas Pastor Angelicus para hacerle justicia al gran pontífice y promover su causa de beatificación de Pio XII. Cuánto necesitamos de pontífices de ese rango cuando la barca de la Iglesia parece "hacer agua" por todos lados, como decía otro émulo suyo Benedicto XVI.
18/09/20 10:11 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.