25.03.22

El Instituto Lepanto organiza un Vía Crucis entre La Aldehuela y el Cerro de los Ángeles el 2 de abril

Este es el segundo año que el Instituto Lepanto organiza este Vía Crucis, con una intención doble: por un lado, prepararse para la Pascua que se aproxima, y en segundo lugar, reunirse los miembros e interesados en formar parte del Capítulo Nuestra Señora de las Victorias con el que asisten a la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad. De este modo se podrá mantener el contacto espiritual y comunitario entre los diferentes miembros del Capítulo y prepararse también físicamente para la marcha del verano.

En el desarrollo del Vía Crucis contarán con el apoyo de sacerdotes del Instituto Cristo Rey, quienes celebrarán la Santa Misa al finalizar el recorrido y proporcionarán asistencia espiritual durante el mismo, confesiones y meditaciones.

Se ha escogido este camino porque son dos sitios importantes para la espiritualidad carmelita, por un lado, porque en La Aldehuela descansan los restos de la Madre Maravillas y el Cerro de los Ángeles. es una fundación suya. Por otro lado, por la importancia de la devoción al Sagrado Corazón: tanto en el convento de La Aldehuela como en el propio Cerro. Sus raíces en esta devoción son incuestionables. La elección de este camino se debe a la espiritualidad teresiana y del Sagrado Corazón. Empezaron a hacer este recorrido en el centenario de la consagración a España del Sagrado Corazón y el año pasado lo hicieron ya como Capítulo. La idea es darle una continuidad en los siguientes años.

La peregrinación tendrá un carácter penitencial, lo que no excluye compartir en amistad la alegría de los lazos que unen a los diferentes miembros, con varias cosas en común: nuestra fe, el amor por la liturgia tradicional, el espíritu de sacrificio y el aprecio por la naturaleza.

Información para los interesados: La salida de la caravana tendrá lugar el sábado 2 de abril desde avenida de América 46 a las 16:00 horas, pero el transporte es de organización autónoma: la organización no dispondrá de vehículos para ir y volver de la ruta. La primera parada será en La Aldehuela, desde donde comenzará la peregrinación hasta el propio Cerro. Se espera una duración aproximada de 3 horas desde el comienzo de la ruta, concluyendo en torno a las 19:30/20:00 horas.

Si alguien se viera apurado de transporte, puede contactar con Instituto Lepanto desde sus redes sociales (@AILepanto) para contemplar las mejores opciones para cada interesado.

Nada más concluir el Vía Crucis tendrá lugar la Santa Misa tradicional en torno a las 20:00 horas.

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22.03.22

Rubio Milá: “Isabel la Católica dejó bien sentado en su testamento que su hija Juana era la heredera”

Fernando Rubio Milá, como periodista, viene desarrollando sus actividades profesionales en el mundo de la cultura y el turismo. Dirige el magazine digital «Tiempo de Viajar» y publica habitualmente sus reportajes en diferentes medios de comunicación, tanto a nivel español como internacional. Como historiador ha escrito diferentes libros y en 1996 fue finalista del Premio de Novela Fernando Lara (Planeta) con la obra Regreso a la India. Sus últimos éxitos literarios los ha obtenido en el apartado de Novela Histórica: Yo maté a Gandhi, El manuscrito del Cid, El judío del rey y Mi amigo Lawrence. Estudioso del mundo medieval y con su personal y amena prosa.

En La traición del Rey Católico el autor adentra a los lectores con especial sensibilidad y comprensión en el conocimiento de una reina mítica y legendaria como fue doña Juana I de Castilla, rodeada de unos siniestros personajes que, ávidos de poder, la condenaron a vivir encerrada en Tordesillas durante cuarenta y seis años.

¿Por qué un libro sobre la reina Juana I de Castilla, lo ha querido titular La traición del Rey Católico?

El titular de la Traición del Rey Católico está basado en que fue precisamente el padre de doña Juana el principal protagonista de la traición a su hija, para demostrar su denigrante actuación, lo indigno de su comportamiento.

Don Fernando, que la Historia lo ha apodado como “el católico” ya traicionó a su esposa, la reina Isabel y le prometió que tras su muerte no volvería a casarse. Antes de cumplirse un año después de su muerte, ya se casó con Germana de Foix.

Y la actitud con su hija fue verdaderamente repulsiva, la engañó y la encerró en Tordesillas. Y todo por conservar el poder, demostrando tener unas enormes ansias del mismo. Fue una auténtica traición, que luego corroboró la indigna decisión de su hijo, otro traidor.

¿En qué consistió la traición y hasta que punto fue grave?

La reina doña Isabel dejó bien sentado en su testamento que su hija, doña Juana, era la heredera universal del reino. En aquellos momentos, doña Juana se convertía en la reina con mayor poder en Europa.

Y también, conformándome con lo que debo y estoy obligada por derecho a hacer, ordeno, establezco e instituyo heredera universal de todos mis reinos, tierras y señoríos y de todos mis bienes a la ilustrísima Princesa doña Juana, archiduquesa de Austria, duquesa de Borgoña, mi querida y muy amada hija primogénita, heredera y sucesora legitima de mis reinos, tierras y señoríos y que a mi muerte se intitule reina (…)”.

Ante tal decisión, el rey don Fernando se veía apartado del poder que tanto anhelaba. La actitudque venía demostrando con respecto a doña Juana, aparte de no tener justificación, resultaba repulsiva. Y, por supuesto, despreciable de un padre para con su propia hija. Él fue quien tramó la auténtica traición.

Por su parte, don Felipe de Habsburgo también estaba ansioso por proclamarse rey en Castilla y se oponía totalmente a que el padre de su esposa se interpusiera en sus ambiciosos planes. Su muerte “sorpresiva” le dejó fuera de lugar en aquella trama.

¿Tan alargada fue la sombra de su padre en su vida (más incluso que la de su esposo e hijo)?

La sombra de su padre se alargó mientras duró su vida. Su esposo la maltrató, pero no intervino en su cautiverio. Fue su hijo Carlos I quien demostró su indignidad al querer dejar encerrada a su propia madre, también para conservar el poder.

Una reina que estaba destinada a reinar un Imperio y que al final terminó encerrada durante casi medio siglo por su marido, su padre y hasta su propio hijo. ¿Puede haber una historia más triste para una mujer?

No puede haber una historia más triste para una mujer. Todas y cada una de las páginas de mi libro destilan una profunda tristeza, pero a la vez un gran anhelo por sobrevivir. Estoy convencido de que, al final de esta historia, quien lea esta obra acabará sintiendo una especial ternura por esta desdichada e infeliz reina.

¿Hasta que punto refleja la novela la mezquindad de los personajes que rodearon a la reina?

Creo que relatando la actitud de los personajes que rodearon a la reina y se implicaron en su cautiverio sólo para conseguir el poder, queda reflejada ampliamente la mezquindad de su conducta. Al escribir “La traición del rey católico” sólo he pretendido desenmascarar a estos siniestros personajes.

¿En qué medida la figura de la reina cautiva a los lectores y hacen que sientan una especial ternura por su vida desdichada?

Muy posiblemente porque la imagen de un ser tan desgraciado llama más poderosamente la atención, especialmente de aquellos autores dedicados a la literatura romántica y biógrafos de pluma fácil.

¿Podría decirse que la existencia de esta reina fue un episodio muy oscuro de la historia de España?

La existencia de la reina Juana de Castilla no constituye un episodio oscuro de la Historia de España. El auténtico episodio oscuro es la actitud de los personajes que la rodearon. En la trastienda de la Historia siempre hay mucha ropa sucia y en aquellos siglos XV y XVI en Castilla eran tiempos de zozobra y oscuridad. Era necesario descubrir la realidad de algunos personajes.

Por Javier Navascués

13 comentarios

  
jandro
Interesantisima la entrevista.

De modo que doña Juana no estaba loca, sólo fue un rumor transmitido desde el poder para adueñarse del mismo. Vamos, que le hicieron un 11-M y que la culpa fue de unos moritos con tres capas de calzoncillos.

Y eso que aún no existían la sexta, A3 o T5
22/03/22 10:56 AM
  
F Xavier Albizuri
Una entrevista muy interesante sobre la historia de España que nos habla de damas ilustres y de caballeros algo siniestros.
22/03/22 12:24 PM
  
Jose
“ le prometió que tras su muerte no volvería a casarse”

¿Desde cuándo alguien no se puede volver a casar después de enviudar? Esas promesas no se pueden hacer, y por tanto si se hacen se puede retractar.
22/03/22 12:28 PM
  
Carlos Dueñas
Juana fue una mujer singular. Como dice Rubio Milá, tuvo una vida muy desgraciada que despierta nuestra ternura y afecto. No tenía una buena relación con su madre Isabel, era irascible y emocionalmente inestable (hoy no se cree que fuera una perturbada mental), carecía de capacidad de gobierno, no tenía interés en el ejercicio del poder y no era una persona religiosa.

A pesar de ello, Isabel la nombró heredera de Castilla, y no a su esposo Fernando. Esto es llamativo, pues esa decisión ponía en riesgo la unidad dinástica de Castilla y Aragón. Isabel, una gran reina, tenía un claro proyecto de unidad peninsular, pero a la vez demostró ser celosa de su reino castellano al no transmitirlo a su marido Fernando.

Fernando, al enviudar de Isabel, no renuncia a gobernar en Castilla e inhabilita y encierra en Tordesillas (Valladolid) a su hija Juana, declarándola loca. Posteriormente mantiene el encierro el hijo de Juana, Carlos, que se convertiría en emperador de Alemania y rey de España. Humanamente es una acción despreciable, aunque políticamente evitó que Juana, una persona poco dotada para el gobierno, ejerciera el mando.

Fernando busca una alianza con Francia para lograr la paz con ella, frenar las ambiciones de su yerno Felipe y mantener el control en el Mediterráneo. Para ello, se casa con la francesa Germana de Foix y busca tener un hijo que sea heredero de Aragón, que será Juan, que muere a las 24 horas de nacer. Fue el niño que pudo hacer impedido la futura unidad peninsular, a no ser que ambos reinos hubieran vuelto a cruzar sus destinos.

Fernando dudó a quién dejar Aragón, y en algunos momentos pensó en su nieto predilecto Fernando, formado por él y nacido, educado y criado en España, a diferencia de su hermano Carlos. Finalmente nombró heredera de Aragón a su hija Juana, con lo que en la persona de Carlos se garantizó la continuidad de la unión de Castilla y Aragón, germen de la unidad de España.
22/03/22 12:53 PM
  
maru
Tanto el padre como el hijo, unos auténticos sádicos. Es una muy triste y conocida historia, pero que el padre fuese el principal culpable, es terrible .
22/03/22 1:02 PM
  
Juan Mariner
Con el Compromiso de Caspe, ya se observa una tendencia imparable a la unidad de los Reinos de España. Más tarde o más temprano, volver a la Hispania de los visigodos era y es la meta. Por desgracia, faltan Andorra, la Euskalherría entera, el Rosellón y la Cerdaña, El Alguer, Gibraltar y Portugal, y sobran politicastros históricos imbéciles de los diferentes reinos.
22/03/22 5:21 PM
  
L.C.
A estos grandes Señores , agregamos el Cardenal Cisneros ( algunos lo quieren canonizar ) .
Deponer , encerrar ( 46 años ) , usurpar el trono a su Soberana legitima , lo menos que se puede calificar eso , es felonía . Y pretender hacerlo en aras de la unidad de España , es una infamia .
22/03/22 9:10 PM
  
Marta de Jesús
Por qué no quiso dejar esa herencia a su marido y sí a su hija si lo que dice algún comentarista fuera cierto?

Lo que le hicieron a la pobre, un horror, sin justificación posible. Podrían haberla ayudado en la labor. Si no tuviera dotes para reinar y me lo hubieran asignado igualmente, me hubiera intentado rodear de personas capaces.
22/03/22 10:42 PM
  
Javidaba
... y finalmente, ¿no sería Fernando V de Aragón el dueño de la ganadería del Miura que mató a Manolete?
El sr. Rubio Milá, parece necesitar de una inmeresión en el Testamento de la Reina.
Lo que dice su libro, es ... sencillamente ... despreciable.
22/03/22 10:56 PM
  
Cos
No me voy a pronunciar porque desconozco el tema, se que hay opiniones en los dos sentidos. También que en los últimos tiempos, la historia se escribe para el presente que decía el clásico, se ha querido construir la imagen de una Juana víctima del patriarcado.


Psicosis esquizofrénica tipo paranoide es lo que dice una corriente historiográfica.
" su carga genética ya que su abuela materna también terminó sus días encerrada por sus delirios"
"según refieren sus historiadores un desflecamiento de su personalidad"
"perdida de la resonancia afectiva para una serie de situaciones, que se acentúan con su primer embarazo, convirtiéndose en embotamiento emocional"
"Los médicos de la corte, Soto y Gutierrez de Toledo, refieren que pocos años más tarde Doña Juana pasaba noches enteras en vela, deambulando y con soliloquios (también típicos de esta enfermedad), sin comer ni asearse ni ver a sus hijos y luego entraba en periodos de arrebatos de ira por los celos hacia su esposo que la llevaban a conductas irracionales"
"«A juicio mío, ninguna época vio un cadáver sacado de su tumba, llevado por un tiro de cuatro caballos, rodeado de funeral pompa y de una turba de clérigos entonando el Oficio de Difuntos». Pedro Mártir de Anglería"

El psiquiatra del Hospital de los Santos Reyes de Aranda de Duero Luis Mínguez Martín también cree que «Juana tenía una enfermedad mental grave» porque «muchos de los síntomas de Juana parecen claramente psicóticos»

«Hay pruebas de que Juana estaba psicótica», asegura Francisco Traver Torras, jefe de servicio del área de salud mental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón (músico y escritor )

«En las gestaciones y puerperios suelen reactivarse los brotes esquizofrénicos en las mujeres predispuestas a padecerlos», apuntaba Juan Antonio Vallejo Nágera en su obra «Locos egregios» en la que concluía que Doña Juana sufrió a su … juicio una esquizofrenia paranoide

elalmacendelconocimiento.com/la-demencia-de-dona-juana-de-castilla/
23/03/22 12:31 AM
  
José Miguel
Iba a escribir un comentario, pero leído el de Javidaba, mejor suscribo lo dicho por él.
23/03/22 10:50 AM
  
L.C.
La Reina Juana estaba enferma , y 46 años encerrada el torreón de Tordesillas era el remedio .

Los verdugos eran más locos que ella .

23/03/22 12:22 PM
  
Marta de Jesús
Cuando el universo chip cerebral sea una realidad, apúntense todos a ese diagnóstico y a otros similares. Estamos todos """predispuestos""" a él. Las enfermedades cuanto más se conocen, más fácil resulta reproducirlas. Los católicos seremos de los más """predispuestos"""; una """predisposición""" que será directamente proporcional a nuestro rechazo al 'modennismo'.

La verdad seguirá siendo la verdad, les guste o no. Y que conste que no sé cuál es la verdad en este caso. Pero leyendo comentarios tan molestos, como si hubieran estado ahí y lo hubieran vivido en primera persona, me reafirmo. Si ahora se estuviera reescribiendo la historia amoldada a este tiempo, que puede ser, lógicamente en un principio se habría podido amoldar al otro tiempo, sin ser eso otro necesariamente tampoco la verdad absoluta. Muchos santos fueron dejados de locos en su tiempo, algunos incluso encerrados. Y a día de hoy siguen teniendo esa "fama" entre los no creyentes.

En el juicio público nos enteraremos de todo.
23/03/22 3:59 PM

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21.03.22

Andrés Garrigó, director de Corazón de Padre: “Con la película pido a S. José conversiones y vocaciones"

Andrés Garrigó ha dedicado la mayor parte de su vida al periodismo escrito. Su etapa más larga, casi treinta años, transcurrió en Bruselas como corresponsal de La Vanguardia y ABC para asuntos europeos, y luego como director “Europe Today” una agencia internacional especializada en temas de Familia y Vida, dirigida a medios. En esa época –años 70-80- prestó su ayuda a los pioneros del movimiento Pro Life, como el Dr. Lejeune, el Dr. Wilke, Fr. Paul Marx y otros. Luego, a partir del año 2000, dio el salto al sector audiovisual con Goya Producciones, una etapa de más de 20 años, con una perspectiva más elevada y universal.

En esta entrevista reflexiona sobre su último documental Corazón de Padre sobre la gigantesca figura de San José, que se acaba de estrenar en los cines el 18 de marzo.

¿Por qué decidieron en Goya producciones realizar un documental sobre el Santo Patriarca coincidiendo, al menos el rodaje, con el Año de San José?

En estos tiempos en que la figura del padre está siendo tan desacreditada y atacada, esta película nos muestra a un José que ejerce de padre y de esposo con la mayor perfección, delicadeza, cariño… y con una humildad no reñida con la autoridad. Uno de los padres de familia que entrevistamos nos decía que “el demonio intenta que el padre haga de todo menos de padre".

Hoy el Patriarca desmentiría esa propaganda diabólica que trata de destruir la familia. Uno de los títulos de San José, como subraya el P. Calloway en el film, es precisamente: Terror de los Demonios. Ellos le huyen por el poder que le dan su Hijo y su Esposa. Y porque es todo humildad y pureza, lo contrario de Lucifer…

La coincidencia con el Año de San José no fue buscada. Llevábamos ya medio año trabajando en el proyecto cuando Francisco tomó esa decisión.

El Santo Padre reivindicó, a través de la Carta apostólica ‘Patris corde’ (con ‘Corazón de padre’), el valor de su figura. ¿Cuándo decidieron que el documental se titulase así?

El título solemos ponerlo ya avanzada la producción. En este caso, viene a ser un guiño a la aportación de este Papa, que sigue la tradición josefina de sus predecesores. Desde Pío IX, la Iglesia, y los santos más recientes, han puesto a José en lo más alto, después de la Virgen. Pero muchos no se han enterado. No le visualizan como un amigo o un padre amoroso que desea ayudarles, y que lo hace espléndidamente, como se muestra en el film.

¿Qué supone este trabajo en la trayectoria de la productora?

Para mí supone completar la “trilogía de Goya", que se corresponde con la Trinidad de la tierra: Jesús ("Corazón Ardiente"), María (Fátima, él Ültimo Misterio", y José (Corazón de Padre). Por lo demás, José María Zabala, dijo que “ésta es la mejor película de Goya Producciones". Yo no lo sé. Lo que si sé es que le pusimos mucho cariño.

¿Por qué han realizado este grandísimo esfuerzo desplazándose a los cinco continentes para descubrir santuarios, fiestas, devociones…?

No pudimos viajar todo lo que quisimos por culpa del covid, pero donde no nos dejaron entrar, como en Canadá, rodamos con una televisión católica local. Precisamente allí, en Montreal, está el mayor Santuario del mundo dedicado a San José. Y allí vivió san André Besette, al que se le atribuyen 10.000 milagros por intercesión de San José.

Pero sobre todo son impactantes los testimonios de gente a la que San José ha cambiado la vida. ¿Cómo ha sido el proceso de selección de estas personas?

Mucha gente está admirada y nos pregunta cómo hemos conseguido testimonios tan potentes. Mentiría si dijera que no nos ayudó la Providencia, o directamente San José. No teníamos ni idea de la existencia de esas “joyas". Pero, si preguntas mucho a muchos, y rezas, al final, salen. Y salieron tantas, que tuvimos que dejar en el tintero casi la mitad.

¿Cómo es su devoción personal a San José y como le ha ayudado en su vida espiritual difundir las glorias de José?

Llevo muchos años invocando a San José. Pero este film me lo ha puesto más cercano, más vivo, más íntimo.

¿Qué es lo que aporta de novedoso este documental en relación a todo lo que se había hecho hasta ahora sobre San José?

No conozco ninguna producción en el mundo que abarque todo lo que ofrece “Corazón de Padre", tanto desde el punto de vista de los milagros, patrocinios, devociones, como de la profundidad de su contenido teológico y escatológico.

¿En qué medida esperan que este trabajo contribuya a popularizar la devoción a San José en todo el mundo?

En la medida en que se difunda, por ejemplo reenviando esta entrevista. Pero ante todo, en la medida que Dios quiera.

Decía Santa Teresa que no recordaba cosa que hubiese pedido a San José que no le hubiese concedido. ¿Qué le ha pedido usted al virginal esposo de María?

Le he pedido, sobre todo, conversiones y vocaciones, que tanta falta hacen.

¿En qué ciudades se va a proyectar? ¿Cuándo saldrá en DVD?

Esto varía de semana en semana. Lo mejor es consultar la web www.corazondepadre.es

Por Javier Navascués

12 comentarios

  
Lucía Victoria
La fuimos a ver ayer, en familia. Me gustó muchísimo y la recomiendo a todo el mundo. Quizás no sea la más apropiada para los niños más pequeños, porque es formato documental, pero merece mucho la pena verla. Y muy especialmente por quienes sean padres (varones) de familia, porque esta película supone un contraataque cultural muy fuerte frente a la distorsionada concepción que el mundo moderno parece querer arrojar sobre la figura del padre, los cuales creo que tienen muchos motivos para sentirse reforzados con esta película. Seguro que tocará muchos corazones.

Como siempre, las películas de Goya Producciones no defrauda.
21/03/22 11:48 AM
  
Lucía Victoria
¡Ite ad Ioseph!
21/03/22 11:59 AM
  
Lector
Las vocaciones hay que currárselas. Dios no va a concederlas ni en sueños a quienes presumen ya casi artísticamente de hacerlo todo por su cuenta y sin necesidad de Él, y saltándose Sus mandatos por racimos todos los días. Ni con películas, ni con colectas, ni con súplicas de boquilla. Hemos tenido ya más de cincuenta años para comprobarlo.
21/03/22 2:04 PM
  
hornero (Argentina)
“Desde Pío IX, la Iglesia, y los santos más recientes, han puesto a José en lo más alto, después de la Virgen”.

“No conozco ninguna producción en el mundo que abarque todo lo que ofrece “Corazón de Padre", tanto desde el punto de vista de los milagros….como de la profundidad de su contenido teológico y escatológico.”

Me permito añadir: cosa asombrosa, María es esposa de José según la Ley, y Esposa del Espíritu Santo por designio divino.

María al ser Madre de Cristo, Éste asumió toda la creación en Sí (Col 1, 17), esto es, ángeles, hombres y cosmos. Por ello, María se constituyó Madre de todo lo creado: ángeles, hombres y cosmos. Por esto, también es Madre de su Esposo José en el orden hipostático de Cristo.


21/03/22 3:59 PM
  
Marta de Jesús
Hemos de ir recuperando a nuestros amorosos cristianos. Ni talibanAs ni talibanEs. En la formación del resto fiel 💓✝️🕊️🛐, esto será vital, como vital es la figura del padre. Pidamos padres y esposos como San José.

Los #neopaganos gnósticos orientalizados# de nuestras latitudes, de seguir así, no tendrán familias, porque sencillamente se están dedicando a promover aberraciones sexuales. Me consta que no les importa porque su visión de futuro está en Bonobolandia, donde los vínculos afectivos desaparecen en favor de vínculos sexuales...puaj. Desconozco que se impondrá después, ya que una sociedad así no tiene futuro. Una filósofa muy conocida comentó en un artículo en ReL, que cree que a esa degeneración no se impondrán los musulmanes, como otros piensan, ya que implicaría un retroceso que en nuestras latitudes no ve posible. Pues no sé...

No es un tiempo fácil. Pero es un tiempo precioso. No podrán con nosotros, sobreviviremos, y algunos pedimos mantenernos como resto fiel a pesar de las dificultades. ¿Habrá Fe cuando Cristo vuelva? Creo que en este tiempo clave Dios Padre nos muestra que Él así lo quiere; es decir, sí. Así lo creo firmemente.
21/03/22 5:13 PM
  
Martin
que la Familia y sus valores, escalen al predilecto lugar que merecen, en una sociedad vital y espiritualmente sana

que seamos humildes y honrados como Cristo nos enseña, para ser dignos algún día, de ser llamados criaturas del Padre, seguidores de su Hijo, y recipientes de inspiración espiritual superlativa
21/03/22 10:47 PM
  
Martin
que nos mantengamos puros y castos, para saber ver y elegir, y que nos vean y elijan muy bien

que la sociedad forje Familias mas fuertes y estructuradas, y entendamos en inmenso bien que hacemos
21/03/22 10:56 PM
  
Martin
que volvamos a ser dignos de ser cristianos, que el Señor nos honre de tal maneta
21/03/22 11:04 PM
  
Vladimir
El Concilio Vat. II, prefiere llamar a María "Templo del Espíritu Santo", más no Esposa, pues el Espíritu Santo no tiene Esposa.
María es "MADRE" de Dios, eso sí.
22/03/22 1:26 PM
  
hornero (Argentina)
Vladimir: como si dijera que Dios no tiene Madre. Que se prefiera emplear un Título de María a otro, no invalida que sea Esposa del Espíritu Santo, como la ha invocado siempre la Iglesia. En un Mensaje dado por la Virgen al P. E. Gobbi (Movimiento Sacerdotal Mariano)nos pide recitemos con frecuencia esta oración: “Ven Espíritu Santo, ven por la poderosa intercesión de María Santísima, tu amadísima Esposa”.



22/03/22 3:37 PM
  
gustavo perez
Quizá no se ha recordado como debiera a santos que han enfatizado en la devoción a san José. Junto a santa Teresa de de Jesús, la santa de Ávila, la reformadora del Carmelo en el siglo XVI, hay que destacar a un santo muy reciente: san Andrés Bessette, del Canadá. Propagó e hizo patente, con sus milagros, obtenidos a instancias de san José la importancia, la realidad y la efectividad de la devoción al padre nutricio de Jesús. Vale la pena destacar y dar a conocer a este santo cuando acaba de pasar el año dedicado a san José.
22/03/22 3:40 PM
  
Vladimir
"A Jesús, por María y José", decía San Andrés Bessette.
28/03/22 4:30 PM

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20.03.22

El Capítulo de Montserrat peregrina desde la catedral de Barcelona al Santuario de San José de la Montaña

San José, terror de los demonios, ruega por nosotros. Con esta combativa jaculatoria arranco esta sencilla crónica, sobria como el tiempo cuaresmal y modestamente acicalada, pero henchida de amor josefino. La pongo a los pies del santo patrono de la Iglesia Universal para que contribuya a cantar las glorias de José al mundo entero.

El Capítulo de Nuestra Señora de Montserrat está preparando a conciencia la peregrinación a Covadonga, que organiza Nuestra Señora de la Cristiandad, y que tendrá lugar, Dios mediante, del 23 al 25 de julio de este año. La preparan a conciencia en dos aspectos: espiritual y corporal, puesto que somos unión substancial de alma y cuerpo. La peregrinación no debe ser flor de un día, sino un ramillete de buenos propósitos recolectados con esmero durante todo el año.

No es el sueño de una noche de verano, que también, sino la entusiasmante realidad del Chartres español que se abre paso con más fuerza que nunca entre la maleza del siglo. No importan las punzantes dificultades que se presenten durante el curso si se sabe poner sobre las espinas de dolor rosas de conformidad. Todos los primeros sábados de mes celebran la Santa Misa tradicional del Capítulo en el convento dominico de Santa Catalina. El último se aderezó con el virginal aroma del Santo Rosario y una grave meditación cuaresmal para estimular las papilas del alma y combatir la atonía espiritual. En definitiva para afinar el sonido de nuestra sintonía con Dios, la ITV de nuestro motor católico.

En está ocasión, coincidiendo con la solemnidad de San José, organizaron una sencilla romería urbana siguiendo las huellas del Santo Patriarca en la ciudad condal. El Capítulo invitó a varios componentes del grupo Lazos de Amor Mariano (LAM) fundado por José Rodrigo Jaramillo. El objetivo del grupo es a partir de una experiencia profunda con Jesucristo, tener una vivencia radical de los compromisos bautismales, por la consagración total a Jesús por María, consumirse en ardor apostólico por la salvación de las almas.

Comenzó la jornada madrugadora con la visita obligada a la capilla de San José de la catedral de Barcelona, custodiada por la Cofradía de Maestros Carpinteros de Barcelona. Tras ofrecer al santo la romería y rezar brevemente en el emblemático templo barcelonés principió el rezo aguerrido del Santo Rosario. Con paso legionario enfilaron a buen ritmo la agraciada Rambla de Cataluña que buscaba la histórica capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol, sita en calle Laforja y uno de los bastiones de la Tradición en Cataluña, por el que han pasado desde finales del siglo XVIII muchos santos sacerdotes, uno de los últimos, que más se recuerda, es el P. José Mariné, de feliz memoria.

En esta entrañable capilla el P. Emmanuel Pujol celebró una Misa tradicional solemne en honor al esposo de María. Sonó el órgano en todo su esplendor de la mano de Fray Xavier Català OP, mientras que Gerhard Eger llevaba la voz cantante en el coro.

Después de la Misa un breve vermut espiritual en liglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José, también conocida popularmente como Els Josepets. De estilo barroco clasicista, fue construida entre 1658 y 1687 por el fraile carmelita descalzo Josep de la Concepció. Tras bajar las escalinatas de la iglesia la estridencia de grillos de claxon y motor fue eclipsada por la letanía de los santos, acordes de arpa angelicales en medio del mundanal ruido.

Como colofón la romería, como los ríos que van a dar al mar, concluyó en el Santuario de San José de la Montaña, en donde los peregrinos coincidieron con una procesión en honor al santo y con varios integrantes de los Jóvenes de San José. Ambiente de fervor festivo en el primer templo del mundo dedicado a San José. El Real Santuario de San José de la Montaña es un edificio neorrománico condimentado con elementos modernistas. Fue obra de Francesc Berenguer, colaborador habitual de Gaudí. La construcción del santuario fue impulsada por la Beata Petra de San José, que desde el Cielo habrá visto como su sueño continúa siendo una eterna realidad.

Las personas interesadas en participar en las próximas romerías y retiros en Cataluña pueden escribir a este correo: [email protected]

Por Javier Navascués

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19.03.22

Luis Bilbao habla de la metafísica como esencial para llegar a lo más profundo del conocimiento del mundo

Luis Andrés Bilbao Escotto es Maestro en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, actualmente doctorando en filosofía por la Universidad de Salamanca. Es experto en el área de la metafísica, especialmente respecto al pensamiento defendido y desarrollado por la tradición tomista. Asimismo, es también experto en lógica argumentativa, silogística y cálculo proposicional, y ha sido filósofo investigador autónomo para organizaciones como el Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad (CEFABIOS) de la Universidad Pontificia de México.

¿Qué entendemos por ‘metafísica’ y por qué es importante estudiarla para comprender la realidad?

La noción de ‘metafísica’, atendiendo el sentido estricto del término, se refiere a la base nuclear de todo ejercicio filosófico. Si podemos dar una descripción en términos sencillos, la metafísica será la rama de la filosofía que se encarga de estudiar y comprender los fundamentos básicos y universales de la realidad entera, en donde se llega al fondo más profundo de nuestro conocimiento del mundo según lo asequible para la razón natural.

Sin embargo, para comprender la noción en términos precisos, hay que atender su definición propia. La metafísica se define como la ciencia del ente en tanto ente. Esta definición fue primeramente enunciada por Aristóteles, precisamente en el ejercicio de explicarnos la naturaleza de esta disciplina, la cual, si bien había sido implícitamente practicada por pensadores previos, no fue descubierta formal y explícitamente como una ciencia propia sino hasta la llegada de Aristóteles. La tradición tomista, por su parte, trabaja también con esta definición y comprende su coherencia y corrección. La estructura de la definición está dada en términos de un género y su diferencia específica, y sobre tales bases podemos comprenderla debidamente.

Primero, notamos que la metafísica pertenece al género de las ciencias. En este sentido, la noción de ‘ciencia’ debe comprenderse en su sentido más estricto, a saber, como el conocimiento adquirido por medio de causas o principios. Toda ciencia, tan primaria o secundaria como se plantee, será estrictamente una ciencia en la medida en la que se dirija a causas o principios para alguna realidad que se presenta directamente a nuestra aprehensión. Asimismo, las causas o los principios pueden ser primarios o secundarios. Son primarios si se refieren a aquello que fundamenta la realidad básica del objeto estudiado, y son secundarios si se refieren a cualquier causa o principio que se da en el objeto estudiado pero sin que aquello lo fundamente simplemente como algo real, manteniendo tal fundamento como algo presupuesto. En el primer caso, la ciencia en cuestión es estrictamente filosófica, pues la filosofía es la ciencia de los primeros principios y las primeras causas; en el segundo, será una ciencia secundaria que irá especificándose según criterios añadidos. Dicho esto, la metafísica se posiciona dentro del género de las ciencias filosóficas, o, incluso, como el núcleo central de la filosofía, lo que queda más claro atendiendo su diferencia específica.

Segundo, respecto a la diferencia específica, la metafísica toma al ente en tanto ente como objeto propio. La noción del ‘ente’ (del latín ens, entis) significa: todo aquello que es, o bien, todo aquello que tiene ser (lo cual es ultimadamente equivalente a: todo aquello que existe o todo aquello que tiene existencia). Es sencillo notar, con base en la simple idea del ente, que toda ciencia estará dirigida, de un modo u otro, al ente, puesto que las ciencias estudian lo que existe. Pero la metafísica se distingue de otras ciencias porque, si bien toma al ente como objeto material de estudio, lo enfoca en tanto ente. Es decir, la metafísica se concentra en aquello que hace ente al ente, a diferencia de las otras ciencias que se concentran en aspectos posteriores y añadidos. La metafísica toma el aspecto más básico, universal y necesario de la realidad existente y concentra ahí sus estudios. Por lo mismo, su objeto material de estudio engloba la realidad entera, lo que es decir: todas las cosas independientemente de qué sean específicamente. Dicho de otro modo, la metafísica no se queda en cierto tipo de ente o en cosas determinadas en una especie con exclusión de otras, sino que, por su propia forma de estudio, abarca todas las cosas y cualquiera de estas. Consecuentemente, la entidad misma, en tanto principio fundamental, es el objeto formal de la metafísica, y de ahí se deriva su objeto propio, el cual se divide en dos principios fundamentales: primero, en la existencia o el acto de ser mismo de las cosas, y, segundo, en la esencia, pues todo acto de ser o de existir se recibe en una esencia, que es lo que el ente es. Paralelamente, el objeto material de la metafísica será, por lo tanto, la realidad entera, de donde se podrán derivar sus objetos adecuados.

Según la etimología, el término ‘metafísica’ (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ [τὰ] φυσικά) alude a “más allá de la naturaleza”.

El nombre “metafísica” es el que comúnmente usamos para referirnos a la ciencia del ente en tanto ente. Etimológicamente, la palabra significa “más allá de la naturaleza”, y esa idea es, sin duda, adecuada. Pero es oportuno aclarar cuál fue la intención original con la que se acuñó el término. Según se aprecia en los textos de Aristóteles, que es aquel que descubrió esta ciencia, él no llega a usar el nombre “metafísica”, sino que se refiere a esta ciencia como “filosofía primera”. Fue tiempo después, según nos cuentan los historiadores, cuando Andrónico de Rodas, haciendo una colección y clasificación de los escritos de Aristóteles, acuñó el término “metafísica” con la intención de posicionar estos textos como aquellos que venían después de los escritos de la física, ya que el prefijo griego “meta” admite distintas acepciones (tales como “más allá”, “después”, “a través”, entre otras).

Hay ciertas controversias respecto a la verdadera intención de Andrónico. Es difícil determinar históricamente si acaso él posiciona estos textos como posteriores a la física de acuerdo con un criterio de posterioridad cronológica, o uno de posterioridad temática y pedagógica, o incluso uno de posterioridad lógica y sistemática. Afortunadamente, tal veredicto es filosóficamente innecesario, ya que el término “metafísica” es por sí mismo muy adecuado para nombrar a la filosofía primera. El prefijo “meta” puede comprenderse como “más allá”. En este sentido, la metafísica es la ciencia que va más allá de la física, entendiendo “física” como el equivalente griego del latín “natura”, que se refiere, principalmente, a aquello que se mueve. Por consiguiente, la metafísica es la ciencia que estudia incluso aquello que no se mueve, puesto que va más allá del movimiento, lo cual no implica que las cosas móviles estén fuera de toda consideración metafísica, sino que, en conformidad con su definición propia, la metafísica estudia todas las cosas, incluso las móviles, pero concentra su enfoque en los aspectos inmóviles que todo ente presenta. Si bien hay entes móviles, hay que comprender que lo que se mueve es el ente mismo, pero no se mueve su existencia ni su esencia, y así también sucede en otros aspectos, pues incluso el movimiento mismo no es aquello que se mueve, sino el ente capaz de moverse.

Como también explica santo Tomás, la metafísica puede comprenderse como “transfísica”, ya que se trata de un estudio que trasciende el movimiento y, consecuentemente, la naturaleza. Por esta razón, la metafísica no dirige su atención a las determinaciones específicas de la materia sensible, que es el principio según el cual un ente es actualmente móvil, sino a la forma sustancial y a aquello que se deriva de esta, como la cualidad y propiedades subsiguientes, y considera la materia solo indeterminadamente en tanto esta sea esencial para el ente en cuestión. Por ello, el objeto propio de la metafísica se comprende también como aquello que, o bien existe esencialmente sin materia, o bien puede o no requerir materia, en cuyo caso la atención se centra en los aspectos en sí mismos inmóviles.

El materialismo niega precisamente que exista algo más allá de la materia…

Efectivamente, el materialismo, como tesis general, se encarga de negar la realidad de lo inmaterial. Por supuesto, el término “materialismo” puede considerarse en distintos sentidos, pero todos ellos se basan en la idea de la materia como la realidad suprema. Las posturas materialistas más extremas sostienen que la materia es necesariamente lo único que existe, incluso negando la realidad sustancial de la forma, por lo cual estas posturas tienden a negar también la realidad de las sustancias compuestas, imaginando, así, que la única realidad sustancial se halla en los elementos más básicos de la materia, sobre lo cual solo habría yuxtaposiciones accidentales. Hay, sin duda, otras posturas también materialistas en otros sentidos. Sin embargo, todas ellas, en la medida en que sostengan cierta supremacía existencial para la materia, estarán cayendo en distintas contradicciones, y pueden ser efectivamente refutadas por distintas vías.

¿Cómo se puede demostrar la existencia de lo inmaterial y estudiar aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación empírica?

Para responder a esta pregunta, lo primero que hay que comprender es que la demostración no es el principal criterio epistémico de certeza. Todo aquello que pueda ser demostrado depende de lo que puede conocerse sin demostración. En este sentido, lo primero que podemos conocer es aquello que es por sí mismo evidente. En este nivel cognitivo básico, la realidad se presenta directamente a nuestra aprehensión de forma tal que nosotros, como sujetos cognoscentes naturalmente dispuestos con facultades cognitivas, simplemente la captamos. El intelecto, habiendo ya recibido información proveniente de objetos sensoriales, se encarga entonces de entender y comprender las realidades aprehendidas. Por ello, el intelecto humano no es una facultad que esté primariamente encargada de descubrir la realidad en su nivel más básico ni de demostrar su simple existencia, sino que se encarga de comprender gradualmente la realidad, la cual, en principio, se presenta directamente a nuestra aprehensión por vía de los sentidos.

Por supuesto, en el ejercicio racional de comprender aquello cuya existencia es evidente, es posible también descubrir racionalmente algunas “nuevas” realidades y demostrar la existencia de lo que no es directamente evidente, en un proceso racional que llega a la existencia de la causa, la cual puede estar directamente fuera de nuestra aprehensión, a partir de la evidencia del efecto. En este sentido, la demostración es, estrictamente, un acto racional, el cual se encarga de hacer conocido aquello que no nos resulta inmediatamente evidente, siempre a través de la proporción que esto último mantenga con alguna realidad que sea evidente de entrada y en sí misma. Por lo tanto, la base para la demostración, que serán las verdades autoevidentes, no necesita demostración ni podría necesitarla, pero no porque no podamos conocer su verdad, sino porque la conocemos en sí misma y con mayor certeza que aquello que depende de ella.

Comprendiendo este punto, podemos también comprender que la existencia básica de lo inmaterial no necesariamente precisa de ser demostrada.

La existencia de sustancias inmateriales requiere demostración, pues estas no son inmediatamente evidentes para nuestra conciencia, pero la realidad de ciertos accidentes inmateriales, como las ideas, es simplemente evidente. Desde luego, lo inmaterial no es evidente para los sentidos, ni directa ni indirectamente, pero sí lo es para el intelecto. Así pues, si hablamos de algo que es evidentemente inmaterial, como las ideas, tan solo comprendiendo lo que la noción contiene podremos saber que se trata de algo inmaterial, pues una idea, que existe en la mente, es universal y puede decirse de muchos, mientras que lo material y concreto es siempre singular. Sin embargo, es cierto que nuestra conciencia de lo inmaterial es menos clara que nuestra conciencia de lo material, por lo cual el conocimiento de realidades inmateriales suele ser más claro a través de un proceso de demostración indirecta, también llamada “reducción al absurdo”, en donde corroboramos la verdad de la proposición suponiendo la tesis contraria y mostrando que, de tal suposición, se deriva necesariamente una contradicción.

Esta misma proporción se utiliza para demostrar la existencia de lo inmaterial en niveles ascendentes. En este sentido, es cierto que estas realidades no son directamente accesibles a la investigación empírica, pero esto no supone un problema. La investigación empírica es cierto tipo de experimentación especializada y artificialmente construida al margen de las experiencias generales y cotidianas, normalmente recurriendo a instrumentos técnicos de observación. Este tipo de investigación es indudablemente valioso, pero su principal función es amplificar aquello que los sentidos captan. Por consiguiente, las conclusiones que de ahí se deriven, además de seguir siendo actos racionales (aun si fueron motivadas por observaciones especiales), estarán enfocándose en objetos sensoriales que en nada ponen en duda la realidad de lo inmaterial. Ningún tipo de instrumento amplificador de los sentidos, por sofisticado que sea, puede percibir lo que es inmaterial, porque eso compete al intelecto. Por lo mismo, la demostración de lo inmaterial, así como todo tipo de demostración metafísica, se lleva a cabo en la mente a partir de lo que esta abstrae y comprende de lo sensible, lo cual es completamente independiente de experimentaciones especializadas. Las conclusiones metafísicas y sus respectivos principios se mantienen siempre accesibles solo a la razón, pero acompañan todo tipo de experiencia, incluso si algunas personas nunca se percatan de ello. La investigación empírica, cualquiera que esta sea, presupone, de hecho, principios metafísicos, lo cual incluye realidades inmateriales, sin los cuales ni siquiera podría arrancar. La demostración de este punto se puede dar, conforme a lo que ya dijimos, a través de la prueba de la reducción al absurdo, por si acaso alguien quisiera ponerla en duda.

¿Por qué es necesaria una rama de la filosofía que estudie la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad?

Esta rama de la filosofía es necesaria en distintos sentidos. Primero, es necesaria porque constituye la base y esencia misma del ejercicio filosófico. Sin metafísica no hay filosofía, independientemente de que la presencia de la metafísica sea solo implícita. En esta misma proporción, la metafísica se mantiene necesariamente implícita también en todo tipo de investigación científica, desde las más abstractas matemáticas hasta ciencias más encaminadas a objetos muy específicos. Por tal razón, una debida comprensión de las bases de la metafísica, que se encargan de plantear los cimientos más básicos y universales de la realidad, es el fundamento central del conocimiento científico, sea filosófico o secundario. Asimismo, la metafísica es necesaria para todo aquel que persiga una sabiduría natural. La metafísica, al ser la más general y profunda de las ciencias asequibles a la razón natural, es también aquella que permite conocer más a través de menos, con lo cual también es la única ciencia que permite acceder a las causas últimas de la realidad entera cuando se recurre solo a la razón natural sin asistencia de la fe. Finalmente, la metafísica es la ciencia que nos dispone con el más sólido preámbulo de fe, con lo cual, partiendo de una metafísica correcta y coherente, el camino hacia la teología revelada y hacia la comprensión de las verdades de la fe parte de una base firme.

¿Cómo se puede negar hoy en día una ciencia que estudia conceptos como entidad, ser, existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio… cuando son los más profundos de la realidad?

Estrictamente hablando, la metafísica, que es la única ciencia propiamente encargada de estudiar estos conceptos en tanto tales, no se puede negar; ni hoy en día ni en tiempos pasados. Por supuesto, esto se refiere a la negación hecha con el entendimiento; la voz puede negar de todo, y puede negar incluso aquello que el entendimiento afirma, sin que el sujeto negador lo note, lo cual ha sucedido muchas veces en la historia del pensamiento humano. La filosofía “moderna” se encargó, en gran medida, de tratar de negar la viabilidad de la metafísica, desde las célebres sentencias de Kant y sus “críticas”, hasta las arbitrarias y autocontradictorias proposiciones de los positivistas, entre muchos otros ejemplos. Algunos no llegaban, tal vez, a negar la viabilidad total de la metafísica, sino que solo pretendían “ajustarla” de algún modo u otro. Hay distintas motivaciones que dieron pie a estos eventos históricos, y también habrá motivos para comprender por qué hoy en día hay quienes pretenden desentenderse de la primera filosofía. Si evaluamos cuidadosamente la viabilidad y veracidad de la metafísica en tanto ciencia, podremos notar que los ataques hacia esta solo plantean ideas que muestran, no que la metafísica sea desechable, sino que los detractores no comprenden aquello que critican. La viabilidad, necesidad y verdad de la metafísica se mantiene en sí misma inmune, tanto así que la propia metafísica muestra las contradicciones que cometen aquellos que la atacan, pues tan solo el hecho de negar la metafísica, puesto que se trata de negar la realidad misma de una ciencia, es en sí un ejercicio metafísico. Estos críticos pretenden cortar la rama que los sostiene, lo cual es una muestra más de la célebre frase atribuida a Étienne Gilson: “la metafísica siempre entierra a sus enterradores”.

¿Cuáles son las propiedades trascendentales y universales del ser?

El ser, entendido como “ente” o como “aquello que existe”, es un concepto analógico que se puede predicar de todo y que se posiciona como la base a la cual se reducen todas las nociones. Entendido como concepto, el ente presente una serie de propiedades que se derivan necesaria y simplemente de esta base. Decimos “propiedades” del concepto ‘ente’, ya que lo supuesto por estas se reduce a una y la misma realidad, por lo cual, en sentido estricto y respecto a la realidad concreta, estas propiedades son modos de ser comunes a todo ente. En sentido nocional, estas propiedades parten del concepto “ente” entendido como aquello que tiene ser (o que tiene existencia), y se predican del ente tan solo por ser, o por ser ente. Estas propiedades son las siguientes:

  • Cosa (indirectamente del latín “res”), lo cual adjetivamente se llama “real” (del latín “reale/realis”, como forma adjetiva de “res”), lo cual significa: que tiene esencia, pues todo aquello que existe, tan solo por existir, es lo que es.

  • Uno (del latín “unum”), lo cual significa: intrínsecamente indiviso, pues todo aquello que existe, en esa medida, no está dividido, aun si puede dividirse.

  • Algo (del latín “aliquid”), lo cual significa: que es ese mismo y no otro.

  • Verdadero (del latín “verum”), lo cual significa: que es adaptable al intelecto.

  • Bueno (del latín “bonum”), lo cual significa: que es deseable, especialmente en tanto fin.

  • Bello (indirectamente del latín “pulchrum”), lo cual significa: cuya sola aprehensión agrada.

Estas propiedades o, más estrictamente, modos de ser comunes a todo ente, precisamente porque son comunes a todo ente son también igualmente extensos y predicables de todo. Hay un orden lógico entre los conceptos, puesto que, en tanto nociones, son distintos y se derivan según un orden que va de lo afirmativo a lo negativo, y de lo absoluto a lo relativo. No obstante, en tanto conceptos son distintos, aun si son realmente lo mismo, razón por la cual las nociones, si bien no son sinónimas, son convertibles. Por ejemplo: todo ente es cosa y toda cosa es ente; todo ente es algo y todo algo es ente; todo ente es uno y todo uno es ente, y así sucesivamente. Asimismo, porque se predican de todo, estas nociones, al igual que el ente, trascienden géneros, lo que es decir que son más amplios que los géneros, incluso los supremos, y es por ello que se las llama “propiedades trascendentales”.

Háblenos de la importancia de distinguir claramente conceptos básicos como forma y materia, substancia y accidentes, acto y potencia.

La metafísica, concentrando su atención en la noción simple del ente, descubre una serie de principios fundamentales a partir de los cuales se despliega como ciencia. La conciencia de la realidad evidente del cambio es el punto de partida, lo cual, tras análisis y reflexión cuidadosos, permite descubrir los dos principios más fundamentales realmente presentes en todo aquello que existe. Estos principios son la base y la llave misma de la filosofía, y son los principios del acto y la potencia. Así pues, en tanto principios se comprenden del modo siguiente: algo está (o es) en acto cuando ya es; por su parte, algo está (o es) en potencia cuando aún no es pero puede ser. Estos principios son objetivamente innegables y su realidad, adecuación y necesidad se imponen en el intelecto cuando se analizan cuidadosamente. Es absolutamente necesario comprender y distinguir estos principios para todo ejercicio filosófico coherente, y también están presupuestos en todo tipo de ejercicio racional, incluso los prefilosóficos. Por lo mismo, también están presupuestos en cualquier ejercicio científico.

De la base de los principios del acto y la potencia se distinguen también los siguientes principios que van constituyendo el ejercicio metafísico. Dicho muy sintéticamente, en primer lugar, respecto a lo que existe, sea en acto o en potencia, podemos comprender que hay cosas que existen en sí mismas, como un humano, un perro, un árbol y demás, mientras que hay cosas que existen en otro, como el tamaño de un árbol, el color de la superficie de un fruto, etc. A las primeras llamamos “sustancias” y a las segundas “accidentes”. En esta proporción, las sustancias son el ente en el sentido más estricto, porque la sustancia existe en sí misma, y es en la sustancia donde existen los accidentes. La sustancia, por tanto, se relaciona con sus accidentes como la potencia se relaciona con el acto. Por ejemplo, un niño tiene cierto tamaño en acto, pero está en potencia respecto a un tamaño posterior, que existirá en él como accidente. En segundo lugar, podemos comprender que lo que está en potencia pasa al acto a partir de un principio que lo sostiene esencialmente de tal manera que, aun recibiendo un nuevo accidente, sigue siendo la misma sustancia. Hay, por tanto, un principio de actualidad para su esencia y uno de potencialidad para sostener posteriores accidentes. El principio de actualidad es la forma, mientras que el de potencialidad es la materia. Estos dos principios, proporcionados a los principios básicos del acto y la potencia, fundamentan el paso que hay entre la metafísica y la física.

Por tanto, es necesario comprender y distinguir entre los principios del acto y la potencia, como base fundamental, así como sus determinaciones en tanto sustancias y accidentes y formas y materia, precisamente porque estos principios son el núcleo de la filosofía y la raíz de donde pueden florecer doctrinas verdaderas y coherentes. Desatender estos principios es equivalente a divagar filosóficamente.

¿Cuáles son las preguntas fundamentales de la metafísica?

Dada la naturaleza de la metafísica como la ciencia del ente en tanto ente, las preguntas fundamentales giran en torno a la existencia y las esencias básicas de todas las cosas. Por tanto, partiendo de una captación directa de cosas evidentemente existentes, la metafísica se pregunta primero qué son, en sentido esencial, lo cual se comprende, en mayor o menor medida, a través del testimonio de su operación. Asimismo, sabiendo qué son o, al menos, algo respecto a cómo son, y tras haber también constatado directamente que existen, lo siguiente es comprender sus condiciones de existencia. ¿Cómo es que existen? ¿Podrían no existir? De ser así, ¿por qué existen de hecho? Este ejercicio nos va conduciendo hacia el descubrimiento de existencias que no son de entrada evidentes, incluso hasta llegar a la Causa Máxima, la cual es Causa de causas y en sí misma incausada, a saber: Dios mismo, comprendido filosóficamente como Acto Puro. Ahora bien, preguntar sobre las condiciones de existencia no es solo respecto a las sustancias, sino también respecto a los accidentes, incluso algunos muy intrigantes, como puede ser el conocimiento mismo.

¿Cómo es que el conocimiento existe en el sujeto?

La epistemología, cuando se analiza debidamente, es solo un aspecto de la metafísica, mismo que está encargado de establecer las condiciones de existencia del conocimiento. Por lo mismo, la metafísica también se encarga de comprender por qué la realidad misma, en el sentido de la constatación de la existencia básica del mundo externo, es en sí misma evidente. La metafísica se encarga de explicar cómo es que aquellos que pretenden demostrar la simple existencia del mundo, o criticar la existencia básica del conocimiento, entre algunos otros temas que fueron populares en la era moderna, no hacen más que razonar en círculos y de otras formas por demás inválidas.

Así pues, partiendo de las preguntas básicas sobre la esencia de las cosas y sus condiciones de existencia, la metafísica también deriva en preguntas más determinadas. ¿Por qué existo yo y por qué existe el mundo? Y, respecto a la causa final: ¿para qué estoy aquí y hacia dónde voy?

¿Por qué es importante preguntarse qué es ser, qué es lo que hay, por qué hay algo en lugar de nada, y por qué estoy en este mundo?

La importancia de estas preguntas es, cada una a su modo, simplemente evidente. Sin embargo, es una importancia absoluta, como aquello que no se persigue como medio para otro fin, sino como un fin en sí mismo. Si acaso se han de encontrar fines mayores que objetivamente hagan de estas preguntas un medio, será tal fin la felicidad, que es, formalmente, el fin de fines. Estas preguntas no son serviles, lo que es decir que no se plantean para poder desarrollar artefactos y hacer la vida más cómoda, sino que son preguntas respecto a lo liberal. Lo servil complementa la vida, pero no la fundamenta. Estas preguntas de carácter metafísico están encaminadas a la comprensión más profunda que podamos adquirir de la realidad, lo cual es conducente a un mayor descanso para el espíritu, y lo cual es también, en última instancia, la forma nuclear de la felicidad. Sin embargo, la metafísica es una ciencia solo natural, por lo cual no alcanza la sabiduría mayor ni aterriza en las verdades de la vida eterna y la máxima felicidad. En tanto ciencia, la teología es la más digna, por encima de la metafísica, pero la metafísica es la más grande expresión natural de la sabiduría sin asistencia de la fe. En tal proporción, la metafísica es la más noble antesala para comenzar el estudio de las verdades de la fe.

Por Javier Navascués

5 comentarios

  
Luis López
Gracias por esta magnífica entrevista. En estos tiempos de materialismo y cientificismo es una luz que alumbra lo que está detrás de un conocimiento tan reduccionista.
19/03/22 9:11 AM
  
F Xavier Albizuri
Este artículo me confirma en la impresión de que la metafísica aristotélica es un saber esencialmente estéril, sobre todo por prescindir de la forma poética. Extraigo del libro de la Sabiduría, 13, supongo que se refiere a la causa primera (αρχη) que buscaban los griegos de aquel tiempo, algo muy distinto del Dios hebreo y que tampoco interesó a los padres de la Iglesia: "Sí, vanos por naturaleza son todos los hombres que han ignorado a Dios, los que, a partir de las cosas visibles, no fueron capaces de conocer a [Aquel que es], al considerar sus obras, no reconocieron al Artífice. En cambio, tomaron por dioses rectores del universo al fuego, al viento, al aire sutil, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a los astros luminosos del cielo ... Sin embargo, estos hombres no merecen una grave reprensión, porque tal vez se extravían buscando a Dios y queriendo encontrarlo; como viven ocupándose de sus obras, las investigan y se dejan seducir por lo que ven: ¡tan bello es el espectáculo del mundo! Pero ni aún así son excusables: si han sido capaces de adquirir tanta ciencia para escrutar el curso del mundo entero, ¿cómo no encontraron más rápidamente al Señor de todo?"
19/03/22 11:10 AM
  
JuanM
¡Vaya impresionante lección de Metafísica!

Una gozada la lectura. Esto es para imprimir y a imprimir la llevo.
19/03/22 6:07 PM
  
Chico
Cuanto antes España debe recuperar la metafisica. Esto va necesariamente unido con recuperar l Fe católica. Distintas pero necesariamente integradas , la metafisica al servicio de la Fe. Creer para entender, entender para creer. España es la consecuencia los españoles católicos metafísicos. Así crearon la España fuerte, recia capaz, de las más grandiosas gestas. Hoy las dos estan encanijadas y por eso es tan triste el panorama español. Han pulverizado a la razón sin metafisica y automáticamente la Fe ha quedado sin asiento, en el aire y despreciada. Hoy la racionalidad Española h perdido la metafisica. Y por eso los argumentos de los Gobernantes son insulsos, desvalidos, llenos de frases sin contenido de verdad
20/03/22 1:30 AM
  
JSP
1. Interesante entrevista donde podemos ver la necesidad que tiene de la metafísica cualquier plan de estudios en los Seminarios y centros universitarios relacionados.
2. Quisiera plantearle algunas cuestiones al señor Bilbao. Para empezar el por qué se sigue aceptando hoy día la "filosofía" materialista si por todos es sabido que es un constructo fallido que se queda en pura palabrería: falto de realidad, sustancia o entidad.
3. Hasta hace muy poco, siglo XX, nadie dudaba de que el universo era eterno, desde los tiempos de la doctrina griega filosófica introducida en Occidente. Pero, como dijo Claude Tresmontant: “Cuando en pleno siglo XX, los científicos teóricos y los experimentadores descubrieron la necesidad de admitir un principio del universo, los sabios materialistas [sobretodo ateísmo marxista], bregaron como verdaderos diablos…pues saben muy bien que si logra imponerse la tesis del principio del universo, el fin del materialismo habría llegado.” Y ese fin hace ya tiempo que llegó, pero ahí continuan bregando con actividad "intelectual", ideología, que excede el nivel de la materia en no reconocer la realidad del universo tal y como es.
4. Asombra, aunque no tanto por la acción del anticristo de relativizar la Verdad, que todavía haya quien defienda la eternidad de la materia, el universo cíclico, estacionario y pulsante o la imposibilidad del nacimiento del universo de la nada; con afirmaciones subjetivas o mentales de que existen multitud de universos paralelos o sucesivos evolutivos por azar y selección natural, en un intento desesperado de justificar "su credo", de explicar "metafísicamente (fallida)" la complejidad de diseño, el finísimo ajuste de las condiciones y variables que permiten la vida inteligente y multitud de factores causantes de la permanencia y protección de la vida en un medio hostil.
5. Hoy, desgraciadamente, la tendencia anticristiana por lo civil y en parte eclesial quiere olvidar la doctrina de la Creación, originado por teólogos musulmanes, judíos y cristianos, que ha derrocado la doctrina griega filosófica de materia eterna, que expone: (1) todo lo que comienza a existir tiene una causa; (2) el universo comenzó a existir; (3) luego el universo tiene una causa.
6. El argumento cosmológico está reforzado por la Matemática, la Física y la Química. Esto muestra que la materia no puede ser eterna y
que, por tanto, debe tener una causa para su existencia.
7. Y la causa no puede ser abstracta sino más bien inteligente.
20/03/22 12:41 PM

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