30.11.21

El historiador Pedro González Cuevas analiza su último libro Mitos y falsedades del antifascismo

Pedro Carlos González Cuevas es historiador y profesor universitario. Es profesor titular de Historia de las Ideas Políticas y de Historia del Pensamiento Español en la UNED. Es autor de importantes obras sobre la derecha y el conservadurismo en España y experto en diferentes figuras como Ramiro de Maeztu, Charles Maurras, Carl Schmitt, Maurice Barrès, José Ortega y Gasset o Gonzalo Fernández de la Mora.

En esta entrevista hablamos sobre su libro Mitos y falsedades del antifascismo, en donde explica como la bandera antifascismo (aunque hoy sea irrelevante el fascismo en España) sirve para legitimar el socialismo real y demonizar a los partidos conservadores.

¿Considera que ante la demagogia e ignorancia imperante era necesario un libro como el suyo para desmitificar esa ensoñación llamada antifascismo?

Sí, creo que este libro es necesario como forma de cuestionar y criticar, desde el punto de vista intelectual e historiográfico, uno de los tópicos más recurrentes y falsos no sólo de la cultura política de las izquierdas, sino del progresismo en general., Cayetana Álvarez de Toledo incluida. La estúpida Ley de Memoria Democrática tiene por fundamento historiográfico los manidos tópicos del antifascismo actual. La violenta campaña organizada por las izquierdas contra VOX en las elecciones autonómicas madrileñas de mayo tuvo por base igualmente el antifascismo. Al final, les salió mal la estrategia y el resultado fue catastrófico para el conjunto de la izquierda, pero es de sospechar que en las elecciones generales próximas, que serán sin duda a cara de perro, las izquierdas volverán a utilizar el espantajo antifascista para demonizar, no sólo a VOX, sino al conjunto de la derecha social y política. De ahí la necesidad, en la medida de mis posibilidades, de someter a crítica y contextualizar los fundamentos de este nuevo/viejo antifascismo.

¿Por qué a las izquierdas, empezando por el estalinismo, les ha resultado tan bien identificar al fascismo con la derecha y el capitalismo?¿Por qué esta demagogia sirve para legitimar en la práctica el socialismo real?

El antifascismo comunista fue, de todas formas, como señaló la historiadora Annie Kriegel, un fenómeno intermitente, producto de diversas coyunturas políticas y contextos sociales. En realidad, comenzó con la subida de Hitler al poder en 1933, aunque las diferencias ideológicas del nacional-socialismo con el fascismo italiano eran siderales, y las simpatías de Mussolini iban hacia otras fuerzas políticas alemanas como los Cascos de Acero. Cristalizó en la táctica de los llamados frente populares, sobre todo en Francia y España. Decayó a raíz de la alianza de Hitler y Stalin, con el pacto Ribbentrop/Molotov de 1939. Y resucitó con la invasión alemana de la URSS en 1941. Después de la guerra mundial, el antifascismo fue la ideología oficial de los sistemas comunistas en la Europa oriental y, al menos en parte, de los sistemas liberales en la Europa occidental, sobre todo en Francia, Alemania e Italia; lo cual no impidió la existencia de partidos herederos del nacional-socialismo, como el Partido Nacional-Demócrata y el Partido del Imperio Alemán, o del fascismo, como el Movimiento Social Italiano. En el discurso antifascista de la izquierda comunista, se identificaba el fascismo con la hegemonía del capital financiero y el conjunto de las clases dominantes.

Sin embargo, a partir de los años sesenta y setenta del pasado siglo, como señaló el filósofo italiano Augusto del Noce, el antifascismo experimentó una especie de metamorfosis. Y es que estaba claro que el antifascismo tradicional ya no servía como arma de combate ideológico. Así lo señaló un comunista inteligente, aunque en realidad fuese un reaccionario de izquierdas, el poeta y cineasta Pier Paolo Pasolini: He aquí por qué buena parte del antifascismo actual…es o bien ingenuo y estúpido, o bien presuntuoso y de mala fe, porque presenta o finge presentar batalla a un fenómeno muerto y enterrado, arqueológico, incapaz de asustar a nadie. Es, en definitiva, un antifascismo cómodo y relajado”. Frente a este antifascismo histórico, surgió lo que Del Noce denominó el “fascismo demonológico”, que se identificaba, ante todo, con la antimodernidad, con la defensa de los valores tradicionales, un fenómeno político-cultural de carácter represivo y reactivo. Umberto Eco lo denominó “Ur-Fascismo” o “Fascismo eterno”. Una interpretación que el historiador Emilio Gentile, máximo experto en fascismo italiano en la actualidad, calificó de “ahistoriológico”, mixtificador, antihistórico. Por otra parte, este nuevo antifascismo tenía como objetivo y función, como denunció el filósofo alemán Peter Sloterdijk, salvar el alma de los comunistas, haciendo olvidar a la opinión pública el genocidio de clase provocado por los regímenes comunistas bajo su égida. El genocidio queda monopolizado por los nazis, aunque el de los comunistas fuese más numeroso y duradero. Hoy, los historiadores proclives a la izquierda suelen definir a los comunistas, no con su denominación tradicional e histórica, sino como “antifascistas”, lo cual parece darles un plus de legitimidad, al menos ante su parroquia. No sería extraño que, al paso que vamos, que ETA fuese canonizada por su oposición violenta al régimen de Franco. Lo estamos viendo. Ya existen libros como el de Ramón Buckley, Del sacrificio a la derrota (Siglo XXI. Madrid, 2021) en esa dirección. El blanqueamiento de Bildu es su traducción política.

La izquierda, con su habitual manipulación del lenguaje, se ha apropiado del antifascismo cuando numerosos conservadores se han opuesto con fuerza a esta ideología.

Efectivamente, hubo antifascistas de derechas. Como señala el historiador norteamericano Michael Seidmann, existieron conservadores antifascistas como Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt, Alcides de Gasperi, Charles de Gaulle o Luigi Sturzo; incluso un antifascismo de corte tradicionalista como el defendido por el Negus Haile Selasie, en favor de su monarquía absoluta en Etiopía. Sin embargo, como sabemos, el antifascismo más influyente ha sido, y es, el izquierdista, en sus diversas manifestaciones. No deja de ser significativo que De Gaulle fuese estigmatizado por los comunistas e izquierdistas como “fascista”. Claro que Françóis Mitterand colaboró con Vichy. Y Georges Marchais, el líder comunista, trabajó libremente como obrero en la Alemania nacional-socialista. Contra De Gaulle, se utilizó la técnica propagandista que Josep Gabel denomina “seudología”: “De Gaulle es anticomunista; Hitler era anticomunista; luego, De Gaulle es igual a Hitler”. Lo mismo hicieron y hacen con Franco. Se produjo así, sobre todo en el campo historiográfico, lo que Michel Winock denomina “panfascismo”. El fascismo era asimilado a cualquier régimen autoritario conservador, como los de Franco, Salazar o Pinochet.

En la actualidad, la aparición en el campo político de los partidos de la derecha identitaria, contrarios a la globalización y al multiculturalismo, ha contribuido a renovar el discurso antifascista demonológico.

En España se ha pasado del antifascismo feliz (de esa libertad sin ira de la transición) al antifascismo militante. ¿Cómo podría explicar este proceso?

El discurso antifascista en España fue “feliz” antes incluso de la muerte del general Franco. Aunque pueda parecer paradójico, fue iniciado por antiguos falangistas como Dionisio Ridruejo, que, en su libro Escrito en España y luego en sus Casi unas memorias, asumió acríticamente todo el contenido de las interpretaciones marxistas y marxistoides del fascismo. Por ese camino, le siguieron, algo más tarde, Antonio Tovar, José Luis López Aranguren y Pedro Laín Entralgo. Las editoriales más prestigiosas se apresuraron a publicar libros de esa tendencia. Loa discípulos de Enrique Tierno Galván y luego los de Manuel Tuñón de Lara se apresuraron a difundir tales planteamientos. De todas formas, hay que reconocer que los estudios sobre el fascismo escritos por autores españoles tienen una calidad intelectual muy escasa, por no decir inexistente. Tan sólo el historiador católico y conservador Jesús Pabón se enteró de la aparición de la monumental biografía de Mussolini obra de Renzo de Felice.

Basta con leer la inefable interpretación “prefascista” que Tierno Galván hizo de Costa para llegar a esa conclusión. Su discípulo Raúl Morodo Leoncio no dijo más que disparates y tonterías sobre el pretendido “fascismo católico” de Acción Española. Los escritos de Tuñón de Lara y sus discípulos sobre el fascismo producen hoy vergüenza ajena. Todos los intentos de Tuñón de Lara para demostrar que el régimen de Franco fue “fascista” resultan patéticos, por no decir estúpidos. Llegó a sostener que el régimen de Franco fue “fascista” porque así lo había dicho “el pueblo” (sic). Todo ello ha tenido su continuidad en los escritos de ínclito Ángel Viñas y de su acólito Paul Preston, pero son tan disparatados que entran más en la paranoia de un lunático que en la labor investigadora de auténticos historiadores. A pesar de esta indudable mediocridad, o quizá por ella, la hegemonía de esa izquierda en el campo de las ciencias sociales y de la historiografía sigue siendo evidente hoy por hoy en la sociedad española. Y lo mismo podemos decir en los ámbitos del discurso político. En ese sentido, no se dudó en calificar de “fascista” no ya a Fuerza Nueva, que era una derecha tradicionalista, sino a Alianza Popular, a la UCD, al PP y a Ciudadanos. Todos “fascistas”. Hasta Fernando Savater fue calificado de “fascista” por el socialista Ignacio Sotelo. El hoy tan celebrado por algunos sectores de la derecha particularmente indoctos, Felipe González Márquez fue el auténtico inventor de la “memoria histórica”, relacionando al PP con la Dictadura de Primo de Rivera y con el régimen de Franco. Fue quien allanó el camino a Rodríguez Zapatero y ahora a Pedro Sánchez. La aparición de Podemos en el campo político no hizo sino radicalizar esa tendencia. Con los acólitos de Pablo Iglesias se pasó de las armas de la crítica a la crítica de las armas. Sobre todo, con la aparición de VOX como partido político de envergadura. Se recurrió no ya a la seudología, a la reductio ad hitlerum, sino a la pura y simple violencia.

Para entonces, había surgido un antifascismo militante, teorizado en la línea demonológica por el historiador Mark Bray, en su libro Antifas, en cuyas páginas se propugna la violencia frente a los partidos de tendencia conservadora-identitaria y antiglobalización. Para Bray, auténtico predicador del terrorismo, con el “fascismo” –es decir, con los que él define como tales-, no es posible el diálogo, sólo la violencia pura y dura. En España, Bray ha tenido algún que otro plagiario, como Pol Andiñach, en su libro Todo el mundo puede ser Antifascista. El teólogo de PRISA, Juan José Tamayo, con su habitual ignorancia histórica, ha hecho referencia al “cristoneofascismo”. Sin comentarios. En España, cualquier cosa es posible, si lo dice, por supuesto, la izquierda.

¿Qué es el panóptico antifascista y cómo podemos evitar ese pernicioso sistema en donde tenemos la sensación de estar permanentemente vigilados?

La alternativa es lo que denomino en mi libro la “parresía” historiográfica. O, lo que es lo mismo, la lucha cultural en defensa de la libertad y de la verdad, como los filósofos clásicos griegos. Es preciso luchar contra los intentos de instaurar un panóptico político e intelectual mediante la llamada Ley de Memoria Democrática. En el conjunto de Europa, hay multitud de historiadores e intelectuales, de plural significación ideológica y política, que se han opuesto a este tipo de leyes y a las simplificaciones propias del antifascismo. Como he dicho, no se trata de figuras insertas en el espectro político de la derecha; los hay de todas las tendencias políticas: Pierre Vidal Naquet, Mona Ozouf, François Furet, Pierre Nora, Renzo de Felice, Emilio Gentile, Ernst Nolte, Norman Davies, Niall Ferguson, incluso intelectuales libertarios como Noam Chomsky. Se trata de la lucha contra un nuevo totalitarismo, como denuncia el filósofo polaco Ryszard Legutko. En España, ocurre el fenómeno contrario.

Historiadores como Ricard Vinyes, Josep Fontana, Paul Preston, Ángel Viñas y sus acólitos son fervientes partidarios de la instauración de estas leyes represivas, de ese panóptico político e intelectual. No en vano, Ricard Vinyes demandó la instauración de una “Memoria de Estado”, que tuvo su traducción política en Cataluña con el “Memorial Democrático” instaurado por el tripartito de izquierdas bajo la dirección de Maragall, y con el aval de Josep Fontana, el inquisidor historiográfico más notable de Cataluña. Sólo con la articulación de una alternativa moral e intelectual contrahegemónica podremos salir de la actual situación, próxima ya al panóptico. Tal es el objetivo de mi modesto libro sobre el Antifascismo.

Por Javier Navascués

5 comentarios

  
pedro de Madrid
Los antifascistas dan a entender que el fascismo fue peor que el comunismo con más de cien millones de asesinatos, antes torturados con toda clase de suplicios, incluso hambrunas. Los antifascistas cuentan a su favor con todos los corrompidos medios de comunicación. El comunismo es un régimen criminal del partido y pensamiento único. Si Franco fuese fascista no vendría el presidente de USA a España a saludarlo ¿O Ike era fascista?
30/11/21 12:37 PM
  
Juan Gabriel Caro Rivera
El antifascismo no es más que el reverso del anticomunismo, ambas son ideologías sin contenido qie ya no tienen sentido en este mundo, el problema es que sirven para dividir y reafirmar los vértices caducos de izquierda y derecha, los cuales han dado paso a la confrontación entre los pueblos contra las élites liberales globalistas.
30/11/21 5:12 PM
  
Cos
¿No se puede hablar de antifascismo antes del ascenso de Hitler?¿No se podría hablar de retórica antifascista, al menos, en la Unión Soviética en el marco de purgas dentro del partido o eliminación de contrincantres, por ejemplo? Es una duda, no una pregunta retórica.
30/11/21 8:28 PM
  
Ramón montaud
"Es preciso luchar contra los intentos de instaurar un panóptico político e intelectual mediante la llamada Ley de Memoria Democrática.".
Tenemos primero la Ley de Memoria Histórica sin el apoyo del PP, y que después de tener 184 diputados no la tocó.
Ahora tampoco apoya la Ley de Memoria Democrática.
Quién aprueba las Leyes son los políticos y no el resto de ciudadanos. Podemos fiarnos de determinados partidos políticos?
01/12/21 2:04 AM
  
Manuel Rodríguez Blanco
Bien, hoy mismo me compro el libro.
Gracias
14/12/21 11:00 AM

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29.11.21

Javier de Miguel analiza los aspectos esenciales del libro De Lamennais a Maritain del P. Julio Meinvielle

Javier de Miguel Marqués (1984) es Licenciado en Administración de Empresas, Graduado y doctorando en Derecho y Máster en Asesoría fiscal. Casado y padre de cuatro hijos, a su carrera profesional como asesor fiscal une una década de estudios privados sobre la Doctrina Social de la Iglesia. También acostumbra al estudio asiduo de las infiltraciones de la filosofía moderna en otros campos distintos de la economía, como la Teología, el Derecho, la política y la pedagogía. En el ámbito editorial, es articulista colaborador en medios como Verbo, Periódico La Esperanza, Empenta y Marchando Religión. Asimismo, en su canal de Youtube aglutina vídeos explicativos de determinados aspectos de moral social cristiana. En esta entrevista analiza el libro De Lamennais a Maritain del P. Julio Meinvielle.

¿Cuál es el doble progreso de la humanidad y el doble cristianismo del que habla el libro?

Lamennais es el prototipo de liberal católico; Maritain va más allá, pues al contrario de lo que se cree habitualmente, es, ante todo, un progresista, y no precisamente moderado. El gran drama de las teorías de estos dos autores es que pretenden un cristianismo puramente naturalista, dando carpetazo a la bíblica y tradicional dicotomía Iglesia-mundo, entendiendo este último, no como el simple contexto secular en que se desarrolla la historia sostenida por la Providencia, sino como el mundo caído y corrompido por el pecado. Por eso, como dice el propio Maritain, “No es sobre el cristianismo como credo religioso y camino hacia la vida eterna la cuestión que aquí se plantea, sino sobre el cristianismo como fermento de la vida social y política de los pueblos y como portador de la esperanza temporal de los hombres”, “energía histórica accionando en el mundo”, al servicio de la evolución de los pueblos”.

¿Cuál sería la fe básica común naturalista?

Maritain tuvo un peso no despreciable en la redacción de la Declaración de Derechos Humanos de 1948. Por supuesto, en su “cristiandad” naturalista, la libertad de conciencia es un derecho básico e inviolable. Lo mismo con las libertades lamennaisianas, que son las libertades liberales condenadas por la Iglesia: de religión, prensa y palabra.

Por otro lado, Maritain abraza un falso providencialismo, cuando defiende que la revolución liberal y anti-cristiana, en cuanto permitida por Dios, ha de proveer necesariamente de bienes mayores fundados precisamente en esa misma revolución. El P. Meinvielle, en otra obra, nos recuerda “que haya una ley divina que permite el mal en vista del mayor bien no se sigue que necesariamente todo progreso del mal que se cumpla en la tierra debe tener también un correspondiente progreso del bien cumplido en la tierra”.

Para Maritain, el Evangelio se pone al servicio de fines meramente naturales, arrancándolo del orden de la Gracia. Es una fe mundana y puramente terrenal, en el progreso del hombre, con el cristianismo naturalizado como motor.

¿Cuál sería por tanto para Maritain la nueva cristiandad, la ciudad natural?

Como el propio Maritain define, es “el nombre profano del ideal de cristiandad”, “un mundo de hombres libres, penetrados en su substancia profana por un cristianismo real y viviente, un mundo donde la inspiración del Evangelio oriente la vida común hacia un humanismo heroico”. Es decir, una ciudad que ignora su estado caído, pues confía en sus propias fuerzas, para dar a luz un ideal que ni siquiera es cristiano. Ya no hablamos siquiera de un mal medio para un buen fin. Tanto los fines (ciudad profana, no cristiana), como los medios (propias fuerzas humanas) están gravemente desviados de la doctrina cristiana.

El Papa Gregorio XVI, reprueba en Mirari Vos “los deseos de aquellos que intentan separar la Iglesia y el Estado y romper la mutua concordia del sacerdocio con el imperio. Consta en verdad, que los amadores de la falsa libertad se estremecieron ante la concordia, que siempre dio magníficos resultados, entre las cosas sagradas y civiles”. Esta reprobación es perfectamente reproducible en el caso de Maritain.

¿Quiénes serían, por tanto, los constructores de la nueva cristiandad?

El P. Meinvielle afirma agudamente que, mientras que “La ciudad cristiana es obra del Estado –entendido latu sensu como autoridad política, no como Estado moderno- y de la Iglesia felizmente concertados”. Pero Maritain concibe una ciudad meramente temporal, que incumbe exclusivamente a los laicos, no desempeñando la Iglesia ningún papel en la misma, y contradiciendo así la afirmación de San Pío X, “No se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la sociedad si la Iglesia nο pone los cimientos y dirige lοs trabajos”. La nueva cristiandad, así, se auto-santifica. La Gracia se convierte en la “energía interna”, es decir, es inmanente y procede del propio hombre.

¿Cómo concibe la democracia Maritain?

La concibe manteniendo todos sus aspectos propios adquiridos del pensamiento ilustrado y liberal, pero pretendiendo dotarla de un “espíritu” cristiano, espíritu que se construye al margen de la Iglesia, y que por tanto, puede abrazar sin problema la heterodoxia, y que es el pretende inspirarse en la mezcolanza entre creyentes, herejes e impíos, haciendo creer que todas estas fuerzas, opuestas por definición al cristianismo, están en realidad informadas por ese mismo espíritu. La herejía y la apostasía no importan si somos capaces de aflorar el “alma religiosa” de estas gentes. Es, por tanto, una democracia liberal e indiferente ante las creencias concretas, simplemente espiritualizada.

¿Qué sería por tanto la ciudad democratista?

Es la ciudad privada voluntaria y conscientemente de la unidad religiosa, es decir, la unión meramente natural de hombres de diversas religiones y creencias, incluido el ateísmo.

Nótese que aquí se habla de democracia como filosofía y fundamento del orden político, a saber, que se pretende dotar a la sociedad de unidad al margen de la religión verdadera, es decir, fundándose en el indiferentismo, porque el foco de cohesión social es otro; en el caso de Maritain, como el hombre habría alcanzado la “mayoría de edad”, ya no requeriría de una espada temporal sólida y recta, mucho menos subordinada a la Iglesia. La cohesión social se construye a partir de la libertad y auto-conciencia individual y a la vez común, sumada a la idea de justicia y felicidad propia de la Ilustración americana. En definitiva, la vivencia de la propia democracia. A largo plazo, se pretende prescindir, no solo de la autoridad de la Iglesia, sino también en gran medida, de la del Estado.

El propio Le Sillon consideraba que la Iglesia“bendice la democracia y la considera como la eflorescencia de sus propios principios de igualdad, de fraternidad, de libertad de todos los hombres delante de Cristo y por Cristo”. Maritain, por su parte, considera la democracia como una inspiración del Evangelio.

¿Qué relación hay entre la justificación de la revolución en Lamennais y el liberalismo católico?

El profesor Francisco Canals pone de manifiesto, con otros estudiosos como Havard de la Montaigne, que Lamennais es unánimemente reconocido como el padre del liberalismo católico, que no es otra cosa que la actitud de conciliación de la Verdad católica con los dogmas revolucionarios de la modernidad. En una carta, Lamennais escribió: “Se tiembla delante del liberalismo; catolizadlo y la sociedad renacerá”. También coincide plenamente con lo que años después profesará Maritain, cuando dice que “Dios ha querido que la sociedad avanzase perpetuamente hacia un término que no pueda alcanzar sobre la tierra, pero al que debe acercarse siempre…” “la ley primera y fundamental, en virtud de la cual la humanidad tiende a desprenderse progresivamente de los lazos de la infancia a medida que por el crecimiento y desarrollo de la inteligencia, emancipada por el cristianismo, alcanzan los pueblos, por así decir, la edad de hombre”. El cristianismo es el motor profundo de ese progreso.

¿Por qué la nueva cristiandad es la ciudad de la Fraternidad Universal?

Cuando dije que la idea de evolución de la persona humana contradice la doctrina tradicional de la Iglesia sobre la autoridad política, me referí a que se considera que el progreso de la persona humana exige que se disminuya y elimine el poder del Estado y deje paso a la amistad fraternal. En otras palabras, el hombre evolucionado, auto-consciente y emancipado podrá prácticamente auto-gobernarse, coincidiendo en esto con el pensamiento marxista que pretende que el hombre individual real absorba al hombre abstracto. El hombre habría alcanzado, pues, su mayoría de edad en el mundo contemporáneo.

Maritain obvia una verdad básica cristiana: que la fraternidad se da entre bautizados, pues solamente el bautizado es hijo de Dios (CIC 1213, 1243), de manera que esa fraternidad universal, por el producto del pecado, sin conversión, es irrealizable. Lógicamente, a lo que se refiere Maritain, es a la fraternidad adámica, que nada tiene que ver con la caridad cristiana. Por tanto, como lo que propone Maritain es irrealizable bajo los dogmas de la fe, es por ello anti-cristiano. No obstante, para él, los tiempos de la revolución han dado como fruto la auto-conciencia de los derechos y libertades del hombre, y la mayoría de edad antes citada.

¿Por qué la nueva cristiandad es la ciudad de la revolución? ¿Cómo justifica Maritain la revolución en nombre del cristianismo?

Es, como dice Maritain, “la marcha delante de la humanidad”. Se trata, esencialmente, de un Evangelio secularizado, o mejor dicho, naturalizado, es decir, apartado del orden de la Gracia, y por tanto, corrompido. Es un progresismo gnóstico y espiritualista, fideísta, iluminista, pelagiano… habría muchos términos que la caracterizan, todos ellos de cariz revolucionario. La llamada es a la santidad por la libertad, la libertad moderna, democrática.

¿En qué consiste, esencialmente, la famosa separación entre individuo y persona que propugna Maritain?

Este es uno de los ejes del pensamiento personalista, que por lo general, no es individualista en el plano de los principios sociales, pero al tiempo se focaliza en la auto-realización espiritual individual del hombre. De esa paradoja surge la famosa separación entre individuo y persona. El hombre, en cuanto ser mortal, puede supeditarse al bien común de la comunidad política. Pero en cuanto ente inmortal, dotado de espíritu, es absoluto respecto de cualquier otra realidad material – como recordaba Mounier-, y por tanto, esas realidades no tienen sentido sino en tanto en cuanto están a su servicio.

Al margen de que esto contradice la doctrina tradicional de la Iglesia sobre la autoridad política, lleva a consecuencias macabras y seguro que muy poco deseadas por muchos personalistas. La más extrema, que esta idea de espiritualización de la persona conlleva el desprecio de la materialidad de la persona, y dirige a un gnosticismo espiritualista que coincide con el que fundamenta las llamadas bio-ideologías, como el trans-humanismo o el post-humanismo. A quien esto le parezca exagerado, puede leer la obra “Mi deseo es la ley”, de Gregor Puppinck, que desarrolla minuciosamente el tema.

Refutemos lo anterior desde la doctrina católica: ¿Por qué podemos afirmar que el hombre actual se halla en un estado de enfermedad?

Cristo dijo: “Sin Mí, no podéis hacer nada” (Jn, 15). La Iglesia ha recordado siempre que, desde la primera caída, el hombre necesita de la redención para alcanzar la bienaventuranza eterna. Me resulta especialmente clarificadora la expresión que emplea el Concilio de Quiersy, que considera a la humanidad caída como “masa de perdición”. Otra verdad de fe es que los actos buenos, si no son realizados en estado de Gracia o con intención de confesarse, no son meritorios para la salvación. Son cuestiones nucleares de la fe católica, pero que casi nadie tiene en cuenta hoy en día, y eso es muy preocupante. Es uno de los motivos por los que prosperan, dentro del catolicismo, doctrinas tóxicas como las de Lamennais y Maritain.

¿Por qué solo la Iglesia es el gran medio de salud?

La misión de la Iglesia, como recuerdan, entre otros, el Concilio Vaticano I el Papa León XIII en Satis cognitum, es derramar y difundir la salvación que nos adquirió Jesucristo a todos los hombres de todos los tiempos: para ello fue fundada por el mismo Cristo. Fuera de la Iglesia, y salvo ignorancia invencible, muy difícil de juzgar por quienes habitamos en este mundo, no hay salvación. Pío XI recuerda que “La Iglesia ejercita su ministerio de la palabra por los sacerdotes… a quienes envía por todas partes como pregoneros infatigables de la buena nueva, única que puede conservar o implantar, o hacer resurgir la verdadera civilización”.

¿Por qué la Iglesia tiene potestad indirecta sobre todo lo temporal?

Como consecuencia de lo dicho antes, todas las realidades creadas, y las actividades del hombre, necesitan de la sanación que nos ofrece gratuitamente Cristo, para ser realmente medio de salvación. Y como la Iglesia posee, por mandato divino, la potestad sobre las almas, por ello posee potestad sobre todo lo temporal, a fin de que se ordene al fin último del hombre. En ocasiones se denomina a esta potestad “indirecta”, para poner de manifiesto que el poder civil y la Iglesia no se confunden, y que la potestad de la Iglesia es directa en lo espiritual, pero el primero está subordinado a ésta en todo lo que atañe a la fe, la moral y las costumbres, pues el gobierno de la ciudad no tiene un fin último diverso del de la Iglesia, difiriendo solamente en los medios de que dispone, naturales en el caso del poder político, y sobrenaturales en el caso de la Iglesia. Y como los medios naturales necesitan redención, esa es la función de la Iglesia en las sociedades.

¿Por qué la cristiandad de Maritain no adora al Dios de la Iglesia católica?

Esencialmente, porque es un dios al que se niega su reinado sobre lo temporal. Al contrario, es una ciudad que promueve la libertad de religión; que se propone una mera amistad fraternal adámica; Como recuerda el P. Meinvielle, “si no adora a Jesucristo y reconoce la divinidad de la Santa Iglesia, será teísta, pero no cristiana; y si, en cuanto ciudad, no adora a Dios, será simplemente neutra y atea”. Lo que Maritain llama “energía interna” de la civilización no tiene nada que ver con la Gracia, sino con los valores caídos y envenenados de libertad, igualdad y fraternidad.

¿Cuál es la postura oficial de la Iglesia respecto al pensamiento de Lamennais y Maritain?

Respecto a Lamennais, a su indiferentismo, seguido después por Maritain, dedicó Gregorio XVI su EncíclIica Mirari Vos, condenando asimismo varios de los errores en que incurrían los promotores de la revista L’Avenir, entre los que se encontraba Lamennais, y que el Papa consideró una locura peligrosa, “deliramentum”.

Respecto a Maritain, voy a ser conscientemente severo: una Iglesia vigorosa y más celosa de la doctrina de Jesucristo, como era la de los tiempos de Mirari Vos le hubiese condenado solemnemente, aunque solamente fuese por la evidencia de que los errores condenados por Gregorio XVI son continuados y amplificados por él. En cambio, lejos de esto, y lo que es más grave, en muchos ambientes católicos, tanto conservadores como progresistas, se le tiene por referente intelectual… ¡nada menos que del neo-tomismo!

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Néstor
Además de lo señalado en este "post", Maritain tiene otras dos tesis que son erróneas: una que dice que la filosofía moral adecuadamente tomada incluye la teología sobrenatural, y la otra en la que continúa a Marín Solá en su intento de encontrar un terreno intermedio entre tomismo y molinismo, con su noción de la "moción divina rompible", que ya en los términos es una contradicción.

La primera de esas tesis se basa en el hecho real de que sin la gracia de Cristo no es posible el actuar moral requerido para la salvación, y sería interesante ver cómo conciliaba Maritain eso con su tesis de la "cristiandad secular", que parece ir exactamente en el sentido contrario.

El supuesto de Maritain aquí es que la filosofía debe ser de algún modo suficiente para guiar la vida moral del hombre en la vida real, y por ahí parece que ambas tesis empalmarían un poco al menos.

Pero el hecho es que la filosofía no puede depender de premisas reveladas sin convertirse por ello mismo en teología, en el mejor de los casos.

Además de estos errores, Maritain fue efectivamente un hito en la historia del tomismo moderno y para muchos fue el primer contacto con el pensamiento de Santo Tomás, y un contacto de gran nivel y profundidad, por tratarse de una inteligencia privilegiada y sinceramente apasionada por el tomismo, lo cual es una diferencia muy grande con Lammenais.

Por lo general de Maritain se conoce solamente su peor parte, que es la política, porque ésta es la única que interesa a una gran cantidad de personas.

Saludos cordiales.
29/11/21 3:26 PM
  
Marc
Felicidades!!!

Hacía mucho que no veía un contenido tan preciso en este medio, y creo que es muy necesario que siente un buen precedente!!!
30/11/21 4:00 PM
  
GUILLERMO
Muy interesante crónica del autor. Y buenos comentarios .

Imprescindible leer varias veces el libro del P Menvielle. Sobre todo para entender el.concepto y la realidad de Persona Humana y Libertad. Según la buena antropología cristian

Saludos
30/11/21 5:50 PM

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27.11.21

Mikel Navarro: “En El Carlista muestro el poder de la fe frente al poder económico que todo lo arrasa”

Rodado en lugares tan emblemáticos como Baigorri, Montejurra o el Santuario de la Virgen de Mendía en Arróniz nos encontramos ante un cortometraje, que no está pasando desapercibido por todos los valores católicos que representa y su poderosa carga emotiva. Una historia de ficción apasionante que nos trae un mensaje de esperanza para nuestros días. Nos hemos puesto en contacto con el director del mismo, Mikel Navarro Ayensa, para reflexionar sobre su contenido.

Usted, a pesar de su juventud atesora una rica trayectoria como periodista y escritor. ¿Podría hacernos un resumen de lo más reseñable de la misma?

Lo primero muchas gracias por su interés en nuestro trabajo. Respecto a mi trayectoria, el cine y la comunicación han sido siempre mi gran pasión. Llevo haciendo radio desde hace veinte años, escribiendo para medios de comunicación desde hace quince y desarrollando mi labor como crítico de cine, en Cope Navarra, desde hace diez. Mi familia siempre fue clave en mi interés por el séptimo arte, mi abuelo conoció a Barbara Stanwyck e Ingrid Bergman y crecí escuchando sus anécdotas. Mi padre, gran cinéfilo, hizo que me interesara todavía más en esto del celuloide y mi madre me inculcó desde muy pequeño la lectura.

Profesionalmente me marcó dirigir el espacio radiofónico Clásicos del cine en Radio Universidad de Navarra, en donde aprendí muchísimo. Hoy en día escribo para revistas como Muy Historia en donde publicaremos próximamente un libro sobre el sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. He publicado seis libros, cinco en colaboración con otros autores: Hay otros mundos pero están en éste (Ed.Cydonia 2013) 50 lugares mágicos para enamorados en España(Ed. Cydonia, 2015), Bajo el cielo mítico de Madrid (Univ. Pontificia Comillas, 2019), La cultura española a través del cine (Univ. Pontificia Comillas, 2021).

En mayo de 2018 publiqué mi primer libro en solitario Misterios de cine de Ediciones Oblicuas. A partir de 2019 me puse detrás de las cámaras con The Blackout (El Apagón) que ha derivado en un libro solidario, con el mismo título, publicado recientemente por Ediciones Cydonia. Fui seleccionado en 2019 para el concurso de cortometrajes de RTVE por Duply y posteriormente realicé La mamá del sol, una obra basada en la leyenda sarda La mamma del sole. En 2021 escribí y dirigí El trabajo,cuarto cortometraje que explora la frontera entre la vida y la muerte que, de nuevo, se publicó en la web de RTVE. En la actualidad estamos en plena vorágine con el estreno de El Carlista.

¿Por qué decidió realizar un cortometraje con el título el carlista?

Es algo que tenía en mente desde hacía tiempo, la realización de un western foral. Tenía muchas ganas de contar una historia de ficción en base a nuestro rico legado. Llegó la llamada de Navarra Tierra de Cine, la productora impulsora del proyecto y no lo dudé, me puse a escribir El Carlista. No hace falta fijarse en lo de fuera, tuvimos nuestra propia “guerra de secesión". Los norteamericanos han potenciado sus historias siendo mucho más pobres que las nuestras. Debemos sacar potencial a nuestra historia, además de reivindicar nuestra cultura y acabar con la dichosa leyenda negra. Apenas había nada en torno a las guerras carlistas y era el momento de colocar esa parte de nuestro pasado en la más absoluta actualidad, con énfasis y con orgullo. Cambias sombrero por boina roja y tenemos nuestra propia película del oeste, en el oeste de Navarra, en Arróniz.

¿Fue sorpresa que su guión estuviese entre los seleccionados?

El certamen Navarra Tierra de Cine consta de dos fases, la primera presentar un guion y si eres seleccionado pasas a la segunda, que es la fase de rodaje junto a otros nueve finalistas. Escribí El carlista en San Fernando (Cádiz) en el mes de agosto y en tiempo record. Cuando me llamaron he de confesar que me llevé una inmensa alegría y tuve la sensación de una enorme responsabilidad, porque me tomo las cosas muy enserio y desde luego lo doy todo, dentro de mis posibilidades y medios me he vaciado, lo hemos dado todo. Reuní un equipo de absoluta confianza, para mí los mejores, y nos lanzamos a rodar esta aventura.

¿Cuáles fueron sus fuentes de inspiración?

Hay un referente cinematográfico sobre el asunto carlista que es la película Crónica de la guerra carlista (1988) dirigida por José María Tuduri. He tenido la suerte de conocerlo personalmente y ha sido parte fundamental de este film. Nos ayudó mucho y nos brindó la oportunidad de portar los uniformes fidedignos de la época, la III Guerra Carlista, en la que se desarrolla una parte de la acción. Sus consejos y su asesoramiento han sido fundamentales. Durante el proceso del desarrollo de guion me gusta escribir escuchando música, me inspira, y elegí para ello la banda sonora original de Bailando con lobos de John Barry y como soy muy cinéfilo me inspiré también en películas como: Los siete magníficos, los odiosos ocho, Barry Lyndon, Los comancheros, Los cuatro hijos de Katie Elder, Grupo Salvaje o incluso El increíble hombre menguante… hay esencia de todas ellas.

Una historia de ficción, pero con el objetivo de transmitir unos valores. ¿Qué valores serían?

Hemos pasado del liberalismo al ultraliberalismo y estamos en peligro como sociedad sin identidad propia. Ante un mundo moderno que todo lo devora, ante una sociedad sin personalidad que recibe un tratamiento aborregado, queremos poner el foco en esas personas sencillas que viven en la fe y que son arrancadas de su mundo por la propia deriva social. La fe frente al progreso que arranca y expropia los campos, la cultura, las costumbres, los pueblos y el pensamiento propio para imponer la ley del poder económico que todo lo arrasa. En el corto hablamos de personas olvidadas, de ideales que no interesa reavivar.

Entre campos segados por el tiempo el jinete flota contra el reloj que se impone en un mundo moderno que todo lo devora. Lo antiguo frente a lo actual, la fe frente al progreso… y en la interferencia dimensional surge una sutil niebla, el humo como umbral entre dos mundos estrechamente conectados. La actualidad se impone frente al pasado del olvido, el ruido ante el silencio. El carlista se encomienda a un Dios del que cada vez se siente más cerca, justo antes del juicio final. En el cortometraje hay un duelo de titanes, hay traición de los que parecen cercanos… En el combate del tiempo la confusión de la boina hace del color rojo la unión sanguínea y trascendental definitiva. Por encima de lo material y lo terreno es el triunfo de los valores perdidos, de la creencia. El retorno de la tradición de la sencillez, el sacrificio que trasciende por ser fiel a sí mismo. La autenticidad vence y prevalece en el relevo del niño, que recoge el símbolo de manos de una Virgen María pétrea, mientras nos observa para recordarnos quienes somos.

¿En qué medida estos valores tienen vigencia en la sociedad actual?

Hay muchos mensajes pero uno de ellos, al margen de ideas políticas, es que solo hay un camino: ser uno mismo.

Cuando no te dejan ser tú mismo algo está fallando. Vivimos en la sociedad de la mordaza, de la autocensura y del miedo a que uno u otro colectivo te señale… así mal vamos.

¿Por qué eligió como protagonista a Telmo Aldaz, actual presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista?

Mientras escribía el guion era inevitable pensar en Telmo encarnando al protagonista. Tiene una presencia iconográfica tremenda, reúne todas las cualidades de un héroe decimonónico que rebosa carisma y recuerda incluso al mismísimo Carlos VII. Llamé a Telmo para explicarle el guion, se lo pasé por correo para que lo leyera y a los cinco minutos me devolvió la llamada diciéndome: Me ha encantado, vamos adelante y nos embarcamos en esta aventura.

¿Qué supuso poder utilizar los uniformes originales de una de las guerras carlistas?

Fue un plus necesario e imprescindible, todo aquello que no hubiera sido contar con uniformes originales hubiera sido un disfraz. Gracias a la confianza de José María Tuduri fue posible.

¿Por qué merece la pena ver y difundir el cortometraje?

El carlista es muy completo, tenemos planos aéreos, música original, una montaña sagrada como Montejurra, caballo, paisajes, recreaciones de interior con velas, tiroteos con fuego real (fogueo), historia pasada y presente, uniformes reales de la policía foral, fantasía, drama, algún toque incluso de humor y parajes realmente asombrosos como la ermita de Mendía o la de Santa Cecilia en Arróniz. Es una historia muy dinámica de un quijote muy nuestro, en diez minutos un carlista viene a recordarnos que tenemos que luchar por lo que creemos, por nuestros ideales y nuestra propia integridad. Las personas nobles, sencillas e íntegras están en extinción.

Por Javier Navascués

Desde hoy hasta el 2 de diciembre podéis votar #ElCarlista. La ilusión no se frena.

https://www.noticiasdenavarra.com/cultura/2021/11/26/cortometrajes-navarra-tierra-cine-vota/1204604.html

Y seguir al director en Twitter y participar en el sorteo de pósters de El carlista:

@MikelNavarroAye

6 comentarios

  
Ramón montaud
El actual Concierto Vasco y el Concierto de Navarra ( ley de poder económico), ha tenido algo que ver con las tres guerras carlistas?.
27/11/21 11:29 AM
  
c
MAGNIFICO CORTOMETRAJE
27/11/21 12:37 PM
  
Templario
Sólo hay que visualizar someramente la web del Partido Carlista para ver que "Socialismo Autogestionario" y defender la autodeterminación de los pueblos ya está en el ADN de partidos como Podemos, a quienes sufrimos desde que el Carlismo potenció un liberalismo ultramontano de boina (más bien txapela), monte y agrarismo.
Lo siento, pero lo que nació como buena intención, murió en Montejurra y en el existoso nacionalismo vasco y navarro. Es así.
27/11/21 2:25 PM
  
yo mismo
Ramón Montaud, los actuales conciertos económicos datan de 1841 (Convenio Económico de Navarra, tras el fin fe la primera guerra carlista) y 1878 (conciertos económicos de las restantes provincias forales, tras el fin fe la tercera guerra carlista). Después de estas dos guerras se fueron recortando los fueros vasconavarros. Como el Estado liberal no tenía estructura institucional para recaudar impuestos en los territorios forales, le encargó a las diputaciones que los recaudara, y de ahí vienen los conciertos y los cupos.
27/11/21 10:04 PM
  
Vivi
Me encantó el final. Y qué tristeza da el ver qué la imagen de N.Sra. deba estar protegida por rejas para que algún energúmeno de los que abundan actualmente no la vaya a romper. Y con suerte que puede haber una imagen católica en un espacio público, cosa que en Argentina no.
28/11/21 2:56 PM
  
Gabriel Araceli
Donde dice "el cupo vasco" debe entenderse "el pufo vasco".
28/11/21 4:13 PM

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26.11.21

Manuel Acosta: “La visión peyorativa medieval fue una obra de ingeniería social urdida por la Ilustración”

Manuel Acosta Elías es licenciado en Geografía e Historia, máster en literaturas hispánicas, doctor en filología hispánica y tiene nivel superior de catalán. Es diputado de Vox en el Parlamento de Cataluña. En esta entrevista, como experto en estudios medievalistas, analiza con objetividad las características esenciales de la sociedad medieval.

¿Por qué decidió especializarse en estudios medievalistas? ¿Qué es lo que más le atrajo de este período?

La inquietud por la historia, su atracción, me interpela desde niño. El punto de inflexión, sin duda, para decidirme a estudiar la carrera de Historia radica en el influjo de Jesús Fernández, un excelente profesor que me encandiló con su maravillosa forma de explicar la Historia en el colegio, en la que combinaba elocuencia y pedagogía.

¿Por qué me decidí a estudiar la Edad Media? Mi carácter inconformista me impulsó a reflexionar sobre el menosprecio, el denuesto constante del Medievo por parte de los agentes del pensamiento único o de lo políticamente correcto (escritores, cineastas, comunicadores o políticos). Al estudiar rigurosamente la época medieval hallé todo un magnífico acervo civilizador que cimentó una sociedad altamente avanzada como fue la medieval.

Una época que fue sin duda el gran esplendor de la cristiandad.

Como en cualquier época de la humanidad, se conjugaron luces y sombras. La Iglesia, no ajena a la sociedad ya que es una institución conformada por hombres, también se vio afectada por momentos de esplendor y de regresión en su misión de salvación de las almas. No obstante, la sociedad medieval estaba fundamentada en Cristo: los gobernantes, las instituciones, las leyes, las costumbres, el arte y la economía respetaban los principios universales de la Iglesia Católica.

¿Por qué nos la presentan como una época bárbara y oscura?

La visión peyorativa de la época medieval fue una obra de ingeniería social, una calumnia -un fake, diríamos hoy- urdida por la Ilustración, por el liberalismo relativista promotor de la Revolución Francesa, con la intención de denostar y destruir la sociedad medieval de base cristocéntrica, fundamentada en la Ley Natural, en la existencia de verdades absolutas.

¿Cómo se puede refutar esta leyenda negra sobre la etapa más esplendorosa de la cristiandad?

Estudiando la historia, sin apriorismos, con espíritu crítico. De este modo descubriremos personajes protagonistas en la difusión de esta patraña liberal como Washingtown Irwing, quien en su novela La vida y viajes de Cristóbal Colón propagaba en 1828 que durante la Edad Media el retraso intelectual y científico era de tal envergadura que, por ejemplo, se creía que la Tierra era plana. No obstante, lo cierto es que en la Edad Media se sabía perfectamente que la Tierra era redonda: Tolomeo en el siglo II, Sisebuto y el Venerable Beda en el VII, Ahmad al-Farghani en el IX, Francis Bacon y Tomás de Aquino en el XIII, entre otros, lo demostraron científicamente.

¿Cuál es el principal legado de esta época que nos ha llegado hasta nuestros días?

La Verdad, la Belleza y el Bien. Es decir, los sólidos cimientos necesarios para construir una civilización capaz de ofrecer a las personas el bienestar común en plenitud, tanto material como espiritual.

Lamentablemente, nuestra actual sociedad está substituyendo la roca firme por arena. Por eso el edificio se desvanece a pasos agigantados por el hedonismo, el materialismo, la hipersexualización, las pasiones desordenadas, la subversión de la naturaleza humana…

La Iglesia tuvo un papel decisivo en la creación de las Universidades. ¿Por qué no se resalta?

Efectivamente, la institución destinada específicamente a crear la ciencia y a difundir la cultura superior, la Universidad, nació en la Cristiandad medieval al albur de los colegios catedralicios, alcanzando reconocimiento público inmediatamente. Inicialmente se la denominó studium generale, al impartir las siete artes liberales en general y como consideración a su carácter de corporación de maestros y alumnos. Sin embargo, en el contexto europeo medieval, la denominación universidad se fue imponiendo debido a su espíritu universalista, supranacional, ya que maestros y estudiantes circulaban libremente por las universidades europeas teniendo en cuenta el prestigio de la entidad, así como sus propios intereses y posibilidades.

Para los que pretenden construir, desde hace tres siglos, una sociedad de espaldas a Dios, resulta muy incómodo reconocer que la ciencia y la cultura avanzaron gracias al mecenazgo e impulso de la Iglesia Católica.

Igualmente tampoco se habla de la labor de la Iglesia en la conservación y difusión de la cultura clásica.

Tras la caída de Roma, Europa entró en una profunda crisis: la creciente inseguridad individual, social, jurídica y económica provocó la decadencia de la vida cultural.

Gracias a una iniciativa privada, al monacato cristiano organizado desde el siglo VI por San Benito en Monte Casino, han llegado hasta nuestros días las obras de los clásicos de la antigüedad grecolatina, sin los cuales Europa no hubiera adquirido el alto nivel cultural, intelectual, científico y tecnológico que le ha caracterizado. La ingente labor de los monjes en los scriptorium monacales, movidos por la firme voluntad de civilizar el mundo como consecuencia del imperativo de amar al prójimo, hizo posible la preservación del legado clásico grecorromano.

¿Cuáles eran las principales características de una sociedad teocéntrica como la medieval?

Es importante no caer en una interpretación presentista para contestar esta pregunta. Es decir, no podemos estudiar y valorar otra época histórica con criterios actuales, sino con los que configuraban su universo conceptual.

Así pues, todos los hombres que componían aquella sociedad anhelaban alcanzar el bien común en su más amplia acepción: el bien material (vida material e intelectual digna) y el bien espiritual (la salvación del alma). La estructura de la sociedad, admitida unánimemente, era estamental: los nobles tenían la obligación de defender, con su propia vida si fuese necesario, la integridad física de las personas, su bienestar material; el clero debía entregar su vida rezando y atendiendo espiritualmente a los hombres para que pudieran alcanzar la salvación de su alma; el pueblo trabajaba para conseguir su sustento y progreso, además de mantener con su trabajo a nobles y clérigos que entregaban la vida en pos de la salvación del pueblo. Asimismo, el rey ostentaba la máxima responsabilidad de este equilibrio social.

Sin embargo, esta explicación sería insuficiente si no tuviéramos presente que todos los súbditos, incluido el rey, estaban sometidos a la Ley Natural, a los Diez Mandamientos y al derecho positivo de cada reino. Cualquiera que incumpliera los preceptos recogidos en la Ley Natural y la ley positiva incurría en una injusticia, perdía su autoridad y podía ser juzgado por atentar al bien común.

¿Hasta qué punto el catolicismo impregnaba todo el orden temporal?

Como he indicado anteriormente, los principios universales de la Iglesia Católica vertebraban las leyes de la Cristiandad, redundando en beneficio de las personas, ya que los Mandamientos se resumen en el amor a Dios y al prójimo. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en el movimiento de Paz y Tregua, impulsado por el Abad Oliva a principios del siglo XI y con el respaldo del papa Gregorio VIII, que protegía a los ciudadanos inermes en época de guerra. Nos encontramos con la primera concreción del derecho internacional que, posteriormente en el siglo XVI, desarrolló profusamente el dominico Francisco de Vitoria y toda la Escuela de Salamanca.

Esto no quiere decir que la sociedad medieval fuera el paraíso en la tierra, exenta de pecados e injusticias. La diferencia entre aquella época y la nuestra actual estriba en que nadie, ni el gobernante medieval ni el súbdito, justificaba según su conveniencia el pecado -y sus consecuencias sociales- cuando lo cometía, mientras que hoy las personas se hacen una religión a la carta.

¿Por qué empezó a decaer la Edad Media?

El Renacimiento, impulsando un laudable fomento del desarrollo intelectual, artístico y cultural, sobredimensionó al hombre y transformó la sociedad teocéntrica en antropocéntrica. Esta nueva sociedad, en la que el sustrato cristiano aún se mantenía vigoroso, preparó el terreno para el advenimiento de la Edad Moderna, inoculando la posibilidad de relativizar valores absolutos, convirtiendo paulatinamente al hombre en juez, sin necesidad de rendir cuentas a ningún superior, en todos los ámbitos de la persona y de la sociedad.

Así pues, como Adán y Eva, hombres perfectos poseedores de los dones preternaturales, llevados por la soberbia cayeron en la trampa de ser como Dios, el hombre del Renacimiento empezó a flirtear con ese mismo pecado capital.

¿Cuál fue el momento de ruptura de esta sociedad teocéntrica?

Todo un cúmulo de circunstancias (herejías como el pelagianismo, las teorías heréticas de Wyclif, Hus…) es imposible concretarlo en un hecho determinado. Pero si queremos fijar una fecha, mi opinión sería la de 1517, año en que Lutero cuelga en la iglesia de Todos los santos de Witemberg las 95 tesis, un alegato en contra de la autoridad del papa con la excusa de la expedición de bulas.

¿Cree que en el futuro podrá haber un periodo similar de esplendor de la cristiandad?

Sin duda alguna. El Sagrado Corazón de Jesús, el 14 de mayo de 1733, se apareció al Beato Bernardo de Hoyos para decirle: “Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes”. Pero Dios, que no nos necesita para instaurar su reino, quiere que nos esforcemos en conseguirlo mediante la oración y la acción. A Dios rogando y con el mazo dando.

Por Javier Navascués

10 comentarios

  
Ramón montaud
Excelente explicación de cómo pasamos de una sociedad teocéntrica a una basada exclusiva mente en el hombre con sus relativismo y subjetivismo.
Hoy día se están aprobando leyes, que no apelan a la racionalidad del individuo sino a su mundo sentimental " me siento hombre/mujer ", y el sentimiento era la clave de un movimiento literario del siglo XIX.
26/11/21 10:53 AM
  
SS
Los de siempre están detrás,
26/11/21 11:12 AM
  
Alvar
Había un pueblo sin Estado, que vivía disperso en todos los Estados que aprendió a defender sus intereses desde todos los Estados pero sin comprometer su lealtad con ninguno. Un pueblo que se sentía incómodo con el reinado de Cristo en la Tierra.
El internacionalismo socialista, el globalismo, se ajustan mejor a esos intereses, en perjuicio de los pueblos cristianos.
26/11/21 1:00 PM
  
Vladimir
Si hay una época oscurantista es la nuestra, donde nos quieren hacer creer que no hay dos sexos, sino tantos como la imaginación quiera inventar y donde nos quieren meter el cuento de que en el embrión humano no hay una vida humana, distinta a la de la progenitora. Este oscurantismo se rebela contra toda evidencia natural y científica, con tal de defender sus erradas y perversas ideologías.
26/11/21 3:23 PM
  
Pedro de Torrejón
Hoy más que nunca antes , debemos reivindicar el Reino de Dios ,y a Nuestro Señor Jesucristo , cómo Rey del Reino.

Es necesario qué Cristo reine en Su Iglesia ,y haya un sólo rebaño y un sólo Pastor. Si el Señor no reina en su Iglesia ,no puede ser el Rey del Universo.

Hay qué expulsar a la política de la Santa Madre Iglesia . No caigamos en el error de creer, qué vamos a transformar al mundo de la política , introduciéndonos en el mundo de la política actual. No nos engañemos ; no estamos en los tiempos del Estado confesional.

El Diablo ha sido liberado de la prisión ,y está engañando a las naciones de los cuatro ángulos de la tierra. Y ha sido entronizado en el mundo moderno , cómo el " dios de la política" , y el dios de la democracia ,en contraposición de la teocracia y el Reino Teocrático de Dios.

El cáncer espiritual qué padece la Iglesia Católica ,es la política . Hay clérigos y seglares de derechas y de izquierdas. Y éste cáncer ha llegado ha extender su matastasis hasta la más alta Institución de la Iglesia : El Colegio Cardenalicio ,y El Magisterio de la Iglesia. Hasta llegar a sentarse en el Templo de Dios .

El " dios de la política" , pretende sentarse en el Trono de Dios ,para hacerse pasar por el Dios Verdadero .

Muchas de gracias ,señor Javier Navascues .
26/11/21 8:08 PM
  
José Luis
A pesar de toda la religiosidad del medievo, las aberraciones, abusos, tiranías y fechorías fueron muy abundantes. Al ser ahora mayor número de habitantes, el pensamiento único es mas difícil, único en todo me refiero. No creo que haya época en la historia, que salvando las distancias y las circunstancias, sea un ejemplo de nada. Más bien, el pecado está presente desde el origen, no tiene freno y cuantos mas somos, todo peor. Es la realidad, no es pesimismo.
26/11/21 9:24 PM
  
templario
Pero actualmente nos encontramos en un período bíblico denominado "Fin de los Tiempos"
2ª Tes 2: Apostasía general, Reinado del anticristo y Parusía.
Catecismo 675.
Apocalipsis 13 y 14.
Non Nobis.
26/11/21 9:40 PM
  
Irma
Es imperativo reivindicar este período de la historia, porque con gran sorpresa en una de las clases on line que se dió durante la pandemia, escuche las clase de historia que el profesor de mi sobrino, en que se a la influencia de la Iglesia Católica a la altura del unto tanto así que un alumno dijo al término de la exposición del educador, que la Iglesia Católica “ era una verdadera mafia”, lo que atrajo la risa de los compañeros y la sonrisa del profesor. Esto me indignó y se lo hice saber a la madre de mi sobrino, para que hiciera el reclamo correspondiente al colegio. Lo grave de esto es que un mal profesor como este, enseña los hechos históricos según su ideología política a los educandos y estos por su edad, no tienen la capacidad de discutir o poner en duda de lo que dice el educador y quedan con esa enseñanza lo que va haciendo mella en la fe de muchos de ellos y la adveración que luego tienen hacia la Iglesia
27/11/21 4:09 AM
  
Luis Piqué Muñoz
La Cristiandad ¡Nombre auténtico del posterior y masón de Edad Media! fue una Época con abusos e Injusticias ¡como todas! ¡pero con la Diferencia de que todos eran Cristianos y adoraban a Cristo, el dulce Jesús, a Veces cometiendo Excesos por ello, confundiendo Superstición con Religión ¡pero a Años Luz de la Cruel, hipócrita y Cínica apostasía moderna, había una Justicia Social Natural, pese a los siervos de la gleba, y No Existía la monstruosa y satánica Diferencia entre Ricos y Pobres, con la acumulación de la Riqueza en pocas y avarientas Manos ¡los Ricos Avaros! de estos Tiempos ¡Los Últimos Tiempos! Ahora apenas queda un Pequeño Resto de Israel ¡Viva la Cristiandad! ¡Viva Dios!
27/11/21 1:37 PM
  
Marta de Jesús
Vladimir, con usted. Pero nos ha tocado vivir esta época porque es la que nos conviene. Somos seres necesitados de purificación. Y esta época invita a ello. Seres necesitados de despojarnos de esta tibieza infernal. Así que, gracias Señor.

Parece que José Luis no se leyó el texto.
"""Esto no quiere decir que la sociedad medieval fuera el paraíso en la tierra, exenta de pecados e injusticias. La diferencia entre aquella época y la nuestra actual estriba en que nadie, ni el gobernante medieval ni el súbdito, justificaba según su conveniencia el pecado -y sus consecuencias sociales- cuando lo cometía, mientras que hoy las personas se hacen una religión a la carta."""

Bendiciones 🙏
28/11/21 7:50 PM

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25.11.21

El P. González Alfaya habla del retiro de Adviento de NSC- España en Ávila del 3 al 6 de diciembre

José Manuel González Alfaya es sacerdote diocesano de Toledo y capellán del capítulo de Nuestra Señora del Sagrario de la Peregrinación NSC-ESPAÑA. Será el encargado de predicar el Retiro de Adviento que se celebrará del 3 al 6 de diciembre en la Casa Diocesana de Ejercicios de Ávila. Este retiro es una nueva convocatoria de la Asociación Nuestra Señora de la Cristiandad – España.

Hablamos con él brevemente sobre todo lo relativo al retiro, enmarcado en el pujante apostolado de NSC- España, en su primer año de existencia. Además de este retiro tienen previsto realizar otro en Cuaresma y se está barajando un curso de gregoriano. Les animamos a las personas que lo deseen a participar en el retiro https://nscristiandad.es/inscripcion y pedimos oraciones por el apostolado de esta asociación.

En el momento de escribir esta información se han apuntado ya 52 personas, quedando 18 plazas disponibles.

¿Por qué decidieron en NSC- España organizar un retiro de Adviento?

En primer lugar, desde NSC-ESPAÑA agradecerte la oportunidad que nos brindas de hablar de este retiro de adviento.

Vamos con la respuesta a tu pregunta. La iniciativa de la Peregrinación tradicional a Covadonga resultó exitosa como convocatoria de fieles ligados a la misa tradicional. Es posible, desde el carisma propio y las particularidades de cada lugar concreto donde se celebra la santa misa, hacer cosas juntos.

Sin querer suplir las iniciativas locales que en algunos lugares son frecuentes y abundantes pero en otros nulas o escasas, desde la organización de NSC-España, se ha considerado la posibilidad de ofrecer algunas actividades a lo largo del año como este retiro de Adviento.

Es bueno que entre la peregrinación anual de un año y otro haya alguna actividad para crear comunidad y mantener la unión espiritual entre los participantes.

Sí. Es posible hacer cosas juntos y es importante. Estas convocatorias que nos aúnan son muy beneficiosas para nosotros y para la misma causa de la Tradición. Nos libran de los guetos donde podemos y quieren encerrarnos, nos ayudan personalmente en nuestro crecimiento espiritual y dan una visibilidad fuerte de lo que significa y conlleva ir a la Misa tradicional.

Además que el objetivo de la peregrinación además de la defensa de la liturgia tradicional y la cristiandad es el crecimiento espiritual en aras a la santidad y para ello los ejercicios espirituales son un poderoso instrumento.

Quisiera aclarar que realmente haremos un retiro y no, propiamente, ejercicios espirituales según el método ignaciano que requieren más tiempo y que, al menos, a mi juicio, han de ser mínimo de una semana.

El retiro es lo que dice su mismo nombre: apartarse de nuestra actividad habitual, detenernos, hacer silencio en nuestro exterior y en el interior para dedicarnos a Dios, a escucharle con calma, a meditar su Palabra, a dejarnos iluminar por el Espíritu Santo que es el verdadero maestro de las almas.

“Sólo una cosa es importante, María ha escogido la mejor parte". En nuestro tiempo donde el activismo nos absorbe y nos impide dedicarnos a la vida del espíritu, se hace imprescindible retirarnos y hacer examen de como está nuestra relación con Dios y nuestra vida de fe.

Ahora se escucha mucho el término auditorías, referido al ámbito empresarial. Nosotros hemos de hacer auditoría de nuestra vida para no vivir sin sentido, sino ordenados a Dios, nuestro fin último y sumo bien.

No es casualidad que el retiro sea en Ávila, una de las ciudades más bonitas de España, que rezuma cristiandad y espiritualidad teresiana.

Un lugar muy especial para la fe de todos los españoles donde vivió y se santificó la gran mística, doctora de la iglesia y maestra universal de oración, santa Teresa de Jesús. Ella será nuestra maestra en estos días en el arte de “tratar a solas con Aquel que sabemos que nos ama".

En la casa de ejercicios de Ávila desde hace ya 3 años se viene celebrando el Encuentro de verano “Vayamos jubilosos” para familias y personas ligadas a la misa de siempre. Esto ha facilitado la organización de este retiro debido a la situación tras el motu proprio TC, que requiere la autorización del obispo diocesano, que nos ha sido concedida. Desde aquí, nuestro agradecimiento al Sr. Obispo de Ávila y también al personal de la Casa Diocesana de Ejercicios.

Otra razón más práctica, por la que se ha escogido la ciudad de Ávila, es facilitar los desplazamientos desde los diferentes puntos de nuestra geografía patria.

Las propias murallas de la ciudad son un símbolo de mística y de fortaleza espiritual.

Santa Teresa en sus escritos continuamente utiliza imágenes muy similares como el castillo o el palacio. La muralla se construyó para defenderse en tiempos de luchas y combates. Su maravillosa vista nos recuerda la enseñanza del libro de Job: la vida del hombres es milicia sobre la tierra. Un combate que como dice el Apóstol: “no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas". Por eso queremos tomar “las armas de Dios": Así nos exhorta el apóstol: “En pie, pues, ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu.” (Cfr. Efesios 6, 14-18)

¿Podría precisar un poco más acerca de cómo se desarrollará y cómo será la dinámica del retiro?

La santa misa diaria será el centro de nuestro día, celebrada con la mayor solemnidad dentro de lo posible. Solemnidad que será estímulo y fruto, al mismo tiempo, de la vivencia y unión de todos los participantes con Nuestro Señor, Sacerdote y Hostia, que se inmola en nuestros altares para la salvación del mundo.

El sacrificio de la misa será continuado con el sacrificio de alabanza cantando diariamente tres horas del Oficio Divino: prima, vísperas y completas.

A esto añadiremos el tiempo de meditación, guiado por las pláticas, y la oración personal donde nos dispondremos a escuchar a Dios.

El ambiente de silencio y recogimiento nos ayudará a vivir estos días muy unidos al Señor.

No podrá faltar el rezo del rosario diario, unidos a la Virgen María, maestra única y singular de oración, pues ella “guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón".

Las comidas serán también en silencio escuchando santas y buenas lecturas, para no disiparnos del recogimiento.

Todo esto puede parecer muy saturante; pero de todo lo que se ofrece en el retiro ha de escogerse con libertad aquello que ayude al alma a entrar en unión con Dios.

¿Con qué actitud interior hay que venir al retiro, que será en régimen de internado y silencio?

Principalmente creo que ha de excitarse en nosotros un vivo deseo de que este tiempo sea un momento de gracia, de encuentro más cercano con el Señor, de querer responder a su llamada en nuestro día a día, de revisar nuestro estado espiritual… En definitiva, de querer ser santos. He aquí el fin de todo cuánto hacemos y toda nuestra vida, pues como diría santa Teresa: “el que se salva, es el que sabe; y quien no se salva, no sabe nada".

Tras el éxito de la peregrinación a Covadonga y la gran afluencia de peregrinos españoles al Summorum Pontificum de Roma, ¿cuanta afluencia esperan en el retiro?

En nuestra mentalidad mundana, nos importa mucho el número, pero los criterios de Dios son diferentes. De mi parte, ya hace mucho tiempo, que estoy curado de medir las cosas por el número de participantes.

El Señor dice en el Evangelio que si dos o más se reúnen en su nombre, él se hará presente con su gracia. Asegurada la presencia del Señor y la asistencia del Espíritu Santo, ya con eso nos basta.

Por otro lado, creo que será una afluencia grande: las almas tienen hambre de Dios. Aunque somos conscientes de que los retiros y encuentros de oración no son algo de multitudes.

¿Tienen prevista alguna otra actividad antes de la próxima peregrinación a Covadonga?

Sí. NSC-España quiere ofrecer otro retiro para el tiempo fuerte de cuaresma y se está barajando la idea de un curso de gregoriano. Por otro lado, se ofrecerá un curso específico para los jefes de capítulo, debido a la responsabilidad que tienen en el desarrollo de la Peregrinación.

¿Qué diría a aquellas personas indecisas para que se animen a hacer el retiro?

A los que ya están inscritos, felicitarlos por apuntarse y darse está oportunidad de crecer en la amistad con el Señor. En Ávila, nos veremos, D.m.

A los que están indecisos, que no tengan miedo a Dios y se animen a venir. Siempre somos muy tentados en las cosas que se refieren a Dios: pereza, temores, dudas, ciertos escrúpulos y, a veces también, impedimentos materiales. Dios es infinitamente generoso. Si nosotros le damos algo, Él se nos da personalmente y paga al ciento por uno. En Ávila, os esperamos.

A los que no puedan venir o simplemente no lo consideren oportuno, y a todos aquellos que lean esta entrevista, les pido que se unan a nosotros en oración y rueguen a Dios y a la Santísima Virgen por los frutos de este retiro. En Ávila, también os tendremos presentes en nuestras oraciones.

Por Javier Navascués

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