28.06.23

Concepción Hoyos habla de su libro Dios bendiga esta casa, compendio de la Teología del hogar

Concepción Hoyos Barceló (Chiti) es Licenciada en Derecho por la UNED, tiulada por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma en los estudios de Máster en Ciencias de Matrimonio y familia del Instituto Pontificio Teológico Juan Pablo II y Experta en Afectividad y sexualidad por la Universidad Francisco de Vitoria. (Madrid). Es esposa y madre de ocho hijos (y dos más en el cielo). Ejerce su apostolado en redes bajo el pseudónimo de La samaritana (@Damihibibere) dando testimonio de su fe católica a través de la belleza, la esperanza y el sentido del humor.)


¿Por qué decidió escribir un libro que compendia la Teología del hogar?

Bueno, en realidad no fue iniciativa mía. Yo empecé a hablar en redes sociales sobre lo que iba aprendiendo de la teología del hogar y varias personas me empezaron a animar a escribir. Fué a través de ellas como se puso en contacto conmigo la editorial Nueva Eva y hablamos de que podía ser un buen proyecto. Luego ya fue un recopilar de varias fuentes y aportar lo que yo misma estaba experimentando en mi hogar, lo que decía la Iglesia, la sagrada escritura, los santos, etc, y también lo que meditaba en la oración. Es un libro muy rezado.

Sin duda una Teología poco conocida aún en España…¿Qué autoras le introdujeron en este tema?

El término “Teología del hogar” lo acuñaron Carrie Gress y Noelle Mering, dos madres de familia numerosa americanas. Carrie es filósofa y explica de maravilla el anhelo que toda persona tiene por el hogar (algo que entra de lleno en el campo de la metafísica) y Noelle es miembro del Centro de Políticas Públicas y Ética en Washington. La ética en el hogar se desarrolla sobre todo con la hospitalidad. La Madre Teresa lo consideraba primordial: “Si quieres cambiar el mundo, ve a casa y ama a tu familia"; la teología del hogar añadiría: …"y después abre las puertas y deja que el mundo vea ese amor".

Dicen las autoras que puede que nos sea difícil llevar a la gente a una iglesia, pero es muchísimo más fácil meterles en tu cocina. Y la cocina evangeliza.

De hecho yo llegué a la teología del hogar a través de Emily Simpson Chapman, autora del libro “la mesa católica “que desarrolla una auténtica teología de la comida, algo que no debe nunca faltar en un hogar católico.

Se empezó a interesar a través de la comida…en los pucheros también está Dios, en frase teresiana…

Eso es. Dice San Pablo: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". (1 Cor 10,31)”.

Esto no se refiere sólo a tener buenos modales en la mesa. También es la actitud con la que comemos, el amor que ponemos al cocinar y el servicio que prestamos a los que se sientan con nosotros a comer.

Debería ser siempre un momento para dar y recibir amor. Al Señor le encantaba sentarse a la mesa y comer con todos. Así que las comidas pueden ser un medio de santificación y sanación para cuerpo y alma si las unimos a la bendición de Dios por medio de su gracia. Emily habla mucho de descubrir el poder sanador de la comida a través del agradecimiento y la celebración. Porque ambas cosas nos unen a Dios y al prójimo. El “mirad como se aman” puede expresarse visiblemente en torno a una mesa.

¿Qué importancia tiene la familia, como célula básica de la sociedad y cómo Iglesia doméstica?

En su Primera Carta a Timoteo, san Pablo pide que se escoja para la Iglesia naciente personas que gobiernen bien su propia casa, es decir, buscaba personas virtuosas. El hogar es el entorno natural donde se desarrollan las virtudes. Aunque ahora se habla de valores, no son lo mismo. Los valores son criterios que orientan la conducta, por eso si cambias los criterios cambias la conducta. Mientras que las virtudes fortalecen el hábito de obrar bien. No quiero decir que en el mundo no haya virtudes, sino que, al margen de la familia, no hay células naturales que las transmitan; en los colegios se habla de valores no de virtudes. No se puede aprender una virtud de forma abstracta; para comprenderla bien se necesitan actos concretos de personas concretas —lo que conocemos como «predicar con el ejemplo». Los valores católicos pasan de una generación a otra, se heredan. Lo bueno que hacemos lo sabemos porque alguien nos lo ha enseñado, nos lo ha mostrado y, sobre todo, nos lo ha demostrado con sus actos, (virtudes) no con mera teoría. Por eso dependiendo de cómo se viva en los hogares, así se vivirá en la sociedad.

La familia además, como Iglesia doméstica, tiene una liturgia propia que acompase su fe, bendiciendo la mesa, y teniendo rituales familiares que marcan la forma de celebrar los tiempos fuertes. Por eso en Navidad o Semana Santa se hacen dulces especiales y se pone el Belén, la corona de adviento, etc.. Se debería saber siempre al entrar en un hogar católico en qué tiempo litúrgico se está.

Hablo mucho de las tradiciones en el libro, porque son el verdadero tesoro de la familia. Es una riqueza inmensa que va directamente a la memoria del niño, y como explica San Juan de la Cruz, la memoria es la tierra donde se siembra la esperanza.

Sin duda la Sagrada Familia es el modelo por antonomasia de los hogares cristianos…¿Por qué Jesús, José y María tienen que reinar en todo hogar cristiano y ser un anticipo del Cielo?

El hogar tiene un papel glorioso en la historia de la redención. Jesús, durante su vida terrena paso el 90% en su casa. Eso es un dato importantísimo. Porque Jesús nos muestra la manera de llegar al cielo. Ningún momento de su vida está desaprovechado. Él siempre está expresando el camino, la verdad y la verdadera vida. Por lo tanto pasar tiempo en casa debe de ser algo bueno, no, buenísimo.

La clave está en que, al igual que el matrimonio está llamado a ser imagen de la Trinidad en la tierra, el hogar está llamado a ser imagen del cielo. Es una comparación que hace él mismo Jesús al hablar del cielo como la “casa de mi Padre". Al hablar de “Casa” da por hecho que todos lo vamos a entender, que es un refugio, un santuario un sitio donde recibimos y damos amor, estamos en paz y nos sentimos libres.

Dios quiso prepararle a su hijo el mejor de los hogares, por eso la sagrada familia es modelo para poder “re-crear” un poco del cielo en nuestros hogares, un pequeño jardín del edén, donde Dios pueda pasearse y reclinar la cabeza. Tenemos que imitarles, o mejor dicho, aprender siento guiados por ellos a plantar ese pequeño paraíso en nuestras casas.

Para eso es importante consagrar el Hogar al Sagrado Corazón de Jesús…

Pío X llamaba a la consagración de los hogares una “obra de salvación social".

La costumbre de entronizar al sagrado corazón empezó con el sacerdote peruano Mateo Crawley-Boevey, que tuvo una inspiración al visitar Paray le Monial, donde el Sagrado Corazón se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque.

Releyendo las promesas que el Señor hacía a los devotos de su divino Corazón, se dió cuenta de que podrían ser el motor de una auténtica regeneración espiritual de las familias.

En la práctica se ha demostrado efectiva y así lo he documentado en el libro con ejemplos reales de familias devotas del Sagrado Corazón. Pero a mí lo que me ha convencido es mi propia experiencia de vida. El dejarle la llave de nuestro hogar al Señor ha sido la mejor decisión que tomamos desde que entramos por primera vez en casa. Entramos nosotros y el Sagrado Corazón entronizado. Es una declaración clarísima de intenciones: «Yo y mi casa serviremos al Señor» (Jos 24, 15) y Él ha cumplido su parte: Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20).

Eso sí, cuando entra en un hogar se toma libertades y cambia todo a su gusto. El cambio es una auténtica “conversión” de la familia, muy necesario para que la casa verdaderamente sea un anticipo del cielo. Por eso siempre hay que empezar por preguntarse ¿Por qué mi casa no es el cielo? Y a partir de ahí discernir cuál es la voluntad de Dios para tu hogar.

San Ignacio y San Agustín da pautas de discernimiento para santificar el hogar…

Me hizo especial ilusión que mientras yo estaba escribiendo el libro el Papa Francisco comenzara sus catequesis sobre el discernimiento ignaciano. Él habló de que era un discernimiento que se podía hacer en comunidad, pero también en familia.

San Ignacio recibió el regalo de poder evaluar lo que acontecía en su vida de oración, pero también en su día a día, para poder saber si lo que sentía o pensaba venía de Dios y le acercaba a Él o todo lo contrario. En ese sentido es una herramienta universal que puede aplicarse a cualquier estado de vida.

Lo bueno que tiene es que no es una “recetilla” sino que se adapta a las características de cada uno. Tampoco hay dos familias iguales, ni dos hogares iguales, por eso me parece tan útil y necesaria, sobre todo ahora que andamos todos un poco perdidos por tantos ataques y frentes contra la familia.

San Agustín sin embargo nos recuerda que a veces buscamos a Dios fuera y lo “tenemos dentro". Dios ha puesto en el hogar todo lo necesario para alcanzar altos grados de santidad, solo que pensamos que es algo complicado y no. Dios confundió a los sabios dando a conocer los secretos a los pequeños, y es que es eso, es el truco de Santa Teresita de Liseux, se trata de hacer pequeñas cosas con gran amor.

¿Qué otros santos han hablado de la Teología del hogar?

Pues a parte de los que ya he citado hay muchísimos más, porque todos los santos han vivido en un hogar y allí han recibido las semillas que necesitaban para que luego fueran el “árbol frondoso” bajo cuyas ramas nos refugiamos los católicos. Pero yo destaco en el libro a San Francisco de Sales, Charles de Foucault, San Rafael Arnaiz y muchos más. Vas a ver muchas citas de santos, porque no sólo son maestros especialistas en todo lo que puedas pensar, algunos son hasta “doctores".

¿Cómo podemos llevar a la práctica esta Teología del hogar en el día a día?

Una de las partes del libro va precisamente a dar una luz sobre eso; porque cuando empiezas a leer sobre la teología del hogar te entusiasmas y quieres aplicarlo todo de golpe y eso es imposible y puede llegar a ser muy frustrante. Por eso hay que empezar por trazar un plan, un plan de vida, sabiendo que no es un proyecto a largo plazo sino el auténtico plan de Dios para tu vida familiar.

Cada plan de vida debe adaptarse a las necesidades reales de tu familia, porque es por donde hay que empezar: no por lo que te gustaría, sino por lo que es más necesario en cada momento.

No es una tarea fácil (si no, no sería santificadora, jajajaja) pero es una tarea apasionante y a la que merece la pena entregarse en cuerpo y alma.

Yo estoy en ello, “corriendo la carrera” , como diría San Pablo, y sin quitar los ojos de la meta que cada vez me parece más bella y luminosa.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Cos
"En su Primera Carta a Timoteo, san Pablo pide que se escoja para la Iglesia naciente personas que gobiernen bien su propia casa"

Jeje, muy bueno. Entrevista muy enriquecedora e interesante tema.
29/06/23 1:53 AM

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27.06.23

El P. Aguilar, Deán del Cabildo Metropolitano, analiza la Coronación canónica de la Virgen del Pilar en 1905

P. Joaquín Aguilar Balaguer. Nació en Maella (Zaragoza) el 30 de noviembre de 1948. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el día 13 de octubre de 1973. Este año celebrará sus Bodas de Oro Sacerdotales.

Fue párroco de las parroquias rurales de Almonacid de la Sierra y de Cosuenda; después lo fue de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en la ciudad de Zaragoza. En 1990 fue nombrado Vicario Episcopal de media zona rural de la Diócesis de Zaragoza. Desde 2006 es el Canciller Secretario General de la Diócesis. En 2005 fue nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana y, desde 2019, Deán Presidente del Excmo. Cabildo Metropolitano.

¿Qué se entiende por coronación canónica de una imagen?

La coronación canónica de las imágenes de la Bienaventurada Virgen María es una de las formas más solemnes y peculiares –además de extraordinaria y excepcional– del culto a la Madre del Señor. Las primeras coronaciones canónicas se remontan al siglo XVII, y no fueron incorporadas definitivamente al conjunto de las celebraciones litúrgicas católicas hasta el siglo XIX.

Hay dos tipos de coronaciones: las pontificias y las diocesanas, dependiendo de la instancia o la autoridad eclesiástica que la concede. Cuando es el Papa el que concede la coronación canónica esta se llama coronación canónica pontificia. Así fue la coronación de la imagen de la Virgen del Pilar el 20 de mayo de 1905. Si es el obispo el que concede la coronación, se llama coronación canónica diocesana.

Todos sabemos que una corona dice relación con la realeza, y el hecho de coronar tiene que ver con la proclamación de un rey o de una reina. En el caso de la Virgen, la coronación de una imagen suya es el reconocimiento de su realeza: así la proclamamos en el 5º misterio glorioso del Santo Rosario –“La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado”– y en las 13 últimas letanías del Santo Rosario –“Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas…”–.

A las imágenes de la Virgen se las corona no para que sea Reina sino porque es Reina.

¿Qué supuso la coronación canónica de la Virgen del Pilar en el año1905?

En primer lugar, supuso una gran movilización, que tuvo como resultado la aportación de joyas y metales preciosos provenientes de toda España: alianzas, broches pulseras, pendientes, relojes, etc.

En segundo lugar, una gran preparación espiritual de los católicos zaragozanos para tan gran acontecimiento.

Y, en tercer lugar, la coronación supuso el comienzo del auge esplendoroso de la devoción a la Virgen del Pilar que ha caracterizado, de un modo destacado, la espiritualidad pilarista a lo largo del siglo XX y comienzo del XXI.

¿Qué autoridades a nivel mundial estuvieron presentes aquel día?

El relato de la época dice: “Accediendo gustosos y honradísimos a los deseos que Su Santidad había manifestado de bendecir las coronas destinadas por los católicos españoles a la santa Imagen de Nuestra Señora del Pilar, marcharon a la Ciudad Eterna el señor arzobispo de Zaragoza, la Excma. señora marquesa de Aguilafuente, presidenta de la Junta Central de Madrid con algunas damas; y de Zaragoza acompañaron al señor arzobispo el canónigo D. Gregorio Marco, señores de Contín, marquesas y condesas de Esquivel, de Orgaz, de Casa Torre, de Gaytan de Ayala, de Águila Real, de Espés, de Arlanza. Su Santidad señaló el día 29 de abril, y a las 7 de la mañana para la ceremonia. Acudió, igualmente, al Vaticano toda la colonia española en Roma. Fueron llegando el cardenal Vives, que tomó asiento junto al trono de Su Santidad, señor arzobispo de Zaragoza, el señor Cagiado Azebedo, mayordomo del Papa, el embajador de España y representaciones de Agustinos, Carmelitas y Dominicos con sus Padres Generales, el Colegio Español de San José, capellanes de la Real Iglesia de España en Roma con su rector señor Parea y la Rvda. Madre Varona del Sagrado Corazón”.

¿Quién impulsó la coronación?

Sigo citando el relato de la época: “Así llegó el año 1904, cincuentenario de la Definición Dogmática de la Inmaculada Concepción, que se celebró en todas partes con inusitado fervor. A mediados de este año la “Semana Católica de Madrid” daba la noticia de que, bajo la presidencia de los señores arzobispo de Zaragoza y obispo de Madrid-Alcalá, se había celebrado una gran reunión, y, en ella, se propuso la idea de realizar una gran peregrinación al Pilar y de coronar a la Virgen. Textualmente decía el entonces arzobispo de Zaragoza don Juan Soldevila: «Promoveremos la coronación de la Virgen, pero dependiendo todo de nuestro Soberano Pontífice y necesitando trámites indispensables se llevará a cabo en un plazo un tanto lejano…».

El citado arzobispo dirigió una carta-circular a los prelados de España que firmaban con el cardenal primado de Toledo y el obispo de Madrid-Alcalá. Se formaba una Junta ejecutiva y de Señoras para llevar a cabo este proyecto doble. La excelentísima condesa de Godomar, vicepresidenta de esta Junta, elevaba preces a su Santidad en el sentido de que extendiera la gracia jubilar concedida con motivo del Cincuentenario y de la Definición de la Inmaculada Concepción a la ciudad de Zaragoza y al año 1905, que había de ser el de la Coronación”.

La respuesta afirmativa llegó el 28 de septiembre de 1904. Pero no sólo llegó la respuesta afirmativa del Papa Pío X; con ella llegó también su deseo de ver las coronas y de ser él mismo artífice de la Coronación.

¿Qué supuso llevar la corona al Papa San Pío X para que la bendijera?

El cronista recoge con precisión los detalles, circunstancias y sentimientos de aquella celebración. Tuvo lugar en la Capilla Sixtina. El papa vestía “sotana blanca, roquete y muceta, y una preciosa estola”, y, después de unos momentos de oración “tomó los ornamentos sagrados y comenzó la celebración de la santa Misa. Lo sublime de las ceremonias realzadas por la majestad de la augusta Persona que oficiaba, unido a la melodía de las voces unísonas de las Capilla Sixtina dirigidas por el maestro Perossi que entonaban con dulzura sin igual el Ave-María compuesta exclusivamente para la solemne ceremonia”. Todos estos hechos y circunstancias “embargaban de tal manera la atención de los oyentes, a quienes tanto enorgullecía aquel acto, que seguramente no habrían sentido nunca emociones tan grandes, y más en el momento de la comunión cuando el Soberano Pontífice distribuyó el Pan de los Ángeles entre aquellos sus amados hijos españoles, mientras la capilla cantaba fervorosos motetes. Terminada la Misa, el Santo Padre se retiró a su sitial y, arrodillado, oyó con edificación la que celebró monseñor Breson, su capellán secreto, y acto seguido el señor Arzobispo de Zaragoza tomó en sus manos las coronas y las presentó a Su Santidad, quien con las oraciones propias del ritual las bendijo, asistido por el Emmo. Sr. Cardenal Vives…”.

Una vez terminada la ceremonia de la bendición de las coronas, una sorpresa, en extremo agradable, llamó la atención de los presentes. El Papa hizo señal de que se acercase el arzobispo de Zaragoza. Este se acercó al trono postrándose a los pies de Su Santidad y el Soberano Pontífice, con visibles muestras de satisfacción, le hizo entrega del cáliz con el que acababa de celebrar la Santa Misa y que lo dedicaba como recuerdo de aquel día y testimonio de su amor a la Santísima Virgen del Pilar. El arzobispo, confundido con tan agradable sorpresa, recibió el cáliz y dio expresivas gracias a Su Santidad”.

¿Cómo fueron las peregrinaciones y muestras de fervor que hubo?

La crónica que recoge el nº 1136 de la revista “El Pilar” correspondiente al 27 de mayo de 1905, recoge los preparativos para acoger a los peregrinos que acudían a la fiesta de la coronación de la imagen de la Virgen del Pilar. Se dividió la ciudad en 9 distritos con distintos colores identificativos y en las estaciones se situaron grupos de 10 personas que orientaban a los peregrinos hacia el distrito correspondiente según el color que se les adjudicaba; “kioscos de la plaza de la Constitución y los de la del Pilar, en las estaciones del Arrabal y del Campo Sepulcro, y la Escuela Católica de obreros, Fuenclara 2; en todos esos puntos se facilita a los peregrinos que lo soliciten, todos los datos que necesiten relativos a hospedajes y las reclamaciones que consideren presentar”. El despliegue organizativo para la recepción de peregrinos da una idea de lo que significó la coronación.

Y los peregrinos fueron llegando de Zaragoza, de Aragón y de todos los puntos de España. A las 12 de la noche del viernes día 19 de mayo se abrieron las puertas del Pilar y entraron los numerosos peregrinos que esperaban en la plaza rezando. Toda la noche se celebraron misas ininterrumpidamente (más de 300, dicen las crónicas). A las 10 de la mañana el Pilar rebosaba de fieles. Poco después llegaron los Prelados y los Representantes de las personas de la familia real.

Celebró de pontifical el Sr. Nuncio asistido por los M. I. Señores Moreno, Erice, Jardiel, Codera y Pardo. Las dos capillas dirigidas por D. Antonio Lozano cantaron con verdadero primor la hermosa misa de Perossi, gradual de Borobia y ofertorio de Lozano. Durante la misa era imposible el tránsito por las naves”.

A continuación de la Misa se organizó la procesión hacia la Santa Capilla. “Las coronas iban llevadas en una peana por cuatro Canónigos, y en la procesión iban todas las representaciones, Autoridades, Cabildo, delegados regios, Prelados y nuestro Excmo. Arzobispo, de pontifical.

La creciente emoción que iba invadiendo las masas de fieles que esperaban tan solemne momento se tradujo en manifestaciones de entusiasmo al oírse el primer cañonazo de los veintiuno que se dispararon desde la arboleda de Macanaz.

Abundaron los aplausos y no cesaron ya los vivas y aclamaciones… Luego nuestro Prelado impuso la Corona al niño y después a la Virgen con la fórmula que el Ritual ordena… El Te Deum que se cantó después y el Himno con que terminó la fiesta pusieron adecuado remate a una solemnidad tan brillante y entusiasta”.

¿Qué supuso el hecho para consolidar el Pilar como uno de los grandes santuarios marianos a nivel mundial?

Creo que los retazos de las crónicas de aquel momento recogidos en este artículo dan una idea de lo que, a partir de entonces, supuso el Pilar a nivel mundial. La historia posterior, y en especial la correspondiente a la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del XXI, evidencian el significado y la consideración del Pilar como uno de los grandes santuarios marianos a nivel mundial.

¿Qué nos puede decir de la corona de oro macizo y platino que lleva engarzadas más de 10.000 piedras preciosas?

La joyería Ansorena, fundada en Madrid en 1845, fue la encargada de confeccionar la “Gran Corona” para la coronación con las joyas y metales preciosos fruto de las donaciones provenientes de toda España: alianzas, broches, pulseras, pendientes, relojes, etc. Es una de las obras más importantes de la orfebrería europea de la época. El cuerpo total contiene: la corona de la Virgen, la corona del Niño, el halo y el resplandor, que está confeccionado sobre 18 kg. de oro. Los tres cuerpos tienen un total de 13.839 piedras preciosas, y se colocan en fechas muy significativas: el 2 de enero y el 20 de mayo; el día del Pilar y durante la octava; el día de la Inmaculada; el día 1 de enero…

¿Qué actos importantes hubo después a lo largo de los años para conmemorar esta coronación?

1954: Congreso Nacional Mariano.

1954: El Cardenal Roncalli (futuro Juan XXII) visita Zaragoza y el Pilar.

1961: V Congreso Eucarístico Nacional.

1982: 1ª Visita del Papa San Juan Pablo II.

1984: 2ª Visita del Papa San Juan Pablo II.

2005: Año Jubilar en el Centenario de la Coronación Canónica de la Imagen de la Virgen del Pilar y 150 Aniversario del Dogma de la Inmaculada Concepción.

A todo ello hay que añadir las cuidadas celebraciones litúrgicas de cada día, en especial al Misa Conventual; la Novena y fiestas en honor de la Virgen del Pilar; el Rosario de Cristal el 13 de octubre; la programación pastoral de cada año en los tiempos fuertes; la acogida de peregrinos que, procedentes de todas las partes de mundo vienen a celebrar la Eucaristía en la Catedral Basílica; los conciertos religioso-culturales en el marco de la Basílica; y los 3.500.000 fieles que, a lo largo del año, vienen a ver a la Virgen del Pilar y a que la Virgen del Pilar los vea.

Por Javier Navascués

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Sacerdote
El 12 de mayo de 1923 fue coronada la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia.
27/06/23 1:50 PM

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26.06.23

Dios actúa con fuerza hoy y aplasta las miserias nihilistas. Me ha impactado leer Misión de audaces

He de reconocer que hacía mucho tiempo que un libro no me impactaba tanto como Misión de audaces de Óscar Rivas, excelsa recopilación de testimonios apasionantes en torno a los colegios Juan Pablo II de la Fundación Educatio Servanda.

Nueve testimonios vibrantes, de alto voltaje emotivo, en donde el barro del que estamos hecho se transforma en fuego del espíritu gracias al alfarero divino.

Vivencias vitales que enganchan desde el primer momento y hacen que te metas de lleno en la piel de cada protagonista. Me gusta la sencillez y a la vez profundidad con la que los personajes van contando su historia, casi siempre dramática, pero con un final rebosante de esperanza. Me fascina como los va guiando Óscar, con guante de seda y mano de hierro. Se percibe a raudales como ha cincelado a conciencia cada testimonio, todos ellos seleccionados con paciencia de orfebre y con una profunda implicación personal.

Esencialmente el recorrido es siempre el mismo, un damasco pedregoso, un desierto de desolación, que desemboca en tierra fértil de promisión. Aunque lo atrayente al paladar del alma es que es guisado de diferente manera cada vez. 9 platos exquisitos, aderezados con el buen gusto del que cocina con amor e ingenio.

La enseñanza es clara, la densa tiniebla que es vivir alejado de Dios y cómo la apertura a la gracia, a la conversión, va inundando de haces lumínicos la existencia más gris o más negra, que se difumina como azucarillo en las neblinosas galerías del pasado.

Desde el pozo sin fondo que es el egoísmo y la desesperación humana se divisa en lontananza un caleidoscopio multicolor de profunda felicidad, antesala del paraíso. Son 9 historias de superación, pero de superación a lo divino, sin caer en voluntarismo, con la cooperación necesaria que requiere la irrupción torrencial de la gracia.

Un libro que te hace comprender en profundidad la maldad intrínseca del pecado, lo frágil que es la naturaleza caída y que todos podemos sucumbir ante las mismas o parecidas miserias. Pero a la vez, una vez tocamos fondo, siempre tenemos la oportunidad de volver al buen camino. Con la humildad y la ayuda de Dios, querer es poder. No suele ser sencillo y a veces es lento el proceso de ordenar de nuevo una vida extremadamente calamitosa, pero Dios siempre pone a personas providenciales en el camino, como el P. Ángel Villaplana, que al igual que el Cura de Ars, nos va mostrando poco a poco el camino del Cielo.

Un libro muy edificante y esperanzador para estos tiempos convulsos y un ejemplo eximio de colegios católicos, que no solo transforman la vida de los alumnos sino de toda la familia.

Por Javier Navascués

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23.06.23

Misión de audaces, vibrantes testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II

Entrevistamos a Óscar Rivas, autor del libro y Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Educatio Servanda.

«Dios es la caña. No exagero, de verdad que es la caña. Tú te propones llevar a cabo un proyecto y cuando quieres darte cuenta Él ya te ha sumergido en otro que nada tiene que ver con tu idea original. Ha cambiado por completo tu hoja de ruta, y ni siquiera has sido consciente de ello. Y en el caso de que lo seas, no quieres evitarlo. ¿Por qué? Porque Él conoce mejor que tú lo que es bueno para ti. Si sabes de qué hablo, no te costará entenderme. Pues bien, así surgió este libro». De este modo comienza su introducción Óscar Rivas en esta obra que recoge testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II.

Testimonios de vida y de conversión, donde sonrisas y lágrimas se alternan casi sin quererlo. Vidas reales con nombres reales que despiertan ternura, afecto y compasión. Imposible no emocionarse con ellas.

¿Por qué el título Misión de audaces?

Bueno, creo que en cuanto te adentras en su lectura, enseguida comprendes el sentido del título. Los protagonistas desnudan sus vidas. A través de sus testimonios nos abren su corazón. Lo ponen sobre la mesa y nos lo entregan para que entendamos que cuando el Señor entra en nuestra vida la cambia por completo. Y además no se ocultan detrás de un pseudónimo —lo cual sería legítimo— sino que ponen nombres y apellidos. Hay que ser muy audaz para obrar así. Ellos lo son. Es un libro escrito, no solo a pecho descubierto, sino a corazón abierto.

¿Por qué misión?

Porque cuando conocen al Señor se dan cuenta de que no pueden permanecer ajenos a ese tesoro que acaban de recibir. No pueden fingir que no ha ocurrido nada. De hecho, no quieren hacerlo. A partir de ese instante, sienten la necesidad de dar a conocer la Buena Nueva; el deber de comunicar que Él está vivo, de explicarnos que lo único que tenemos que hacer es ir a su encuentro, pues Él nos espera con los brazos abiertos. En un mundo tan ajeno a Dios como el que vivimos, la suya es una misión solo apta para audaces. “Él espera que haga lo que estoy haciendo –nos dice Eugenio, uno de los testimonios– que cuente que le conozco… que cuente que soy su amigo”. Sus testimonios alientan nuestra esperanza.

¿Por qué decidió escribirlo?

Eso es lo más curioso, que cada vez tengo más claro que no fui yo quien lo decidió. Lo explico en el prólogo. Una mañana fui a hablar con Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda, para proponerle un proyecto sobre educación. Fue entonces cuando me asaltó la idea de escribir un libro que explicara lo que sucede en el día a día de Educatio Servanda, en el día a día de los colegios Juan Pablo II: hijos que evangelizan a los padres, padres que hacen la primera Comunión junto a sus hijos, que se bautizan, o que se confirman con los alumnos, familias rotas que se recomponen cuando Dios hace acto de presencia en el hogar… Es que es una pasada, de verdad. Hasta aquella mañana ni se me había pasado por la cabeza. Luego, antes de emprender el proyecto hubo que encomendarlo, queríamos tener la certeza de que hacíamos lo correcto.

Pero que nadie crea que somos especiales. Simplemente, nos limitamos a dejar que el Señor actúe en libertad, que se sienta verdaderamente libre para hacer lo que estime oportuno. Y, que conste que no es falsa modestia. Cuando lo dejas hacer, los frutos se multiplican. Porque Dios, —no me canso de repetirlo– es la caña. Él entra en tu vida y lo que viene después es un enigma. Carga con tu mochila, a menudo muy pesada, y te dice: ¡Sígueme! ¿Y entonces, qué haces? Te dejas guiar. En este sentido, Misión de audaces ha sido un permanente dejarse guiar.

¿Te resultó difícil?

Más de lo que pensaba. Yo creía que bastaría con echar unos cuantos ratos, que Dios me perdone. Pronto me di cuenta de que no sería tan sencillo. Lo primero era elegir los testimonios adecuados. Después, que los “elegidos” quisieran ponerlo negro sobre blanco… Desde el primer testimonio constaté que la responsabilidad era enorme. Conocía a algunos de los protagonistas, pero a otros solo de oídas. El primer contacto había sido telefónico. A pesar de lo cual depositaban toda su confianza, no tanto en mí, como en la Fundación Educatio Servanda. Tenía que estar a la altura.

Tampoco podía conformarme con tocar de forma tangencial una serie de vidas. Había que profundizar al máximo en cada una de ellas para dar a conocer con exactitud lo que había significado su encuentro con Dios. Fueron largas horas de conversaciones. Cuando se lo comentaba al padre Ángel –quien lea el libro comprenderá el papel decisivo que ocupa en esta misión de audaces– él me respondía riendo: ¡estás loco! En ese transit me ocurrió de todo. De verdad, de todo, esto lo sabe muy poca gente. A tal extremo que llegué a pensar que nunca lo escribiría. Sin embargo, cuantos más obstáculos surgían, más claro tenía que podía hacer bien a la gente. Hasta que caí enfermo. Todo un mes. Apenas tenía fuerzas para levantarme, pero yo pensaba: quienes me han confiado sus historias merecen, al menos, que sean publicadas.

¿Por qué vio oportuno recopilar testimonios de profesores, familias y alumnos de los colegios Juan Pablo II?

Porque todos ellos conforman nuestra misión educativa. Misión de audaces sería una obra incompleta si no estuvieran presentes. Los profesores son pieza clave en el proyecto de Educatio Servanda. En su calidad de católicos dan testimonio de vida. Su ejemplo acompaña a los estudiantes durante su recorrido académico. Estos crecen con aquellos y aquellos crecen con estos. Fueron llamados para hacer lo que hacen y responden cada día a esa llamada.

Los alumnos presentes en el libro, que son unos cuantos, refieren la huella indeleble que los profesores han dejado en su configuración vital. Fíjate en el caso de Sofía, no quiero hacer spoiler, pero su transformación interior pone los pelos de punta, para bien, claro. A Sergio, una frase precisa en un momento oportuno, le rescató del abismo, y mírale hoy. ¿Qué decirte de Marcos? Tras haber terminado el colegio, en un momento crítico volvió en busca de un profesor porque necesitaba ayuda, y vaya con lo que se encontró. O Guillermo, su periplo es una lección de vida. Como la de Miguel Ángel, hoy futbolista de éxito.

En cuanto a las familias, nos legan su más precioso tesoro, sus hijos, para que les ayudemos en su educación. Se lo merecen todo. Su participación en la vida de nuestros centros no es que sea importante, es imprescindible. Creo que el libro dibuja el paisaje de las múltiples realidades que conviven en nuestros centros.

Llama la atención que todos son testimonios de seglares.

La nuestra es una fundación laica, pero nuestro recorrido sería inexplicable sin el acompañamiento de nuestros capellanes. La extraordinaria labor que desarrollan, se deja ver en el libro con absoluta nitidez. Definen la identidad de Educatio Servanda y sus obras. Somos diocesanos. Para que haya un colegio Juan Pablo II ha de ser conditio sine qua non que su obispo forme parte del patronato de la fundación correspondiente a esa diócesis. Todos y cada uno de nuestros capellanes son designados por los obispos, y le puedo asegurar que la fórmula funciona. Sin el trabajo pastoral que desarrollan, incansable, Educatio Servanda, sus obras, no serían lo que son. Hace unos días se confirmaron veinte alumnos que han cursado sus estudios en uno de nuestros centros de FP, y eso que los estudiantes apenas están dos años con nosotros. Todo gracias a su capellán. Es solo un ejemplo. Ponga un buen sacerdote en su vida; con toda seguridad, la mejorará. Ese es mi consejo para todos. Misión de audaces es solo una muestra.

No solo son simples testimonios, usted los llama milagros. ¿Por qué?

Tú, que has leído el libro, me confesabas antes de empezar esta entrevista que te ha impactado. Desde que lo publicamos, hemos podido visualizar sus frutos. Personas a las que no conocía me llamaban para darnos las gracias, reconocían estar emocionadas con las historias. Para que te hagas una idea: al día siguiente de la presentación, un amigo de uno de los testimonios, antiguo alumno, estudiante universitario, reconocía en un audio de móvil que se había pasado la noche leyendo Misión de audaces. Decía estar perdido. A los pocos días solicitó recibir catequesis, y ahí sigue. Lo veo de vez en cuando por el colegio y está entusiasmado. Una joven madre del colegio me decía: ahora sé que mi vida puede cambiar por completo. Y ahí está, recibiendo la catequesis de confirmación junto con su marido… Te podría contar muchas historias como estas.

¿Por qué impacta tanto su lectura?

Porque lo que sucede en sus páginas sería imposible que sucediera en base a una interpretación terrenal o mundana. Su transformación es radical. Dios está ahí, y los que lo vivimos lo sabemos. Él es el gran protagonista del libro. El protagonista absoluto. Los demás somos instrumentos a su servicio. Es verdad que Misión de audaces está cambiando vidas, así nos lo dicen los lectores. Pero es Dios quien las cambia, no nosotros. Es milagroso.

¿Cuál es el denominador común de estos testimonios?

Todos los actores que intervienen son personas de nuestro tiempo, que viven y piensan como personas de nuestro tiempo. O, mejor dicho, que sufren y arrastran las cadenas que impone el “mundanismo”. La joven Sofía vive en un hogar roto, sufre mucho y su familia está desestructurada, comparten casa, nada más. Ana se extraña de que haya gente que va a misa los domingos, en lugar de ir al gimnasio. A Rosa, son sus hijos quienes le enseñan a rezar. Se trata de familias que matriculan a sus hijos en nuestros colegios porque les convence nuestra calidad educativa, porque comparten nuestro ideario, o sencillamente porque viven cerca del colegio. Pero todas son ajenas a una vida de fe. Con frecuencia, las pasiones desordenadas campan a sus anchas y la cultura de la muerte anega su existencia. Ésta se muestra omnipresente, Por eso, todo lo que se recauda con el libro va destinado a “40 Días por la Vida” una asociación católica integrada con jóvenes que rezan en los abortorios.

¿Cómo influye en ellos la labor de la Fundación Educatio Servanda?

Pues, a la luz de los testimonios, parece que algo tenemos que ver, aunque —insisto— es el Señor el que hace y deshace. Dicho esto, en mi opinión el libro resume aquellos rasgos que, a nuestro modo de ver, han de definir a la escuela católica: radicalidad, testimonio y apostolado.

Radical, en el sentido etimológico del término, esto es, raíz. ¿Cuál es la raíz en una escuela católica? Jesucristo, por supuesto. Todos y cada uno de los testimonios resultan indiscutiblemente radicales, tanto como lo ha sido la transformación que se ha producido en sus vidas. Además, dan testimonio de ese cambio interior, que nace de su conocimiento de Dios, y deciden convertirse en apóstoles, en el sentido de misión a la que me refería al principio. Juan Pablo II, patrón de todos nuestros centros y a quien tanto debemos, destacaba que la escuela católica ha de consistir en comunicar a Cristo, en ayudar a Cristo se forme en la vida de los demás. Esta frase sintetiza no solo lo que hacemos sino también, y sobre todo, lo que somos.

¿Cómo se ha dejado sorprender por Dios al hacer este trabajo, que ha superado con creces la idea original?

Pues si te soy sincero, me ha sobrepasado. Y creo que a los amigos que han dado su testimonio también. A medida que el libro cuajaba, veía claro que podía hacer mucho bien. La primera edición se agotó en quince días. Durante varias semanas, ha estado entre los libros religiosos más vendidos. Y eso, no te lo voy a negar, siempre gusta. Pero lo que te sobrepasa, como te señalaba anteriormente, es el eco que encuentra entre los lectores y que los propios lectores te trasladan. Es que son muchos, de verdad, los que te dicen que se sienten esperanzados tras su lectura, que se dan cuenta de que, si escuchan a Dios, su vida y la de sus familias puede cambiar de forma radical. Una amiga me decía hace algunas semanas que su madre había comprado un ejemplar para cada uno de sus hijos ¡y son siete! Mola escuchar este tipo de cosas ¿Qué lo ha hecho posible? ¿La excelsa generosidad de los testimonios? Sin duda. Pregunté mucho y nunca recibí una callada por respuesta. Como has podido comprobar, no me he limitado a ser una voz en off que escucha. Me he metido de lleno en la película, he llorado y he reído con ellos. Pero no hemos sido nosotros sino Dios el que lo está haciendo posible. Es su obra y son sus frutos.

Y, para finalizar, ¿dónde se puede encontrar el libro?

Pues en los canales habituales: en la propia editorial, librería San Pablo, Amazon, FNAC, Casa del Libro…

https://www.fnac.es/a9202399/Oscar-Rivas-Mision-de-audaces

https://www.casadellibro.com/libro-mision-de-audaces-testimonios-y-milagros-de-hoy-en-dia/9788419349019/12987284

https://www.amazon.es/Misi%C3%B3n-audaces-%C3%93scar-Rivas/dp/8419349011/ref=sr_1_2?crid=I1UHXQKJ9X1Y&keywords=mision+de+audaces&qid=1687437944&sprefix=%2Caps%2C66&sr=8-2

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Marta de Jesús
Parece una buena propuesta de lectura. La foto de la portada, preciosa, de las cadenas a la verdadera libertad, la que lleva al Cielo, a Dios.
23/06/23 5:11 PM

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22.06.23

Martín Señas habla de la historia y actualidad de la Adoración Nocturna Española

Martín Señas San Martín. Es de un pueblo de Navarra llamado Urroz-Villa y adorador nocturno en Pamplona. Tiene 42 años, es padre de familia, con 5 hijos, y trabaja en la industria. Su esposa, Alodia, adoradora nocturna, le fue llevando al Santísimo para que Él realizara su total conversión. Desde el año 2006 hasta el día de hoy, ha crecido en la fe gracias a Dios y a esta hermosa asociación de culto al Santísimo Sacramento, la Adoración Nocturna, en la que hoy es vocal del Consejo Diocesano de Pamplona.

Para aquellos que no la conozcan, ¿qué es la Adoración Nocturna?

La AN es una asociación de fieles laicos que, reunidos en grupos (“turnos”), se turnan velando al Santísimo en las horas de la noche. Las vigilias en la AN empiezan sobre las 22 horas y, si es posible, acaban sobre las 6 de la mañana para adorar a Dios, presente en el Santísimo Sacramento, en representación de toda la Iglesia, con espíritu de reparación, expiación e intercesión. Su estructura es diocesana. Los turnos, o el único turno, que hay en un pueblo o ciudad forman la sección adoradora de esa localidad, habiendo varias en cada diócesis de España. La hay también en otros países, como México, donde es muy numerosa.

¿Por qué organizaron recientemente en Pamplona una jornada de conferencias sobre el fundador de la Adoración Nocturna Española?

El motivo fue el amor que tenemos a la Eucaristía y la necesidad de encontrarnos con Jesús Sacramentado. Varios adoradores nocturnos, viendo esta necesidad y la disminución de adoradores en nuestras vigilias, nos vimos lanzados, empujados por Dios, a dar un impulso a la obra y al conocimiento de su fundador, el venerable Luis de Trelles, que en el año 1877, el 3 de noviembre, diera inicio en la Iglesia de San Antonio del Prado de Madrid, con aquella primera vigilia, a la Adoración Nocturna Española. Dentro de poco más de 4 años celebraremos Dios mediante nuestro 145 aniversario de fundación, que se dice pronto, pero que es un milagro. Entendemos también que debemos volver a retomar el espíritu, el carisma y la práctica del ejercicio bien hecho, que el Venerable D. Luis, inspirado por el Espíritu Santo, dio a su obra, lo cual ha ido flojeando de manera muy perceptible en los últimos cuarenta años.

¿Qué frutos ha dado la Adoración Nocturna Española en todos estos años?

Los frutos han sido numerosos: santos, mártires, vocaciones sacerdotales y de todo tipo… No conozco bien los datos, pero me consta de decenas de miles de adoradores nocturnos en toda España. En las horas de la noche velamos al Señor en oración y silencio escuchando lo que Él nos dice. ¡Su presencia es apreciable en todos los sentidos!. En ese rato de adoración, mientras muchos duermen y descansan en sus casas, el buen Dios que nos hace el regalo de admitirnos en su compañía, también nos recompensa el sacrificio de las horas del sueño y el descanso. Nos tenemos que dar cuenta de que la Adoración Nocturna es un camino hacia la santidad, como muchos otros, pero éste es al que hemos sido llamados.

¿Por qué ha logrado mantenerse la adoración nocturna incluso en estos últimos tiempos de secularización?

La Adoración Nocturna no pasa sin ser tocada por esta circunstancia, y además, de manera notable en cuanto que el número de adoradores a nivel nacional ha disminuido muchísimo. Por eso son importantes estas jornadas, en donde se da a conocer lo importante que es estar delante del Santísimo, en este caso, en la Adoración Nocturna.

Nos hemos de dar cuenta de que el ambiente que reina en la sociedad es el rechazo de Dios, hacernos creer que cada uno de nosotros somos dueños de nosotros mismos y que Dios no existe. Un plan del maligno llevado por hombres que le siguen, que se ha extendido mucho y que está alejando a las almas de Dios.

Es momento de que la Adoración Nocturna crezca según el espíritu y carisma con el que fue fundada: alma, “fuge, tace, quiesce” (retírate –del mundo-, guarda silencio, descansa –contemplando-); “orar, meditar, expiar, satisfacer y reparar, interceder y compensar los ultrajes que recibe el Augusto sacramento” o los pecados que se cometen durante la noche, pidiendo que venga a nosotros su Reino, tal es nuestra vocación.

¿Por qué es tan importante mantener y aumentar la adoración eucarística en estos tiempos?

Porque Jesús está ahí, presente en la Eucaristía. Si queremos cambiar estos tiempos, tenemos que transformar al hombre de estos tiempos, y solo la gracia de Dios lo puede hacer posible a través del Espíritu Santo. ¿Dónde mejor?. Delante del sagrario o cuando lo tenemos expuesto y presente en la custodia. Seamos humildes, oremos de rodillas y pidámosle, que nos otorgue un corazón nuevo semejante al suyo para poder transmitir a los demás, su verdadero e infinito amor.

¿Qué autoridades acudieron al acto del día 3 de junio?

Mas de un centenar de personas dieron presencia en el acto. El Vicario general de la Diócesis de Pamplona -Tudela D. Miguel Larrambebere, el Viceconsiliario Nacional de ANE D. Juan Manuel Melendo Alcalá, el presidente Nacional de ANE, el coordinador de la Fundación Luis de Trelles, Presidente del Consejo de AN de Santander, La Rioja y Pamplona, adoradores de las diócesis de Bilbao, San Sebastián, Jaca (Huesca) y por supuesto una gran representación de nuestros adoradores de Navarra. Quedamos muy contentos de la gran acogida que tuvo la jornada y ya estamos trabajando en la próxima.

¿Sobre qué aspectos versaron las conferencias?

Sobre la vida de Luis de Trelles, su obra y el carisma fundacional de la ANE. Estos son los aspectos que se trataron de una manera comprimida porque D. Luis de Trelles, da para muchísimo. Un adorador que a mí me ha enseñado a descubrir a D. Luis, me decía, que no sabía de donde sacaba el tiempo este “hombre” para hacer todo lo que hizo. Es muy interesante su vida. A mí, conocerla, me ha cambiado totalmente.

¿Qué importancia tuvo la figura de Luis de Trelles y la obra de la adoración nocturna que fundó?

La importancia es enorme y providencial. D. Luis, estuvo en la tercera guerra Carlista desempeñando una labor totalmente desinteresada en el canje de prisioneros de uno y otro bando, llegando a salvar de la posible muerte, aquí en Navarra, en la localidad de Viana, a más de 20.000 personas (soldados de uno y otro bando). Este fue el punto en su agitada vida, donde le Espíritu Santo le hizo dar un paso enorme de Santidad, coger a los hombres en el frente de las trincheras de la guerra, y llevarlos al frente, del SANTÍSIMO.

Don Luis en su época fue un destacado jurista, y varias veces diputado en Cortes, además de periodista; y, cosa muy desconocida, fue un pionero del Derecho Humanitario Internacional: en la tercera guerra carlista, propuso y reguló un procedimiento para el canje de prisioneros, que se puede decir, sin exagerar, que salvó la vida de varios miles de ellos, de uno y otro bando. Es claro que lo que le impulsaba a esta labor era su experiencia del amor de Dios, y en ella se puede ver una caridad y una abnegación heroica, que también brillan en otros aspectos de su vida.

Al año siguiente de terminar la tercera guerra carlista funda en Madrid la Adoración Nocturna. Solo leyendo su biografía de poco más de doscientas páginas (que se puede pedir a la Fundación que lleva su nombre y la causa de su canonización), te das cuenta de la santidad de este hombre, es increíble.

El Venerable D. Luis de Trelles, sin ahondar en su vida, contrajo matrimonio con Dña. Adelaida Cuadrado y Retana, y fue padre de tres hijos, de los cuales dos subieron al cielo sin cumplir los dos años de vida. Fue abogado, defensor de pobres, político, periodista y fundador de la revista “La Lámpara del Santuario”, en donde llegó a publicar más de mil artículos de una piedad eucarística acorde con su santidad. Estos artículos o escritos están a disposición de todos a través de internet en la página web de la Adoración Nocturna Española. En ellos se puede entrever, verdaderamente, su santidad y su profundo amor por Jesús Sacramentado. Una vida de crecimiento en la fe católica en la que se entregó en el servicio a los demás y a Dios.

¿Quiere añadir algo más?

Comenzamos hoy una petición de novena por la curación de un adorador Navarro. Les invito a unirse.

Padre Nuestro que estás en el Cielo, Tú escogiste al Venerable L. de Trelles como laico comprometido y ardiente adorador de la Eucaristia. Dame la gracia de imitarle en la adoración del Sacramento y en el servicio a los demás. Dígnate glorificar al Venerable Luis y concédenos la curación de Iñaki (de Navarra). Amén. Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Por Javier Navascués

5 comentarios

  
Consuelo Laforet
Admirado Javier,
Sigo desde hace tiempo tus entrevistas que siempre me parecen muy interesantes, muy bien preparadas, muy bien escogidos los temas y los entrevistados.
Me ha encantado el cambio y que fueras tú el entrevistado por el P. Juan Razo, al que también admiro mucho. Ponerte cara y voz y escuchar tu testimonio ha sido un regalo.
Te encomiendo para que sigas difundiendo el bien y llegues a la perseverancia final como tú deseas.
Un afectuoso saludo y que Dios te bendiga.

22/06/23 9:08 AM
  
Penc
Me encanta este apostolado, espero participar pronto y comenzar a ir con más regularidad.
22/06/23 9:24 PM
  
Santiago
Quiero por este medio hacer un pequeño homenaje al P. Justo A. Lofeudo que es un incansable Apóstol de la Adoración nocturna ya que ha trabajado en decenas de Capillas de AN en España y en muchísimas otras en toda Europa. Que Dios y la Virgen sigan bendiciendo su misión en favor del Santísimo Sacramento y el bien de tantas Almas.
23/06/23 5:01 AM
  
Anónimo
Gran apostolado. Yo he ido por vez primera a la AN de mi parroquia este último mes de junio. Alguien santo me invitó a unirme.... ¡Gracias!
23/06/23 8:25 AM
  
P. Thomas Hennigan
Dios quiera que se extienda este apostolado en España y en otros países, Hace unos años, estando yo en Ávila en el Convento de la Encarnación y queriendo celebrar o concelebrar la Santa Misa donde Santa Teresa de Jesús pasó muchos años, me concentré con un grupo de la AN y pude concelebrar la Santa Misa con ellos. Había varios jóvenes en el grupo.
23/06/23 10:53 AM

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