21.05.25

El P. Agustín Giménez habla del voto en defensa del quinto dogma mariano del 31 de mayo en El Cerro

El P. Agustín Giménez González es sacerdote diocesano de Getafe desde 1999. Actualmente profesor estable de Sagrada Escritura en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, capellán de las MM. Carmelitas del Cerro de los Ángeles y vicario parroquial de San Juan de Ávila (Móstoles). Es coordinador del Foro Mariano Diocesano. Han publicado el libro María, mi madre, en la editorial nueva Eva, en donde estudian a fondo todas las cuestiones de la corredención de María, a nivel bíblico, teológico, histórico y de actualidad.

Visitar web: Foro Mariano

El próximo 31 de mayo, sábado, unos sacerdotes y fieles miembros del FMD realizarán un voto público de defensa del quinto dogma mariano, en la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de la Diócesis de Getafe, al concluir la santa misa. Con este motivo entrevistamos al Padre Agustín.

¿Por qué han organizado la primera celebración de voto de defensa del quinto dogma mariano?

Esta es una iniciativa privada de unos sacerdotes, religiosos y fieles que estamos en el Foro Mariano de la diócesis de Getafe. No es una acción promovida directamente ni por la diócesis, ni por el obispo, pero sí permitida, acogiendo así el deseo que ha brotado en muchos de nosotros a hacer este juramento.

Este voto, o juramento, no es nuevo en la Iglesia, pues con unas u otras palabras, pero siendo el contenido el mismo, se hace desde hace más de un siglo en la mayoría de las cofradías y hermandades de Sevilla, y en muchas otras. Incluso en el cabildo catedralicio de Sevilla, que lo renuevan cada 15 de agosto. Estos grupos, de hecho, exigen hacer el juramento y renovarlo cada año, para pertenecer a sus filas. La principal novedad de lo que estamos promoviendo es que no está ligado a una hermandad concreta, o asociación, sino que lo hacemos por el deseo simple y llanamente de honrar a María con ello, de expresar que creemos en esto, de ofrecernos a Dios por la proclamación de esta verdad católica como dogma.

Fue, precisamente, descubrir que se venía haciendo en España desde hace unos 110 años lo que suscitó en nosotros el deseo de hacerlo también. Otro aliciente fue conocer la historia de la implicación de España en la proclamación del dogma de la Inmaculada. Por todas partes de España y América se extendió el voto de defensa de la Inmaculada, durante cuatro siglos. Desde el pueblo de Villalpando (Zamora), hasta las principales universidades católicas. Por ejemplo, el rey de España Carlos III sacó un decreto por el que prohibía enseñar en ninguna universidad del Imperio español a los que no hubiesen jurado el voto de defensa de la Inmaculada.

¿Cómo influyeron estos hechos históricos?

Estos hechos de nuestra historia nos motivaron grandemente a querer hacer este voto para el dogma que falta de la Virgen María, así como a ofrecer la posibilidad de hacerlo a quien quiera. Especialmente nos impulso el ejemplo de San Pedro Poveda y de la Institución Teresiana que fundó con Josefa Segovia. Él mismo, al igual que miles de católicos en toda España en los años 20 y 30 del siglo XX,  se ofreció al martirio por la proclamación de los dogmas marianos que en su tiempo faltaban: la asunción de María y la mediación universal de María corredentora y madre de la humanidad. La Institución Teresiana, todos los años, en las capillas de sus centros -según cuenta Josefa Segovia- junto con sus universitarias, renovaban el juramento solemnemente.

¿En qué medida estos actos pueden ayudar a la proclamación del dogma y qué beneficios traería a la Iglesia?

En nuestra opinión, esto es lo más eficaz que se puede hacer de cara al dogma. Porque es pedirlo directamente a Dios con la implicación de toda la persona. Es como una consagración especial a Dios por María y por medio de Ella. Creemos que los miles de mártires en España, que se habían previamente ofrecido a Dios por este dogma, fueron decisivos en que se proclamase “tan pronto” (en comparación con los 4 siglos que se tardó en la Inmaculada Concepcion) el dogma de la Asunción de María al cielo (en 1950, por Pío XII).

Los beneficios solo Dios los sabe. Muchos creemos que ayudaría decisivamente al triunfo del Inmaculado Corazón de María, prometido en Fátima. Para el razonamiento de esto, remito al libro “María, mi Madre. Corredentora, Mediadora, Abogada” (ed. Nueva Eva), al apartado VI. 3, titulado “Beneficios de un quinto dogma” (págs. 577-595).

¿Qué nos puede decir del simbolismo del lugar en donde van a tener lugar estos votos?

Lo hacemos en el Cerro de los Ángeles, en primer lugar, porque es nuestra casa, y es donde está la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, la patrona de la diócesis de Getafe, la primera que llegó al Cerro en el siglo XVI. Además, aquí España se consagró al Sagrado Corazón de Jesús, que está intrínsecamente unido al Corazón de María. Igualmente, está el convento de las MM. Carmelitas, que rezan diariamente en la misa por la proclamación de este quinto dogma.

¿En qué medida buscan seguir la estela de San Pedro Poveda y otros muchos santos que ya lo hicieron en el pasado?

Ciertamente queremos ser dignos sucesores suyos. Yo, concretamente, soy sobrino de una teresiana, Rosalía Giménez, DEP, que desde pequeñito me metió muy dentro la devoción a san Pedro Poveda. Siempre me impresionó su escapulario de la Virgen del Carmen, tan grande, y atravesado por la bala de su fusilamiento, por el que alcanzó el martirio. Nos sentiríamos muy bendecidos si nosotros también un día recibiésemos la gracia del cielo de morir mártires, y poder derramar nuestra sangre por la proclamación de esta verdad sobre María, que Ella es madre universal de la humanidad redimida. Sería todo un honor.

¿Por qué está abierto a todo el mundo y cómo pueden inscribirse las personas que lo deseen?

Está abierto a todos porque entendemos que puede haber otras personas en quienes haya surgido el mismo deseo, y quizá no tienen la oportunidad de hacerlo si nadie se lo organiza.

Para inscribirse basta rellenar este formulario (se debe hacer desde una cuenta de gmail):

Ante cualquier dificultad, propuesta o sugerencia, se puede escribir al siguiente correo: [email protected]

Muchas personas, que no pueden venir al Cerro de los Ángeles, como por ejemplo los que viven en América, lo podrán hacer (tal como se explica en el formulario) desde sus propios lugares, uniéndose espiritualmente.

¿Podría mostrarnos la formula del voto solemne para que las personas que lo deseen puedan hacerlo a distancia?

Fórmula del voto solemne por el quinto dogma

¿Qué bendiciones y gracias espirituales espera ese día?

Esperamos que la Virgen María se sienta feliz por el amor de sus hijos, y que ayudemos con este amor a reparar tantos desprecios y ofensas y olvidos que recibe de los hombres.

También esperamos que el cielo acoja nuestra ofrenda y mueva los hilos necesarios para que llegue pronto el dogma. Cuando Dios quiera.

¿Por qué animaría a todas las personas que vivan en Madrid o alrededores a que se acerquen al Cerro de los Ángeles ese día?

Bueno, en realidad animaríamos solo a los que tengan claro que quieren hacer el juramento, porque es una cosa muy seria y no debe hacerse sin más. Uno debe estar convencido de ello. En ese sentido, quien tenga dudas al respecto le recomendamos que lea el libro antes mencionado. Y si ve que Dios le pide dar este paso, que lo dé. Pero si no, que no lo dé.

Además, estos juramentos se renuevan cada año, por lo que siempre existirá la posibilidad de hacerlo más adelante.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Antonio
"Corredentora" y "Mediadora de toda Gracia" son dos dogmas, no uno.
La Santísima Virgen María es Madre de los redimidos, la nueva Eva, Madre de Gracia y de Misericordia que nos engendra en la vida sobrenatural, porque si bien Eva es Madre de toda la humanidad (y origen del pecado), María no. Es un error común. En la Cruz, Nuestro Señor Jesucristo le dio por Madre a María al discípulo, no al centurión, no a los soldados, no a los que lo condenaron a muerte, solo al discípulo, y en él a todos los que por el bautismo y la fe hemos renacido a la Vida sobrenatural perdida por el pecado.
Cristo es el nuevo Adán y María la nueva Eva, que dan origen a una nueva humanidad, los hijos de Dios por adopción, hijos en el Hijo, elevados por Gracia a compartir la naturaleza divina, la Iglesia Católica (triunfante, purgante y militante).
21/05/25 3:22 PM
  
Josep
Corredentora.
21/05/25 8:35 PM

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20.05.25

José Manuel Almuzara analiza lo que supondrá la previsible beatificación de Antonio Gaudí en 2026

José Manuel Almuzara. Arquitecto desde 1977 por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Colegiado en el COAC de Barcelona, ejerciendo la profesión como autónomo más de 45 años. Conoció a dos discípulos de Gaudí siendo estudiante de arquitectura.

Presidente de la asociación pro beatificación de A. Gaudí desde 1992. Secretario y vicepresidente de “Amigos de Gaudí” de 2007 a 2015. Embajador del Proyecto de Gaudí en Rancagua, Chile, desde 2016. Colaborador en The Gaudí Research Institute, Colonia Güell, desde 2014. Vocal de la Junta directiva del Centro Gaudí Madrid, de 2011 a 2024

Difunde la vida y obra de Gaudí a través de visitas, conferencias, exposiciones, artículos, publicaciones. Su web es www.almuzara.org

Impartirá una conferencia sobre Gaudí y la esperanza este jueves a las 19,30 en la iglesia de Montealegre de Barcelona.

¿Qué supuso para la Iglesia que Antonio Gaudí fuera declarado venerable recientemente?

 Creo que es una excelente noticia, que nos produjo una gran alegría, porque confirma lo que muchos pensamos sobre Gaudí y nos sirve como ejemplo de santidad, de una llamada de la Iglesia que es universal, para todos, y especialmente, para los laicos, como Gaudí, arquitecto. «La verdadera historia de la humanidad –enseñaba el papa san Juan Pablo II– se identifica con la historia de la santidad (…): los Santos y los Beatos se nos presentan como testigos, es decir, como personas que, confesando a Cristo, su persona y su doctrina, han dado lugar a una manifestación sólida, concreta y creíble de una de las notas esenciales de la Iglesia, que es precisamente la santidad.

Sin ese testimonio continuo, la doctrina religiosa y moral predicada por la Iglesia correría el peligro de confundirse con una ideología meramente humana, siendo como es doctrina de vida, es decir, aplicable y traducible a la vida: doctrina que ha de ser vivida según el ejemplo de Jesucristo, que proclama “yo soy la vida” (Jn 14,8) y afirma que ha venido para dar esa vida y darla en abundancia (cfr.ibid.,10, 10).

La santidad, no como ideal teórico, sino como camino que se ha de recorrer en seguimiento fiel de Cristo, es una exigencia particularmente urgente de nuestro tiempo (…)».

Juan Pablo II, “discurso del 15-II-1992″. En: Insegnamenti,1992. p. 304-305.

 Y el Papa Francisco, con la aprobación del pasado 14 de abril ha ratificado, avalado, que Gaudí ha vivido en grado heroico las virtudes. Gaudí dedicó su vida y su obra a la exaltación de la fe, dando ejemplo en el día a día de su vida y que dejó impronta de eternidad en sus obras, merece ser expuesto a los fieles como ejemplo y a los no fieles como tema de reflexión.

 Como testimonio de conversión a través de Gaudí, copio parte de la carta de Yun Young-Joo directivo de la Cámara de Comercio e Industria de Busan, Corea del Sur, que escribía el 19 de marzo de 1998: “Gaudí, con su búsqueda constante de la verdad, realizaba obras que hacen que la gente descubra el hálito divino que palpita en ellas. Su arquitectura merece el elogio de la gente, ya que escribió poesía con su arquitectura. No puedo olvidar el impacto religioso que me causó la visita a Barcelona para preparar la exposición de Gaudí.

Estuve en el Templo de la Sagrada Familia, como parte de mi recorrido de las obras de Gaudí alrededor de Barcelona. Me es imposible describir la huella que dejó en mi corazón. No pude menos que inclinar mi cabeza ante la solemnidad, la santidad y la grandeza del edificio. Un sentimiento profundo embargó mi corazón. A través de las obras de Gaudí, y del toque divino que tienen, me convencí de la existencia de Dios".

 ¿Cómo están trabajando a ese respecto en la asociación probeatificación de Gaudí?

 En junio de 1992 cinco laicos iniciamos un proyecto, muy ilusionados y convencidos de la santidad de Gaudí. Actualmente somos tres los miembros de la Asociación: Javier Fransitorra, arquitecto, Josep María Tarragona, ingeniero, periodista, escritor, y José Manuel Almuzara, arquitecto. Mn Ignasi Segarra fue el inspirador de la Asociación pro beatificación de Antoni Gaudí el 17 de abril de 1992, Viernes Santo. Gaudí fue declarado Venerable por el Papa Francisco el 14 de abril de 2025, 33 años después.

 Desde la constitución de la Asociación Canónica Antoni Gaudí, dependiente del Arzobispado de Barcelona, nuestra Asociación ha dejado de ser la parte actora. Eso sí, seguimos a título personal difundiendo a Gaudí a través de conferencias, publicaciones, visitas, entrevistas, congresos.

 ¿Qué supondría esta beatificación para la Iglesia?

 Reconocer a un hombre como modelo para la llamada universal a la santidad a través especialmente del trabajo: «El trabajo –comentaba– es fruto de la colaboración, y ésta sólo puede basarse en el amor. El arquitecto ha de saber aprovechar lo que saben hacer y lo que pueden hacer los operarios. Se ha de aprovechar la cualidad preeminente de cada uno. Esto es: integrar, sumar todos los esfuerzos y tenderles la mano cuando se encallen; así trabajan a gusto y con la seguridad que da la plena confianza en el organizador. Además, hay que recordar que no hay nadie inútil, todos sirven (aunque no todos con la misma capacidad); la cuestión es encontrar para qué sirve cada uno».

Gaudí se ocupaba de sus obreros, tanto en su aspecto profesional, como en su vida personal: «Rogaba a Raimundo: ¡Cuídate!, Hazme caso. Aún estás a tiempo. Deberías hacer un poco más de ejercicio: andar. Y poner freno en el comer, con un poco de régimen. Piensa que, si no tienes prudencia, ¡estallarás!».

Su costumbre de intervenir personalmente en los trabajos le ponía en contacto, necesariamente, con todo el personal.

«Esto lo podrá hacer José, que tiene paciencia» –decía.

«¡Que lo haga Andrés, que tiene más estatura y le será más fácil»!

Gaudí practicaba y defendía el sacrificio: «La vida es amor y el amor es sacrificio. El sacrificio es lo único realmente fructífero. La causa del avance espiritual y material de las órdenes religiosas, de los hogares, es que se sacrifican todos sus miembros en bien del conjunto».

 ¿Qué virtudes destacaron más en Gaudí?

 Resaltaría la humildad; hombre de carácter fuerte, trabajador, enamorado de su profesión, de Dios y de todo lo creado, sintiéndose un colaborador; hombre de misericordia que supo “reconocer, contemplar y servir“, ocupado en sus deberes familiares, sociales y profesionales. Que se enfrentó a la adversidad y buscó las prácticas religiosas para ganar las batallas de la vida. Confiado en la Providencia divina y que procuró utilizar los dones recibidos de Dios.

Decía Gaudí: “cada uno utiliza el don que Dios le ha dado. Su realización es la máxima perfección social. El que construye y tiene que hacer cosas, que no critique las obras de los otros ni defienda las suyas, sino que haga y dirija la crítica contra sus propias obras para depurarlas y mejorarlas".

 Gaudí vivió con humildad, con sencillez y pobreza de espíritu. Era un hombre íntegro, no era amigo del dinero, ni de la mentira, ni de las apariencias. Lo que ganaba era para vivir con dignidad, cuidando de su padre y sobrina, y en los últimos años de su vida renunció a sus honorarios por el proyecto y dirección de las obras de la Sagrada Familia. 

 La arquitectura de Gaudí no fue entendida por todos, recibió burlas, críticas, tuvo envidias, pero supo luchar y seguir adelante, ganando las batallitas de la vida, excepto la de mal genio que a pesar de querer dominarlo no lo conseguía en algunos momentos.

Así lo describe Gaudí: “para no caer en la falsa humildad, el Señor nos deja el gusanillo del irascible amor propio. Yo soy por temperamento un hombre luchador. He luchado incesantemente y lo he conseguido todo menos dominar mi mal genio. Pero no desisto y pongo todo mi ingenio para rebajarme ante mis propios ojos: es muy provechoso en los fracasos, echarse la culpa a sí mismo, aunque no la tengamos, porque así resplandece la verdad, aunque no lo parezca".

 Hombre de profunda fe, ¿Cómo vivió la esperanza?

 Gaudí fue un hombre de fe, manifestada en una vida de amor y sacrificio, de exigencia y aceptación de las circunstancias de la vida, positivas o no, que disfrutó con su trabajo y con sus colaboradores, uniendo arquitectura y simbolismo, con esfuerzo personal para ganar las batallas de la vida, apoyándose especialmente en las prácticas religiosas, que le hicieron ser un hombre de corazón limpio y conseguir esa paz personal, esa paz personal necesaria para conseguir la paz universal. 

 ¿Por qué el reflejo de su obra también emite al mundo un mensaje de esperanza?

La declaración de Gaudí Venerable, la previsión de su beatificación en 2026, y los avances recientes y las esperanzas que suscita la obra de la Sagrada Familia nos alegran y me hace pensar que, por encima del criterio de los clérigos, arquitectos, escultores y artistas, lo más importante es:

“Recordar, sobre todo, al que fue alma y artífice de este proyecto: a Antoni Gaudí, arquitecto genial y cristiano consecuente, con la antorcha de su fe ardiendo hasta el término de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta… Él mismo, abriendo así su espíritu a Dios ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma". Papa Benedicto XVI, Homilía en la consagración del Templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona, 7 de noviembre de 2010.

Así expresaba el arquitecto sus sentimientos: “Un templo es la única cosa digna de representar el sentir de un pueblo, ya que la religión es la cosa más elevada en el hombre”

¿En qué medida la belleza de Dios, manifestada también en el arte, puede salvar a esta humanidad sufriente?

Que mejor que responder a esta pregunta con palabras de Benedicto XVI de la homilía pronunciada el 7 de noviembre de 2010 en la Consagración del Templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona con relación a Gaudí: colaboró genialmente a la edificación de la conciencia humana anclada en el mundo, abierta a Dios, iluminada y santificada por Cristo. E hizo algo que es una de las tareas más importantes hoy: superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza. Esto lo realizó Antoni Gaudí no con palabras sino con piedras, trazos, planos y cumbres. Y es que la belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo".

Por Javier Navascués

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19.05.25

Mons. González Chaves habla de su libro "Benedicto XVI, Doctor del Ángelus" y de sus encuentros con él

Mons. Alberto José González Chaves nació en Badajoz en 1970 y fue ordenado sacerdote en Toledo en 1995. Su primer destino pastoral fueron las parroquias de Peñalsordo y Capilla, provincia pacense y archidiócesis Primada. De 2006 a 2014 trabajó en la Congregación para los Obispos, en la Santa Sede. En 2008 se doctoró en Teología Espiritual en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, de Roma, con una tesis sobre “Santa Maravillas de Jesús, naturalidad en lo sobrenatural". En 2009 obtuvo o un Master en Bioética, en el mismo Ateneo.

En 2011 Benedicto XVI le nombró Capellán de Su Santidad. De 2015 a 2021 fue Delegado Episcopal para la Vida Consagrada en Córdoba. En 2020 recibió el Galardón Alter Christus por su atención al Clero y a la Vida Consagrada. Ha dirigido numerosos Ejercicios Espirituales y dictado conferencias y cursillos en España e Hispanoamérica. Ha publicado numerosos artículos y libros de espiritualidad y liturgia, y hagiografías sobre Santa Teresa de Jesús, San Juan de Ávila, San José María Rubio, Santa Maravillas de Jesús, Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, Santa Genoveva Torres, los Beatos Marcelo Spínola y Tiburcio Arnaiz, San Juan Pablo II, Benedicto XVI, el cardenal Rafael Merry del Val…

Es coautor de la reciente y extensa biografía de uno de los hombres de la Iglesia de España más importantes del siglo XX, el Cardenal Primado Marcelo González Martín (1918-2004), que le ordenó sacerdote.

Le entrevistamos con ocasión de su último libro Benedicto XVI, Doctor del Ángelus, que se presenta este miércoles en Madrid.

¿Por qué decidió escribir un libro titulado Benedicto XVI, Doctor del Ángelus?

El día 31 de diciembre de 2022 amanecimos con la triste noticia de la muerte de aquel hombre que inédita y misteriosamente había renunciado al papado, retirándose a una vida de oración y silencio en el pequeño monasterio Mater Ecclesia, dentro de los Jardines Vaticanos.

En aquellos casi diez años desde su renuncia, yo pensaba en él muchas veces. Me unía a las intenciones de su oración y suplicaba a Su Divina Majestad nos lo dejase aún en el mundo, porque estimaba grandemente el poder de su intercesión por la Iglesia. Pero se iba apagando como una candelita y al fin partió al abrazo del Padre a los 95 años. Nos había dejado un precioso testamento donde explicaba que su partida al Cielo la pregustaba como un regreso a su infancia, al amor de su hogar, a la inocencia y a la unión de su familia. Así consideraba el paraíso. 

Debo confesar que la noticia de su muerte me sumió en una suerte de desconcierto. Era una mezcla de orfandad, misterio e incertidumbre. Él me daba seguridad y, ¿por qué no decirlo?, también sostenía mi adhesión afectiva al Papa. Los últimos años venían siendo muy difíciles…

Yo había concebido el designio de dedicar ese día, el último del año, a tener un retiro espiritual, comenzando con la Santa Misa de la octava de Navidad. Pero saqué los ornamentos negros y celebré la expresiva Misa de Requiem según el Vetus Ordo, pensando incesantemente en Benedicto XVI. Daba gracias a Dios por él, por su ejemplo de mansedumbre y de humildad, de gobierno sin estridencias, de capacidad de ilusionar a los sacerdotes y de suscitar vocaciones, de poner en el centro a Jesucristo y la primacía absoluta de Dios, de señalar la importancia de la liturgia. Pensaba en todo lo que yo, y tantos, habíamos aprendido de él y daba gracias por él y con él a la Santísima Trinidad.

Y al mismo tiempo consideraba qué tributo de gratitud podría ofrecerle yo, pobre de mí. Entonces se me ocurrió, o quizá Dios me lo inspirase, hacer un prontuario de temas de oración y predicación extraídos de todo su riquísimo magisterio pontificio. Y enseguida, apenas comenzado el año 2023, me puse manos a la obra, pensando yo, iluso e ingenuo, que podría abarcar encíclicas, homilías, alocuciones y diversos documentos. Pero cuando empecé por los Ángelus, no tardé en persuadirme de que ahí había material más que suficiente para componer un libro. Y leyendo y saboreando sus 455 Ángelus y Regina Coeli, me sorprendí una vez más ante lo oceánico de su sabiduría y lo pedagógico de su exposición, comprendiendo que me bastaba con libar la miel de esas flores.

¿Qué es lo que le aportó a su vida haber trabajado a su servicio?

Para cualquier sacerdote trabajar al servicio de la Sede apostólica es una gracia de privilegio. En definitiva, todo sacerdote, como sacrificador del Cuerpo y la Sangre de la divina Víctima, y como evangelizador del mensaje de redención de Cristo, trabaja para el Papa en cuanto vicario de Jesucristo y cabeza visible de la Iglesia. Todos estamos en la misma barca; en el Cuerpo místico de Cristo son necesarios todos los miembros; ninguno es más importante que otro en cuanto bautizados y, en el caso de los ordenados in sacris, en cuanto sacerdotes; pero los obispos tienen la plenitud del sacerdocio, y el Obispo de Roma tiene la plenitud de la jurisdicción.

San Juan Bosco hablaba de los tres amores blancos: la Eucaristía, la Virgen y el Papa. Por eso, servir al Papa de cerca y trabajar más estrechamente a su servicio es, o al menos debe ser, una acentuación del amor por el sucesor de Pedro. 

¿Con qué momentos y consejos se quedaría de su trato personal con él?

Debo ser sincero: aún trabajando para él Papa en la Congregación para los Obispos, una de las de mayor y más frecuente acceso al Santo Padre, a través del Cardenal Prefecto o del Arzobispo secretario, yo no tuve mucho trato personal con él. Eso sí, me beneficié de mi estancia  en Roma para asistir a todos los actos de la muerte y funeral de Juan Pablo II y al cónclave que eligió a Benedicto XVI. Durante mis once años en Roma pude asistir a muchas ceremonias pontificias en la capilla papal, teniendo habitualmente un puesto desde el cual podía contemplarlas a mi sabor y aprender de cerca de las palabras, silencios y gestos del Papa. Pero tuve solo tres encuentros personales con Benedicto XVI, y más bien breves.

El primero fue a los siete meses de estar yo trabajando como oficial en la curia, el 4 de octubre de 2006, tras el ábside de la basílica vaticana, a donde Benedicto XVI fue a bendecir una gran estatua de la santa española Genoveva Torres Morales, cuya biografía yo había escrito, fundadora de las religiosas angélicas, de las que yo era capellán. En aquella ocasión me acerqué a saludarle. Me lo presentó el cardenal Marchisano, entonces arcipreste de la basílica, que confesó haber sido curado de una importante afección de garganta por medio de una caricia de Juan Pablo II. En aquella ocasión intercambié con el Papa unas breves palabras. Me presenté como un oficial que trabajaba a su servicio y él me animó a hacerlo siempre con espíritu de fe y con alegría. 

La segunda vez fue el 20 de noviembre del año 2008, en su despacho del palacio apostólico, adonde fui con el cardenal Antonio Cañizares, que iba a recibir del Papa su nombramiento como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Mientras el purpurado hablaba con el Santo Padre yo aguardé en la antesala durante una media hora, hablando con un gentilhombre del Romano Pontífice, anciano a punto de jubilarse. Nunca olvidaré lo que me dijo: “He estado al servicio de Juan Pablo II durante los 27 años de su pontificado. Estoy convencido de que es un santo, un coloso de la fe, pero en nadie he visto tal exquisitez humana y delicadeza de sentimientos como en el papa Benedicto. Recuerda todos los cumpleaños de mis nietos y siempre me tiene preparado un regalo para ellos. Es un espíritu verdaderamente illibato (que en italiano significa lo más depurado, la crema de los sentimientos)".

Tras aquella conversación con este gentilhombre de Su Santidad, entré al despacho del Papa y tuve la sensación de que él me esperaba con ilusión, quizá sabiendo ya quién era yo por el cardenal Cañizares. Estrechó mis manos entre las suyas y, tras besar yo el anillo del pescador, me repitió varias veces: “Gracias, gracias, reverendo, por su trabajo en la Santa Sede. Es muy valioso. Yo se lo agradezco mucho. Realícelo siempre con espíritu de fe y sin desfallecer. Gracias, gracias". Bien puede comprenderse cuánto me emocionó y edificó esta nobleza de alma y este espíritu de agradecimiento nada menos que en el Santo Padre. Llevaba yo dos años y medio trabajando en la curia, sometido a sus duros horarios y exigencias, y todavía nadie me había dado las gracias. El primero en hacerlo fue Benedicto XVI. 

Mi tercer encuentro con él tuvo lugar el 24 de septiembre de 2014, para despedirme de él, al marchar yo de la curia. Lo solicité a su secretario, el arzobispo monseñor Gänswein, y me ofreció ir a estar un buen rato con el Papa en la mañana del 25 de septiembre. Mi problema era que a la misma hora tenía yo el billete de avión para España. Entonces Gänswein accedió a que pudiese yo ir la tarde antes, advirtiéndome de que estaría menos tiempo con el Papa. Lleno de ilusión, yo encargué en una buena pastelería de Roma un apfelstrudel, el pastel bávaro de manzana y hojaldre preferido de Ratzinger, e hice escribir en él con letras de chocolate “Grazie Papa Benedetto". Al adentrarme en la Ciudad del Vaticano, aparqué mi coche junto a la basílica para confesarme con uno de los penitenciarios. Lo reputaba yo una necesidad, puesto que aquel encuentro con el Papa dimisionario me parecía un momento de gracia para mi alma sacerdotal. Al terminar mi larga etapa de trabajo en el Vaticano, tras reconciliarme con Dios en el sacramento de la penitencia, subí por los hermosos jardines vaticanos hasta el pequeño monasterio Mater Ecclesiae.

Me recibió con su característica afabilidad el arzobispo Gänswein. Me condujo a la sala de visitas, todo pequeño y humilde, y me dijo que me situase en una determinada baldosa, pues por allí vería abrirse la puerta del ascensor por el que descendería el Papa desde sus habitaciones, en el único primer piso de aquel minúsculo edificio. Así lo hice y, para mi sorpresa, apenas se abría la puerta del ascensor, empecé a escuchar en la voz trémula del anciano pontífice estas palabras, como de quien esperaba a alguien muy querido: “Caro monsignore, caro monsignore, cuánto me alegro de encontrarle. Entonces yo, emocionado, besé su anillo de rodillas y le dije que venía a despedirme de él, porque ya dejaba mi trabajo.

Él me contestó, mirándome: “No, monseñor, usted no deja su trabajo; usted hace como yo: empezará a trabajar de otra manera. Pero siempre seguimos trabajando para el Señor de la Viña. Usted y yo estamos gastando nuestra vida a Su servicio". Yo me emocioné hasta las lágrimas, sobre todo cuando a continuación, volviendo a posar sus limpios ojos sobre los míos, pronunció estas palabras: “Gracias, muchas gracias, querido monseñor, por el trabajo que usted ha realizado en la curia. Es muy importante la congregación para los obispos al servicio del Papa. El cardenal prefecto me llevaba cada sábado los folios de audiencia con los nombramientos de los diversos obispos, para que yo los firmase después de examinarlos ampliamente. Muchos de ellos serían también redactados gracias a la colaboración de usted. Quiero darle muy sinceramente las gracias".

Era la segunda vez que el Papa Benedicto me agradecía mi trabajo en la curia y era el único que lo hacía en casi nueve años. En ese momento, el arzobispo Gänswein le dijo, en tono de niño pequeño un día de cumpleaños: “Mire, Santo Padre, Monseñor nos ha traído un regalo". Entonces abrieron los dos con toda ilusión el paquete del apfelstrudel, celebrándolo mucho. Yo comprendía que no podía prolongarse más la visita. Y abriendo un pequeño maletín que llevaba lleno de medallas de San Miguel Arcángel, para que también sobre ellas recayese la bendición apostólica, dije al Papa: “Santo Padre, le suplico humildemente su bendición para mí y también para mis padres, que hoy cumplen 45 años de matrimonio". “Oh, sí, monseñor, mi bendición para toda su familia".

También me atreví a añadir que quería hacerle presente a todas las religiosas contemplativas que tanto me sostienen en mi sacerdocio y sostienen la Iglesia. “Todas me han dicho que les traiga su cariño y su oración". “Pues también para ellas mi bendición", repuso el Papa. Nos arrodillamos monseñor Gänswein y yo y Benedicto XVI nos bendijo. Volví a besar su anillo y él salió para subir en un pequeño cochecito que le conducía a la gruta de Lourdes, para rezar allí el rosario con su secretario. Yo entonces, con una profunda emoción religiosa en mi alma, salí de los jardines vaticanos. El día siguiente volaba a España. 

¿Hasta qué punto ha sido un trabajo laborioso seleccionar los 455 ángelus? 

No podría decir que ha sido la construcción de las pirámides de Egipto, pero sí que me ha supuesto varias horas, porque en muchas ocasiones en un solo Ángelus aparecían diversos temas. A veces lo más complicado de un libro es estructurarlo. Al menos yo, en casi todos mis libros rehago el índice decenas de veces durante la confección de la obra. En este caso ha sido aún más prolijo y enojoso el trabajo, puesto que me iban saliendo más y más temas sugerentes, inesperados y sabrosos. Tanto, que no podía yo desechar ninguno de ellos. Creo que son más los epígrafes que los Ángelus, hasta sumar casi 600 en el índice. Y esto hubiera sido algo pesado si no hubiese endulzado la labor el ir meditando y saboreando todos los temas en los que me iba adentrando. 

¿En qué medida estas homilías complementan y enriquecen sus encíclicas y exhortaciones, así como sus libros? 

Benedicto XVI es una mente privilegiada, creo que un superdotado de la naturaleza, enriquecido además por la gracia. Es por tanto una mente donde hay muchas ideas pero que, asemejándose a la Sabiduría divina, al final todo se reduce a una. Dios nuestro Señor tiene una sola idea: el Logos, su Verbo, su Palabra pronunciada eternamente y hecha carne en Jesucristo. 

En este sentido, la multitud oceánica de intuiciones, genialidades y pensamientos de Benedicto XVI, al final confluyen en uno solo: la primacía de Dios. Por eso lo que se encuentra en los ángelus es lo mismo de las homilías, encíclicas, cartas y exhortaciones apostólicas o de su libro Jesús de Nazaret, que ya escribió como Papa. Se me ocurre compararlo con un diamante de muchas facetas, cada una de las cuales, recibiendo el reverbero del sol, produce irisaciones de matices multicolores muy sugestivos. Pero el diamante es uno solo. Todas las bellezas y perfecciones que destella y relampaguea esa gema confluyen en la piedra preciosa que las produce. Al menos a mí me sirve esta imagen para entender la abundante producción de Benedicto XVI. 

Habla sobre el misterio de Dios, sobre Jesucristo, la Encarnación, la redención, la Virgen María. Es un maestro en la liturgia. Es profundo cuando toca temas de antropología o de moral, de filosofía de la historia o de cosmología. Es a veces sorprendente y siempre atractivo en la presentación de los santos. Es estimulante cuando habla de la familia, de los jóvenes, de las vocaciones. Es consolador cuando expone el misterio del sufrimiento o se dirige a los enfermos. Es tierno hablando de los niños. Pero la música de fondo es siempre la misma: Dios, Dios, Dios revelado en Jesucristo, el único salvador del mundo. Christus Dominus. Benedicto XVI no se detuvo mucho, aunque lo hizo alguna vez cuando tocaba hacerlo, en hablar de la ecología o de otros temas de actualidad. Efectivamente, habló de todo, pero haciéndonos elevar siempre el pensamiento al creador y redentor del mundo, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que desea que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Por eso los Ángelus y Regina Coeli de Benedicto son como teselas que forman el mosaico de su magisterio, tan pedagógico que hace fácil lo profundo y casi claro y transparente lo misterioso.

Es lógico que dividiese sus catequesis por temas. ¿Qué grandes bloques destacaría? 

A fuer de sincero e imparcial, yo destacaría todo. Hay platos para todos los gustos y para todas las situaciones de la vida. En sus Ángelus, el Papa se nos presenta dirigiéndose a los trabajadores, a los viajeros, a los que están de vacaciones, a los que pasan hambre, a los que sufren la guerra o soportan pacientemente la enfermedad, a los niños, a los sacerdotes, a los que necesitan un empujón para hacer una buena confesión, a los que deben espabilarse para no dejar de asistir a la misa dominical, a los que desean vivir una cuaresma penitente y sincera, a los que ponen el Belén en su hogar en la Navidad, a los que llevan flores a su mamá el día de la madre, a los que rezan por el Romano Pontífice el día de San Pedro y San Pablo…

Así podríamos seguir extendiéndonos en una lista interminable. Yo destacaría todos y cada uno de los temas. Pero repitiendo lo que ya he respondido en la pregunta anterior, destacaría a Jesucristo, no como tema en sí, sino como música de fondo de todos y cada uno de los temas, tras los cuales se puede percibir el plácido e imperturbable latido del Corazón de Jesús, que tanto ha amado a los hombres y que quiere hacernos gozar del Cielo junto a Él. 

¿Cómo le han enriquecido a usted estas enseñanzas y cómo pueden nutrir a sacerdotes consagrados? 

Debo decir que me ha avergonzado un poco escribir este libro, porque he caído en la cuenta de que yo no había ido aprovechando el magisterio del Papa sobre la marcha. Muchas veces decía: “Hoy no he asistido al Ángelus, ni lo he oído en Radio Vaticano; después lo haré". Y se me quedaba en el tintero ese Ángelus, como aquella homilía… aunque procuraba seguirlo casi todo y leía las encíclicas apenas aparecían, pero no iba estrictamente al día. 

Ahora, al elaborar este libro, he leído en su integridad y meditado, rumiándolas despaciosamente, todas las enseñanzas contenidas en estos Ángelus. Y pensaba, mientras lo hacía, que podría este libro ofrecer un gran servicio a muchos hermanos míos sacerdotes, en el mismo sentido en que me lo prestaba a mí, alimentando mi piedad, formando mi inteligencia, encendiendo mi voluntad en amor a Jesús y a la Iglesia, y ofreciéndome un rico y seguro venero de doctrina segura, para abrevarme yo en él y ofrecerla a los demás en mi predicación o escritos. 

En este sentido, también pensaba en los consagrados y seglares. Creo sinceramente que hoy hay un preocupante déficit de formación entre los católicos. Leen muy poco y están bombardeados por las modas del momento. Pero hay que despreciar las cisternas agrietadas que no pueden contener el agua e ir a beber a las fuentes de aguas vivas, que no se agotan nunca, porque nos ofrecen la verdad de Jesucristo, que es el mismo ayer y hoy y siempre. Por eso siempre tienen vigencia estas enseñanzas pontificias. Aunque muchos ángelus, en algunas de sus partes están provocados por las circunstancias históricas o situaciones del momento, estas son enfocadas por el Papa sub specie æternitatis, desde el prisma de la eternidad, con una mirada sobrenatural que trasciende el tiempo y el espacio. Por lo cual pienso que la doctrina que Benedicto XVI a lo largo de ocho años vertió en estas intervenciones dominicales conservará siempre su actualidad.

¿Qué supone que el libro lo haya prologado el Cardenal Müller?

Creo que es un aval muy importante para esta obra. En realidad no necesitaba ninguno, porque se avala por sí sola al tratarse de la doctrina de un Sumo Pontífice tan sabio y buen teólogo como Benedicto XVI. Yo tenía poco que añadir de mi cosecha, una vez hecho el trabajo no pequeño de selección, catalogación y ordenación de los temas. Pero añadí una introducción llena de cariño. Sin embargo, no me parecía suficiente. Deseaba yo enriquecer algo más este libro en cuya cuidada edición soñaba con entusiasmo, tal como ha resultado gracias a la editorial Homo Legens.

Entonces recordé la figura egregia del Cardenal Ludwig Müller, coetáneo y gran amigo del Papa Ratzinger y además editor de sus obras completas. Hacía algunos años había yo compartido indignamente palestra con el purpurado en unas conferencias en Sentmenat, Barcelona, con motivo de los 50 años de la fundación de la Unión Seglar por el padre José María Alba, S.J. En aquella ocasión comí con el Cardenal y tuvimos una interesante conversación sobre la situación de la Iglesia y nuestras aspiraciones de entregarnos y trabajar por ella. Este recuerdo afloró en mi mente. Entonces decidí escribirle y solicitarle el prólogo. Él accedió de inmediato y compuso una interesante pieza, muy digna de atención, que constituye una añadidura altamente honrosa a mi trabajo. Vaya desde aquí mi gratitud más sincera al valiente y enérgico, grande por fuera y por dentro, Cardenal Müller. 

¿En qué medida considera que León XIV tenga presente en su pontificado el legado de Benedicto al que tenía gran estima y admiración? 

Es algo que no puedo prever. No me atrevo a conjeturar ni aventurar el futuro; sólo puedo manejar los datos con los que ya contamos a pocos días de su elección como Sumo Pontífice. Debo decir que su primera homilía con los cardenales en la Capilla Sixtina a las pocas horas de su elección me sonó enteramente a Benedicto XVI. Para mí fue como respirar de nuevo, como recuperar aire puro y fresco. No solamente la estructura, el fondo y el contenido, sino hasta la misma belleza literaria de la forma y la originalidad de algunas imágenes me sorprendieron agradabilísimamente recordándome al Papa Ratzinger. También el telón de fondo de esta homilía era la primacía de Dios, Cristo como único Salvador. Yo capté como nervio del sermón que el neoarrianismo es el motivo del neopaganismo. No es éste el lugar de hacer un análisis de esa primera intervención pontificia, ya lo he realizado en otros foros, pero repito: me recordó mucho a Benedicto XVI. 

Pocos días después, en su primera audiencia del miércoles, dirigiéndose a los representantes de las liturgias orientales, el Papa León XIV tuvo unas interesantes palabras, agradeciendo a estos hermanos nuestros haber conservado sus ritos, lenguas, costumbres y tradiciones en la liturgia. Pareciera que en el fondo se lamentaba de que en nuestra liturgia latina no se hubiese hecho igual, respetando el latín o preservando la Misa tradicional como un tesoro de santidad. En este sentido, muchos esperamos que en el surco de Benedicto XVI, Su Santidad León XIV vuelva a liberar como es absolutamente razonable, teológico y eclesial, la Misa de todos los siglos y de todos los santos en la iglesia latina. 

Por último, el día 15 de mayo, justo a la semana de su elección, el Papa León XIV tuvo un encuentro con los Hermanos de las Escuelas cristianas de San Juan Bautista de la Salle. Les habló de los desafíos actuales, de la superficialidad, del individualismo, del aislacionismo en la relaciones, y señaló como causa la debilidad humana y social que produce el relativismo. ¡Otra vez volvió a sonarme a Benedicto XVI! 

Eran conceptos que desde hacía años muchos deseábamos volver a escuchar, y que me han llenado de ilusión y de gratitud para con el Romano Pontífice León XIV, cuya preciosa vida guarde Su Divina Majestad muchos años para bien de su Santa Iglesia. Amén, amén, amén.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Mary Poppins
Gracias por dar a conocer este libro, y a su autor. Realmente, los Angelus de Benedicto son un alimento inagotable para la vida espiritual, me agendo este libro para adquirirlo.
19/05/25 1:58 PM

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17.05.25

La masonería ha logrado que se retiren las sotanas y hábitos religiosos de la gran mayoría de colegios

Aquel dicho masónico (camuflado de democracia) que decía: ¡RETIRAR LAS SOTANAS DE LAS CALLES!, ahora, grita desde las logias: ¡RETIRAR LAS SOTANAS Y LOS HÁBITOS RELIGIOSOS DE LOS COLEGIOS! (Dios nos libre, y el hombre ponga remedio, de que el siguiente paso sea: ¡DESTRUIR TODOS LOS COLEGIOS CATÓLICOS! Si España se hunde en la más infame miseria moral, reflexiona: ¿QUE ESTOY HACIENDO YO PARA QUE ESTO NO OCURRA? ¿PARTICIPO DE ESTA INMUNDICIA MORAL, RELATIVISTA, LIBERAL Y PROGRESISTA? ¿SOY CAPAZ DE SACRIFICARME PARA EVITAR QUE ESTA PESTE IMPREGNE MI VIDA, A MIS HIJOS, A MI FAMILIA, A MI PATRIA? ¿QUÉ ESTOY HACIENDO, YO RELIGIOSO O SACERDOTE, CON LA ENSEÑANZA EN MI COLEGIO? ¿VIVO Y ENSEÑO LA DOCTRINA CATÓLICA O BIEN LA LLENO O REBOZO DE AMBIGÜEDADES RELATIVISTAS? Es una realidad que los enemigos de la Iglesia (Masonería) han pugnado contra la enseñanza católica en España, subvirtiendo astutamente los criterios de educación. La influencia masónica de la EDUCACIÓN LAICA en colegios públicos se ha visto influenciada, cuando no impuesta, en muchos de los llamados COLEGIOS CATÓLICOS en muchos aspectos y directrices. Esta situación dramática se ha de corregir, no sólo por el bien de nuestros alumnos, sino por el bien de nuestra patria, España.

10 comentarios

  
Urbel
Mi experiencia personal: yo entré en 1968 en un colegio religioso donde todavía me recibió un venerable sacerdote en sotana, que había sido profesor de mi padre; y salí en 1978 de ese mismo colegio arrasado por la revolución posconciliar, donde la guía era el catecismo holandés y las misas se habían convertido en asambleas desacralizadas.

Después escondieron la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Lo cual hizo llorar desconsoladamente a un anciano religioso, que profetizó que en adelante no saldría ninguna vocación sacerdotal ni religiosa de ese colegio.
17/05/25 10:13 AM
  
Ada, aka Sonia S
Hola ....

Buffff,

madre mía, en iC siempre me sorprende la inquina hacía los masones ... me pregunto cuantos masones deben haber en España ...

Bien, ante esta incendiaria entrada (que parece que si un día los anti-masones tuvieran algún poder los enviarían al paredón) he consultado las webs españolas de masones (no sé cuantas hay); en las que he visitado (www.logiasietedeabril.org) y la que parece principal (/gle.org) desde luego no figura el tan ardiente lema que abre el post.

Me he tomado libertad (supongo que con permiso, dado que su blog, Sr. Navascués es público) de enviar email a esas páginas para corroborar si el slogan es cierto o no. No sé si responderán.

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Me parece que el titular de esta entrada no está ajustado a la realidad, no quiero pensar que haya mala voluntad; el Estado es aconfesional y los símbolos religiosos ni sobran ni faltan en la educación pública, y ya que estamos, mi parecer es que en ella tan solo debería impartirse formación científica y humanística,la religión pertenece al ámbito privado, no al currículo de una educación pública.

Otra cosa, me parece obvio, son los colegios religiosos. Los padres son quienes deben decidir sobre la educación de los hijos. En todo caso, ahí no entro. Si un colegio es confesional, los responsables -únicos- de la supresión de crucifijos y sotanas son los directivos. Nadie más.

Yo no soy en absoluto hostil al catolicismo, pero esta entrada me parece poco afortunada.

(por no decir que -casi- destila aversión).

Saludo,
17/05/25 3:30 PM
  
Ada, aka Sonia S
Por cierto, Sr. Navascués, en una de las ilustraciones de la entrada aparece J.A.

(José Antonio Primo de Rivera) y la otra imagen, a F. Franco.

Bueno, supongo que la ilustración evoca a los años 40 y una imagen del Jefe del Estado es preceptiva (como ahora la del rey, aunque fastidie a muchos republicanos :D)

(a partir de mediados de los 50s tras la 'liberalización' del régimen franquista la efigie de J. A. ya no se prodiga tanto públicamente)

(y a mi, particularmente, tras haber estudiado su figura, tengo mucha simpatía por J.A.)

-------------------------
Una consideración personal, D. Javier, con franqueza eh; siendo vd. tan patriota no entiendo como se presenta como speaker; a mi me 'chirria'. (y eso que tengo 'sangre' escocesa en las venas :D). Puede consignar #locutor# o mejor incluso #comunicador#.

No se lo tome a mal, eh, pero es que ... eso, chirría.

Saludo :D
17/05/25 3:44 PM
  
Masivo
Lo importante es que los alumnos reciban la educación moral que hayan decidido sus padres o tutores, que es a quienes corresponde esa decisión.
17/05/25 4:16 PM
  
Emiliano
Anunciar el Ecangelio para alcanzar el Reino de los Cielos poco tiene que ver con alcanzar los reinos de la Tierra con universidades, colegios, cátedras y dinero. Hacerse como niños es olvidar todo lo aprendido.Algo ha fallado para que la Fe haya caído !
18/05/25 10:01 AM
  
hermon
Hay quien afirma que “la masonería ha logrado que se retiren las sotanas y hábitos religiosos de la gran mayoría de colegios”. Sin embargo, conviene matizar este tipo de afirmaciones para no caer en simplificaciones. Atribuirlo todo a un enemigo externo puede sonar contundente, pero rara vez ayuda a comprender las raíces espirituales y reales del problema.

La doctrina cristiana nos recuerda que el mal no tiene sustancia propia; es ausencia de bien. Y muchas de las deformaciones visibles —incluidas las provocaciones del satanismo con sus estrafalarias “liturgias” y vestimentas grotescas, o las reuniones masónicas con su estética pomposa y vacía— no surgen de la nada. En muchos casos, son el fruto o el reflejo permitido por Dios de nuestras propias infidelidades, tibiezas y pecados no confesados. Un pecado culpable de mala formación doctrinal de quin pontifica de esa manera es paradógicamente causa real de que la masonería se siga extendiendo.

A menudo nos escandalizamos con lo que hace el enemigo, pero olvidamos que la vanidad, el respeto humano, la falta de celo, la mundanidad y el abandono de las formas visibles del testimonio cristiano (como el hábito o la sotana), no fueron el primer ataque externo, sino un lento desgaste interior. Y es precisamente cuando la luz se apaga dentro, que la oscuridad empieza a ocupar el espacio, incluso en formas visibles como el feísmo en el arte sagrado, la banalización del culto o la pérdida del sentido de lo sagrado.

Además, hay un riesgo aún más profundo: caer en una mentalidad gnóstica sin darnos cuenta, dividiendo el mundo en dos bloques rígidos —los “puros” y los “corrompidos”, los “buenos” y los “malos”— como si el mal solo habitara en "los otros". Esta visión no solo es espiritualmente peligrosa, sino contraria al Evangelio, que nos llama a la conversión constante, no a señalar con el dedo. La mayor trampa del demonio no es vestirse de rojo y negro, sino convencernos de que el problema está siempre fuera de nosotros, y nunca en el propio corazón.

Por eso, más que repetir nombres de logias o escandalizarnos con símbolos, lo urgente es convertirnos y recuperar la belleza de la fe vivida con coherencia, humildad y claridad. Solo así podremos resistir las deformaciones del mundo sin caer nosotros en caricaturas o falsas seguridades.
18/05/25 11:31 AM
  
LJ
Los colegios católicos no son más católicos. En ppio se avinieron a los gobiernos por plata, aceptando plata. Luego les impusieron materiales de estudio aberrantes.
Si quieren ser católicos que rechacen subsidios de gente que aprueba el aborto, la lgbh, etc. Tanto del gobierno como de los órganos de introducción en la masonería, rotary, club de leones, etc.
18/05/25 1:16 PM
  
Maximiliano
MUY BUENO!

18/05/25 2:17 PM
  
Rafaelus
Muchos católicos también han sido masones y muy conservadores en moral, tanto que también se autodefinen tradicionalistas y reprenden a quienes presumen que son modernistas con el típico señalamiento: "tú no eres católico", y después van a sesión de logia.
18/05/25 5:12 PM
  
Marta de Jesús
Quisiera comentar a colación del comentario de hermon. Hace unos 15 años Dios me dio la gran lección de mi vida. Y hace unas semanas la segunda gran lección. En la primera Dios me puso ante mi gran necesidad de purificación. Este año ante la realidad de que la conversión es un camino que tras su inicio debe continuarse toda la vida. No fueron las únicas lecciones, por supuesto, pero sí las más importantes y fructíferas.

No se trata de los buenos y los malos, como si no fuéramos todos pe(s)cadores. Ojo, pecadores y pescadores, porque cada uno tira(pesca) para su lado. Pero no podéis negar las dos ciudades, que van por direcciones opuestas, o acabareis todos en la de los hombres. Siempre hilando fino. Siempre entre dos contrapesos. Los "corrompidos" de hermon, aunque se pretenda negar su existencia, son los orgullosamente conscientes de ello, sin arrepentimiento y sin anhelo de conversión. Con ansia de arrastrar a otros. Eso al menos de momento. Sus vidas no tienen por qué terminar así. Hemos de ser portadores de Fe y Esperanza, a través de la Caridad. Como mínimo son los que viven en el lodazal del pecado en la ignorancia más absoluta. Con todas las justificaciones a su alcance. Los demás entoces, ¿son perfectos? No, obviamente. Pero no quieren el pecado, no lo justifican, sienten verdadero dolor y propósito por y tras sus caídas, y por ello, según avanzan en su camino espiritual, suelen pecar menos y de pecados menos graves. El dejar de pescar ha llevado a un aumento de la pesca del Malo. Eso hoy en día se niega, al acusar al proselitismo de intolerable. ¡Pues es lo que hacen los contrarios! Por lo tanto, caer en una especie de luteranismo, o peor, de neopaganismo, para no caer en el gnosticismo, es ir al otro extremo. El #obligados a pecar fuertemente# de nuestra época, es mucho más habitual que lo de buenos y malos. Yo me crié en el "to er mundo è güeno". No pasa nada. A vivir la vida que son dos días... Luego resultó falso, asfixiante, carente de sentido, y aparecieron claramente las dos ciudades, aunque siempre habían estado ahí, y por supuesto los intolerantes obligadores de vidas de pecado. Mantener la balanza equilibrada. Imposible para nosotros. Posible para Dios.
Personalmente no me parece tanta simplificación. Los enemigos de la Iglesia Católica (de Cristo), aprovecharon la crisis de Fe, trazaron unos objetivos claros y se pusieron manos a la obra. A la vista está que ése en concreto de los hábitos y otras muchas cosas, las consiguieron. #Destruir a la Iglesia, gracias a Dios, no#. Nunca lo conseguirán. Promesa de Dios. No se puede negar una cosa ni la otra. Pues entonces estaríamos siendo también simplistas, como lo que se critica. Nuestra conversión, que nadie niega tenga que producirse, mantenerse y perseverar hasta el final, la vivimos en contraste con quienes quieren alejarnos de ese camino, que es El Camino, la Verdad y la Vida; es decir, Cristo y nadie más.

Por qué nos tiran piedras los nuevos fariseos, los que tan misericordiosos se creen, pero no lo son, ante la flagrante falta de justicia? Porque niegan que todos seamos pecadores. Quienes no niegan eso, niegan que la corrupción sea parcial y no definitoria ni definitiva. Entonces, si pecamos, si nos pasa lo mismo, dan por hecho que hemos de ser suyos. Pues no. Yerran. Somos de Dios, e inquietos estamos hasta que descansemos en Él. Esto último en memoria de San Agustín y en honor a nuestro Papa actual. Dios le guíe y así pueda ser un gran pastor.
18/05/25 6:31 PM

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16.05.25

El doctor Martín Olivera Ravasi nos habla de su militancia a favor de la vida y la familia

Martín Olivera Ravasi. 49 años. Casado hace 22 años 3 hijos. Católico practicante y médico de profesión. Tiene varias especialidades: Ginecología, Obstetricia, Ecografía, Medicina Materno Fetal (Universidad de Barcelona) y Medicina Reproductiva. Fundador en 2021 del Partido provida NOS en la ciudad de San Luis, Argentina.

¿Cómo nació su inquietud por la Medicina?

La posibilidad de ayudar al otro siempre me interesó y por ello estaba dudando entre la Educación y la Medicina. Al final en el último año del secundario, debido a una lesión muscular, acudí más seguido al médico y eso inclinó la balanza hacia las ciencias de la salud.

¿Por qué decidió especializarse en Ginecología?

Daba clases en el Colegio secundario Darío de mujeres como docente Bilingüe de Biology. Mi relación con las mujeres era muy buena y además la ginecología es una especialidad que mezcla cirugía y clínica en la atención.

Y más aún siguió su especialización en Medicina Materno Fetal y reproductiva…

Los chicos me gustan y el ayudar a que nazcan, cuando la madre tiene problemas para gestar o si el embarazo trae alguna complicación, representa un gran desafío a sortear que pocas personas quieren tomar.

Por cierto es una aberración llamar al aborto salud reproductiva…

Es un eufemismo diría yo. Matar a alguien NO está dentro de los principios del juramento hipocrático. Es de no creer.

¿Ha tenido problemas en su profesión por defender la vida?

Sí. En las marchas pro aborto han pintado más de 4 veces el Sanatorio Rivadavia en San Luis, donde hago cirugías y partos. Debieron colocar chapones con la policía. Se metían adentro a tirar huevos.

¿Cómo valora el heroísmo de los que han renunciado a su trabajo antes de colaborar en un aborto?

Es súper valioso. Aunque no es frecuente en Argentina. Se ha generado mucho miedo en las personas cuyos puestos de trabajo dependen de los hospitales públicos.

¿Cómo se involucró en Actúa Familia y qué actividades ha hecho?

Empezaron a contactarme de esta asociación y de diferentes grupos Provida para que hiciera ecografías a mamás con dudas sobre seguir adelante con su embarazo. De ahí, me sumé a las marchas Provida, y después de ellas propuse hacer ecografías a embarazadas en vivo en una plaza para que todo el mundo viera la maravilla de un bebé en el útero.

¿Por qué decidió fundar NOS y que principios defiende además de la vida?

Porque ningún político se la jugó abiertamente por la Vida. NOS es un partido que la tiene como base fundamental, al igual que la familia, la libertad y la honestidad. Y vamos creciendo de a poco aunque cueste bastante hacerlo.

¿Qué expectativas tiene de cara a las elecciones generales?

Aumentar la cantidad de votos y que en algún momento, eso permita hacer desde adentro lío del bueno. Tiene que ser alguien honesto y comprometido de verdad con la Vida, que no le deba favores a los poderosos.

Por Javier Navascués

11 comentarios

  
Marta de Jesús
Hay eufemismos y eufemismos. Un eufemismo aberrante. Un pecado grave disfrazado de bueno. Estamos hablando de vidas humanas, criaturas de Dios, no de cosas menores. Una termina muerta físicamente, el hijo; la otra, la madre, como mínimo, espiritualmente, a quien habrá luego que rescatar. Hay iniciativas maravillosas que se dedican a ello. Personas que tras haber caído en esas tentaciones abortistas han sido rescatadas.
Dios nos dejó clara la balanza. Pero cómo nos cuesta que no caiga de un lado o del otro. Ni aplaudir/fomentar pecados ni machacar pecadores (¡rescatarlos!).

Ánimo al doctor por su vocación. Dios le guíe.
16/05/25 10:38 AM
  
Maximiliano
Pertenezco a una Familia muy amplia con varios médicos, y jamás salió de sus almas la admisión del aborto como solución médica. Por ello, hay pocos médicos que practican el aborto, ya que no entra dentro del juramento Hipocrático. El médico está para curar, aliviar enfermedades, pero " jamás" para matar. Otra vez, tengo que recordar al Dr. García Cuenllas, con más de 30.000 partos en Hospitales y Sanatorios, de gran competencia y serenidad, el cual me dijo en una ocasión " que nunca había admitido el practicar un aborto, porque no quería esa carga en su alma ".Ya falleció, Dios lo haya recibido prontamente en el Cielo.
16/05/25 12:05 PM
  
Flamen Dialis
A mí un ya fallecido (qepd) expresidente de Colegio de médicos provincial me calificó de antigualla el juramento hipocratico.

Así están las cosas y con estos mimbres debemos de fabricar las cestas.

Ps. El juramento hipocrático, una de las pocas instituciones del mundo pagano donde se ve la mano del Dios amoroso cuidando a todos su hijos.

En fin...
16/05/25 12:26 PM
  
anawim
El aborto nunca está justificado.

1-"La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana".

2- “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae” (CIC can. 1398)

“de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito” (CIC can. 1314), en las condiciones previstas por el Derecho (cf CIC can. 1323-1324).

lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad. CEC 2272.

Personalmente pienso que no ha existido ni existirá nada más salvaje, criminal, y aberrante, que la locura del aborto.
16/05/25 4:30 PM
  
anawim
Hace unos 25 años, aproximadamente, no lo recuerdo bien, mis amigos al terminar la carrera de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, tenían que firmar el Juramento Hipocrático antes de recibir el título.

Hoy en día cualquier animal por primigenio que sea en la escala evolutiva tiene más derechos que un no nacido, que dicho sea de paso, fuera de la Iglesia no tiene ningún derecho.

La eutanasia en humanos está permitida, pero mucho cuidado en poner una sedación letal a un animal cuando es evidente que se está muriendo, sino está justificado con varias pruebas analíticas y de diagnóstico que justifiquen de manera fehaciente la sedación letal. Así andamos....
16/05/25 4:44 PM
  
María de África
Han cambiado el Juramento Hipocrático y ya no lo conoce ni Hipócrates, que decía: "lo primero no dañar".
16/05/25 5:42 PM
  
angeles wernicke
Ojalá su partido político estuviera disponible en Buenos Aires! El PRO, partido político que votaría, tiene a la candidata más abortista... No puedo votar a su partido. Dios bendiga a este médico y que obtenga muchos votos! Sé que muchas personas están en la misma disyuntiva que yo en las próximas elecciones.
16/05/25 7:46 PM
  
enrique Cheli Pedraza
Rogamos , Oramos e Imploramos para que los cristianos nos informemos adecuadamente q el procedimiento de la " fecundación in vitro" conlleva diversos efectos negativos, además de ser un método eugenésico, debido a la selección de embriones, lo, q, significa matarles, sin olvidar q esta tecnología es un jugoso negocio , concluyendo, q, una sociedad q irrespeta la vida humana en su fase embrionaria, tampoco, le importará matar a través del aborto a un ser, aun no salido del vientre de la madre. para que los cristianos, católicos y creyentes en tiempo de elecciones , apoyemos a los candidatos ,q, defienden la vida desde la concepción hasta la muerte natural, estando a favor de la vida y del primero de los derechos del ser humano a nacer y de la maternidad. para que tengamos presente al votar por un candidato, si está acorde con los principios de la ética, la moral católica y la Doctrina Social de la Iglesia. para que nos opongamos inteligente, crítica y científicamente a quienes política, legisladora y congresalmente promueven el negocio del aborto provocado, presentado, falazmente como una cuestión de salud pública como ocurrió en la ex abortífera Argenzuela 2 peronista, kirchnerista y fernandista votados por mas de un interreligiosos q se dicen cristianos, católicos y creyentes . para q los educadores, familias y lideres, seamos asistidos por el Espíritu Santo, a fin de advertir q mas de uno de los Proyectos de Cambio Cultural para el siglo 21 de los denominados" progresistas" vienen de las Naciones Unidas y las organizaciones satélites de la misma, pretendiendo cambiar los paradigmas del Orden Natural, alterando los auténticos derechos humanos, siendo violadores del derecho natural, especialmente el derecho a nacer. para que tomemos conciencia, estudiemos y colaboremos en hacer circular información q esta conspiración global internacional, procede de los Centros de Poder político mundial, financiados por el poder económico, con lo ,q, se está ejerciendo un nuevo colonialismo, sobre la condición humana a través del Nuevo Orden Mundial Al evocar la advertencia de san Pío de Pietelcina :Cuando veas un alma q anuncia el aborto como un acto benigno, sabrás q en ella reina el príncipe de las tinieblas y q está en peligro de muerte eterna. ¡Ay, de nosotros, si consentimos con ese miserable y mortal pecado! No osemos tomar el lugar del Creador y no permitamos q ningún hombre lo haga. Y no seamos cómplices de este crimen maldito por culpa de nuestro silencio o nuestra tibieza.” Ante tanta confusión, esperamos, q, los q se dicen defensores de los Derechos Humanos, colaboren en la difusión de información en Pro de la Vida a fin, q, mas jóvenes, educadores y lideres sociales se informen, para despertar la conciencia del mundo, sobre el abominable crimen, homicidio y asesinato de la internacional de la industria del aborto, considerado el mayor de los filicidios, genocidios y holocaustos de la humanidad. Preguntándonos ¿Como pueden afirmar muchos políticos ,q, están a favor de "los Derechos Humanos" incluyendo a los profesionales de la salud, q, irrespetan el juramento hipocratico y no defienden el derecho a nacer de víctimas, q, son matadas sin ninguna misericordia, y, q, no tienen voz para protestar ?
16/05/25 10:26 PM
  
maru
Por su apellido, este doctor debe ser hermano del P. Javier Olivera Ravasi.
Pues si matar a una persona no entra dentro del juramento hipocrático, apaga y vámonos, qué podemos esperar?
18/05/25 3:31 PM
  
Ines (Argentina)
Como la mayoría de los lectores de Infocatolica no son argentinos, quería aclarar que el fundado del Partido NOS es el militar y ex combatiente de Malvinas Juan José Gomez Centurion. Hoy su partido lleva otro nombre, pero los valores son los mismos. Le deseo mucho éxito al Dr. Olivera Ravasi, pero me llama la atención que ni siquiera se lo nombre en la nota a Gomez Centurión, un verdadero defensor de la vida y la familia, y un gran luchador contra el aborto. Con esos valores fundó el Partido.
19/05/25 7:24 PM
  
Esquenoni Araceli
Soy paciente del Dr. Olivera, el me acompaño durante el embarazo y parto de mis dos hijos Felipe y Fatima. Excelente profesional y persona.
27/05/25 1:04 AM

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