29.06.23

Barraycoa: “No soy de partidos políticos, tras unos ciclos vienen otros y no se avanza hacia ningún lado”

Este viernes 30 de junio y el sábado 1 de julio, tendrá lugar el IX Congreso de Catalanidad Hispánica, bajo el título “La Cataluña olvidada: su españolidad en los siglos XIX y XX”. Entrevistamos a Javier Barraycoa, presidente de Somatemps, entidad organizadora de este ya tradicional encuentro de patriotismo español en Cataluña.

Son nueve congresos ya, ¿cómo lo valora?

Para los tiempos que corren una heroicidad. Los medios son mínimos y la constancia de nueve años y otro de Covid por medio, ha demostrado que Somatemps es una entidad fuerte que tiene mucho que aportar en la comprensión de los errores del nacionalismo, su mitificación y, lo más importante, aportar una idea fuerte de la Cataluña hispana, ante la que los independentistas deben callar.

¿Por qué este año lo dedican a los siglos XIX y XX?

Como se puede comprobar en el programa examinaremos dos de lo siglos en los que más floreció el sentimiento patriótico español en Cataluña. Esta evidencia el nacionalismo tiene que ocultarla, pues sino su relato dejaría de funcionar. Estos siglos, especialmente el XIX han sido llamados los de la “españolísima Cataluña”.

¿Desde que enfoque se tocará este tema troncal?

Vamos a contar con excelentes investigadores que nos hablarán de la cuba española defendida por catalanes, todos los movimientos de un patriotismo tradicional que salpicaron el siglo XIX, se demostrará cómo Companys arruinó Cataluña llevándola a uno de los períodos más terroríficos (en sentido literal) de su historia. También se recordarán a todos aquellos catalanes que antes, durante y tras la guerra civil estuvieron luchando por una España nacional, que no nacionalista.

O sea, que siguen en su línea de desmitificar el nacionalismo.

Pues sí, una de las últimas ponencias estará dedicada a deshacer la falacia del relato de la Renaixença. Llevamos un siglo tragando esquemas mentales absolutamente falsos.

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28.06.23

Concepción Hoyos habla de su libro Dios bendiga esta casa, compendio de la Teología del hogar

Concepción Hoyos Barceló (Chiti) es Licenciada en Derecho por la UNED, tiulada por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma en los estudios de Máster en Ciencias de Matrimonio y familia del Instituto Pontificio Teológico Juan Pablo II y Experta en Afectividad y sexualidad por la Universidad Francisco de Vitoria. (Madrid). Es esposa y madre de ocho hijos (y dos más en el cielo). Ejerce su apostolado en redes bajo el pseudónimo de La samaritana (@Damihibibere) dando testimonio de su fe católica a través de la belleza, la esperanza y el sentido del humor.)


¿Por qué decidió escribir un libro que compendia la Teología del hogar?

Bueno, en realidad no fue iniciativa mía. Yo empecé a hablar en redes sociales sobre lo que iba aprendiendo de la teología del hogar y varias personas me empezaron a animar a escribir. Fué a través de ellas como se puso en contacto conmigo la editorial Nueva Eva y hablamos de que podía ser un buen proyecto. Luego ya fue un recopilar de varias fuentes y aportar lo que yo misma estaba experimentando en mi hogar, lo que decía la Iglesia, la sagrada escritura, los santos, etc, y también lo que meditaba en la oración. Es un libro muy rezado.

Sin duda una Teología poco conocida aún en España…¿Qué autoras le introdujeron en este tema?

El término “Teología del hogar” lo acuñaron Carrie Gress y Noelle Mering, dos madres de familia numerosa americanas. Carrie es filósofa y explica de maravilla el anhelo que toda persona tiene por el hogar (algo que entra de lleno en el campo de la metafísica) y Noelle es miembro del Centro de Políticas Públicas y Ética en Washington. La ética en el hogar se desarrolla sobre todo con la hospitalidad. La Madre Teresa lo consideraba primordial: “Si quieres cambiar el mundo, ve a casa y ama a tu familia"; la teología del hogar añadiría: …"y después abre las puertas y deja que el mundo vea ese amor".

Dicen las autoras que puede que nos sea difícil llevar a la gente a una iglesia, pero es muchísimo más fácil meterles en tu cocina. Y la cocina evangeliza.

De hecho yo llegué a la teología del hogar a través de Emily Simpson Chapman, autora del libro “la mesa católica “que desarrolla una auténtica teología de la comida, algo que no debe nunca faltar en un hogar católico.

Se empezó a interesar a través de la comida…en los pucheros también está Dios, en frase teresiana…

Eso es. Dice San Pablo: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". (1 Cor 10,31)”.

Esto no se refiere sólo a tener buenos modales en la mesa. También es la actitud con la que comemos, el amor que ponemos al cocinar y el servicio que prestamos a los que se sientan con nosotros a comer.

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27.06.23

El P. Aguilar, Deán del Cabildo Metropolitano, analiza la Coronación canónica de la Virgen del Pilar en 1905

P. Joaquín Aguilar Balaguer. Nació en Maella (Zaragoza) el 30 de noviembre de 1948. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el día 13 de octubre de 1973. Este año celebrará sus Bodas de Oro Sacerdotales.

Fue párroco de las parroquias rurales de Almonacid de la Sierra y de Cosuenda; después lo fue de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en la ciudad de Zaragoza. En 1990 fue nombrado Vicario Episcopal de media zona rural de la Diócesis de Zaragoza. Desde 2006 es el Canciller Secretario General de la Diócesis. En 2005 fue nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana y, desde 2019, Deán Presidente del Excmo. Cabildo Metropolitano.

¿Qué se entiende por coronación canónica de una imagen?

La coronación canónica de las imágenes de la Bienaventurada Virgen María es una de las formas más solemnes y peculiares –además de extraordinaria y excepcional– del culto a la Madre del Señor. Las primeras coronaciones canónicas se remontan al siglo XVII, y no fueron incorporadas definitivamente al conjunto de las celebraciones litúrgicas católicas hasta el siglo XIX.

Hay dos tipos de coronaciones: las pontificias y las diocesanas, dependiendo de la instancia o la autoridad eclesiástica que la concede. Cuando es el Papa el que concede la coronación canónica esta se llama coronación canónica pontificia. Así fue la coronación de la imagen de la Virgen del Pilar el 20 de mayo de 1905. Si es el obispo el que concede la coronación, se llama coronación canónica diocesana.

Todos sabemos que una corona dice relación con la realeza, y el hecho de coronar tiene que ver con la proclamación de un rey o de una reina. En el caso de la Virgen, la coronación de una imagen suya es el reconocimiento de su realeza: así la proclamamos en el 5º misterio glorioso del Santo Rosario –“La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado”– y en las 13 últimas letanías del Santo Rosario –“Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas…”–.

A las imágenes de la Virgen se las corona no para que sea Reina sino porque es Reina.

¿Qué supuso la coronación canónica de la Virgen del Pilar en el año1905?

En primer lugar, supuso una gran movilización, que tuvo como resultado la aportación de joyas y metales preciosos provenientes de toda España: alianzas, broches pulseras, pendientes, relojes, etc.

En segundo lugar, una gran preparación espiritual de los católicos zaragozanos para tan gran acontecimiento.

Y, en tercer lugar, la coronación supuso el comienzo del auge esplendoroso de la devoción a la Virgen del Pilar que ha caracterizado, de un modo destacado, la espiritualidad pilarista a lo largo del siglo XX y comienzo del XXI.

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26.06.23

Dios actúa con fuerza hoy y aplasta las miserias nihilistas. Me ha impactado leer Misión de audaces

He de reconocer que hacía mucho tiempo que un libro no me impactaba tanto como Misión de audaces de Óscar Rivas, excelsa recopilación de testimonios apasionantes en torno a los colegios Juan Pablo II de la Fundación Educatio Servanda.

Nueve testimonios vibrantes, de alto voltaje emotivo, en donde el barro del que estamos hecho se transforma en fuego del espíritu gracias al alfarero divino.

Vivencias vitales que enganchan desde el primer momento y hacen que te metas de lleno en la piel de cada protagonista. Me gusta la sencillez y a la vez profundidad con la que los personajes van contando su historia, casi siempre dramática, pero con un final rebosante de esperanza. Me fascina como los va guiando Óscar, con guante de seda y mano de hierro. Se percibe a raudales como ha cincelado a conciencia cada testimonio, todos ellos seleccionados con paciencia de orfebre y con una profunda implicación personal.

Esencialmente el recorrido es siempre el mismo, un damasco pedregoso, un desierto de desolación, que desemboca en tierra fértil de promisión. Aunque lo atrayente al paladar del alma es que es guisado de diferente manera cada vez. 9 platos exquisitos, aderezados con el buen gusto del que cocina con amor e ingenio.

La enseñanza es clara, la densa tiniebla que es vivir alejado de Dios y cómo la apertura a la gracia, a la conversión, va inundando de haces lumínicos la existencia más gris o más negra, que se difumina como azucarillo en las neblinosas galerías del pasado.

Desde el pozo sin fondo que es el egoísmo y la desesperación humana se divisa en lontananza un caleidoscopio multicolor de profunda felicidad, antesala del paraíso. Son 9 historias de superación, pero de superación a lo divino, sin caer en voluntarismo, con la cooperación necesaria que requiere la irrupción torrencial de la gracia.

Un libro que te hace comprender en profundidad la maldad intrínseca del pecado, lo frágil que es la naturaleza caída y que todos podemos sucumbir ante las mismas o parecidas miserias. Pero a la vez, una vez tocamos fondo, siempre tenemos la oportunidad de volver al buen camino. Con la humildad y la ayuda de Dios, querer es poder. No suele ser sencillo y a veces es lento el proceso de ordenar de nuevo una vida extremadamente calamitosa, pero Dios siempre pone a personas providenciales en el camino, como el P. Ángel Villaplana, que al igual que el Cura de Ars, nos va mostrando poco a poco el camino del Cielo.

Un libro muy edificante y esperanzador para estos tiempos convulsos y un ejemplo eximio de colegios católicos, que no solo transforman la vida de los alumnos sino de toda la familia.

Por Javier Navascués

23.06.23

Misión de audaces, vibrantes testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II

Entrevistamos a Óscar Rivas, autor del libro y Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Educatio Servanda.

«Dios es la caña. No exagero, de verdad que es la caña. Tú te propones llevar a cabo un proyecto y cuando quieres darte cuenta Él ya te ha sumergido en otro que nada tiene que ver con tu idea original. Ha cambiado por completo tu hoja de ruta, y ni siquiera has sido consciente de ello. Y en el caso de que lo seas, no quieres evitarlo. ¿Por qué? Porque Él conoce mejor que tú lo que es bueno para ti. Si sabes de qué hablo, no te costará entenderme. Pues bien, así surgió este libro». De este modo comienza su introducción Óscar Rivas en esta obra que recoge testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II.

Testimonios de vida y de conversión, donde sonrisas y lágrimas se alternan casi sin quererlo. Vidas reales con nombres reales que despiertan ternura, afecto y compasión. Imposible no emocionarse con ellas.

¿Por qué el título Misión de audaces?

Bueno, creo que en cuanto te adentras en su lectura, enseguida comprendes el sentido del título. Los protagonistas desnudan sus vidas. A través de sus testimonios nos abren su corazón. Lo ponen sobre la mesa y nos lo entregan para que entendamos que cuando el Señor entra en nuestra vida la cambia por completo. Y además no se ocultan detrás de un pseudónimo —lo cual sería legítimo— sino que ponen nombres y apellidos. Hay que ser muy audaz para obrar así. Ellos lo son. Es un libro escrito, no solo a pecho descubierto, sino a corazón abierto.

¿Por qué misión?

Porque cuando conocen al Señor se dan cuenta de que no pueden permanecer ajenos a ese tesoro que acaban de recibir. No pueden fingir que no ha ocurrido nada. De hecho, no quieren hacerlo. A partir de ese instante, sienten la necesidad de dar a conocer la Buena Nueva; el deber de comunicar que Él está vivo, de explicarnos que lo único que tenemos que hacer es ir a su encuentro, pues Él nos espera con los brazos abiertos. En un mundo tan ajeno a Dios como el que vivimos, la suya es una misión solo apta para audaces. “Él espera que haga lo que estoy haciendo –nos dice Eugenio, uno de los testimonios– que cuente que le conozco… que cuente que soy su amigo”. Sus testimonios alientan nuestra esperanza.

¿Por qué decidió escribirlo?

Eso es lo más curioso, que cada vez tengo más claro que no fui yo quien lo decidió. Lo explico en el prólogo. Una mañana fui a hablar con Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda, para proponerle un proyecto sobre educación. Fue entonces cuando me asaltó la idea de escribir un libro que explicara lo que sucede en el día a día de Educatio Servanda, en el día a día de los colegios Juan Pablo II: hijos que evangelizan a los padres, padres que hacen la primera Comunión junto a sus hijos, que se bautizan, o que se confirman con los alumnos, familias rotas que se recomponen cuando Dios hace acto de presencia en el hogar… Es que es una pasada, de verdad. Hasta aquella mañana ni se me había pasado por la cabeza. Luego, antes de emprender el proyecto hubo que encomendarlo, queríamos tener la certeza de que hacíamos lo correcto.

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