La esclava indomable, la santa sudanesa Josefina Bakhita

¡Oh, Señor, si pudiese volar allí, cerca de mis parientes y predicar a todos, a grandes voces, tu bondad! ¡Oh, cuántas almas serían atraídas a Ti! En primer lugar mi madre y mi padre, mis hermanos, mi hermana aún esclava… todos, todos los pobres negros de África; ¡haz, Jesús, que ellos también te conozcan y te amen! Estos grandes deseos de Bakhita se asemejan, según Hervé Roullet, autor del libro, a los anhelos misioneros de santa Teresita cuando se dirigía al abbé Maurice Bellière, unos dos meses después de esta oración de Josefina: «Ya no habrá clausura, ni rejas, y mi alma podrá volar contigo a las lejanas misiones. Nuestros cometidos serán los mismos, para ti las almas apostólicas, para mí la oración y el amor» (p.105)

En efecto, la vida de esta muchacha sudanesa (1869-1947) es un canto al amor de Dios, en medio de una infancia llena de sufrimientos. Secuestrada y vendida como esclava será maltratada y torturada hasta que en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul Calisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Después de los terribles «dueños» de los que había sido propiedad hasta aquel momento Bakhita, como nos dijo Benedicto XVI que habló de ella en numerosas ocasiones, «llegó a conocer un «dueño» totalmente diferente -que llamó «parón» en el dialecto veneciano que ahora había aprendido-, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo».

Bakhita, como santa Teresita del Niño Jesús, siempre se consideró «muy pequeña» y vivió su fe y esperanza en lo cotidiano, haciendo pequeños actos de amor como hermana de la orden canosiana. El gran descubrimiento de santa Bakhita es que Jesucristo nos libera de la verdadera esclavitud, la del pecado, y así poder conocer ya amar a Dios. Es por esto que santa Josefina pudo llegar a decir;«Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa».

 

3 comentarios

  
Pedro Amate Huertas
La verdadera esclavitud es la exclavitud del pecado .Josefina Bakhita fue exclava de los hombres ; pero la mujer más libre entre todos los hombres y mujeres libres de la tierra.

La verdadera Libertad y el Verdadero Amor ; solo lo puede dar Jesucristo. El Señor se hizo pobre para el enriquecer a muchos ,como nos dice San Pablo. Josefina Bakhita ,fue una mujer muy rica ; porque tenia la mayor riqueza del mundo : La Salvación y la Inmortalidad .

Josefina Bakhita ,intercede por la Iglesia Verdadera ,y por todos nosotros .Amén ; así sea.
05/04/19 3:03 PM
  
Jordi
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Muchas gracias, Jordi
05/04/19 4:43 PM
  
gustavo perez
Sí, que gran mensaje de libertad, amor, perdón nos ha dejado esta santa sudanesa llamada Josefina Bakhita. De ella da testimonio el Papa Benedicto, recientemente llamado a la casa del Padre, en su encíclica Spe Salvi. Allí el santo erduito pontífice la ha puesto como paradigma del amor de Dios porque Bakhita , luego de sus innumerables sufrimientos y vejámenes innombrables: "se enteró de que el Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún que la quería". Es el mensaje más grande que podemos saber: también el Señor nos quiere y esa es la mayor riqueza y eso nos basta...
07/02/23 10:54 PM

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