Anuncia el nacimiento de un "nuevo Paraguay" al jurar su cargo

Fernando Lugo confirma que la Teología de la Liberación marcará su gestión

Fernando Lugo juró ayer su cargo con nuevo presidente de Paraguay durante una ceremonia en el Congreso de la República que contó con la participación de un centenar de delegaciones extranjeras. Durante su discurso anunció el inicio de un "nuevo Paraguay" que dejará atrás el país "secretista y con fama de corrupto" de hasta ahora, renunció a un Paraguay "triste" y adelantó que un "signo de este tiempo nuevo será la austeridad". Ratificó que la Teología de la Liberación marcará su gestión, recordó a Salvador Allende y subrayó que "el cambio en Paraguay no será fácil, pero tampoco imposible".

(EP) Fernando Lugo juró ayer su cargo con nuevo presidente de Paraguay durante una ceremonia en el Congreso de la República que contó con la participación de un centenar de delegaciones extranjeras. Durante su discurso anunció el inicio de un "nuevo Paraguay" que dejará atrás el país "secretista y con fama de corrupto" de hasta ahora, renunció a un Paraguay "triste" y adelantó que un "signo de este tiempo nuevo será la austeridad".

Con un grito de "¡sí, juro!", Lugo se comprometió a respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes, tras lo cual recibió la banda presidencial y el bastón de mando de manos del presidente del Congreso, Enrique González Quintana. "Hoy termina un Paraguay exclusivo, secretista y con fama de corrupto y se inicia la historia de un Paraguay cuyas autoridades y pobladores serán implacables con los ladrones de su pueblo", afirmó.

"No existen instituciones corruptas sino funcionarios que se corrompen", añadió el presidente, que adelantó que la tarea del nuevo gobierno será "derrotar el secretismo estatal y hacer que los instituciones rindan cuentas", aunque reconoció que el cambio no será fácil. "El cambio en Paraguay no será fácil, pero tampoco imposible", subrayó Lugo ante el pleno del Congreso.

CAMISA DE AO PO'I Y SANDALIAS FRANCISCANAS

El ex obispo, que hoy vestía camisa de ao po'i blanca y calzaba sus sandalias franciscanas y en varias ocasiones se vio visiblemente emocionado, ganó los comicios celebrados en Paraguay el 20 de abril, poniendo fin a más de sesenta años de gobiernos ininterrumpidos del conservador Partido Colorado. Previamente, el 29 de marzo de 2007, había tenido que renunciar a su condición de obispo.

En otro momento de su intervención, anunció que desde el Ejecutivo combatirá una vieja práctica impuesta por las administraciones 'coloradas' que gobernaron el país en las últimas décadas, al afirmar que en el nuevo Paraguay ya no se exigirá estar afiliado a un partido para acceder a un puesto de trabajo en la función pública.

"Acércate, no importa a que sector político respondes", dijo dirigiéndose a las personas que le escuchaban frente al palco que se utilizó para el traspaso de mando. "El Estado que nos proponemos edificar tiene relación con las particularidades de la demanda cívica expresada en las urnas el 20 de abril. Una primera acción será mejorar los niveles de institucionalidad", anunció.

"TRANSPARENCIA Y RESPONSABILIDAD"

Asimismo, subrayó que su gobierno pretende priorizar la eficiencia y el patriotismo en los puestos de la administración estatal, todo en un marco de "absoluta transparencia y la responsabilidad". El nuevo presidente también tuvo tiempo de enviar un mensaje a sus detractores políticos. "No nos interesan vencedores ni vencidos", indicó.

Por otro lado, se comprometió a trabajar para acabar con las asimetrías que se registran entre las relaciones comerciales entre los países que integran el Mercado Común del Sur, especialmente entre los socios menores del Mercosur y los más grandes. Paraguay y Uruguay son los socios minoritarios del Mercosur y soportan una serie de desventajas frente a Argentina y Brasil, los socios más importantes.

Expresó en un largo relato las razones que llevaron a la fundación de la Alianza Patriótica para el Cambio que lo llevó al poder y reivindicó la participación de diversos sectores sociales y políticos. Así, convocó a la búsqueda de soluciones concretas y dio la bienvenida y respaldo a diversos "esfuerzos de integración ya vigentes".

IGUALDAD Y EQUIDAD SOCIAL

"Paraguayos y paraguayos, despierten nuevamente", indicó en otro momento, tras el cual habló de reconstruir "el sueño de Gaspar Rodríguez desde la igualdad y la equidad social". En Paraguay "queremos retomar el mítico mensaje de los López (apellido de varios presidentes del país) para sumar a nuestra nación el desarrollo de las potencialidades humanas, productivas y estratégicas", indicó.

Anunció que su gobierno no criminalizará la pobreza ni las luchas sociales, y prometió que los pueblos indígenas se reapropiarán de sus territorios, tras lo cual explicó que sus tierras no solo serán sagradas para el cultivo sino para vivir. Ayer anunció por sorpresa que renunciará a su sueldo como presidente "porque no lo necesita" y que lo destinará a la gente "más pobre y desprotegida".

Ratificó que la Teología de la Liberación marcará su gestión y recordó que durante toda su vida como pastor de la Iglesia trabajó por los más pobres. "Opté por aquellos que la historia ha arrojado a la miseria, a los marginales, cuando encontré las palabras de muchos teólogos de América Latina como Leonardo Boff" indicó.

LAS ALAMEDAS DE SALVADOR ALLENDE

Recordó a Salvador Allende, el presidente socialista chileno asesinado en 1973, y citó que más temprano que tarde se abrirán las alamedas. Además, ratificó que hoy ya están abiertas y están formadas de la materia de los próceres y la Patria grande y agradeció el apoyo de otras naciones del continente al inicio del proceso paraguayo.

"El Paraguay no cambiará definitivamente el 16 de agosto, mañana. Cambiará el día que te sumes. Actuando, evaluando, y trabajando por nuestro país. El edificio de este nuevo paraguay tiene un ladrillo en tus manos. Acércate", sentenció el mandatario dirigiéndose a sus compatriotas, que pudieron seguir la ceremonia del traspaso de mando a través de la televisión.

Entre los asistentes se encontraban los presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Ecuador, Rafael Correa, Bolivia, Evo Morales, Nicaragua, Daniel Ortega, Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y Chile, Michelle Bachelet. España estuvo representada por el Príncipe de Asturias, que viajó a Paraguay acompañado de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez.

NUEVO GABINETE

Después del traspaso de mando, fue el momento en que juraron sus cargos los nuevos ministros que integrarán el gabinete de Fernando Lugo. Cándido Vera tomará posesión de la cartera de Agricultura y Ganadería, Dionisio Borda, del Ministerio de Hacienda, Rafael Filizzola, se hará con Interior, y Horacio Galeano Perrone, de Educación y Cultura.

Además, Efraín Alegre, será el nuevo responsable de la cartera de Obras Públicas y Comunicaciones, Esperanza Martínez, en Salud Pública y Bienestar Social, Blas Llano en Justicia y Trabajo, Luis Bareiro en Defensa, Martín Heisecke en Industria y Comercio, Hamed Franco en Asuntos Exteriores y Miguel López Perito como Secretaría General de la Presidencia.

Una vez concluida la ceremonia en la sede del Poder Legislativo, el nuevo presidente se trasladó al Palacio de López, sede del Ejecutivo, donde fue recibido por la guardia presidencial, el regimiento Acá Karayá. Ya en el Salón Independencia tuvo lugar el saludo protocolario a los jefes de Estado y autoridades que llegaron al país para participar en los actos.

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