Se puede ser más tonto -o no-, pero no más claro. (por lo Borrell)
Borrell, el Josep, dixit: “Yo sufrí una dictadura durante cuarenta años por culpa del Vaticano y Estados Unidos”. Y supongo que habrá seguido durmiento la mona, o habrá seguido disfrutando del chute correspondiente.
De otro modo no se entiende tal DESVARÍO MORAL, fruto del previo DESVARÍO HISTÓRICO de este buen hombre. No nombro el desvarío intelectual porque, a este buen señor, este horizonte le supera con mucho: está instalado en el puro desvarío.
O sea: en las IDEOLOGÍAS. Que es lo que tienen: como te secan el cerebro, solo se soportan estando “cocido” y bien cocido; de ahí que las mayores tasas de alcoholismo se dan en los países marxistas, o asimilados. Que será casualidad -o no-, pero los datos no mienten: las personas, sí.
Este sujeto, encumbrado más allá de sus cualidades naturales, aún no se ha caído del guindo de que, si ha llegado tan lejos -ahora, en el cogollo de Europa, cobrando buena pasta que se suma a la que ya cobra por otros lados- se lo debe, muy en primer lugar, a esos cuarenta años de los que abomina; porque es la orden que ha recibido la progrez, y se deben a sus amos: como siempre, por otro lado. Lado izquierdo, no nos despistemos.