Un cónclave penitencial
Santa Catalina de Siena con los cardenales, por Eleanor Fortescue-Brickdale | © WikiMedia

Un cónclave penitencial

Lo que necesitamos no es mejor comunicación, mayor eficiencia o un enfoque más actual, sino conversión, conversión y conversión.

Para llevar a buen puerto cualquier acción humana, es necesario partir de la verdad, de la realidad tal como es. Cualquier otra estrategia lleva casi irremediablemente al desastre y los cónclaves no son una excepción.

En ese sentido, no es aventurado pensar que el presente cónclave debe ser un cónclave penitencial. Es decir, necesitamos un cónclave en el que se reconozca que la extrema postración actual de la Iglesia ha sido causada por nuestra propia infidelidad a la ley de Dios.

La crisis que sufrimos no es externa, sino interna de la propia Iglesia. Por afán de acomodarnos al mundo, hemos sustituido los preceptos y los criterios de Dios por preceptos y criterios humanos. En lugar de ser fieles a la Revelación de Cristo transmitida por la Escritura y la Tradición, andamos mendigando los aplausos o al menos la tolerancia del mundo, lo que solo nos granjea el desprecio de las gentes y la apostasía de nuestros hermanos. No todos tienen la misma responsabilidad, por supuesto, pero esa es la situación general de la Iglesia.

Lo que necesitamos no es mejor comunicación, mayor eficiencia o un enfoque más actual, sino conversión, conversión y conversión. Antes que ninguna otra cosa, debemos pedir perdón a Dios por nuestra infidelidad, nuestra inconstancia y nuestra falta de fe. Si los cardenales del cónclave no son capaces de ver algo tan claro, es de temer que sean solo ciegos que guían a otros ciegos.

9 comentarios

Pablo Miraglia
Acaso la Iglesia no se ha desviado desde hace siglos llenándose de leyes y preceptos humanos? Acaso la Iglesia no se ha corrompido por filosofías grecorromanas que impulsaron doctrinas que ni sus clérigos cumplían solo para negociar con el imperio que nos extermina? Ahora que se quiere volver al Evangelio simple y directo dicen que la Iglesia se podrá? O la Iglesia ya se postró ante el poder hacer siglos?e da vergüenza como católico ver este circo con cardenales a quienes le hacen la vela mientras Jesús caminaba por el barro y no tenía un lugar donde apoyar su cabeza.
5/05/25 2:17 PM
Giacomo Arlecchi
Y sobre todo espíritu de Iglesia, oración, formación, además conciencia cristiana básica!
Algunos de estos cardenales carecen de algunas de las notas esenciales que nos vinculan plenamente a la Iglesia católica. Son Protestantes o anglicanos vestidos de rojo.
5/05/25 2:24 PM
Guillermo Gamboa
Muy de acuerdo con el sentido del artículo, pero también oremos por la elección de un sucesor de Pedro respetuoso de la doctrina de Jesucristo sin buscar la aprobación del mundo y sus ideologías o la agenda 2030, que recuerde a Juan 14,6 y respetar más de 2000 años de tradición católica, que se olvide de la absurda “asamblea sinodal” pues no somos un ente democrático para andar preguntando a la feligresía que desean, es la Iglesia de Jesucristo y ya fue dicho como debe ser.
5/05/25 3:49 PM
Pedro de Torrejón
Tenemos que rezar para que el Espíritu Santo asista a los cardenal . Y una vez elegido el nuevo Papa ; aceptar la Voluntad de Dios ; sea quien sea !
5/05/25 5:02 PM
claudio
Totalmente de acuerdo.
Puede que sea el cónclave penitencial pero que no se convierta en una penitencia para los católicos.
La elección del sucesor de Pedro, no de Francisco, debía ser un acto de alegría por la continuidad de la Iglesia de Cristo, la de El, la única.
La conversión a la Fe es anterior a lo demás y supone el acatamiento a la doctrina verdadera.
La legitimidad de la designación papal no garantiza el resultado, en eso debemos participar todos los bautizados sin excepción. No es solamente el Papa y mucho menos los Cardenales.
Lo expresa claramente el Canon 204
§ 1. Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo.
§ 2. Esta Iglesia, constituida y ordenada como sociedad en este mundo, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él.
5/05/25 6:20 PM
Charro Lígrimo
Pablo Miraglia
Tiene narices que hayan hecho falta dos mil años para llegar al "Evangelio simple y directo" que desconocieron todos los cristianos hasta el momento presente. Oh, afortunados que somos de vivir esta época de plenitud de la Iglesia, cuyos frutos abundantísimos y fragantes flores podemos disfrutar. Pobres ignorantes los que sufrieron la oscuridad medievalizante de la patrística, el monacato, las universidades, las catedrales góticas, los santos, los doctores de la Iglesia y demás seguidores de "filosofías grecorromanas". Felices nosotros que hemos podido disfrutar del presente glorioso del cristianismo redescubierto!
5/05/25 6:51 PM
claudio
Totalmente de acuerdo.
Puede que sea el cónclave penitencial pero que no se convierta en una penitencia para los católicos.
La elección del sucesor de Pedro, no de Francisco, debía ser un acto de alegría por la continuidad de la Iglesia de Cristo, la de El, la única.
La conversión a la Fe es anterior a lo demás y supone el acatamiento a la doctrina verdadera.
La legitimidad de la designación papal no garantiza el resultado, en eso debemos participar todos los bautizados sin excepción. No es solamente el Papa y mucho menos los Cardenales.
Lo expresa claramente el Canon 204
§ 1. Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo.
§ 2. Esta Iglesia, constituida y ordenada como sociedad en este mundo, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él.
5/05/25 8:40 PM
Oscar Alejandro
Estimado Charro.
Es innegable que los hombres en la Iglesia han sufrido siempre la tentación del poder humano y la seguridad material.
Y aún en los momentos más esplendidos, Dios suscitó santos en todos los siglos, hombres y mujeres, que denunciaban estos procesos de corrupción autodestructiva, sea con la palabra, sea con el testimonio luminoso de sus vidas.

Puede gustarnos o no, todos los esfuerzos que han hecho los últimos sucesores de Pedro, por purificar a la Iglesia a través del retorno a la sencillez evangélica y la pobreza, expresada en la eliminación de lo superfluo, lo accesoriamente humano y lo vano.

Pero si debemos reconocer en ello un signo de los tiempos que parece indicar un camino que los sucesivos Papas seguirán transitando.
No parece que haya vuelta atras.

Y aparentemente sería antesala de una Iglesia, no solo materialmente pobre y desvinculada de todo poder humano, sino abiertamente perseguida con furia por ese mismo poder.

Si así fuese, demos gloria al Señor por ello, pues significa que ha querido engalanar a su novia con una belleza imconmesurable y siempre nueva, preparándola para la boda con el Cordero.

Bendiciones!
5/05/25 9:44 PM
Luis H.
Pues definir el estado actual de la Iglesia como de "extrema postración" parece un poco aventurado. Buena parte de los deseos del editorial los podría compartir la Iglesia antes de cada elección papal. Ni todo el pasto era verde hace 4, 7, 10, 13, 16 siglos ni ahora todo está devastado. Claro que hay muchas cosas por corregir y todas pasan por la conversión, pero también hay paradigmas que están mejorando. Paciencia, realismo y más que grandilocuentes latigazos a la espalda, vuelta a Cristo.
5/05/25 9:53 PM

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