29.09.08

La misa de los niños o de la familia

En muchas parroquias españolas ha comenzado el curso de catequesis y con él la celebración de la misa de niños. El sacerdote procura que sea un acto festivo, participativo y acogedor. La asistencia suele ser mediana. Acuden esencialmente los que harán su primera Comunión en la primavera.

En otros lugares, la misa dominical es la de la familia entera: padres e hijos, e incluso abuelos. En todo el rito participan los diversos miembros familiares: moniciones, cantos, oración de fieles, ofrendas….y acción de gracias.

Las plegarias eucarísticas propias para la misa con niños son utilizadas tanto para misas solamente de niños, como para Eucaristías con las familias al completo.

La experiencia de algunas comunidades en este sentido es muy interesante. De esos mismos participantes surgen los acólitos y acólitas, que luego se quedarán para servir el resto de los oficios religiosos de la comunidad parroquial.

Para algunos padres la misa de niños o de la familia es un motivo para superar su alejamiento de la práctica dominical de participar en la Eucaristía. Varios matrimonios pasan a engrosar el grupo de pastoral matrimonial existente en la parroquia.

Los catequistas encuentran una respuesta a la misión que desempeñan de educar en la fe a los niños. Y logran perder esa posible “barrera” que puede existir entre familia y catequistas.

El complemento final lo puede poner el sacerdote, al acabar la Eucaristía, si revestido liturgicamente sale hasta la calle o plaza para confraternizar con las familias y sus propios hijos en un diálogo tranquilo, que solamente puede ser interrumpido por una intempestiva lluvia, que es beneficiosa, también, para los campos y el consumo humano.

Tomás de la Torre Lendínez

28.09.08

¿Cuánto tiempo estará el arzobispo?

Leo en Religión en Libertad que ayer tomó posesión el nuevo arzobispo castrense monseñor Juan del Rio, andaluz para más señas. En su homilía aludió a que la religión es un “elemento integrante de la conciencia del hombre". Por ello, “la dimensión de la persona no debe ser infravalorada, ni silenciada en la esfera pública, la historia demuestra que cuando esto sucede se termina arruinando la vida de los hombres y de las naciones".

Monseñor Juan del Rio tiene una excelente tesis doctoral hecha sobre San Juan de Avila, patrón del clero español, un hombre que huyó del boato y de los cargos que le ofrecian la Iglesia y los poderosos del siglo XVI. En aquel tiempo la separación entre la Iglesia y el Estado era una herejia. Entonces se defendia la unidad del trono y del altar. Pero San Juan de Avila supo sortear aquel ambiente sabiendo ser fiel a Jesus de Nazaret y a las personas a las que escribía y dirigía espiritualmente.

Con acierto, monseñor Juan del Rio insistió ayer en que la existencia de un arzobispo castrense católico “no debe ser entendida como impedimento para la legítima y necesaria separación entre la Iglesia y los Gobiernos", puesto que la existencia de este servicio se basa en “el derecho de todo ciudadano a ser atendido por los ministros de la confesión religiosa que profese". En este sentido, aseveró que son “muchos los países democráticos los que, desde una valoración positiva del hecho religioso, mantienen dicho servicio con organizaciones eclesiales específicas".

En la trastienda mental de monseñor Juan del Rio está toda la carga ideológica de los variados “observatorios de una España laica y laicista” , promovida por varias universidades, en cuyas cátedras se demanda un Estado claramente ateo y perseguidor de las ideas religiosas, especialmente de la católica. Este pensamiento universitario ha pasado a los medios de comunicación en los que cualquier mentecato sale por los cerros de Úbeda sobre este asunto. Además esta manera de pensar está plasmándose en la legislalción reciente y en la que se está preparando, donde la cultura de la muerte es la reina y señora.

Por otra parte, estamos asistiendo al cambio de la Constitución por la puerta de atrás, e imponiendo un “régimen” laicista e intervencionista en todos los sentidos. Los contínuos “choques” con los llamados funerales de “estado” son una sencilla prueba.

En este ambiente monseñor Juan del Rio se “huele” que puede ser el último arzobispo castrense de España. ¿Será verdad?.

Tomás de la Torre Lendínez

27.09.08

El español de Internet

Todos los blogueros reunidos hace dos dias tuvimos el mismo diagnóstico: el español está perdiendo y está ganando en la red. Está abocado a ser mal escrito. Y se valora su extensión por las autopistas de la información. Las reglas ortográficas van quedando en el saco de los olvidos. Y nuestro lenguaje está ya en más de quinientos millones de usuarios. La universalidad es un hecho imparable. Lo mismo que la pérdida de las tradicionales reglas ortográficas.

El lenguaje de los mensajes de móvil a móvil produjo una forma de expresión singular, pero lejos de las reglas de la Real Academia de la Lengua. Las formas de escribir en Internet, donde las minúsculas son las reinas, la letra ñ ha fallecido, y los giros sintácticos y las figuras expresivas son peculiares, suponen un replanteamiento de las tradicionales reglas de la ortografía, que ni en la enseñanza primaria se exigen, dándose el caso de encontrar tesis doctorales de alguna universidad con faltas flagrantes de ortografía.

Para comprobar todo esto, debe uno navegar un poco por la red para encontrar ejemplos a mansalva. En el aspecto de la extensión de la lengua española por la red es innegable el aumento de gente que lee y escribe, aunque mal, en nuestro idioma, que se ha convertido en el segundo más usado del mundo detrás del inglés.

Cada domingo leo varios diarios locales y regionales, donde publican artículos algunos sacerdotes y laicos sobre asuntos religiosos. Me da pena que en la misma Iglesia se llegue a estos extremos:
-Usar las minúsculas para todo: Iglesia, Conferencia Episcopal, Diócesis, titulares de cartas episcopales, el Papa, el Vaticano….
-Utilizar giros sintácticos incomprensibles para el lector de un periódico de provincias, que tiene pocos compradores y menos lectores de temas eclesiales.
-Provocar en el lector cansancio a la mitad del articulo, ya que son kilométricos en su extensión y sin titulares intermedios.

Observo otras cuestiones que las dejo para que el inteligente lector de este Olivo las descubra por sí mismo.

La verdad es que el español que se usa para expresar la fe cristiana necesita un serio examen. Algo que intento hacer conmigo mismo cada día cuando cuelgo en la red una nueva rama de este Olivo.

Tomás de la Torre Lendínez

25.09.08

El teletrabajo y la educación

Hemos tenido hoy una reunión un grupo de personas que estamos llevando un blog. Durante la sesión un profesor de una universidad madrileña nos ha hablado del teletrabajo. Consiste este asunto en el padre o madre, o ambos, que desde su propia casa con un ordenador potente y bien servido de programas elaboran el trabajo contratado con varias empresas. Por ejemplo, llevar la contabilidad, hacer los pedidos, conectar con bancos y cajas de ahorros, actualizar las nóminas de los trabajadores, elaborar informes jurídicos para asuntos que se presentan ante los juzgados de lo social, orientar a los delegados sindicales…..

A la misma vez que trabajan en casa, algunos de estos padres optan por ser los profesores de sus propios hijos. Esto está aumentando la formación más vigilada, la calidad de la enseñanza mejor posible, la pureza de contenidos intelectuales sin mediatizar en las manos de ningún funcionario docente, y la formación integral en familia y en un sentido transversal. Los resultados académicos de estos alumnos son muy elevados. Y la seguridad para los padres es total, pues son los educadores plenos de sus hijos.

Cuando, según afirma hoy, Libertad Digital, España será en el año 2040 el país más viejo del mundo, dándose el caso de que la mitad de la población estará por encima de los 55 años, resulta que el teletrabajo será una magnifica oportunidad para estos españoles del futuro, como ya está ocurriendo en otros países.

A la vez descenderá el número de estudiantes. Para la próxima década se calcula que habra unos trescientos mil alumnos universitarios menos.

Si todo este presente e inmediato futuro lo miramos desde la orilla de la Iglesia, resulta que, la escasez del clero, llevará a concentrar los actos litúrgicos en lugares determinados, perdiéndose el tradicional concepto de las delimitaciones parroquiales y servirá para un replanteamiento radicalmente distinto de toda la pastoral eclesial, algo que ya se está haciendo en algunas naciones europeas.

Como las políticas familiares tampoco favorecen el crecimiento poblacional, resulta que desde ahora deberíamos estar colocando la cimentación para que la Iglesia no esté fuera de juego, sino anticipandose a la jugada que la sociedad nos planteará.

Tomás de la Torre Lendínez

24.09.08

¿Va usted al cine?

Anoche estuve viendo la pelicula de Antonio del Real titulada La conjura del Escorial. Cinta muy valiosa donde se saca a la luz uno de los aspectos menos conocidos de la historia de España: parte del reinado de Felipe II. Excelente interpretación y ambientación.

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Hoy conozco la muerte de Pedro Masó, guionista de peliculas sobre la familia y la vida de una monja, cuya musa ha sido la atriz Lina Morgan. Era cuando el pueblo español iba al cine.

Personalmente soy un cinéfilo. Siempre me ha gustado cómo este medio de comunicación social ha servido para comunicar, entretener y, en algún caso, formar al espectador. Tambien conozco que con el cine en la mano se han mantenido ditaduras, se ha hecho política descarada y se han sembrado criterios absolutamente alejados de la doctrina de la Iglesia católica.

Actualmente el cine español sabemos que está en manos de unos cuantos, que comen del presupuesto oficial y que hacen unas peliculas que son excesivamente politizadas en una sola dirección. También conocemos que el público en su mayoría no ve ni va al cine español. Prefiere peliculas de otras naciones, o las alquila, o se las baja de internet, o se contenta con las series televisivas.

¿Que cine ve usted?. ¿Cómo le gustaría que fuese?. ¿Cómo se podría arreglar el divorcio entre las personas y el cine español?.

Seguramente que con las aportaciones de los lectores podemos encontrar criterios comunes que nos vuelvan al poco buen cine español.

Tomás de la Torre Lendínez