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28.03.09

Los "varios" cardenal Rouco

Comienzo dando mi cordial felicitación a don Antonio María Rouco Varela en la fecha de celebración de sus bodas de oro en el sacerdocio. No todo el mundo puede llegar a cumplir cincuenta años de la ordeación presbiteral.

Cuando conocí a monseñor Rouco Varela era obispo auxiliar de Santiago de Compostela. Aquel primer encuentro me pareció un hombre importante e impactante. Eran unas jornadas organizadas por la Comisión Episcopal de Enseñanza. En un momento de aquella asamblea pidió la palabra y dejó sentadas las bases canónicas, porque es un magnífico canonista, del asunto que teniamos entre manos: la calidad de la enseñanza religiosa en el ámbito escolar. Aportó la experiencia de varios paises, entre ellos el de Alemania, que conoce tan profundamente.

Otra vez el encuentro tuvo lugar en Salamanca. Al acabar el acto, ya era cardenal de Madrid, se acercó a saludar a cada uno de los presentes. A mi lado había una religiosa que tenía en las manos una camiseta con el escudo de la Universidad salmantina, fue el motivo para que se detuviera a dialogar con los que estabamos en el grupo. Nos contó su experiencia de estudiante salmantino. Ahí, encontré a un hombre cercano y marcado por el peso de los siglos de aquella universitaria ciudad.

El cardenal Rouco, como buen gallego, tiene sus amigos y los que desean ser sus enemigos. Este hecho histórico se ha repetido varias veces en la historia contemporánea de España. Nunca ha marcado su pontificado hacia donde les indicaban unos u otros. El siempre ha estado donde la conciencia pastoral y su equipo de gobierno le han orientado y aconsejado.

Aquí, creo yo, que está la explicación de su personalidad. El cardenal de Madrid antes que nada es sacerdote y obispo de la Iglesia del Señor, nunca de los vaivenes sociales a la moda y de los fogonazos de los medios de comunicación social.

Para unos el cardenal Rouco es del Opus Dei, para otros es de Comunión y Liberación, para otros es del Camino Neocatecumenal, para otros de los Carismáticos, para otros de los Focolares….Existen tantos cardenales Roucos como grupos eclesiales. Y esto no es verdad. El cardenal de Madrid está siempre con Cristo y su Iglesia y el Papa como sucesor de Pedro. Y nada más.

Algunos nostálgicos de la izquierda eclesial lo desean asimilar a otro cardenal desaparecido, desconociendo a las personas y los contextos históricos de cada momento. El cardenal Rouco es uno y único. Cuando no esté será imposible compararle con otro.

Nos unimos a las felicitaciones que estos días esta recibiendo. Y rezamos al Señor para que le guie en su misión pastoral al frente de la archidiócesis de Madrid y de la Conferencia Episcopal Española.

Otros le desearán lo contrario. Nosotros no.

Tomás de la Torre Lendínez

27.03.09

La cabeza de Federico en bandeja

Acabo de leer esta noticia en el portal PRnoticias:

“EXCLUSIVA PR En una operación de alta estrategia política. Miguel Ángel Moratinos cumpliendo órdenes de María Teresa Fernández de la Vega, ha dejado caer en el Vaticano que la única manera de sentarse a conversar los temas sensibles -aborto y derivados- es apartar a Federico Jiménez Losantos. El caso es que al parecer la Santa Sede ha mandatado al Cardenal Cañizares solucionar el conflicto, que podría resolverse en pocas semanas. En entrevista con prnoticias hace unas semanas, Jiménez Losantos ponía en suspenso su continuidad en la emisora.

El Gobierno de Zapatero ha utilizado como excusa para evitar el diálogo con la jerarquía de la Iglesia Española, las continuas críticas y descalificaciones que recibe de Federico Jiménez Losantos desde los micrófonos de la COPE. Según ha podido saber prnoticias y siguiendo directrices de De la Vega, el Ministro Moratinos ha dejado caer en el Vaticano, que para iniciar cualquier diálogo sobre asuntos de especial sensibilidad, Losantos debe abandonar la cadena.

Ha asegurado además que éste gesto sería muy bien visto por el Ejecutivo. Es posible que el Vaticano haya tomado nota de las peticiones, para lo que ha llamado a capítulo al Cardenal Cañizares. Éste, que siempre ha discutido la posición de Losantos, ha asegurado que en su vuelta a España, soluciona definitivamente el conflicto.

El caso es que las relaciones de Losantos con la jerarquía de la COPE se han deteriorado en las últimas temporadas y ello les ha llevado a renovar su contrato sólo anualmente. Respecto de estos temas, el propio Losantos manifestó hace unas semanas ante los micrófonos de prnoticias que nada estaba decidido y que de momento las posibilidades de continuar eran equivalentes a las de marcharse.

Desde prnoticias también os contamos hace unas semanas la posibilidad de que Federico se marchase a Punto Radio, ante el estancamiento del proyecto radiofónico de Unidad Editorial, sin licencias y sin inversión como efecto colateral de la crisis económica.”

Si todo esto es verdad, se nota la mano maquivélica de la vicepresidenta del gobierno: diálogo sobre el aborto y la eutanasia con la Iglesia, a cambio de la cabeza de Federico en una bandeja de plata.

Es una forma, además, de desactivar la campaña de la Conferencia Episcopal en favor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Y, además, es otra manera de seguir intoxicando el ambiente de posible firma de contrato de Federico con la Cope.

La moraleja a mí me parece interesante: ¿Tanto le temen a Federico, las personas de un gobierno que huele a muerto y a posibles elecciones generales en el futuro?.

Tomás de la Torre Lendínez

Encuentro diocesano de catequistas en Jaén

Vivimos hoy en un entorno social y cultural que necesita sentirse parte de un grupo para afianzarse a sí mismo, además de ver que son muchos los que están incluidos dentro de él. Los encuentros multitudinarios son expresión de todo esto.

Dentro de la realidad eclesial hay que expresar de alguna manera que somos muchos los que estamos empeñados en realizar un servicio o un ministerio y que los realizamos con entrega generosa y con profunda ilusión. En concreto, los catequistas de nuestra Iglesia de Jaén, que son muchos, están convocados a un encuentro en el Seminario Diocesano, este sábado 28 de marzo, para verse, descubrir que son muchos los que están evangelizando en nuestra Iglesia diocesana mediante la catequesis, para compartir éxitos, para apoyarnos en nuestros fracasos, para mirar juntos hacia el futuro, un futuro en el que debemos seguir empeñados en trasmitir el Evangelio a todos los que desean conocerlo, y lo debemos hacer porque es el Señor quien nos lo pide, igual que lo hizo con otros muchos a lo largo de estos dos mil años de cristianismo.

Hoy en la Iglesia ser catequista es un gran don, pero un don exigente, que no requiere la buena voluntad, sino que ha de incluir la tarea de descubrir que ser catequistas sigue siendo necesario, que no nos pueden ahogar nuestros sinsabores ni fracasos, sino que juntos podemos llevar a cabo aquel mandato de Jesús de ir por el mundo anunciando la Buena Noticia a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes, a los adultos, a las familias a todos, porque éste es el camino de la felicidad del hombre. El Señor necesita buenos catequistas para ser testigos suyos.
Salón de actos del Seminario de Jaén

A las 10,30 comenzaremos la oración inicial que presidirá nuestro obispo. A las 11 pasaremos al salón de actos del Seminario, donde trataremos el tema: La Catequesis de adultos, instrumento de renovación parroquial: una propuesta concreta. Tras la aclaración de dudas que hayan surgido sobre la charla, nos distribuiremos por arciprestazgos y dialogaremos sobre un cuestionario que se entregará a todos los asistentes. El acto final de la mañana será una Exposición del Santísimo donde desarrollaremos la Vigilia por la Vida que la Conferencia Episcopal ha preparado. Tras la comida se leerá un comunicado que recoja las aportaciones de los grupos y tendrá lugar un concierto a cargo de Raúl y su grupo.

Todo el Encuentro busca tratar la necesidad de renovar nuestras parroquias y de la importancia de la catequesis para ello, especialmente de la catequesis de adultos, comenzando por los mismos catequistas.

Tomás de la Torre Lendínez

26.03.09

Las bibliotecas monásticas

Durante hoy y mañana tiene lugar en Madrid las III Jornadas Técnicas de Bibliotecarios de la Iglesia, organizadas por la Conferencia Episcopal Española. El tema monográfico es: Bibliotecas monásticas y conventuales, dos mil años de historia.

La presentación de las sesiones de trabajo ha estado a cargo de Monseñor don Jesús Sanz Montes, presidente de la Comisión Episcopal para la vida consagrada. Las ponencias impartidas son éstas: Orden de San Benito, la biblioteca de la Abadia de Monserrat; Orden de hermanos menores, la biblioteca del convento de la Inmaculada de Pamplona; Orden de san Agustín, la biblioteca del monasterio de Santa María de la Vid, de Burgos; Orden de la Merced, la biblioteca del monasterio de San Juan de Poio, en Pontevedra; Orden de San Benito, la biblioteca de la abadía de Santo Domingo de Silos; la Biblioteca del Sacro Monte de Granada; y se acabarán con las conclusiones correspondientes.

La biblioteca del Sacro Monte de Granada la conozco muy bien. En ella he pasado horas de trabajo y búsqueda. La necesidad de cuidar, catalogar, informatizar, y poner al servicio de los investigadores las varias bibliotecas monásticas existentes en España, es un servicio cultural de primer orden que la Iglesia presta a una sociedad tan alejada de los silencios monásticos y de las actitudes pacientes de los que visitamos estos templos del saber milenario.

Por lo tanto, nos alegramos de estas jornadas, donde se explica el trabajo hecho, los proyectos de futuro, se comparten experiencias y se llega a unas conclusiones comunes dentro de la Iglesia en España para que se camine a la par en un asunto tan crucial como es el patrimonio documental depositado en las viejas bibliotecas monásticas.
Silos

Estas reuniones, me traen, siempre, a la memoria la cantidad de bibliotecas que han sido pasto de las llamas de incontrolados, de revolucionarios, de accidentes naturales….que ya no volverán a poder ser visitadas nunca, porque dejaron de existir. Pienso en la cantidad de monasterios femeninos que se están cerrando y unificando con otros de la misma orden en otro lugar de España. ¿Que ocurrirá con sus archivos y sus bibliotecas?, ¿serán conscientes las personas responsables del valor documental incalculable que tienen en sus manos a la hora de decidir cerrar un monasterio?.

Todavía, recuerdo cómo hace unos años, en las librerías de viejo, en la cuesta de Moyano madrileña encontré un libro procedente de una biblioteca monástica desaparecida existente en un convento en los duros años de la Desamortización del siglo XIX. Hablé con el padre general de la orden determinada, quien me encomendó adquirir aquella pieza única. Lo hicimos entre varios y hoy el ejemplar singular se encuentra en la biblioteca de otro monasterio contemplativo abierto a la investigación y al estudio de la historia.

La Iglesia sigue siendo la mejor depositaria del patrimonio documental y bibliográfico. Además con poco dinero e inmensos esfuerzos se consigue lo que otras instituciones desprecian, como ocurrió con los robos en una institución nacional, sita en Madrid, con una directora de triste recuerdo, pero con ganas de salir en los medios de comunicación.

Tomás de la Torre Lendínez

25.03.09

Necesidad de los Seminario Menores

Con el eco del Día del Seminario, en fechas recientes, algunas diócesis
han anunciado la apertura del Seminario Menor desde el inicio del curso
próximo. El caso más famoso es la diócesis de Santander, que abrirá su
antiguo Seminario. En otros lugares, existen grupos de expertos que
están estudiando la posibilidad de abrir el Seminario Menor.

Desde el Concilio de Trento, las diócesis tienen la responsabilidad
de abrir Seminarios para la formación intelectual, espiritual y
comunitaria de los futuros sacerdotes. Algunos obispos tardaron largos
años en llevar a la practica las normas del tridentino. Podemos afirmar
que en la segunda mitad del siglo XVII los Seminarios existían dentro
de todas las diócesis del mundo.

Estos centros de estudio llegaron, con el paso del tiempo, a ser los
mejores lugares de formación integral de los que ingresaban en ellos.
Algunos llegaban a ser ordenados de sacerdotes, otros optaron por
varias rutas de la vida, formando una familia e interviniendo en la
docencia, en la abogacia, en la judicatura, en la política…..

El profesorado de aquellos centros de formación era selecto y bien
preparado, habiendo pasado por facultades o universidades de la Iglesia
obteniendo grados de licenciatura o doctorado. Estos saberes eran
derramados sobre los cerebros infantiles de los Seminarios Menores,
sobre niños de diez años, quienes con el paso de los años se convertían
en sacerdotes y, algunos de ellos, también en profesores del mismo u
otro Seminario. Así vivió la Iglesia durante siglos.

Tras el Concilio Vaticano II, la crisis general de la Iglesia, la
bajada del número de vocaciones, la secularización de la sociedad…..
fueron, entre otras muchas, las causas de los cierres de aquellos
grandes caserones que eran los Seminarios Menores en la mayoría de las
diócesis españolas. Con el paso de los años a estos inmensos edificios
se le ha buscado la mejor prestación posible: la creación de casas
sacerdotales, que albergan a los curas mayores, que fueron los
seminaristas niños y jóvenes de hace equis años.

Ahora, ante la situación de escasez vocacional, varios obispos
confían que abriendo los Seminarios Menores con un estilo actual, más
pedagógico, más personalizado en el trato, más exigente en la formación
espiritual, más apoyado en la formación de una comunidad cristiana de
alumnos que se sienten llamados por el Señor a ser en el futuro
ordenados sacerdotes de Cristo en la diócesis en la que están situados
como alumnos.

Desde aquí, apoyamos a todas las diócesis que deseen abrir los
Seminario Menores, en la versión del siglo XXI. Seguramente, disponer
de un centro de formación integral de cara a ser cura, es posible que
aumente el crecimieto vocacional. La oración es el gran medio para
alcanzar el aumento de vocaciones. En ella nos mantenenos, mientras los
obispos deciben abrir el Seminario Menor.

Tomás de la Torre Lendínez