Artículos de Juan Manuel de Prada en InfoCatólica

Juan Manuel de Prada

Escritor

Benditos homosexuales

Max Jacob todavía tuvo la suerte de conocer una Iglesia cuya cabeza visible enunciaba los principios de la doctrina moral católica sin subterfugios ni componendas; y cuyos miembros, mediante un prodigioso sentido de la capilaridad católica, acompañaban a quienes no siempre podían ajustar su vida a esos principios en sus reincidentes caídas y lo ayudaban a levantarse una y otra vez, sin tomarles el pelo ni engañarlos con sentimentalismos merengosos. Y, mientras los acompañaban, los bendecían, porque sabían –como nos enseña Péguy– que es a través de la puerta que deja el pecado por donde la gracia se desliza en nuestras almas.

¿Una Iglesia bananera?

La obediencia religiosa no existe para que se imponga la voluntad turbulenta o caprichosa de un superior, aunque sea el mismísimo Papa. Este profesor –sea inocente o culpable– está siendo brutal e injustamente atropellado.

¡Es la teología, estúpidos!

La plaga del coronavirus no es un castigo, sino un acicate para la conversión

El exterminio de los campeones

La película ha gustado sobremanera a la sociedad española, en la que sin embargo este tipo de personas lo tienen cada vez más crudo… para nacer.

¡Feliz Navidad!

Decía Chesterton que en Navidad celebramos un trastorno del universo. Adorar a Dios significaba hasta la Navidad alzar la mirada a un cielo inabarcable que nos estremecía con su vastedad; a partir de la Navidad, adorar a Dios significa dirigir la mirada hacia el interior de una cueva lóbrega, para reparar en la fragilidad de un niño que llora en un pesebre.

El aislamiento del alma

En efecto, el protestantismo introdujo en Europa un aislamiento de las almas que gangrenó la teología, la filosofía, la política, la vida social y la unidad psíquica de la persona. Todas ellas confluyeron en un escepticismo que puso en duda toda institución humana y toda forma de conocimiento, abocando a las sociedades a un desarraigo creciente cuya estación final es la desesperación. Hombres, en fin, solos ante la inmensidad del universo, aterrados ante el prójimo, huérfanos de Dios. Y hombres así sólo pueden ponerse a jugar al Pokémon Go, si son modositos; o a matar gente, si son más exaltados.

Tradición y confianza

Casi todo nuestro conocimiento está fundado en la confianza que nos merecen quienes nos lo transmiten; y a esta trama de confianza que entreteje generaciones la llamamos tradición. Es la posesión más preciosa de la que dispone el ser humano.

Con todos se peleó

Castellani es sobre todo un campeón de la ortodoxia, que como ya sabemos es la única forma de heterodoxia que nuestra época repudia.