Artículos de Alexander Lucie-Smith en InfoCatólica

Alexander Lucie-Smith

Sacerdote, doctor en teología moral y miembro del consejo editorial de The Catholic Herald.

«No podemos ignorar el grave daño social que causa la pornografía»

Tienen un impacto negativo en las mujeres, fomenta la violencia contra ellas, satisface los apetitos sexuales desordenados y resulta en una mayor agresión sexual.

«No podemos ignorar el grave daño social que causa la pornografía»

Tienen un impacto negativo en las mujeres, fomenta la violencia contra ellas, satisface los apetitos sexuales desordenados y resulta en una mayor agresión sexual.

¿Cuál es el secreto del florecimiento humano?: Seguir la Ley de Dios

«La Ley de Dios no nos constriñe, sino que nos libera».

¿De dónde saca el cardenal Marx la idea de que «No puede haber normas»?

Si «hacemos todo» lo que la Iglesia ha enseñado coherentemente, sabemos que hay ciertamente normas, lo que significa que no podemos inventarnos una doctrina cuando nos convenga. ¿Es consciente el cardenal Marx de esto?

Satanás existe con independencia de lo que el General de los jesuitas pueda pensar

El mismo Jesús habló de Satanás como un ángel caído, más que como una idea literaria.

¿Por qué el «discernimiento» no se puede aplicar a otros tipos de pecado?

Nuestra época es puritana con respecto a cosas tales como el racismo, pero licenciosa en materia sexual, lo cual es, ciertamente, contradictorio, ¿mas cuando han sido los seres humanos coherentes?

El culpable real del caso del virus Zyka

La verdad absoluta es esta: en los países en que la gente está afectada por enfermedades originadas por mosquitos, la culpa real no es de estos, es de la mediocre actuación de los gobiernos, de la falta de organización y de liderazgo.

Cuando el derecho a morir se convierte en el deber de morir

He conocido mujeres que no deseaban abortar que han sido objeto de una fuerte presión para abortar por parte de los doctores y otros. Lo mismo puede ser cierto en casos de eutanasia donde se ha hablado de un «deber de morir» como Lady Warnock nos ha recordado.