(495) Evangelización de América –38. México. Guadalupe y Juan Diego (III)
–¿Puede ser verdad tanta belleza?
–Puede. En el artículo siguiente, Dios mediante, comprobaremos que es verdad.
Juan Diego ha recibido de la Virgen una gran señal: las perfumadas rosas crecidas en invierno. Y su ánimo se ve así reconfortado para persistir en su visita al señor Arzobispo, y pedirle la construcción de una iglesia.
Martes, 12
«Después que la Señora del Cielo le dio su consejo, se puso en camino por la calzada que viene derecho a México: ya contento y seguro de salir bien, trayendo con mucho cuidado lo que portaba en su regazo, no fuera que algo se le soltara de las manos, y gozándose en la fragancia de las variadas hermosas flores».