InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

23.12.23

La Palabra del Domingo - 24 de diciembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 24 de diciembre de 2023 sino sábado, 23. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

 

Lc 1, 26-38


“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.’  Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: ’No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.’ María respondió al ángel: ‘¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?’   El ángel le respondió: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.’   Dijo María: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.’ Y el ángel dejándola se fue.”

COMENTARIO
 
¡Hágase, Padre, hágase!

Lo que escribe aquel médico llamado Lucas en su evangelio nos muestra hasta dónde puede llegar la confianza, la fe, de alguien que cree en Dios Todopoderoso y sabe que, como es bien cierto, es poco frente a Quien todo lo es y todo lo puede y se sabe, pues, humilde.

Él Ángel Gabriel tuvo mucho trabajo que llevar a cabo, muchas misiones que cumplir en poco tiempo. Ya se había aparecido a Zacarías, esposo de Isabel y padre de Juan el Bautista, para decirle lo que iba a pasar con aquella que llamaban estéril y para demostrar que, para Dios, nada hay imposible. Primero, pues, se debía sembrar para que naciera el Precursor y, luego, tendría que acudir a la casa de una joven virgen para anunciarle, entre otras cosas, que era la “llena de gracia”.

No podemos negar, a nadie se le ocurriría pensar otra cosa, que María, aquella joven a la que se dirigió el Ángel del Señor, estaba turbada. No es fácil saber qué es lo que le estaba pasando cuando le dice aquel enviado de Dios lo que le dice y que pensara, por ejemplo, que aquello no lo comprendía. 

María, sin embargo, no hizo como hiciera meses antes (por lo menos seis) su pariente Zacarías. Él dudó de lo que le decía el Ángel y por eso, por su falta de confianza en Dios, quedó mudo hasta que nació quien llamaría Juan. No. María no duda ante lo que le dice Gabriel. María se extraña, eso sí, de que ella vaya a quedar embarazada sin haber conocido varón pues aún desposada con José no se había ido a vivir con quien se había prometido para ser su marido. Y aquella joven, entregada a Dios, en su virginidad, desde bien pequeña, sabía que no había conocido varón.

He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» – Reporte  Catolico Laico

Pero María, pues, no duda. Decimos que ante lo que le dice Gabriel, ante aquel “llena de gracia” (liberada, por tanto, del pecado original por Dios Creador) podía haberse dicho, por ejemplo, “bien, creo en lo que dice el Ángel pero no me siento digna de cumplir con tal misión. Le diré que no puedo aceptar tal honor”.

Sin embargo, María, la joven María, no dice eso sino que se somete enteramente a la santa voluntad que, de Dios, le había expresado, su Ángel porque, en realidad, ni quería ni podía hacer otra cosa.

Pero en esto también María es especial. Tampoco se limita a decir sólo, por ejemplo, “bien, acepto” sino que, además añade algo que la define a la perfección y define, también perfectamente, lo que ha de ser un creyente en Dios: “he aquí la esclava del Señor”. Ella se sabe esclava de su Creador y, por eso mismo, no puede, ¡qué menos!, que aceptar lo que le está proponiendo Gabriel. Sabe María que, incluso que vaya a quedar embarazar sin seguir, digamos, el método ordinario y común del ser humano, es algo que no comprende pero que es posible para Dios. Es más, que nada hay imposible para Aquel que todo lo creó y mantiene.

Y el Ángel se fue, la dejó.

Podemos imaginar, al menos imaginarlo, cómo quedaría María, Virgen e Inmaculada, cuando Gabriel la dejó. En aquella soledad tan sonora como era estar con Dios y, es más, saber que lo iba a tener en sus mismas entrañas.

En realidad, sólo podemos imaginarlo y, luego, agradecer una merced tan grande hecha, por el Todopoderoso, a favor de la humanidad entera y completa.

 PRECES

Por todos aquellos que no creen en la venida de Dios mismo hecho hombre.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no se dejan inundar por la fe profunda de María.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a recibir a tu Hijo Jesús ahora que recordamos que vino para salvarnos.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Pasó lo que Dios quiso que pasara.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

16.12.23

La Palabra para el Domingo - 17 de diciembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 17 de diciembre de 2023 sino sábado, 16. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

 

Jn 1, 6-8. 19-28

  
“Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.  Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.  No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. Y este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’  El confesó, y no negó; confesó: ‘Yo no soy el Cristo.’ Y le preguntaron: ‘¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?’ Él dijo: ‘No lo soy.’ – ‘¿Eres tú el profeta?’ Respondió: ‘No.’  Entonces le dijeron: ‘¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?’ Dijo él: ‘Yo soy voz del que clama en el desierto: rectificad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.’ Los enviados eran fariseos. Y le preguntaron: ‘¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo ni Elías ni el profeta?’ Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia.’ Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando.”

COMENTARIO

El que ha de venir y ya viene

No hay nada mejor que servirse de aquellos hermanos nuestros que han visto y gozado ciertas cosas de nuestra fe. 

Seguramente Juan, quien escribe este evangelio, era discípulo el Bautista. Habría sido bautizado por el primo de Jesús en las aguas del Jordán y sabía, perfectamente, de qué estaba escribiendo cuando hace lo propio para empezar su texto sagrado. Es decir, no hablaba de oídas sino que era testigo directo de lo que entonces aconteció y, luego, de lo que acabaría pasando.  

Lo que aquí pasa, lo que escribe Juan que fue testigo de todo aquello, es muy importante porque nos pone sobre la pista de la voluntad de Dios, sobre lo que quiere para el hombre y, sobre todo, lo que está pensado para cada uno de nosotros.
 
Es cierto que el Bautista no era el Mesías pero también tenía una misión muy importante que cumplir: ser el precursor del Enviado de Dios. Y la cumplió a la perfección dando señal de Quien iba a venir y clarificando quien no era él. 

Sintético 102+ Foto Imagen De Juan El Bautista El último

Lo bien cierto es que el Bautista era tenido por profeta. Nosotros, ahora mismo, sabemos que fue el último de la Antigua Alianza pero aquellos que vivieron en su tiempo, siendo poderosos, pensaban que había aparecido otro que les iba a molestar más de la cuenta como lo habían hecho antes otros muchos profetas con los que habían terminado por la vía rápida del asesinato. 

Pero Juan no duda nada de nada. Sabe que es quien es y no va a otorgarse títulos ni nada por el estilo. No es el Mesías pero sí sabe que es quien ha de introducirlo, quien en el desierto clama que se debe enderezar el camino que lleva a Dios y que aquellos que le preguntan, y muchos otros, deben cambiar sus corazones. 

Juan el Bautista sabía que vería al Mesías. Así se lo había hecho saber Quién lo había enviado, como diría en otra ocasión. Por eso, sabiendo la voluntad de Dios y, sobre todo, Quien debía e iba a venir. Era consciente de su verdadera situación de ser nada ante el Mesías. 

Dice Juan que ni siquiera merece desatarle la correa de su sandalia. Es decir, ni siquiera lo que haría el siervo más siervo cree estar en disposición de hacer ante el Mesías, ante quien iba a bautizar con fuego y espíritu santo mientras que él lo hacía con agua. Además, sabía que ya había nacido porque les dice, a aquellos que van a preguntarle, que estaba “en medio de vosotros” y que, además, aún no conocen pues Jesús no había empezado su llamada vida pública que empezaría, precisamente, cuando fuera bautizado por el Bautista. 

En realidad, estas dos personas, Jesús y Juan, siendo primos de sangre, tenían una misión que cumplir y que cada uno de ellos iban a llevar a cabo y, en cierto modo morirían los dos de igual manera: mártires del cumplimiento de la voluntad de Dios y sabiendo a la perfección lo que hacían y las razones de aquel glorioso proceder. 


PRECES


Por todos aquellos que no quieren recibir a Dios en sus vidas.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no escuchan el mensaje del Padre a través de sus enviados.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a enderezar nuestra vida y hacer que acuerde con tu santa voluntad.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Como el Bautista, Cristo cumplió con su misión a la perfección. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.12.23

La Palabra para el Domingo - 10 de diciembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 10 de diciembre de 2023 sino sábado, 9. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Mc 1-1-8



“Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta:  ‘Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas’, apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.’”
  


COMENTARIO
 
Juan, el Precursor, el último profeta del Antiguo Testamento
 
Como el Antiguo Testamento, llamado así por haber sido escrito basándose en la alianza que Dios llevó a cabo con el hombre antes de la venida del Mesías, se recoge aquello que ha de venir, aquello que ha de suceder cuando llegue al mundo el Hijo del Todopoderoso, el evangelista Marcos empieza su evangelio, precisamente, haciendo referencia a un profeta, Isaías, y a lo que el mismo escribió. 

En aquel entonces el profeta que tan bien describió lo que sería la Pasión de Nuestro Señor, escribió acerca del primo de Jesús, Juan, hijo de Isabel y Zacarías. Tenía que cumplir una misión muy importante. 

Dios enviaba un profeta delante de su Hijo. Lo hacía así para preparar el camino que, luego, alfombraría con su sabiduría y conocimiento de la Ley del Padre, Quien iba a nacer de una mujer joven llamada María que supo denominarse, justamente, “esclava del Señor” porque se había entregado a Dios desde bien temprana edad y su virginidad era una flor que no es iba a marchitar nunca por voluntad del Todopoderoso. 

También debía Juan enderezar los caminos. Y es que los mismos andaban muy torcidos y aquel que Dios escogió para ser su pueblo no andaba como debía andar hacia su definitivo Reino sino que se había torcido, saliéndose de la santa Ley y haciendo de su capa un sayo. Y aquello también correspondían a quien refería Isaías, y ahora Marcos, llevar a cabo. 

La misión, pues, estaba asignada y debía cumplirse según era la voluntad del Creador. 

La figura de Juan el Bautista: el último de los profetas y el primero de los  testigos - Siempre aprendiendo - COPE

Juan bautizada y perdona los pecados. Estaba autorizado por Dios para ello. Además, lo hacían con un ánimo claro: la conversión de los pecadores, el pasar a tener un corazón de carne y no de piedra… 

Se comportaba, Juan, además, de forma pobre. Era pobre de espíritu, de ropajes y de alimento. Y eso agradaba a Dios que mucho se complace en los sencillos, sobre todo, de corazón aunque no puede desdeñar a los que, además, lo son desde el punto de vista material. 

Pero, sobre todo, Juan, aquel que sabía la misión que debía cumplir, estaba más que seguro que él no era el Mesías. Por eso aduce su humildad porque sabe que, en efecto, no es digno de desatar las sandalias de Quien ha de venir, el Cordero de Dios. 

Pero había algo más con relación a Quien debía venir: el bautismo.

Aquel que bautizada con agua, Juan, conocía que Quien debía venir, el Mesías, lo haría de una forma más profunda. Él bautizaba exteriormente pero Quien debía venir lo iba a hacer con fuego y con Espíritu Santo y, por tanto, limpiaría el interior de la persona bautizada y propiciaría una conversión que iría más allá de la meramente exterior. 

Juan, sin duda, sabía,  lo hacía notar en su predicación y cumplió, con su hacer, lo escrito siglos antes por Isaías. 

Todo, pues, se estaba cumpliendo y, poco a poco, la historia de la salvación iba a llegar a su culminación con la predicación del Hijo de Dios.
  
PRECES

Por todos aquellos que no quieren enderezar sus vidas y prefieren caminar por la senda torcida.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren escuchar las palabras del profeta porque humanamente no les convienen para nada.

Roguemos al Señor.

 ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a llevar una vida digna de ser llamada propia de un hijo Tuyo y que pueda ser ejemplo para nuestro prójimo.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Juan fue el Precursor y fue, también, un buen ejemplo a seguir. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

2.12.23

La Palabra para el Domingo - 3 de diciembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 3 de diciembre de 2023 sino sábado, 2. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

Mc 13, 33-37



“’Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena  al portero que vele;  velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!’”


COMENTARIO

 ¡Hay que velar!
 
A lo largo de su predicación Jesús es muy claro que aunque muchos no lo entienden, otros no quieren entenderlo. Seguramente los primeros son los pequeños en la fe y, probablemente, los segundos son los conocidos como “sabios” de su tiempo (fariseos, etc.) que, por ser, precisamente, “sabios”, creen que se las saben todas. Y eso lo demuestran muchas veces a lo largo de las Sagradas Escrituras. 

De todas formas, 
nunca se cansa el Hijo de Dios de poner las cosas sobre la mesa para que nadie se lleve a engaño pero, sobre todo, porque sabe que es importante que así lo haga. Para eso ha venido al mundo.

Una y otra vez habla de lo que ha de venir. A eso muchos podían llamarlo ser cenizo porque no profetizaba nada bueno. Pero muchos entendieron que Quien hacía lo que hacía sólo podía decir verdades tan grandes como el Tempo de Jerusalén. 

El caso es que Jesucristo había venido al mundo para salvar lo que estaba perdido: lo perdido por voluntad propia o lo perdido por desconocimiento de la Verdad. Pero había venido a eso y, claro está, a que se cumpliera la Ley de Dios y a que su Palabra se la conociera en todo el mundo, entonces, conocido. 

¿De qué, pues, tanto avisa Jesús? 

DespiertaEnAdviento - Maristas SanlúcarMaristas Sanlúcar

El caso es que tenía, el Hijo del hombre, una santa “obsesión”: que se supiese que después de esta vida había, hay, otra y que, por tanto, debemos estar preparados para cuando se nos llame a ir a ella. 

Jesús, para eso y como hacía al enseñar, lo explica con ejemplos. Y el del caso concreto, para esto, viene muy bien para entender lo que quiere decir. 

Alguien, en la casa de quien se ausente, ha de estar atento, ha de vigilar, ha de velar, para que no entre quien no debe entrar y hacer algún estrago. Y tal persona, como encargada, hace todo lo que puede para vigilar, para velar… y no deja que se le cuele quien no debe colarse. 

Algo así debemos hacer nosotros: vigilar, estar atentos. 

Nuestra vigilancia la debemos centrar en
no caer en tentaciones ajenas a la voluntad de Dios y que menoscaben nuestra relación con el Padre. Ahí, estar atentos para que no venga a menos nuestro espíritu y nuestra alma no se ensucie con manchas difíciles de limpiar… 

Pero también debemos velar. Y hacemos eso manteniendo un estado de oración siempre alerta. No debemos, por tanto, echarnos a dormir en cuanto al orar se refiere porque es más que cierto que no sabemos la hora en la que seremos llamados o, para decirlo pronto y para que se entienda, en la que moriremos. Entonces, en tal momento, habrá terminado nuestro tiempo de   

PRECES

 
Por todos aquellos que no creen que Cristo ha de volver a juzgar a vivos y a muertos. 


Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren velar por su propio bien.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a velar para no ser sorprendidos por la llegada de tu Hijo. 



Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Velar es algo que nos conviene más que mucho pues nos va la vida eterna en ello. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

25.11.23

La Palabra para el Domingo - 26 de noviembre de 2023

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 26 de noviembre de 2023 sino sábado, 25. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

Mt 25, 31-46
  

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa  las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme. ’Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te  dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’  Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.’ Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.’ Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’ Y él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.’ E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”.

COMENTARIO

El camino hacia el Cielo
 
Este texto del evangelio de San Mateo tiene una importancia vital para nosotros, hijos de Dios y hermanos de Quien murió para que fuéramos salvos porque nos muestra un camino que debe ser el único que debemos transitar. Otro no nos conviene, para nada. 

Es lógico pensar que lo que quiere toda persona que crea en Dios es estar con el Padre. Y eso, así dicho, pudiera parecer, además de expresión de fe, algo muy sencillo: basta querer para que se haga posible. 

Pero las cosas del Creador y, al fin y al cabo, las nuestras, tienen mucho que ver con lo que somos y hacemos. Es decir, no labramos en la nada sino que tenemos un campo muy ancho donde sembrar y obtener fruto. 

El caso es que Jesús nos pone sobre la pista. Y lo dice con toda claridad: ha de venir, de nuevo y cuando lo haga a cada uno se le dará, en derecho, según sea lo suyo. Y sobre eso no debe caber duda alguna. 

En realidad, lo que aquí se solventa es, nada más y nada menos, que la vida eterna. No de otra cosa habla Jesús. Es más termina, precisamente, con tal expresión: “vida eterna”. 

¿Qué hacer, pues? 

Jesús, acostumbrado a enseñar de manera que todos entendieran lo que decía (ya conocía la dureza del corazón de muchos) lo dice todo de una manera fácil de comprender: lo bueno, el hacer bien; lo malo, el hacer las cosas de forma torcida o mala.

2 de marzo de 2020 - El canto del alma... - Regnum Christi Internacional

Ambos casos, ambas formas de hacer lo que hagamos, tienen consecuencias distintas. Es de esperar que Dios, que es justo, tenga en cuenta, precisamente, en qué grupo de personas estamos o, mejor, nos hemos situado a lo largo de nuestra vida. 

Por un lado están los que han ayudado al necesitado en cualquier modo o forma de auxilio. Y Jesús pone unos ejemplos concretos pero la imaginación de cada cual puede añadir los que quiera. 

Por otro lado, están los que han mirado para otro lado cuando alguien les ha pedido ayuda o, simplemente, cuando viendo las necesidades ajenas nada han hecho para aliviarlas. 

Ambas formas de actuar tienen un destino bien distinto: la primera de ellas, la vida eterna; la segunda, el fuego eterno llamado, también, Infierno. 

En nosotros, pues, está la decisión que debamos tomar. Es cierto que tenemos una vida por delante para corregir los errores que, al respecto podamos haber cometido pero también es bien cierto que no sabemos cuándo seremos llamados… 

PRECES

Por todos aquellos que no alivian lo que puede ser aliviado.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no creen en la vida eterna.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre presente que nuestro futuro existencial depende de nuestro ahora mismo.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Nos conviene mucho saber en qué grupo estaremos cuando venga Cristo a juzgar a vivos y a muertos.

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.