InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Noviembre de Santos y Difuntos

18.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Subir al Cielo sin proceso

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Es bien cierto que la Sagrada Escritura dice lo que dice pero no es menos cierto que, muchas veces (sobre todo si se refiere a acontecimientos a los que hay que darles una comprensión) debemos tratar de entender a qué se refiere.

Eso pasa con el Apocalipsis que no es, precisamente, un texto bíblico que se comprenda, así, a la primera.

Resulta que, en un momento determinado, San Juan escribe que ha visto a un número concreto de almas: 144.000 y, luego, a una muchedumbre que sobrepasa tal número y que, digamos, van a presentarse ante Dios. Y lo dice así:

 

“Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos“

 

Es cierto esto y no podemos negar que eso es lo que ahí pone. Y nosotros, traído tal texto al tema de los Santos, es bien cierto que podemos deducir dos cosas:

 

1. Hay un grupo que son, digamos, los que han sido reconocidos como Santos y que equivaldría a lo que se entiende por Santos “de proceso” y que son aquellos que han seguido el mismo para ser reconocidos como tales.

 

2. Hay otro grupo, mucho más inmenso, que son los Santos “de facto” porque, aún no habiéndoseles reconocido, digamos, de forma oficial o procesal por parte de la Iglesia Católica que lo son, ha tenido a bien Dios, tras el Juicio Particular de cada fallecido, así considerarlos y los ha querido, como se diría en palabras antiguas y sabias, cabe sí, a su lado.

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16.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos - Día de todos los santos: su sentido intrínseco, íntimo y personal

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Sí, es bien cierto que han pasado ya algunos días desde que, digamos oficialmente, la Iglesia católica celebra el Día de Todos los Santos que es, como sabemos, el 1 de noviembre y que supone, además, una forma más que buena de empezar un mes.

Sin embargo, como esta pequeña serie de artículos sobre el undécimo mes del año empezó (las dos primeras semanas) estando dedicado a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio ahora corresponde, desde este lunes hasta otro lunes, el 30 de este mes, hacer lo propio con los Santos que, estamos seguros, perdonarán este cambio de orden en las cosas del alma.

Es cierto y verdad que la santidad reconocida por la Iglesia católica supone eso, que ha habido un proceso a través del cual se ha podido demostrar que determinado fiel ha seguido, en vida y, luego, ha demostrado tras su muerte con su especial intervención en algún hecho extraordinario, que sí, que le puede llamar santo. Y así hay muchos miles en el Cielo en el que creemos con total firmeza y fidelidad.

Y sí, también sabemos otra cosa.

Esto lo decimos porque que llega el citado 1 de noviembre se recuerda, obviamente, a los santos reconocidos como tales. Y también se hace lo propio con todos aquellos creyentes que han llevado una vida a la que podemos atribuir el calificativo de “santa” sin que haya sido reconocido eso por la Esposa de Cristo porque, francamente, sería imposible que eso se pudiera llevar a cabo y se limita la cosa a una serie de casos bien particulares pero sabiendo, y más que sabiendo, que hay otros muchos miles y millones de santos en el Cielo.

¿Y quién certifica eso?

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13.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos - Limpiar el alma

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Ciertamente, el paso del alma por el Purgatorio-Purificatorio ha de tener efectos notables pues no puede haber estado puesto por Dios tal estado de cosas como para que no sirva para nada o sea un mero entretenimiento teológico o como para hablar del mismo.

Como bien sabemos, y tenemos por cierto y verdad según nuestra fe católica, cuando un alma, tras el Juicio Particular ante el Tribunal de Dios, es destinada a tal estado intermedio entre el mundo y el Cielo lo es porque no está limpia del todo y, a su vez, porque sus manchas no son tan destacables como para haber sido enviada al Infierno. Y por ahí tiene mucho de ganado, podríamos decir.

Podemos decir que en el Purgatorio-Purificatorio se da una situación que podría parecer paradójica: se sufre pero se padece con gozo y alegría.

Esto último lo decimos porque tal estado de cosas del alma no es una especie de tránsito vacacional donde está el alma hasta que llegue al Cielo. No. En realidad, allí se ha de sufrir mucho y, es más, se va para sufrir mucho.

De todas formas, en cuanto a lo segundo dicho arriba, la alegría y el gozo que se tiene por estar allí y así tiene  todo que ver con lo que se espera. Y es que se es consciente, el alma lo es, de que por mucho que lo pase mal en el Purgatorio-Purificatorio le espera Dios aunque no sepa cuándo va a ser eso porque hay factores, digamos, externos, que pueden adelantar su encuentro con el Padre del Cielo como ya hemos dicho al escribir de la necesidad de oraciones de parte de la Iglesia militante que tienen tales almas.

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11.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos - A mitad de camino está

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

 

Es algo así como quedarse mirando

a mitad de camino,

entre lo que fue y lo que será”

 

Andrés Matx, El ansia y el gozo

 

 

Es bien cierto y verdad que el tema del Purgatorio-Purificatorio es causa de discusiones (no tantas como merece el mismo) entre aquellos que creen que existe y los que creen lo contrario. Y es que en esto, como en la viña del Señor, hay de todo y, sobre todo, hay quien creyendo que basta con negar su existencia, va a dejar de ir allí su alma si es que tiene que ir…; también que es algo más que misterioso porque de las cosas espirituales no podemos tener, digamos, pruebas palpables porque por eso son como son y, por eso, hay que creer y basta con creer.

Muchas veces hemos dicho aquí (y siempre serán pocas dado que poco de habla de esto que aquí traemos lo mismo que del Infierno o, incluso, del Cielo…) lo que sostenemos y es que el Purgatorio-Purificatorio es un lugar-estado intermedio entre el mundo, el que habitamos y en el que nos movemos y existimos y el Cielo. Y eso ha de suponer algo que nunca deberíamos olvidar.

Por tanto, partimos de eso y, entonces, nos queda ver qué supone que haya, en tal caso, un “antes” y, luego, un “después”, pues de lo que pasa “entonces” ya hemos dicho algo aquí en otros lugares dentro de esta misma serie de artículos sobre este novísimo (sí, lo del fuego que purifica al alma)

En primer lugar, “antes” del lugar-estado intermedio nosotros vivimos en el mundo, nos movemos por sus calles o paisajes y, en fin, hacemos muchas veces de nuestra capa un sayo con lo que no en pocas ocasiones metemos la pata bien metida y nos resulta, otras tantas veces, difícil sacarla de donde la hayamos metido.

Meter la pata de tal manera no es otra que pecar pues no es poca cosa ser tan necios como para manifestarnos de tal manera contra Dios y su santísima Voluntad cuando sabemos (¡además lo sabemos!) qué consecuencias puede tener eso.

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9.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos - El Purgatorio-Purificatorio en la Biblia

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

 

“Todo aquel que muera en gracia de Dios, pero sin estar perfectamente purificado, efectivamente tiene garantía de su salvación eterna; pero luego de la muerte deben someterse a una purificación, de manera que alcancen la santidad necesaria para entrar en el gozo del Cielo.”

  

Este texto corresponde al número 1030 del Catecismo de la Iglesia Católica y muestra, bien a las claras, que los católicos tenemos por cierto y verdad que existe un lugar intermedio entre la vida en el mundo y el Cielo donde se limpia aquello que aún pueda estar ensuciando el alma.

También es cierto y verdad que podría argumentarse que esto es algo que los católicos nos inventamos hace siglos… no sé… con cualquier motivo y con injustificada causa. Algo así como si fuera un invento de los curas…

Como podemos imaginar, sostener eso supone no estar al tanto de la calle de la verdad y lo único que se pretende con decir tales cosas es malmeter contra la Iglesia católica como cuando se dice que el Magisterio y la Tradición de nada sirven ni valen teniendo la Biblia como la tenemos. En fin…

Como esto, claro está, no se sostiene ni pegándolo con la cola más fuerte que uno pueda encontrar, vamos a aportar pruebas que muestran que, precisamente, en las Sagradas Escrituras, el Purgatorio-Purificatorio se contempla tan cual, para lo que sirve y vale y por lo que está puesto ahí por Dios porque esto, de invención, no tiene nada de nada.

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