InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Enero 2017

13.01.17

Reseña: Colección Fe sencilla – Fe católica - “Fe y doctrina de un católico ordinario”

Fe y doctrina de un católico ordinario. Causas y razones de una fe, de la fe                      Fe y doctrina de un católico ordinario. Causas y razones de una fe, de la fe

Título: Fe y doctrina de un católico ordinario. Causas y razones de una fe, de la fe.

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 91

Precio aprox.: 4 € en papel – 1€ formato electrónico.

ISBN: 5800120541057 papel; 978-1-326-91607-7electrónico

Año edición: 2017

Los puedes adquirir en Lulu.

“Fe y doctrina de un católico ordinario. Causas y razones de una fe, de la fe”, de  Eleuterio Fernández Guzmán.

 

Continuamos con la publicación de textos dentro de la Colección Fe sencilla. El libro que hoy traemos aquí corresponde al apartado de título Fe católica. 

Vayamos, pues, con la reseña. 

A más de un católico se le pone un nudo en en la garganta y se le encoge el corazón cuando escucha la palabra “doctrina”. Le suena como a una diatriba entre teólogos y le parece, al fin y al cabo, que poco le afecta. En realidad, lo que le pasa a este creyente es que cree más bien poco. Y es que es elemental lo que es elemental y básico lo que es básico. 

Nada más lejos de la realidad… católica. 

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12.01.17

El rincón del hermano Rafael – “Saber esperar”- Buscar a Dios

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.

Hasta hace bien poco hemos dedicado este espacio a escribir sobre lo que el hermano Rafael había dejado dicho en su diario “Dios y mi alma”. Sin embargo, como es normal, terminó en su momento nuestro santo de dar forma a su pensamiento espiritual.

Sin embargo, San Rafael Arnáiz Barón había escrito mucho antes de dejar sus impresiones personales en aquel diario. Y algo de aquello es lo que vamos a traer aquí a partir de ahora.

             

Bajo el título “Saber esperar” se han recogido muchos pensamientos, divididos por temas, que manifestó el hermano Rafael. Y a los mismos vamos a tratar de referirnos en lo sucesivo.

“Saber Esperar” - Buscar a Dios

“Acompañadme, y ved que es verdad lo que os digo, buscad a Dios y lo encontraréis, y una vez hallado, tened la seguridad de que nada ni nadie os hará dejarle”.

Cuando los primeros discípulos de Cristo (Andrés, Felipe, Pedro, Juan) conocieron a Jesús quisieron comunicarlo a los que ellos conocía. Así, por ejemplo, tuvo conocimiento su amigo Natanael. Él, por su parte, se sorprendió cuando el Maestro le dijo que le había visto debajo de la higuera.

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11.01.17

Reseña: Colección Fe sencilla – Sobre la oración - “Meditar con la Venerable Marta Robin”

 

Meditar con la Venerable Marta Robin                  Meditar con la Venerable Marta Robin

Título: Meditar con la Venerable Marta Robin

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 73

Precio aprox.: 4 € en papel – 1€ formato electrónico.

ISBN:  5800120488727 papel;  978-1-326-91318-2 electrónico

Año edición: 2017

Los puedes adquirir en Lulu

“Meditar con la Venerable Marta Robin”, de  Eleuterio Fernández Guzmán

 

Continuamos con la publicación de textos dentro de la Colección Fe sencilla. El libro que hoy traemos aquí corresponde al apartado de título Sobre la oración.

 

Vayamos, pues, con la reseña.

 

“Señor, yo os bendigo por la prueba”

(Marta Robin)

 

“Dios me ha entregado a mí

el apostolado del amor

en el sufrimiento”

(Marta Robin)

La Venerable Marta Robin, hermana nuestra de fe católica, llevó una vida muy difícil de sobrellevar desde el punto de vista físico. Ella supo, no obstante, llevar una existencia donde la fe en Dios Todopoderoso y en el resto de personas que conforman la Santísima Trinidad fueron verdaderas rocas desde donde construir una realidad firme y fiel.

Había nacido el 13 de marzo de 1902 en Châteauneuf-de-Galuare, villa del departamento de Francia, en la región de Ródano-Alpes. Sus padres eran unos modestos agricultores que la educaron en la fidelidad a la fe de la Iglesia católica e imprimieron en su corazón el gusto por la vida sencilla y simple del campo.

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10.01.17

Un amigo de Lolo – Una feliz asimilación loliana

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

Una feliz asimilación loliana

 

“Las criaturas somos como los árboles, en lo íntimo, como los árboles; tenemos misión de árboles y también destino de árbol, con raíces, tronco y tardes de primavera en las que el fruto se dora sobre las ramas. El dolor duele y pide oscuridad lo mismo que las raíces, y su verdad ha de abrirse camino agujerando nuestra costra de tierra, de carne que quiere coronarse sobre la vida; pero el dolor no va más lejos del descubrimiento y la canalización de nuestras savias mejores.”  (“Si tus lágrimas rodasen hacia dentro”, de “Desde este lado de la tapia”.)

Debemos dar las gracias a Dios cuando hay hermanos nuestros en la fe que son capaces de darse cuenta de las realidades espirituales más profundas y hacérnoslas ver de una forma sencilla, accesible, que se pueda entender. Y es que es una buena forma de hacer rendir los dones y talentos que Dios les ha dado.

Eso, exactamente eso, es lo que hace nuestro Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, en este texto de su libro “Desde este lado de la tapia”.

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9.01.17

Serie oraciones – expresiones de fe -Marta Robin – Testigos

OrarNo sé cómo me llamo…

Tú lo sabes, Señor.
Tú conoces el nombre
que hay en tu corazón
y es solamente mío;
el nombre que tu amor
me dará para siempre
si respondo a tu voz.
Pronuncia esa palabra
De júbilo o dolor…
¡Llámame por el nombre 
que me diste, Señor!

Este poema de Ernestina de Champurcin habla de aquella llamada que hace quien así lo entiende importante para su vida. Se dirige a Dios para que, si es su voluntad, la voz del corazón del Padre se dirija a su corazón. Y lo espera con ansia porque conoce que es el Creador quien llama y, como mucho, quien responde es su criatura.

No obstante, con el Salmo 138 también pide algo que es, en sí mismo, una prueba de amor y de entrega:

“Señor, sondéame y conoce mi corazón, 
ponme a prueba y conoce mis sentimientos, 
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno”

Porque el camino que le lleva al definitivo Reino de Dios es, sin duda alguna, el que garantiza eternidad y el que, por eso mismo, es anhelado y soñado por todo hijo de Dios.

Sin embargo, además de ser las personas que quieren seguir una vocación cierta y segura, la de Dios, la del Hijo y la del Espíritu Santo y quieren manifestar tal voluntad perteneciendo al elegido pueblo de Dios que así lo manifiesta, también, el resto de creyentes en Dios estamos en disposición de hacer algo que puede resultar decisivo para que el Padre envíe viñadores: orar.

Orar es, por eso mismo, quizá decir esto:

-Estoy, Señor, aquí, porque no te olvido.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero tenerte presente.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero vivir el Evangelio en su plenitud. 

-Estoy, Señor, aquí, porque necesito tu impulso para compartir.

-Estoy, Señor, aquí, porque no puedo dejar de tener un corazón generoso. 

-Estoy, Señor, aquí, porque no quiero olvidar Quién es mi Creador. 

-Estoy, Señor, aquí, porque tu tienda espera para hospedarme en ella.

Pero orar es querer manifestar a Dios que creemos en nuestra filiación divina y que la tenemos como muy importante para nosotros.

Dice, a tal respecto, san Josemaría (Forja, 439) que “La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios. —¡Sí!, toda tu vida puede y debe ser oración”.

Por tanto, el santo de lo ordinario nos dice que es muy conveniente para nosotros, hijos de Dios que sabemos que lo somos, orar: nos hace eficaces en el mundo en el que nos movemos y existimos pero, sobre todo, nos hace felices. Y nos hace felices porque nos hace conscientes de quiénes somos y qué somos de cara al Padre. Es más, por eso nos dice san Josemaría que nuestra vida, nuestra existencia, nuestro devenir no sólo “puede” sino que “debe” ser oración.

Por otra parte, decía santa Teresita del Niño Jesús (ms autob. C 25r) que, para ella la oración “es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.

Pero, como ejemplos de cómo ha de ser la oración, con qué perseverancia debemos llevarla a cabo, el evangelista san Lucas nos transmite tres parábolas que bien podemos considerarlas relacionadas directamente con la oración. Son a saber:

La del “amigo importuno” (cf Lc 11, 5-13) y la de la “mujer importuna” (cf. Lc 18, 1-8), donde se nos invita a una oración insistente en la confianza de a Quién se pide.

La del “fariseo y el publicano” (cf Lc 18, 9-14), que nos muestra que en la oración debemos ser humildes porque, en realidad, lo somos, recordando aquello sobre la compasión que pide el publicano a Dios cuando, encontrándose al final del templo se sabe pecador frente al fariseo que, en los primeros lugares del mismo, se alaba a sí mismo frente a Dios y no recuerda, eso parece, que es pecador.

Así, orar es, para nosotros, una manera de sentirnos cercanos a Dios porque, si bien es cierto que no siempre nos dirigimos a Dios sino a su propio Hijo, a su Madre o a los muchos santos y beatos que en el Cielo son y están, no es menos cierto que orando somos, sin duda alguna, mejores hijos pues manifestamos, de tal forma, una confianza sin límite en la bondad y misericordia del Todopoderoso (¡Alabado sea por siempre!).

Esta serie se dedica, por lo tanto, al orar o, mejor, a algunas de las oraciones de las que nos podemos valer en nuestra especial situación personal y pecadora.

Durante las semanas que Dios quiera vamos a traer a esta serie palabras de la Venerable Marta Robin contenidas en el libro “Ce que Marthe leur a dit” escrito por el postulador de la Causa de Canonización y por la vice postuladora, a la sazón, el sacerdote P. Bernard Peyrous y Marie-Thérèse Gille.

   

Serie Oraciones – Expresiones de fe: Marta Robin – Testigos.

Al respecto del hecho de ser testigos allí donde estemos, la Venerable Marta Robin, hizo ver, en una ocasión, lo siguiente:

 

“¡Oh sí! Allí donde el Señor nos ha puesto; ¡no hay que buscar en otra parte! Ser testigo de Jesús, testigo de María… Ser testigo en la verdad.”

No es poco cierto que nosotros, los que hemos sido bautizados en el seno de la Iglesia católica y somos, por tanto, hijos de Dios y piedras vivas de la Iglesia verdadera creada por el Hijo del Padre, sabemos que pertenecemos a la misma. Sin embargo, otra cosa muy distinta es que sepamos a qué atenernos, qué significa esto.

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