InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Agosto 2016

3.08.16

Una fe práctica- "¿Por qué ir a Misa?" – Oraciones para antes de la Santa Misa: una santa preparación espiritual.

“La santa Misa alegra toda la corte celestial, alivia a las pobres ánimas del purgatorio, atrae sobre la tierra toda suerte de bendiciones, y da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos, que las penitencias de todos los solitarios, que todas las lágrimas por ellos derramadas desde el principio del mundo y que todo lo que hagan hasta el fin de los siglos”.

Santo Cura de Ars

Sermón sobre la Santa Misa

 

Seguramente la pregunta que da título a este libro tiene mucho de intríngulis espiritual. No se trata de que se digan, sobre todo, las razones para asistir a la Santa Misa (que también) sino, más bien, de constatar que las hay y hacer hincapié en el hecho de que las haya. 

Es bien cierto que, como uno de los siete Sacramentos que instituyó Jesucristo en su primera venida al mundo, la Eucaristía tiene mucho que decir a quien se siente fiel perteneciente a la Iglesia que fundó el Hijo de Dios y a la que, con el tiempo, se dio en llamar católica. 

“Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura” (Mc 16,15) es el verdadero origen del sentido universal que quería imprimir Jesucristo a la Iglesia que había fundado. Pero fue San Ignacio de Antioquía (30 al 35 AD, muere C 107) quien, sobre el año 107, en su Carta a los Esmirniotas (8,2) dejó dicho que “Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la iglesia católica".  El caso es que si hay discusión acerca de si “católico” quiere decir, en exclusiva, “Universal” o, también, “Verdadera/auténtica” referida a la fe. Sin embargo, existe una creencia mayoritaria que favorece la primera concepción. A tal respecto, San Policarpo, que fue martirizado 50 años después de San Ignacio de Antioquía, hace uso de los dos sentidos y define a San Ignacio como “Obispo de la Iglesia Católica de Esmirna”.

Por otra parte, San Pacián de Barcelona (375) dejó dicho, su Carta a Sympronian,  que “Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado… Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético”; San Cirilo de Jerusalén (315-386), en su Catequesis (18, 23) enseñó que “La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes”. Pero Sería, de todas formas, Santo Tomás de Aquino, quien desarrollaría los elementos de la teología de la catolicidad. Para el Aquinate la Iglesia es universal en tres sentidos: 

1. Se encuentra en todos los lugares (Cf. Rom 1,8), teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio. 

2. Incluye personas de todos los estados de vida. (Cf. Gal 3,28). 

3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos. 

Pero es ya en los Hechos de los Apóstoles (continuación, en realidad, del Evangelio de San Lucas) donde se recoge, bien pronto, esto (2,42):

 

“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones”.

El caso es que, desde que Jesús, en aquella Última Cena tan merecidamente recordada, dijera que se le debía recordar según algunos gestos que hizo (partiendo el pan y repartiendo el vino, por ejemplo) no se ha hecho otra cosa por parte de quienes, allí mismo también, quedaron constituidos como sacerdotes de Dios y servidores de los hombres.

Leer más... »

2.08.16

Un amigo de Lolo – Importa el ahora

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Importa el ahora

 

“¡La hora! Las golondrinas nunca saben la hora, para ellas es sólo ‘hoy’, ‘este momento’: sol, risa, vuelo, canciones; para allá, para acá, únicamente hoy. Un aire las trajo, un dulce viento las llevará también algún día. No importa la fecha: será aquella que está escrita en el gran catálogo celeste de las golondrinas.“ (Las golondrinas nunca saben la hora. p. 32).

 

“¡La hora! El hombre nunca sabe la hora, para él es sólo ‘hoy’, ‘este momento’: solo, risa, cielo, canciones; para allá, para acá, únicamente hoy. Un viento lo trajo, un dulce viento lo llevará también algún día. No importa la fecha: será aquella que está escrita en el gran catálogo celeste del hombre”.

Este texto no es, como puede verse, el mismo que hemos aquí traído y escrito por nuestro Beato Manuel Lozano Garrido. Lo que pasa es que podemos imaginar a Lolo, que no podía siquiera caminar, verse reflejado en el corazón de una golondrina que puede volar y subir, subir, subir, sin preocuparle el poder estrellarse porque domina muy bien el arte de volar…

Leer más... »