InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2014

6.03.14

Hay cosas que no pueden ser, señor Arzobispo

Santiago Agrelo

Al que esto escribe le parece la mar de bien que los pastores de la Iglesia católica concedan entrevistas. Es la mejor manera de saber lo que piensan pues no siempre está al alcance de cualquiera y aunque quien viene hoy a este blog es conocido en InfoCatólica, no está de más (nunca está de sobra) ver lo que dice por ahí.

Y eso ha pasado con el Arzobispo de Tánger.

El pasado día 26 de febrero acudió a Valencia (España) para hablar en una jornada para sacerdotes relativa a la Teología de la Caridad. Y aprovechando tal ocasión, un periodista del diario Levante-El Mercantil Valenciano (de raíz izquierdista) le hizo una entrevista.

En tal entrevista dice cosas muy curiosas. No sé si por buenismo, por oportunismo o por algún que otro ismo pero, con franqueza lo decimos, lo que dice no es lo mismo que la verdad de las cosas. Al menos en algunas respuestas…

Cuando, por ejemplo, le dicen que

“El problema de la frontera no es la valla ni las cuchillas ni la Guardia Civil. Usted va más al fondo”.

El responde que

“Sí. Si yo pongo una valla y cuchillas en la frontera es porque la considero infranqueable para determinadas personas. ¿Pero quién soy yo para impermeabilizar esa frontera?”

Leer más... »

5.03.14

Cruz de cenizas

Ceniza

Arrepentirse y creer, de verdad, que Dios es Padre y que envió a su Hijo para procurar nuestra salvación; saber que se dejó matar porque conocía que la voluntad del Todopoderoso era que perdonara, que mostrara misericordia con aquellos que lo estaban maltratando de una forma tan injusta…

Ceniza del arrepentimiento, ceniza como esencia del renacer de nuestro espíritu abatido por los malestares que nuestra debilidad nos procura por no dejar acallar, en nuestro corazón, las falsas promesas del mundo; ceniza que es principio porque abre la puerta a un nuevo ser, a un ser de corazón de carne y no de piedra, a unos ojos que miran con comprensión a quien no lo comprende.

Y así, cenizas que forman una cruz que es todo para un discípulo de Cristo y que nos motivan a levantarnos y a ser, después de haber caído tantas y tantas veces en las tentaciones del Maligno, hijos de Dios que saben que lo son y, por eso mismo, lo que eso significa. Cenizas, pues, salvadoras porque salvadores fueron los maderos que sostuvieron el santo cuerpo del Ungido.

Leer más... »

4.03.14

Un amigo de Lolo - Pruebas de Dios

Presentación
Manuel Lozano Garrido

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Pruebas de Dios

“Ni ‘cuñas’ en la radio, ni anuncios con hombres ’sandwich’; mensajero de Dios, el hombre vivo”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (775)

A veces, las personas que no creen en la existencia de Dios y en la creación que el Todopoderoso llevó a cabo y que mantiene, tienen la impresión equivocada según la cual no es posible aventurar, siquiera, la tal existencia porque no hay prueba alguna de que eso sea posible.

En realidad, existe mucha ceguera en esta forma de pensar pues nada tan sencillo, simple y fácil de apreciar para quien no se ponga anteojeras en la mente y en el corazón, que darse cuenta de Dios en sí mismo. No es que el tal increyente sea Dios sino que es, exactamente, imagen del Creador.

A lo mejor eso no le parece suficiente para quien no crea. Sin embargo, sólo indica que falta conciencia de qué se es y, en definitiva, de lo que se puede llegar a ser.

Lo que aquí sucede es que hay pensamientos en exceso materialistas que sólo creen en lo que ven y en lo que sus sentidos pueden apreciar de forma palpable y, en fin, demostrable. Pero tales formas de pensar están muy lejos de la verdad de las cosas que, como suele suceder tantas veces, es muy tozuda al ser como es y no poder ser otra cosa

Leer más... »

3.03.14

Serie oraciones – invocaciones : Visita a San José

Orar

No sé cómo me llamo…
Tú lo sabes, Señor.
Tú conoces el nombre
que hay en tu corazón
y es solamente mío;
el nombre que tu amor
me dará para siempre
si respondo a tu voz.
Pronuncia esa palabra
De júbilo o dolor…
¡Llámame por el nombre
que me diste, Señor!

Este poema de Ernestina de Champurcin habla de aquella llamada que hace quien así lo entiende importante para su vida. Se dirige a Dios para que, si es su voluntad, la voz del corazón del Padre se dirija a su corazón. Y lo espera con ansia porque conoce que es el Creador quien llama y, como mucho, quien responde es su criatura.

No obstante, con el Salmo 138 también pide algo que es, en sí mismo, una prueba de amor y de entrega:

“Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno”

Porque el camino que le lleva al definitivo Reino de Dios es, sin duda alguna, el que garantiza eternidad y el que, por eso mismo, es anhelado y soñado por todo hijo de Dios.

Sin embargo, además de ser las personas que quieren seguir una vocación cierta y segura, la de Dios, la del Hijo y la del Espíritu Santo y quieren manifestar tal voluntad perteneciendo al elegido pueblo de Dios que así lo manifiesta, también, el resto de creyentes en Dios estamos en disposición de hacer algo que puede resultar decisivo para que el Padre envíe viñadores: orar.

Orar es, por eso mismo, quizá decir esto:

-Estoy, Señor, aquí, porque no te olvido.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero tenerte presente.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero vivir el Evangelio en su plenitud.

-Estoy, Señor, aquí, porque necesito tu impulso para compartir.

-Estoy, Señor, aquí, porque no puedo dejar de tener un corazón generoso.

-Estoy, Señor, aquí, porque no quiero olvidar Quién es mi Creador.

-Estoy, Señor, aquí, porque tu tienda espera para hospedarme en ella.

Pero orar es querer manifestar a Dios que creemos en nuestra filiación divina y que la tenemos como muy importante para nosotros.

Dice, a tal respecto, san Josemaría (Forja, 439) que “La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios. —¡Sí!, toda tu vida puede y debe ser oración”.

Por tanto, el santo de lo ordinario nos dice que es muy conveniente para nosotros, hijos de Dios que sabemos que lo somos, orar: nos hace eficaces en el mundo en el que nos movemos y existimos pero, sobre todo, nos hace felices. Y nos hace felices porque nos hace conscientes de quiénes somos y qué somos de cara al Padre. Es más, por eso nos dice san Josemaría que nuestra vida, nuestra existencia, nuestro devenir no sólo “puede” sino que “debe” ser oración.

Por otra parte, decía santa Teresita del Niño Jesús (ms autob. C 25r) que, para ella la oración “es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.

Pero, como ejemplos de cómo ha de ser la oración, con qué perseverancia debemos llevarla a cabo, el evangelista san Lucas nos transmite tres parábolas que bien podemos considerarlas relacionadas directamente con la oración. Son a saber:

La del “amigo importuno” (cf Lc 11, 5-13) y la de la “mujer importuna” (cf. Lc 18, 1-8), donde se nos invita a una oración insistente en la confianza de a Quién se pide.

La del “fariseo y el publicano” (cf Lc 18, 9-14), que nos muestra que en la oración debemos ser humildes porque, en realidad, lo somos, recordando aquello sobre la compasión que pide el publicano a Dios cuando, encontrándose al final del templo se sabe pecador frente al fariseo que, en los primeros lugares del mismo, se alaba a sí mismo frente a Dios y no recuerda, eso parece, que es pecador.

Así, orar es, para nosotros, una manera de sentirnos cercanos a Dios porque, si bien es cierto que no siempre nos dirigimos a Dios sino a su propio Hijo, a su Madre o a los muchos santos y beatos que en el Cielo son y están, no es menos cierto que orando somos, sin duda alguna, mejores hijos pues manifestamos, de tal forma, una confianza sin límite en la bondad y misericordia del Todopoderoso.

Esta serie se dedica, por lo tanto, al orar o, mejor, a algunas de las oraciones de las que nos podemos valer en nuestra especial situación personal y pecadora.

Serie Oraciones – Invocaciones: Visita a San José

A lo largo de este mes de marzo, por ser en el que celebramos, de una forma especial, a la persona de San José, esta seríe sobre la oración, va a estar dedicada, todo el mes, a este crucial santo para la vida del creyente.

San José

¡Oh castísimo esposo de la Virgen María, mi amantísimo protector San José! Todo el que implora vuestra protección experimenta vuestro consuelo. Sed, pues, Vos mi amparo y mi guía. Pedid al Señor por mí; libradme del pecado, socorredme en las tentaciones y apartadme del mal y del pecado. Consoladme en las enfermedades y aflicciones. Sean mis pensamientos, palabras y obras fiel trasunto de cuanto os pueda ser acepto y agradable para merecer dignamente vuestro amparo en la vida y en la hora de la muerte. Amén.

Jaculatoria.-¡Oh glorioso San José! Haced que sea constante en el bien; corregid mis faltas y alcanzadme el perdón de mis pecados.

Nada mejor, pues, que empezar por la visita que podemos hacer a San José, Padre de nuestra fe y ejemplo, de todas-todas, a seguir.

Visitar a San José es, por decirlo así, como hacer una especie de antesala de su Hijo y, entonces, ante Dios mismo. Por eso le pedimos como lo que fue en vida, antes de subir a la Casa del Padre.

Leer más... »

1.03.14

Serie Fundación GRATIS DATE – La Sábana Santa, imagen de Cristo muerto, del P. Raimondo Sorgia, O.P.

GRATIS DATE

Escribir de la Fundación GRATIS DATE es algo, además de muy personal muy relacionado con lo bueno que supone reconocer que hay hermanos en la fe que tienen de la misma un sentido que ya quisiéramos otros muchos.

No soy nada original si digo qué es GRATIS DATE porque cualquiera puede verlo en su página web (www.gratisdate.org). Sin embargo no siempre lo obvio puede ser dejado de lado por obvio sino que, por su bondad, hay que hacer explícito y generalizar su conocimiento.

Seguramente, todas las personas que lean estas cuatro letras que estoy juntando ya saben a qué me refiero pero como considero de especial importancia poner las cosas en su sitio y los puntos sobre todas las letras “i” que deben llevarlos, pues me permito decir lo que sigue.

Sin duda alguna GRATIS DATE es un regalo que Dios ha hecho al mundo católico y que, sirviéndose de algunas personas (tienen nombres y apellidos cada una de ellas) han hecho, hacen y, Dios mediante, harán posible que los creyentes en el Todopoderoso que nos consideramos miembros de la Iglesia católica podamos llevarnos a nuestros corazones muchas palabras sin las cuales no seríamos los mismos.

No quiero, tampoco, que se crean muy especiales las citadas personas porque, en su humildad y modestia a lo mejor no les gusta la coba excesiva o el poner el mérito que tienen sobre la mesa. Pero, ¡qué diantre!, un día es un día y ¡a cada uno lo suyo!

Por eso, el que esto escribe agradece mucho a José Rivera (+1991), José María Iraburu, Carmen Bellido y a los matrimonios Jaurrieta-Galdiano y Iraburu-Allegue que decidieran fundar GRATIS DATE como Fundación benéfica, privada, no lucrativa. Lo hicieron el 7 de junio de 1988 y, hasta ahora mismo, julio de 2013 han conseguido publicar una serie de títulos que son muy importantes para la formación del católico.

Como tal fundación, sin ánimo de lucro, difunden las obras de una forma original que consiste, sobre todo, en enviar a Hispanoamérica los ejemplares que, desde aquellas tierras se les piden y hacerlo de forma gratuita. Si, hasta 2011 habían sido 277.698 los ejemplares publicados es fácil pensar que a día de la fecha estén casi cerca de los 300.000. De tales ejemplares, un tanto por ciento muy alto (80% en 2011) eran enviados, como decimos, a Hispanoamérica.

De tal forman hacen efectivo aquel “gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10,8) y, también, “dad y se os dará” (Lc 6,38) pues, como es de imaginar no son contrarios a las donaciones que se puedan hacer a favor de la Fundación. Además, claro, se venden ejemplares a precios muy, pero que muy, económicos, a quien quiera comprarlos.

Es fácil pensar que la labor evangelizadora de la Fundación GRATIS DATE ha des estar siendo muy grande y que Dios pagará ampliamente la dedicación que desde la misma se hace a favor de tantos hermanos y hermanas en la fe.

Por tanto, esta serie va a estar dedicada a los libros que de la Fundación GD a los que no he hecho referencia en este blog. Esto lo digo porque ya he dedicado dos series a algunos de ellos como son, por ejemplo, al P. José María Iraburu y al P. Julio Alonso Ampuero. Y, como podrán imaginar, no voy a traer aquí el listado completo de los libros porque esto se haría interminable. Es más, es mejor ir descubriéndolos uno a uno, como Dios me dé a entender que debo tratarlos.

Espero, por otra parte, que las personas “afectadas” por mi labor no me guarden gran rencor por lo que sea capaz de hacer…

La Sábana Santa, imagen de Cristo muerto, del P. Raimondo Sorgia, O.P.

Leer más... »