InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Abril 2010

25.04.10

La Palabra del Domingo -25 de abril de 2010 - Ovejas de un Buen Pastor

biblia

Juan 10, 27-30: Yo doy la vida eterna a mis ovejas

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos,y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.

COMENTARIO

Ovejas de un Buen Pastor

1.-El texto del evangelio de san Juan es, digamos, en lo extenso, más bien poca cosa. Sin embargo, el contenido del mismo es, en lo teológico, grande e impagable.

2.-Jesús está instruyendo a sus discípulos en los puntos sobre los que debe sustentarse su vida espiritual. Por eso, en un momento determinado, les habla, digamos, de quien se dirige a ellos como el Hijo de Dios y así ha de ser bien entendidas aquellas palabras.

3.-Es muy importante que aquella persona que acompañaba a los que le seguían diga lo que es una gran Verdad: Jesús y Dios son uno y, por lo tanto, no puede haber separación de personas siendo, junto con el Espíritu Santo lo que denominamos, con legítimo gozo, Santísima Trinidad.

4.-Pero les dice algo que es muy importante y que todos deben entender. Y son tres realidades espirituales que, de ser olvidadas, dejarían de dirigir la vida de aquellos que lo seguían: quién es oveja de aquel Pastor; a Quién conoce el Pastor y, por último, nadie puede hacer posible que quien es oveja de aquel Pastor deje de serlo… si no es, claro, por voluntad propia.

5.-Es oveja de aquel Pastor quien, de motu propio, acepta seguir a Jesucristo, su mensaje y cumplir su doctrina. Tales personas pueden considerarse, entonces, parte del rebaño de Dios que tiene, en Jesucristo, a un Buen Pastor.

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24.04.10

Como Cristo mira - Tan sólo materia

Serie “Como Cristo Mira”

Jesús

3.- Tan sólo materia (Jn 4, 46-54)

Si había algo que hiciera a Jesús mirar a sus contemporáneos con más amor del que, ya, les tenía, era la fe y la confianza. A través de la primera se dibujaba el alma de quien le hablaba y partiendo de la segunda sabía que se encontraba ante alguien que, seguramente, creía en el Enviado de Dios.

Así, Jesús, como hizo en otras ocasiones (el ciego al borde del camino, la hemorroísa, los amigos que descuelgan al que lo era suyo abriendo un boquete en el techo de una casa, etc.) se da cuenta de que quien tiene fe y tiene confianza no puede quedar defraudado.

Así lo cuenta Juan en su Evangelio:

46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.

47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir.
48 Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis.»

49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.»

50 Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino.

51 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía.

52 El les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.»
53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia.

54 Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

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23.04.10

Eppur si muove - ¿Por qué ha de reformarse, en determinados aspectos, la Iglesia católica?

En otro momento de esta serie sobre la realidad de la Iglesia católica escribía sobre las reformas que se pretenden para la misma. La conclusión que se saca de lo que algunos piden es que no les gusta casi nada de lo que, hoy día, se produce y dice en el Vaticano, lugar natural donde lo que pasa en la Esposa de Cristo tiene, por decirlo así, su origen.

Sin embargo, podemos dar un paso más que supone preguntarse si es que, en realidad, la Iglesia católica tiene que reformarse o no.

Algunos dirían que, por supuesto, la doctrina de la Iglesia católica tiene que adecuarse al mundo porque, de otra forma, no avanzará y siempre irá tras lo que vaya pasando.

Por ejemplo, es por desgracia común leer lo siguiente: “Benedicto XVI se revela incapaz de adecuar la Iglesia a los tiempos”.

Esto, dicho así, puede suponer algo que, en principio, hasta parece razonable. Un dicho advierte de la correspondiente adaptación que, a veces, es necesaria: “donde fueres haz lo que vieres” porque, en algunas ocasiones es lo único que una persona puede hacer, casi siempre, por la cuenta que le trae.

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22.04.10

Leonardo Boff ha dejado de ser cristiano y es no sé qué

Sobre el teólogo de la liberación Leonardo Boff he tenido la ocasión de escribir muchas veces porque siempre que se manifiesta, por decirlo así, baja su crédito como cristiano.

Sin embargo, y como por desgracia era de esperar, ahora se ha superado porque de lo escrito se deduce que, en efecto, ha dejado de ser cristiano y, en efecto, no se sabe, exactamente, qué es.

Como es más que sabido este ser de extraña pertenencia religiosa es, demostrado lo ha muchas veces, un apóstol de la Nueva Era y así lo demuestra.

Por eso en el texto que traemos aquí se deduce, con bastante facilidad, el concepto de “mundialismo” que tanto dirige los dictados de la Nueva Era. Por eso escribe sobre la Casa Común“. Y del “El planeta, la naturaleza, la humanidad, los pueblos, el mundo de la vida” un tanto de lo mismo de tal forma que sólo le ha faltado escribir sobre la “Madre Tierra” o, en otros lares, la “Pachamama”.

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21.04.10

La herencia de Juan Pablo II Magno según algunos

Ser santo, o, mejor, ser declarado santo, no parece que todo el personal pueda soportarlo. Es más, que la Iglesia católica, fieles y jerarquía incluida, entiendan que determinadas personas merecen ser considerados de los mejores entre nosotros y ejemplos a seguir no acaba de gustarles.

Lo más curioso es que algunas de tales personas no se manifiestan casi nunca, siendo caritativo, a favor, en nada, de la Iglesia católica. Vamos, que le tienen una tirria y, yo creo, una envidia, bastante grande.

Una de tales personas es, siento repetirme con su nombre otra vez pero las cosas son como son, Juan G. Bedoya que desde su atalaya de “El País” predica siempre que puede contra todo lo que parezca e, incluso, sea, católico. Si, además, se trata de determinados pontífices, miel sobre hojuelas, pero miel caduca y hojuelas hechas con harina y huevos podridos que es, más o menos, a lo que huele el “Análisis” allí publicado.

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