InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Marzo 2010

7.03.10

La Palabra del Domingo - 7 de marzo de 2010- Convertirse

biblia

Lucas 13, 1-9: Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera

1 En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios.
2 Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? 3 No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. 4 O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? 5 No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.»

6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. 7 Dijo entonces al viñador: “Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?” 8 Pero él le respondió: “Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.”


COMENTARIO


Convertirse

1.-El sentido que tenía el pueblo judío del pecado y su trascendencia en la vida ordinaria no era del gusto de Jesús. Con eso se quiere decir que como había venido a hacer cumplir la Ley de Dios y no a derogarla, seguramente tampoco aquella forma de entender las cosas era buena ni era del agrado de Dios.

2.-Tenían, los contemporáneos de Jesús, la idea según la cual cuando una persona sufría un mal físico (digamos ceguera, sordera o cualquier otro daño inferido por la causa que fuese) era porque, indefectiblemente, había pecado y Dios, por decirlo así, lo había castigado.

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6.03.10

Opus Dei: "'Camino': el camino de la Fe" - La importancia de lo ordinario

Serie “El Camino de la Fe”

San Josemaría

El Camino de la Fe -37

Has errado el camino si desprecias las cosas pequeñas
S. Josemaría
Camino, 816

Para el hombre moderno lo grande, lo que impresiona por sus dimensiones (físicas o morales) es de mucha importancia. Al contrario, a las cosas pequeñas, sin embargo, no se le da el valor que tienen.

Si hay algo por lo que se conoce al fundador del Opus Dei es por ser, digamos, el santo de lo ordinario (así lo definió, por ejemplo, Juan Pablo II Magno) porque entendía que era importante todo lo que, aunque pequeño, podía colaborar a la formación espiritual del cristiano.

Por eso dejó escrito, en el punto 414 de su “Camino” que “Un pequeño acto, hecho por Amor, ¡cuánto vale!” porque, con toda seguridad el amor, que todo lo malo hace bueno, ha de transformar lo pequeño, a ojos de Dios, en algo grande, ya que no hay que olvidar “que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo pequeño. —Lo que nace grande es monstruoso y muere” (punto 821)

Si, por lo hasta aquí dicho, nos damos cuenta de que en lo pequeño se encierra lo grande del Reino de Dios y que, por lo tanto, no podemos despreciar la apariencia de invalidez de aquello, es porque “La santidad ‘grande’ está en cumplir los ‘deberes pequeños’ de cada instante”.

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5.03.10

Eppur si muove - ¿Es la Nueva Era una alternativa al cristianismo?

Sabemos (o conviene que sepamos) que la denominada Nueva Era es, en primer lugar, un movimiento presuntamente espiritual y, en segundo lugar, un intento de sustituir, bajo la denominada Era de Acuario, al cristianismo que, según entienden sus partidarios, corresponde a la Era de Piscis.

Por lo tanto, de todo lo que huela, siquiera, a Nueva Era, deberíamos escapar como del mismo Maligno porque supone, más que nada, una voluntad de poner fin a la fe cristiana aunque, a decir verdad, la sutilidad de su actuación es, por eso mismo, difícilmente perceptible.

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4.03.10

Bibiana Aído es poco pollo para tanto arroz

Cuando a una persona a la que, sólo por caridad, se le considera dentro de la especie humana (según lo que dice y hace), se le ofrece la posibilidad de meter la pata… suele meterla hasta el corvejón.

Resulta que las Naciones Unidas tienen, entre sus comisiones, una referida a la condición de la Mujer que, periódicamente se reúne para tratar los temas relativos a, como escribió C.S. Lewis, las hijas de Eva.

Eso es lo que ha pasado con la dizque ministra de Igualdad Bibiana Aído que, habiendo tenido una buena ocasión para permanecer al margen de la llamada Declaración de Córdoba (Argentina) ha preferido, por supuesto, apoyarla con su presencia en la reunión arriba citada.

Se preguntarán qué es eso de la tal Declaración.

En esencia es la expresión, por escrito, del feminismo radical que en el mundo existe.

Entre las conclusiones a las que llegaron las personas reunidas en Argentina en noviembre de 2009 se encuentra una que, la verdad, deja mucho que desear y que pone, por ejemplo, a Bibiana Aído en la posición en la que gusta estar.

Dice la misma que deciden sobre demandar a las Naciones Unidas que “acabe con el privilegio de la Santa Sede de ser Estado Observador Permanente No-Miembro”.

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3.03.10

Leonardo Boff: otro pasito más hacia la Nueva Era

Por si no estuviera claro lo que con la Nueva Era se quiere hacer (desaparición del cristianismo e implantación de un orden mundial basado en principios pseudoreligiosos de carácter gnóstico y pagano) Leonardo Boff nos ha dado unas pistas para que no nos perdamos por el amplio mundo de lo por venir quizá, ya, aquí.

Antes que nada, decir que Leonardo Boff es el típico catastrofista manipulador de datos climáticos, entre otros, que pretende arrimar el ascua a su sardina ecologeta con ánimo, además, de deteriorar la imagen de la religión que, sin duda, no tiene: la católica.

Eso, claro, le ha desviado del mensaje cristiano de tal forma que bien podemos decir que es, sólo, una sombra de lo que pudo haber sido y ha devenido profeta de la Nueva Era, cual Elías que huye pero no de quien quiere matarlo sino de quien quiere acogerlo en su seno.

Pero, para el caso de hoy, debemos decir que uno de los postulados de la Nueva Era es que la Tierra, el planeta en el que habitamos, vivimos y morimos, es, en realidad, un organismo vivo. En concreto dice que “La Tierra es de hecho un superorganismo vivo”, un requeteorganismo, un chiripitifláutico superorganismo estratosféricamente hablando. Vamos, la rechifla.

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