La Cigüeña ha volado alto... otra vez
En determinadas ocasiones vale la pena referirse a lo que otros compañeros de la red dicen. En este caso lo dicho es tan cierto que no puedo, por menos, que escribir sobre una gran verdad.
El domingo pasado, el incomparable Francisco José Fernández de la Cigoña en su Blog de Religión Digital puso, por así decirlo, el dedo en la llaga. Y tal llaga es bastante dolorosa para la Iglesia católica.
Él habla de las excomuniones de los 4 obispos seguidores de Lefebvre y de lo que yo llamo autoexcomuniones tácitas de otros sectores de la Esposa de Cristo.
Y es que, la verdad, lo dicho allí es, simplemente, cierto como el día aunque la vida de muchos dizque católicos sea, más bien, una noche del alma.
Resulta, así, de todo punto absurdo, ridículo y llevado por un buenísmo fuera de lugar, creer y, siquiera, plantear, que quien corresponda pueda manifestar algo parecido a lo hecho con los 4 obispos seguidores de Lefebvre excomulgados a los que se les ha levantado la excomunión y que, ahora, se hiciera lo mismo con aquellos sectores de la Iglesia católica que se oponen a mucho de lo que la Iglesia católica dice y hace.
Y me refiero a la diversidad de progres que hay en el seno de aquella.