InfoCatólica / Santiago de Gobiendes / Archivos para: Mayo 2022, 05

5.05.22

El Honor de la Fe

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua que el «réprobo» es el condenado a las penas eternas; una persona condenada por su heterodoxia religiosa; en último extremo, un malvado; alguien indigno y endiablado. En resumidas cuentas, un réprobo es un hereje, alguien que se empeña en defender doctrinas contrarias al depósito de la fe católica.

Pero conviene que haya herejías, para que se manifieste quiénes son fieles. La Iglesia Católica está hoy plagada de réprobos. Nunca ha habido, creo yo, tantos herejes por metro cuadrado como ahora. Incluso en las más altas instancias de la jerarquía, nos podemos encontrar con impíos que habrían escandalizado con sus heterodoxias a heresiarcas como Lutero o Calvino. Algunos  pueden llegar a comparar a Cristo con Buda, por ejemplo, y rozan pelogrosamente el indiferentismo religioso, aunque los modernistas siempre se mueven en una ambigüedad calculada:

«Aunque de manera diferente, Buda y Jesucristo orientan a sus seguidores hacia valores trascendentes. Las nobles verdades del Buda explican el origen y las causas del sufrimiento y señalan el óctuple camino que conduce al cese del sufrimiento».

No, no. De eso nada. Buda no tiene nobles verdades ni explicación ninguna sobre nada. Cristo es el único camino, la única verdad; Cristo es el Señor y el dador de vida. El budismo y el catolicismo no son dos maneras diferentes para orientar a sus seguidores hacia los “valores” transcendentes. En absoluto. El nirvana budista es la disolución en la nada. El budismo no habla de ningún dios ni ofrece ninguna vida eterna. El budismo y el cristianismo se parecen tanto como un huevo a una castaña. Sólo Cristo tiene palabras de vida eterna. Todo lo demás son supercherías, doctrinas demoníacas y errores.

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