¿Por qué me persigues?
Hace unos días, le pedí al P. Guillermo Morado que tratase el tema de las distintas razones por las que pueden sufrir persecución los cristianos. Don Guillermo no se animó, así que he pensado que sería una buena idea recuperar, con ciertas modificaciones, algunos párrafos que escribí hace tiempo sobre el tema (y que ya no recordaba) para ver qué pueden aportar los lectores a esta cuestión.
El tema, pues, es éste: ¿Por qué razones puede sufrir persecución un cristiano? ¿Todas las persecuciones son iguales? ¿Hay alguna persecución que esté “justificada”?
En mi opinión, las persecuciones, grandes o pequeñas (que pueden ir desde las persecuciones sangrientas de los romanos o del 36 hasta el hecho de que a alguien le hagan la vida imposible en su trabajo) pueden ser desencadenadas por tres motivos, muy diferentes. Creo que es esencial que tengamos claras las diferencias entre estos motivos, porque de ellas deberá depender nuestra respuesta.

He pedido a una lectora, Arantza, que me enviara su experiencia educando en casa a sus hijos. Esta posibilidad, conocida a menudo como homeschooling, sólo está en sus comienzos en nuestro país. Eso hace que la experiencia de esta “pionera” sea especialmente valiosa.
Un comentarista tuvo la amabilidad de decir que el
El blog Espada de Doble Filo se enorgullece de poder presentar hoy una primicia mundial, gracias a sus contactos entre las facultades de Teología de varias universidades alemanas. Hace unos meses, en el mayor de los secretos, se realizó un descubrimiento arqueológico sin precedentes, que está empezando a dar frutos.
En el









