Tiempo de crisis, tiempo de gracia
Incluí ya en el blog, hace tiempo, la propuesta de un lector sobre cómo deben actuar los cristianos ante la crisis. Hoy les ofrezco la brevísima experiencia personal de otra lectora, Lucía, madre de tres hijas, que se quedó sin trabajo como consecuencia directa de esta crisis económica.
A pesar de la lógica preocupación por su situación, encontró en esa “desgracia", la gracia de tener más tiempo para hablar con el Señor. Durante los últimos meses, ha podido acudir día tras día a rezar ante el Sagrario y a confesarse más a menudo. Es decir, a pasar este tiempo difícil con Aquel que se preocupa por ella.
Me alegra poder decir que, precisamente esta semana, Lucía ha encontrado trabajo. “Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?”
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Juan Carlos, lector de este blog, relató su conversión hace unos días en un comentario. Como su relato es largo y sustancioso, he creído oportuno convertirlo en un artículo independiente y publicarlo hoy.
El otro día, con ocasión del relato de la conversión de Natalia, muy relacionada con Juan Pablo II, prometí contar otro de los frutos del funeral de Juan Pablo II. A mi juicio, como ya dije ayer, no se trata simplemente de la ceremonia en sí, sino especialmente de los últimos años de sufrimiento y debilidad del Papa anterior, que, ofrecidos con generosidad a Dios, han dado frutos abundantes.
Natalia, lectora de este blog, me ha enviado el relato de su conversión. Como verán, es una conversión más gradual que otras que se han publicado en este blog, pero no por ello es menos estupenda la actuación de Dios en su vida.
Un lector me ha enviado esta historia de conversión que le ha gustado, aparecida en la revista Pórtico del Cielo y, en internet, en la página de Mercabá. Es la historia de una luterana alemana alejada de la religión que se hizo católica después de vivir durante años en España.









