Algunas ideas para no sobredimensionar el papado
Quizá uno de los mayores logros del pontificado del Papa Francisco haya sido demostrar sin lugar a dudas y de forma algo traumática que, en los últimos dos siglos, se ha producido un sobredimensionamiento práctico del papado, hasta adquirir en ocasiones tintes casi idolátricos. A veces parece incluso que el Papa sea la Iglesia, como si no hubiera nada más en ella o no se necesitase otra cosa.
Me pide un lector que escriba sobre lo que se podría hacer para evitar caer en ese error práctico (porque, desde el punto de vista de los principios, la doctrina sobre el papado del Concilio Vaticano I está muy clara). Me gustaría atender su petición, pero, como la cuestión es espinosa y mis luces intelectuales son más escasas aún que mi atractivo físico, en lugar de dar mi opinión me ha parecido más oportuno traer al blog el sermón que pronunció hace varios siglos sobre este mismo problema el ilustre predicador Fray Eusebio de Rocatajante, en presencia del papa de la época, Narciso IV.
Fray Eusebio, además de ser un santo varón y maestro de la oratoria, tenía la laudable costumbre de dedicar sus sermones a lo que necesitaban escuchar sus oyentes y no a lo que les gustaría escuchar, lo que le granjeó problemas sin cuento y un par de visitas amistosas de la Santa Inquisición. Dicen los historiadores que al papa Narciso no le agradó mucho este sermón en concreto, pero nuestro predicador consiguió salir con bien de su atrevimiento gracias a que, por oscuras razones genealógicas, era a la vez sobrino y tío del papa.
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Queridos hermanos in Domino nostro Iesu Christo:
Pidamos a Dios papas que hablen poco y recen mucho, porque del mucho hablar vienen males sin cuento y es vanidad pensar que lo importante es lo que unomesmo tiene que decir, cuando tanto y tan bueno es lo que nos dejaron los antiguos. Menos aún hablen de políticas y afanes mundanos, que en el mejor de los casos los distraerán de su misión y, en el peor, los arrastrarán al fango de las mutables opiniones humanas. Imite, pues, todo pontífice a su primer predecesor y cuando hable, que hable palabra de Dios.
Sea el propósito de todo pontífice antes no estropear nada que mejorar algo. En efecto, los seres humanos, entre los que se encuentran la mayoría de los papas, suelen comportarse sicut elephas inter amphoras perambulans. Más le vale al hombre caído ser consciente de su torpeza y concentrarse en no estorbar mucho la acción de Dios que en hinchar su propia vanidad con originalidades y ocurrencias. En especial los papas procuren no arruinar mucho la Iglesia, en lugar de creer temerariamente que son ellos los que van a arreglarla.
Gócese la Iglesia en la impotencia y debilidad del papa, que, siendo en esta tierra vicario de nuestro Señor, no deja de ser por ello siervo inútil de Cristo y aun siervo de los siervos de este. Se dice que, en la antigua Roma, un esclavo acompañaba al emperador cuando era aclamado por la multitud, repitiéndole al oído: “recuerda que no eres más que un hombre”. Para no ser menos que los viejos paganos, quizá fuese bueno crear un nuevo cargo en el Vaticano, el de summo profeta de desgracias, cuya única misión sea susurrar al pontífice de turno, a tiempo y a destiempo: “recuerda que no eres más que un siervo inútil y vas a ser juzgado por tu Señor”. Así resplandecerá en todo la fuerza de Cristo.
Huya un papa del afán de novedades como del mismo demonio, ya que su sagrada misión es custodiar fielmente lo que ha recibido y confirmar en la fe vieja a sus hermanos. Piénsese mucho antes de cambiar tradiciones que vienen desde antiguo y, después de mucho pensarlo, no se cambien. Cuando sea forzoso hacer algo nuevo, que la novedad sea restaurar una antigua fidelidad de nuestros padres que, por la humana flaqueza, se perdió por el camino.
Enséñese a todos los cristianos, cléricos y non cléricos, que ha habido papas malos, muy malos y péssimos, porque esa es la verdad y negarlo solo acarrea problemas y desgracias. Como enseña el profeta, maldito quien confía en un hombre. Los católicos no seguimos al papa, por muy elevada y venerable que sea la dignidad que el mismo Señor le ha concedido, sino a Cristo, Hijo de Dios y Rey Nuestro, a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos.
Ítem más, canonícese poco a los papas, para que no piense el vulgo que la santidad viene del cargo y el prestigio, que son más bien peligro de condenación que otra cosa. Puesto que últimamente se han canonizado más papas que en todo el milenio precedente, no se canonice ninguno más hasta dentro de otro milenio o dos, si no viene antes nuestro Señor. Postérguese, así, la próxima canonización de un romano pontífice ad calendas graecas, que es como decir, en román paladino, para un poco después de nunca.
Recuerden pontífices y prelados que los primeros que deben cumplir la ley son los legisladores. Así como Sócrates, pagano pero anima naturaliter christiana, aceptó serenamente la condena a muerte que le impuso la ciudad por respeto a la ley, todo Papa debe tener especial cuidado en cumplir y respetar él mismo las normas canónicas y litúrgicas, aunque tenga el derecho de cambiarlas, y más aún las normas morales, que nadie tiene derecho a cambiar. Solo si los que mandan son capaces de obedecer, encontrarán alegría los súbditos en hacer lo mismo.
Nómbrense, por último, obispos con fe y varoniles, pues grandes desgracias para nuestra Santa Madre la Iglesia han venido de epíscopos más dados a caer bien que a creer bien y que se muestran apocados para reprimir el mal, pero crescidos ante los buenos, los débiles y los humildes. El que no sea capaz de usar su báculo para defender a las ovejas de los lobos, mejor que no lo reciba, no sea que lo use para castigar a las ovejas fieles y tiranizar a los corderos. Sean además los obispos capaces de plantar cara incluso a sus superiores cuando estos obren mal y se aparten del Evangelio, como San Pablo hizo con San Pedro delante de todos, porque era reprensible. Así, cada romano pontífice, siendo él mismo un buen obispo y estando rodeado de otros obispos buenos y valientes, que no teman señalarle caritativamente sus pontificias meteduras de gamba, ganará mucho en humildad y santidad, para bien de toda la Iglesia.
En lo demás, como enseñan el santo Evangelio y la razón natural, sea la regla general que conviene que el papa disminuya para que Jesucristo crezca. Lo demás es vanitas vanitatum et omnia vanitas. Amén.
Fray Eusebio de Rocatajante
84 comentarios
Cuánta sensatez la de Fray Eusebio
Bruno:
Tengo entendido que era vasco.
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Confirmo. De Bilbao, para más señas.
Parece que el anterior pontífice no conocía estos sabios consejos, esperemos que S.S. León XIV tenga conocimiento de ellos, por el bien de la Iglesia, y nosotros veamos al papa como lo que realmente es.
"Los confesantes de Rocatajante salían con el corazón partío."
Je, je. No es mal elogio, según la Escritura: rasgad los corazones y no las vestiduras.
"El sobredimensionamiento del papado fue similar o quizás mayor con Juan Pablo II"
Podría parecerlo, porque desde el punto de vista natural, Juan Pablo II tenía una personalidad mucho más atrayente. Eso, sin embargo, es relativamente inocuo. La piedra de toque, el punto en el que realmente queda claro que existe ese sobredimensionamiento es cuando se pone lo que dice el Papa por encima de la fe de la Iglesia y la Revelación, como ha sucedido en relación, por ejemplo, con Amoris Laetitia. El mismo Cristo dice que divorciarse y casarse con otra persona es adulterio, pero de pronto el Papa dice que no pasa nada y solo es no llegar al ideal y todos los obispos callan. Es dogma de fe que Dios siempre da la gracia necesaria para no caer en pecado, pero Amoris Laetitia dice lo contrario y todos los obispos callan. La Escritura y toda la Tradición de la Iglesia dice que Dios nunca quiere que pequemos, pero AL dice que a veces adulterar es lo que Dios quiere de nosotros, y todos callados, porque, si lo dice el Papa, estará bien.
Eso es el verdadero sobredimensionamiento, porque literalmente pone una opinión humana por encima de Dios. Ciertamente, la tendencia es larga (de un par de siglos, como se dice en el artículo), pero el extremo al que por desgracia ha llegado en el último pontificado es inigualable.
"¿Es un personaje imaginario?"
He ido poniendo varias pistas en el texto.
"Yo es que me sé la lista de los Papas de memoria"
¡Impresionante!
Tienes razón y agregaría que lo que se "sobredimensiona" no es el Papado sino lo que no tiene de él.
Cuando se mira el Concilio Vaticano I, completo, se advierte que "alguien sabía" lo que iba a ocurrir luego y entre otras materias se hizo para defender la fe católica contra las ideas del racionalismo y el galicanismo.
Pero, Providencialmente llegó el Dogma de la Infalibilidad del Papa, más que necesario.
Una definición dogmática "cerrada" y precisa.
No todo lo que hace el Papa es Infalible.
Te imaginas lo que hubiera pasado sin esa limitación..."lo dijo el Papa"...
obviamente "cierto Papa"...
Cómo la ves...
Hasta no hace mucho, en las coronaciones pontificias, delante del Papa revestido de máxima dignidad, portado en silla gestatoria y bajo palio y flabelos, un ceremoniero portando una estopa alta y bien visible, mientras la apagaba le decía al coronado, así pasa la gloria del mundo.
Quizás no estaría mal que se restituyera el empleo por el bien del alma de cada Papa y sobretodo salud de la Iglesia.
Brillante, divertido e iluminado como siempre. Gracias!!
Muy oportuno recordarlo ahora, tras Narciso V.
Un abrazo
No habrá alguna forma de hacer llegar esto al Santo Padre Leon XIV , creo que le sería de gran ayuda ahora que está recién comenzado su Pontificado. Que bien le había hecho a su predecesor, que en paz descanse, seguro lo habría ayudado mucho en su debilidad. El sentido común de Fray Eusebio es impresionante.
Si un futuro Papa canonizara a Belén Esteban usted en la soledad de su sillón batiría palmas mientras se le escapa la babita pòr la comisura de los labios
¡Que todos sabemos quien eres, [...]!
Si el fallecido Papa Francisco, logra por medio de su intercesión, que se conviertan los miembros de la Compañía de Jesús y la mayoría de los Obispos Alemania vuelvan a ser Católicos, todos estaremos felices de su canonización, pues sería una demostración empírica de que está en el Cielo, cosa que sinceramente esperamos que así sea a pesar de su pésimo pontificado.
"tesis ¿conspiranoica? de un sedevacantista según la cual el Concilio Vaticano I fue urdido hábilmente por los enemigos de la Iglesia a sabiendas de que el mejor modo de subvertirla sería absolutizar la figura regia del Papa"
En realidad, como señala Claudio más arriba, lo que hizo el Concilio Vaticano I fue lo contrario: limitar (mejor dicho, delimitar) los poderes del Papa a su justa medida. Como enseña el Concilio, el papa básicamente solo es infalible cuando habla ex cathedra, cuando define un dogma de fe a la cabeza de un concilio ecuménico o repite la enseñanza constante de la Iglesia. El resto del tiempo (que es la inmensa mayoría de lo que dice) no es infalible y se equivoca como los demás.
Si era una conspiración, les salió el tiro por la culata.
"Yo creo que si un futuro Papa canonizara al Papa Francisco, muchos rechinarian los dientes"
A ese juego podemos jugar todos: yo creo que si un futuro Papa dijera que la mitad de lo que cree Gerardo S.I. es erróneo y sustancialmente heterodoxo, alguno rechinaría los dientes.
¡Que divertido! Vamos a probar otra vez. Yo creo que, si un futuro Papa dijera que Gerardo S.I. es un extraterrestre, al susodicho Gerardo no le haría ninguna gracia.
Y así hasta el infinito. Quizá convenga deducir de ahí que su comentario, en realidad, no aporta nada. Aparte de un insulto velado, es una afirmación gratuita e igualmente se puede decir así cualquier cosa.
Lo no sólo inoportuno sino gravemente perjudicial fue la exaltación emotiva del Papa como una estrella popular o líder de masas, desde los papas víctimas de la Revolución como Pío VI y Pío VII, los papas prisioneros en el Vaticano como Pío IX y León XIII, pasando por el Pastor Angélico (título de una película en exaltación de Pío XII), hasta llegar con el paroxismo con el atleta de Dios: ¡Juan Pablo, segundo, te quiere todo el mundo!
Yo creo que si un futuro Papa canonizara al Papa Francisco, muchos rechinarian los dientes.
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Bueno, han llegado a beatificar a un obispo montonero y a abrir el proceso de canonización al destructor de la orden religiosa a la que usted pertenece, así que cualquier cosa es ya posible.
Entiendo que por sus particulares posturas no lo vea, pero cualquiera que haya vivido esa época con los ojos abiertos sabe que, si Juan Pablo II era muy popular, se debía (aparte de a su carácter sociable y atractivo) a que los fieles encontraban en él un firme asidero a la doctrina católica, frente a los numerosos clérigos heterodoxos que tenían a su alrededor. Las multitudes acudían a verlo porque percibían en el Papado la última defensa contra un abandono de la fe que parecía triunfar por todas partes y también dentro de la Iglesia en el último tercio del siglo XX. De hecho, es algo que sucedía a todos los niveles y los fieles huían de parroquias desastrosas para acudir a D. Fulano o el P. Mengano, que eran de buena doctrina, mientras que los seminaristas huían de seminarios progres y afluían al de D. Marcelo o a los de otros obispos buenos. Ciertamente, no era ni debía ser lo normal en la Iglesia, pero culpar de ello a D. Marcelo, a D. Fulano, al P. Mengano o a Juan Pablo II es de locos. ¡Si la gente acudía a ellos era precisamente para huir del desastre que encontraban alrededor! Es algo tan evidente que, para negarlo, hay que poner los propios prejuicios por encima de la realidad.
Algo similar, por cierto, sucedió con San Pedro: se agolpaban las muchedumbres para verlo y para intentar que al menos su sombra pasara por encima de algún enfermo, porque notaban en él algo especial que ellos necesitaban y no encontraban en el mundo pagano. Eso que cuenta el Libro de los Hechos excede incomparablemente, mutatis mutandis, al "paroxismo" del que despreciativamente habla (lo que me recuerda que debe moderarse bastante más al hablar de Juan Pablo II en este blog si no quiere que borre sus comentarios).
Por eso he señalado que la piedra de toque, el criterio decisivo, es si la persona popular se somete humildemente a Dios y a su revelación o no, si el interesado busca que Cristo crezca mientras él disminuye o no, si es fiel en cuestiones impopulares o no, si se regocija en su propia debilidad ante la fuerza de Dios o no. Cosas todas ellas, por cierto, en las que Juan Pablo II dio en conjunto un testimonio excelente y difícilmente superable. Si todo eso sucede, la popularidad no es más que un riesgo contra el que conviene estar alerta o una muestra los tiempos turbulentos en los que ha tocado vivir; en caso contrario, se convierte en una herida mortal.
Fraileví es uno de los integrantes de la breve pero persistente lista de trolls que tienen prohibido comentar en el blog, por impermeabilidad a la razón.
"según mi Historia Eclesiástica el papa fué Narciso I"
Je, je. Las fuentes no se ponen de acuerdo sobre eso (que es la excusa de todos los historiadores de la Iglesia en estas ocasiones).
Ningún comentarista normal, cuando le echan de un blog, sigue poniendo comentarios y comentarios durante meses, a pesar de que sabe que se van a borrar todos. Cuando en efecto se borran, reacciona volviéndolos a poner en el mismo artículo una y otra vez. Y luego siguen las quejas, las acusaciones y los insultos pasivo-agresivos. Todo ello durante meses o años. No son cosas normales. Los trolls son trolls.
Durante siglos los fieles no sabian nada del papa y a pesar de ello lograban ser buenos cristianos e incluso algunos llegaban a santos.
Entiendo que, en este mundo de confusion, algunos necesiten un lider que les guíe, pero para esto ya tenemos los evangelios, el catecismo, y miles de excelentes libros espirituales o teologicos que han escrito multitud de santos catolicos.
La sociedad actual tiene exceso de informacion y falta de formacion.
Cuando he comentado con algunos curas conservadores los errores de Francisco, me han respondido o que había entendido mal al Papa, o que la prensa habia distorsionado sus palabras, o que preferían fiarse mas del Papa que de un laico como yo. ¿Que clase de Fe tienen estos curas?
Dijo también Fray Eusebio en cierta ocasión que "un sermón sobre la santa pobreza aprovecharía más principalmente a los ricos de corazón; por eso se cuida muy mucho el diablo de que sean los que menos quieran oírlo".
"Cuando he comentado con algunos curas conservadores..."
No se lo tenga en cuenta, porque muchos de ellos sufrían más que nosotros por esos errores y no sabían bien qué hacer.
"summo profeta de desgracias," jajaja. Había un Papa, que no recuerdo cuál, es que decía: "no quiero profetas de las desgracias".
La Escritura nos dice que en el mucho hablar, no faltará el pecar.
Esto que vale para el papa me lo voy a aplicar, porque es totalmente cierto que decimos muchas tonterías, y si las tonterías fueran eso tonterías, lo peor es que las tonterías son pecados contra la caridad del prójimo la mayoría de las veces. Por ejemplo, definamos que es un troll. Un troll no es una planta, no es un mineral, no es un insecto, no es un arácnido, ¿entonces qué es un troll? Es tu hermano, tú verás lo que haces. Y así con todo lo demás.
Genial post, muchas gracias. No me has dicho nada nuevo, nada que no supiera, pero me has ayudado a recordar.
No diré nada más, ya que estoy en amable observación por el dueño de estas páginas.
Feliz Vigilia de Pentecostés.
Muchas gracias por atender a mi petición. Creo que es un tema importante, sobre todo para abrir el debate y evitar más problemas a futuro.
Considero que la hipertrofia del papado no comienza en los últimos dos siglos. Es cierto que se acentúa después del triunfo de los regímenes liberales y la crisis de autoridad del s. XIX, pero el punto en que el que estamos resulta de un largo proceso histórico. En primer lugar, la perdida de la iglesia africana y la casi desaparición de la hispana, tuvo bastante que ver. No existió un contrapoder en la iglesia latina. A ellos se suma la creación de los estados pontificios y el cisma de oriente. Tras el cisma de occidente, que debilitó la autoridad del papado, se acentuó la figura del romano pontífice a través de la compañía de Jesús, principalmente. Recuérdese que los jesuitas tenían el voto específico de obediencia al Papa. Todo ese amor dilatado por el Sucesor de Pedro, se transmitió por ellos al mundo hispanoamericano. De ahí que se denominen "ultramontanos" a los papolatras.
Yo abogo por un papado con más contrapoderes. Y con un ejercicio del ministerio petrino similar al de la edad media. Un Papa que hable poco, se dedique a la diócesis de Roma, saqué pocos documentos y juzgue los litigios que puedan aparecer en otras partes del mundo una vez que los católicos acudan a él.
Creo que muchos que vivieron esa época, no miran con objetividad su papado. Es normal, pues son, 30 años. Se ordenaron o casaron con el, acudieron a las JMJ, a sus eventos masivos y, por supuesto, era un hombre con mucho carisma y don de gentes. Su labor en la teología moral fue muy buena., corrigiendo los errores de su época.
Sin embargo, creo que los que nacimos al final de su papado podemos verlo con mayor perspectiva. Yo considero que si papado no fue bueno. En muchos aspectos, mantuvo los desmanes del postconcilio. A mí el que me parece más sonoro es el de las palabras de consagración de la misa. El "por todos los hombres". Me parece tremendo.
Luego, y no seamos ingenuos, sus encuentros en Asis, el beso del Corán y frases como "que San Juan Bautista proteja al islam", son el abuelo del "Dios quiere la variedad de religiones".
En tercer lugar, el manejo de los casos de abuso. Eso me parece suficiente duda como para no canonizarle. Y creo que Wojtyla estaría de acuerdo con esto. No digo que fuese directamente responsable, pero arroja una sombra muy oscura sobre su papado.
Y por último, al final se seguían impartiendo herejías y, bueno si, se llamaba la atención pero se seguían enseñando y no pasaba nada. A algunos se les hacía obispos y cardenales.
Sabemos que todos los humanos somos febles y pecadores, ocupemos el cargo que sea.
Entonces, con estas dos directrices, La Bibila, la Tradición y el Magisterio ¿No podemos atar cabos?
Por cierto: Hoy me he encontrado al salir de casa a Higinio tocando unos bongos y vendiendo pulseritas hippies "para los pobres".
Es verdad que el papa no es la Iglesia. Pero también es verdad que NO HAY IGLESIA SIN PAPA.
El catolico tiene que madurar en su fe. No sólo para los papolatras, pero también para los traumatizados que corrieron al sedevacantismo. Con todo respeto lo digo
Ojalá no borren el comentario. Gracias
No me termina de agradar tu artículo. Me queda bastante por aclarar y este no es el medio. Me parece que lo mejor es saber que es lo que siempre pensó la Iglesia y para ello te dejo este libro que lo explica magníficamente. El libro trata muy claramente el tema que nos ocupa. Su autor es Mons. Tihamer Toth, el título es TU ERES PEDRO. Aquí va:
https://archive.org/details/tu-eres-pedro-historia-y-actualidad
Saludos en Cristo y María.
Si los primeros cristianos hubieran sabido que quemar un poco de incienso a los dioses era un gesto sin importancia, muchos se habrían librado del martirio.
Como muchos de nuestros mártires de la atroz persecución roja, si hubieran sabido que pisar un crucifijo era un gesto sin importancia.
Los gestos cuentan.
¡No! Eso es ilegítimo y una sinvergonzonada. Está usted hablando de un gesto puntual y ambiguo, que no sabemos por qué sucedió. ¿Sabemos si besó ese Corán que le dieron en ese momento, sin preparación ni continuación ninguna, porque creía que debía besar el regalo que le hacían, porque estaba acostumbrado como obispo a besar el libro que le entregaban habitualmente en Misa, porque solía besar el breviario cada vez que rezaba y ya era un gesto automático, porque estaba pensando en otra cosa o por cualquier otra razón que no conocemos? No, no tenemos ni idea. Yo me arrodillé una vez al llegar a una clase de Cálculo II, antes de entrar en mi fila de asientos. ¿Porque idolatro la ciencia? No, porque era un gesto automático al llegar a una fila de asientos después de años y años de ir a Misa. Un amigo mío hizo lo mismo en el cine. ¿Idólatra también?
Los gestos se interpretan por las palabras y los hechos. Todo lo que escribió y creyó San Juan Pablo II sobre el Islam y el Cristianismo está ahí a la vista de todos y nada de ello le autoriza a interpretar torcidamente ese gesto ambiguo.
Comparar eso con algo que tenía un significado claro y evidente de apostasía, como sacrificar a los ídolos cuando los perseguidores obligaban a hacerlo, sería una canallada en cualquier caso. Pero hacerlo en relación con un Papa y un santo es tan repugnante que no encuentro palabras para calificarlo. Ha superado todos los límites. Lo siento pero no podrá volver a escribir aquí hasta que no se disculpe.
También dejar de comentar aquí. Lo haré.
Gracias por su hospitalidad de años.
Alabado sea Jesucristo.
Ha sido un placer tenerle por aquí estos años, pero hay cosas que no se pueden tolerar.
Me temo que además con ello deja mal al lefevbrismo en pleno, ya que ha producido ese rencor cegador en una buena persona y un caballero.
En fin, oremus pro invicem.
Todo lo demás es correcto, excepto el apellido del autor.
"Te han borrado eso dicho con esas palabras?"
No. Le han borrado todo lo que escribe porque es un troll que, con un centenar de nombres distintos, lleva más de diez años volviendo al blog a pesar de que hubo que expulsarle de él por cientos de insultos terribles y pesadez extrema. Ya somos todos mayorcitos como para caer en la vieja trampa de "Qué pobrecito soy, me borran sin razón, pero no he hecho nada". Por favor, no hay que responder a los trolls. Solo quieren atención y, si se les da esa atención, vuelven y vuelven y tengo que pasar muchísimo tiempo borrándoles.
Me atrevería a decir que los papas dejen de usar el "siervo de los siervos de Dios" porque con ello indican ser los primeros. Pero son los primeros sólo en presidir y llevar al pueblo de Dios, no es su santidad personal que sólo Dios conoce.
Y totalmente de acuerdo con lo de las canonizaciones papales. Hay que dar tiempo al tiempo y alargar -también para otras canonizaciones- los plazos y las señales divinas sobre ello. La Iglesia es una fábrica de santos si nos dejamos llevar por la imitación de Cristo, pero no de santos canonizados y menos "subito".
Por cierto, ¿canonizamos a su Leon XIV literario? tal vez sí.
Después del Pontificado de Francisco I, ya no sobredimensionaré más al Papa: me quedó claro que, siendo un hijo de Adán, como todos, está sujeto a la confusión y al error, aún con buena intención.
Hoy creo que es el Catecismo, y la Tradición misma de la Iglesia, la única fuente segura de nuestra Fe.
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Todos los obispos incluido el que ahora es Papa.
No se admiten comentarios sobre la moderación, porque la experiencia indica que solo llevan a inmensas pérdidas de tiempo. Me toca moderar a mí y modero como mejor puedo. Eso es todo.
"Todos los obispos incluido el que ahora es Papa"
E incluidos casi todos los obispos buenos que conocemos y que podríamos haber deseado que fueran elegidos para ser papa. Así están las cosas.
"creo haber descubierto por fin el original latino de este delicioso sermón de Fr. Eusebio de Rocatajante"
¡Qué gran regalo para la entera cristiandad!
«Sermo ab Eusebio de Rocatajante coram Narciso IV, ipso tunc temporis Pontifice, prolatus.
1. Dilecti fratres in Domino nostro Jesu Christo, Deum supplices exoremus, ut paucis loquantur Papæ rariusque sermocinentur quam preces effundant, cum e multiloquio complurima mala sæpenumero proveniant vanique hominis sit pluris sua ipsius cogitata æstimare quam quæ antiqui juge labore trdiderunt. Multo tamen minus frequenter de rebus ad rempublicam gerendam pertinentibus verba faciant, quæ res eos vel a munere fungendo distrahunt, vel, quod pessimum est, in lutum identidem mutantium opinionum, sententiarum, placitorum immergunt. Omnis igitur Pontifex primum suum prædecessorem imitari satagat, et, cum sibi loquendum est, tantummodo de verbo Dei loquatur.
2. Omni porro Pontifici propositum sit, velle potius neutiquam suapte incuria corrumpi quidquid boni est in Ecclesia quam id sibi soli perficiendum existimare. Etenim hominum genus, e quorum græmio præcipua Pontificum pars ad hodiernum usque diem desumi consuevit, quasi “elephas inter amphoras perambulans” esse videtur. Atqui plus interest hominis lapsi suæ pravitatis sibi persuadere et pro virili parte nullum divinæ gratiæ impedimentum obsistere, quam se vanis novitatemque redolentibus cogitatis intumescere. Caveant ergo Papæ ante omnia, ne, temerarie æmulantes se posse Ecclesiam reformare, eam prorsus detortam facie mundo repræsentent et ruinis quodammodo obrutam suis successoribus relinquant.
3. Lætari quoque sciat Ecclesia, inopem esse Papam atque debilem, qui, cum in terris sit Christi vicarius, inutilis tamen ejus servus, et servus quidem servorum ejus, iure merito nuncupatur. Fuisse quondam in veteri Roma dicunt servorum genus qui, inter plausus admirabundi populi, in aures imperatoris triumphum agentis semel atque iterum dicerent: “Memento te esse hominem”. Ne gentibus ipsis pejores esse videamur minusve prudentes, novum fortasse munus inter curialia officia induci expediret, susurri scilicet qui et opportune et importune regnantis Pontificis aures his verbis defatigaret: “Memento, serve inutilis, te a Domino iudicatum iri”.
4. Non minus rerum novarum cupidinem quam Satanam ipsum effugiat Papa, cui officium divinitus commissum est tum depositum ipsi traditum fideliter custodiendi, cum fratres in eadem, quam majores nostri per sæcula et hominum ætates professi sunt, fide confirmandi. Secum ipse penset, cogitet, mente iterum iterumque revolvat, num re vera oporteat ab antiquitus traditas proscribere traditiones; sin autem mutationem quandam necessitudo postulaverit, vel rerum adjuncta neotericum quodvis suggesserit, nil omnino innovetur quod a patribus nostris non fuerit observatum, licet iniquitate temporum aut fragilitate hominum oblivioni tandem aliquando mandatum.
5. Omnes christifideles, sive clerici sive laici, rite edoceantur fuisse olim quosdam non modo pravos sed et pessimos Papas, quod negare, cum verum notumque sit, quamplurima mala pariat atque miserias necesse est. Prophetæ voci obsequentes, qui dixit: “Maledictus homo qui confidit in homine” (Jer. XVII, 15), catholici non Papæ, quantumvis elata, quantumvis venerabilis dignitas ei a Domino concessa, sed Christi, Dei Filii regisque nostri, sumus sequaces, cui sit omnis gloria in sæcula sæculorum.
6. Item, paucissimi tantum ad altaris honorem Pontifices evehantur, ne quaquaversum propagetur, uti fieri solet, sanctitatem e munere prestigioque pendere, quæ potius condemnationis periculo eos exponunt qui ea plus æquo appetant. Cum enim novissimis hisce temporibus plures Pontifices sanctorum lauream solemni ritu adepti sint quam qui sæculis præteritis, etiam simul sumptis, ab Ecclesia Catholica sancti judicati fuere, nullus eorum canonizetur, nisi decem vel viginti ab cujusque interitu elapsis sæculis (supposito utique interea Christum omnes judicaturum nondum revertisse). Ideo si qui est inter Romanos Pontifices qui sanctorum cœtui sit proxime aggregandus, canonizatio ejus — mea saltem sententia — ad kalendas Græcas postponatur oportet, vel, ut planis verbis utar, nunquam fiat.
7. Pontificibus aliisque prælatis in memoraim sæpe revocandum, primos ad legem servandam obstrictos ipsos esse legislatores. Sicut enim Socratres ille, ethnicus origine, animo tamen naturaliter christianus, capitis sententiam ab Atheniensibus ipsi impositam, ne civitatis suæ legem transgrederetur sereno vultu subiisse traditur, sic omni Papæ curæ imprimis esse debet, ut ipsemet custodiat et ab aliis custodiendas invigilet non solum normas canonicas et liturgicas, quamquam eas quandoque mutare sibi fas est, sed etiam ac potiore quidem ratione leges morum, quas aliorsum mutare nemini licet nec unquam licebit. Tantummodo enim gaudebunt subditi obœdiendo, qui gubernantes viderint pariter obœdientes.
8. Postremo in episcopos eligantur qui veram fidem habeant virtutisque sint probatæ, eo quod plurimarum tribulationum in sanctam Ecclesiam irruentium causa nonnulli episcopi esse solent, vel quibus magis cordi est boni ab aliis credi quam recte de divinis credere, vel qui, malorum reprimendorum timidiores sese præbentes, in bonos, debiles et humiles superbissimi deprehenduntur. Qui autem virtute minime pollent baculum arripiendi, ut ab ovibus sibi concreditis luporum perniciem expellant, iis, inquam, melius fuisset id nunquam accepisse, nequando ad fideles oves puniendas et excercendam in agnos tyrannidem eo abuterentur. Sunto præterea paris viris satisque audaces ad eos redarguendum, si superiores sui male egerint vel a semitis aberraverint Evangelii, illud Apostoli exemplum præ oculis habentes a quo Petrus, Apostolorum coriphæus, palam reprobatus est, “quia reprehensibilis erat” (Gal. II, 11). Quare Pontifex, si bonus episcopus erit, ab aliis bonis in ministerio excercendo levitis consæptus, in via tum humilitatis cum sanctioris vitæ progedi sane longius poterit, toti itaque Ecclesiæ profuturus.
9. Ceterum nobis, sancti Evangelii vestigia prementibus ac rationi insito lumine ductis, “Papam minui oportere ut magis in dies crescat Jesus Christus”, præter quem omnia vanitas et vanitas vanitatum (cf. Eccle. I, 2), lex esto. Amen.»
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